Vecinos de distintas villas de la Ciudad de Buenos Aires tomaron ayer al mediodía sedes porteñas de Edenor y Edesur en los barrios porteños de Chacarita y Monserrat en reclamo de que esas empresas distribuidoras de energía eléctrica les habilitaran el servicio. Cerca de las 19, levantaron la medida porque una mesa de diálogo integrada por las empresas de electricidad, el gobierno de la Ciudad y los integrantes de la Corriente Villera Independiente firmó un acuerdo en el que las compañías se comprometen a iniciar esta misma semana las tareas de tendido de cables e instalación de transformadores.
«El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, se reunió la semana pasada con las empresas de electricidad porque tenía una deuda de 50 millones de pesos para solucionar la falta de luz en los monumentos y plazas porteñas. ¿Y nosotros? ¿No le parece importante resolver el problema de electricidad de los sectores que más lo necesitamos?», se pregunta Claudia, de la Villa 31 de Retiro. Unas 500 personas llegaron cerca del mediodía a la sede Chacarita de Edenor pero el mal tiempo obligó a que las madres se retiraran con sus hijos mientras los representantes se reunían con el GCBA y las empresas.
Hasta el momento, la manera en que los vecinos de las barriadas populares se conectan a la energía consiste en el clásico «enganche», que la clase media y los medios que alimentan su suspicacia suelen criticar. Lo curioso es que el reclamo de los vecinos organizados destruye todos los prejuicios: «Nosotros queremos que nos pongan medidores y nos cobren, no podemos estar con situaciones como esta», dice Dora, de la 31-bis. Concretamente, el método irregular de distribución de energía produce recalentamientos frecuentes del sistema y sus obvios y esperables cortes de luz. Según los vecinos, las empresas y el GCBA tienen un nivel de despreocupación tal por el tema que hay zonas de los barrios en que está hecho el tendido eléctrico pero no circula la electricidad porque falta colocar los transformadores. Y en otras zonas, hay transformadores pero falta la red de distribución. «Parece una tomadura de pelo», dice Claudia a Tiempo Argentino.
Los vecinos de los barrios Villa 31, Villa 31-bis, el Playón de Chacarita y la Carbonilla tomaron las sucursales de las empresas Edenor, ubicada en la calle Guzmán al 200, y Edesur, en San José 190, para reclamar de manera pacífica el cumplimiento de las sucesivas promesas de regularización del servicio. Convocados por la Corriente Villera Independiente junto con el Movimiento Popular La Dignidad, Ciudad Futura, la Corriente de Organizaciones de Base, La Brecha, el Frente Popular Darío Santillán y la agrupación Justicia y Libertad, exigieron «que pongan medidores y nos cobren, pero que no nos dejen sin electricidad». En diálogo con Tiempo, Dora dijo que «en el barrio hay jardines que funcionan tres días a la semana por falta de luz, lo mismo un bachillerato; tenemos gente discapacitada que necesita la electricidad y el gobierno de la Ciudad nos trata como ciudadanos de segunda clase». «
Reclamo en Jujuy
El defensor del Pueblo de la provincia de Jujuy y el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) recomendaron a la Empresa Jujeña de Energía SA (EJESA) la reubicación de la Estación Transformadora Jujuy Centro, a partir de una denuncia realizada por los vecinos del barrio Los Naranjos, de San Salvador. El reclamo se inició hace dos meses, cuando EJESA inició la construcción de esa estación en un predio que ocupa en inmediaciones de un centro de salud, dos escuelas, una facultad y un jardín de infantes, incumpliendo todas las normas vigentes.
«El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, se reunió la semana pasada con las empresas de electricidad porque tenía una deuda de 50 millones de pesos para solucionar la falta de luz en los monumentos y plazas porteñas. ¿Y nosotros? ¿No le parece importante resolver el problema de electricidad de los sectores que más lo necesitamos?», se pregunta Claudia, de la Villa 31 de Retiro. Unas 500 personas llegaron cerca del mediodía a la sede Chacarita de Edenor pero el mal tiempo obligó a que las madres se retiraran con sus hijos mientras los representantes se reunían con el GCBA y las empresas.
Hasta el momento, la manera en que los vecinos de las barriadas populares se conectan a la energía consiste en el clásico «enganche», que la clase media y los medios que alimentan su suspicacia suelen criticar. Lo curioso es que el reclamo de los vecinos organizados destruye todos los prejuicios: «Nosotros queremos que nos pongan medidores y nos cobren, no podemos estar con situaciones como esta», dice Dora, de la 31-bis. Concretamente, el método irregular de distribución de energía produce recalentamientos frecuentes del sistema y sus obvios y esperables cortes de luz. Según los vecinos, las empresas y el GCBA tienen un nivel de despreocupación tal por el tema que hay zonas de los barrios en que está hecho el tendido eléctrico pero no circula la electricidad porque falta colocar los transformadores. Y en otras zonas, hay transformadores pero falta la red de distribución. «Parece una tomadura de pelo», dice Claudia a Tiempo Argentino.
Los vecinos de los barrios Villa 31, Villa 31-bis, el Playón de Chacarita y la Carbonilla tomaron las sucursales de las empresas Edenor, ubicada en la calle Guzmán al 200, y Edesur, en San José 190, para reclamar de manera pacífica el cumplimiento de las sucesivas promesas de regularización del servicio. Convocados por la Corriente Villera Independiente junto con el Movimiento Popular La Dignidad, Ciudad Futura, la Corriente de Organizaciones de Base, La Brecha, el Frente Popular Darío Santillán y la agrupación Justicia y Libertad, exigieron «que pongan medidores y nos cobren, pero que no nos dejen sin electricidad». En diálogo con Tiempo, Dora dijo que «en el barrio hay jardines que funcionan tres días a la semana por falta de luz, lo mismo un bachillerato; tenemos gente discapacitada que necesita la electricidad y el gobierno de la Ciudad nos trata como ciudadanos de segunda clase». «
Reclamo en Jujuy
El defensor del Pueblo de la provincia de Jujuy y el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) recomendaron a la Empresa Jujeña de Energía SA (EJESA) la reubicación de la Estación Transformadora Jujuy Centro, a partir de una denuncia realizada por los vecinos del barrio Los Naranjos, de San Salvador. El reclamo se inició hace dos meses, cuando EJESA inició la construcción de esa estación en un predio que ocupa en inmediaciones de un centro de salud, dos escuelas, una facultad y un jardín de infantes, incumpliendo todas las normas vigentes.