El gobierno boliviano oficializó ayer la nacionalización del yacimiento del cerro Mallku Khota, uno de los más ricos de plata e indio, ubicado en el norte de Potosí, explotado hasta mediados de julio por la minera canadiense South American Silver, tal como lo exigían comunidades indígenas del lugar. El ministro de Minería, Mario Virreira, explicó que el yacimiento pasará a control de la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol), sin afectar a la empresa canadiense, que explota otras minas en Bolivia, ya que recientemente había sido concesionado a la Compañía Minera Mallku Khota.
Despejamos cualquier duda que pueda surgir en cuanto se refiere a la paralización de las actividades de prospección y exploración en este yacimiento tan importante para el país, aclaró Virreira, citado por la agencia noticiosa estatal ABI, frente a la expectativa de las comunidades aledañas a ese yacimiento, que promovieron la reversión de esa concesión. Aseguró, en ese sentido, que el Estado tiene los recursos necesarios para hacerse cargo de la explotación minera del cerro Mallku Khota. También anunció que Comibol contratará en un plazo de 120 días hábiles a una empresa independiente que realizará la valoración de las inversiones realizadas por la compañía estatizada.
En el yacimiento existen reservas valuadas en 2000 millones de dólares y el ministro informó, citado por la agencia noticiosa venezolana AVN, que el decreto de reversión fue aprobado por el gabinete del presidente Evo Morales y recoge los acuerdos que el Ejecutivo logró con las comunidades quechuas que demandaron la salida de la empresa. El 9 de julio pasado, el presidente Morales anunció la nacionalización del yacimiento Mallku Khota y señaló que medidas de este tipo son una obligación del Estado boliviano. El 14 de julio, el mandatario revocó la licencia de South American Silver luego de las protestas de las comunidades indígenas contra la compañía canadiense. En ese momento, Morales llamó a la unidad de los pueblos originarios frente a las empresas internacionales que vienen a saquear nuestros recursos naturales. Durante el gobierno de Morales fueron nacionalizadas buena parte de la industria gasífera y petrolera en Bolivia, lo que le permitió al gobierno recaudar fondos para sus programas sociales, incluyendo la llamada renta Dignidad, una especie de jubilación que se paga con recursos hidrocarburíferos.
Despejamos cualquier duda que pueda surgir en cuanto se refiere a la paralización de las actividades de prospección y exploración en este yacimiento tan importante para el país, aclaró Virreira, citado por la agencia noticiosa estatal ABI, frente a la expectativa de las comunidades aledañas a ese yacimiento, que promovieron la reversión de esa concesión. Aseguró, en ese sentido, que el Estado tiene los recursos necesarios para hacerse cargo de la explotación minera del cerro Mallku Khota. También anunció que Comibol contratará en un plazo de 120 días hábiles a una empresa independiente que realizará la valoración de las inversiones realizadas por la compañía estatizada.
En el yacimiento existen reservas valuadas en 2000 millones de dólares y el ministro informó, citado por la agencia noticiosa venezolana AVN, que el decreto de reversión fue aprobado por el gabinete del presidente Evo Morales y recoge los acuerdos que el Ejecutivo logró con las comunidades quechuas que demandaron la salida de la empresa. El 9 de julio pasado, el presidente Morales anunció la nacionalización del yacimiento Mallku Khota y señaló que medidas de este tipo son una obligación del Estado boliviano. El 14 de julio, el mandatario revocó la licencia de South American Silver luego de las protestas de las comunidades indígenas contra la compañía canadiense. En ese momento, Morales llamó a la unidad de los pueblos originarios frente a las empresas internacionales que vienen a saquear nuestros recursos naturales. Durante el gobierno de Morales fueron nacionalizadas buena parte de la industria gasífera y petrolera en Bolivia, lo que le permitió al gobierno recaudar fondos para sus programas sociales, incluyendo la llamada renta Dignidad, una especie de jubilación que se paga con recursos hidrocarburíferos.