Así les respondió Carlos Tomada a las observaciones realizadas por dirigentes gremiales de la oposición. Cuando se termine de aplicar el aumento del 25 por ciento, el salario mínimo se habrá multiplicado más de trece veces desde 2004.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, destacó ayer la actualización del salario mínimo, vital y móvil hasta 2875 pesos mensuales. Asimismo, el funcionario ponderó la incorporación de la problemática del empleo no registrado en el seno de la discusión del Consejo del Salario, donde conviven cámaras empresarias, sindicatos y Gobierno. Desde la conducción de la CGT, Hugo Moyano, y sus aliados como Gerónimo Momo Venegas, de la Uatre, y Pablo Micheli, de la CTA, cuestionaron el nuevo monto del SMVM. Micheli afirmó que convocarán a una movilización para los primeros días de octubre, cuando esperan contar con la presencia del líder camionero. Ninguno de esos representantes sindicales participó del noveno Consejo del Salario. Ahora damos por descontado el funcionamiento del Consejo del Salario y la actualización anual del mínimo, pero durante muchos años hubo sectores, gobiernos, oposición política y especialistas que negaban, ninguneaban e impidieron que funcionara este espacio tripartito, recordó el titular de la cartera laboral, quien calificó de absurdas las críticas provenientes de los gremios moyanistas.
El Consejo del Salario se reactivó en 2004, después de permanecer paralizado por más de una década. Cuando se termine de aplicar el aumento del 25 por ciento llegará a 2670 en septiembre y alcanzará los 2875 el próximo febrero la remuneración mínima legal se habrá multiplicado más de trece veces. La sistematización de las negociaciones paritarias redujo la cantidad de trabajadores registrados que perciben salarios alrededor del mínimo. Según estima Trabajo, el impacto directo de las mejoras alcanzará a 113 mil asalariados. Hay algunas personas que concretamente pueden mejorar su haber, pero no es un número relevante por el desarrollo que ha tenido la negociación colectiva, que es lo que ha logrado mantener la capacidad adquisitiva del salario del trabajador en general, explicó Tomada.
El titular del gremio que reúne a los trabajadores rurales, Gerónimo Momo Venegas, calificó de vergonzoso el nuevo salario mínimo. El sindicalista aliado al ex presidente Eduardo Duhalde consideró que la remuneración establecida no se ajusta a la realidad, ya que no cubre las necesidades de todos los trabajadores, con la inflación que hay el poder adquisitivo se deteriora día a día. A pesar de los lamentos de Venegas, quien en los últimos meses volvió a acercarse a Moyano, el mínimo legal de su actividad no está vinculado con el SMVM, sino que se determina en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario. En el sector agropecuario, los niveles de informalidad y precariedad duplican la media nacional, alcanzando registros del 80 por ciento en algunas actividades, y los salarios son significativamente más bajos que 2875 pesos mensuales.
Por su parte, Pablo Micheli, titular de la CTA opuesta a la conducción de Hugo Yasky, informó ayer que convocará a un paro nacional en la primera quincena de octubre, posiblemente junto a los gremios afines a Hugo Moyano, para repudiar el nuevo monto del salario mínimo, al que también calificó como vergonzoso.
Para el economista Daniel Kostzer la actualización del SMVM tendrá un impacto relevante en la reducción de la pobreza y beneficiará en gran medida a los empleados en negro. El especialista en mercado de trabajo que actualmente se desempeña como responsable del área económica de la misión de la ONU en Timor Oriental consideró que el salario mínimo es una herramienta de política de ingresos muy poderosa, porque tiene que ver con la satisfacción de necesidades de los hogares y fija niveles de ingreso que superan la línea de la pobreza. Kostzer explicó que el mínimo tiene un efecto de faro en relación con otros salarios de la economía; es decir, los aumentos sirven, en términos generales, para dinamizar las negociaciones colectivas. En ese sentido, el economista destacó además el efecto favorable del alza del SMVM en los sectores laborales con menor poder negociador, incluidos los informales. Más de un tercio de los trabajadores no declarados están en establecimientos donde también hay trabajo en blanco. Entonces, cuando sube el mínimo, el patrón, aun cuando no blanquee a su personal, se ve obligado a acercarse a ese salario, explicó.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, destacó ayer la actualización del salario mínimo, vital y móvil hasta 2875 pesos mensuales. Asimismo, el funcionario ponderó la incorporación de la problemática del empleo no registrado en el seno de la discusión del Consejo del Salario, donde conviven cámaras empresarias, sindicatos y Gobierno. Desde la conducción de la CGT, Hugo Moyano, y sus aliados como Gerónimo Momo Venegas, de la Uatre, y Pablo Micheli, de la CTA, cuestionaron el nuevo monto del SMVM. Micheli afirmó que convocarán a una movilización para los primeros días de octubre, cuando esperan contar con la presencia del líder camionero. Ninguno de esos representantes sindicales participó del noveno Consejo del Salario. Ahora damos por descontado el funcionamiento del Consejo del Salario y la actualización anual del mínimo, pero durante muchos años hubo sectores, gobiernos, oposición política y especialistas que negaban, ninguneaban e impidieron que funcionara este espacio tripartito, recordó el titular de la cartera laboral, quien calificó de absurdas las críticas provenientes de los gremios moyanistas.
El Consejo del Salario se reactivó en 2004, después de permanecer paralizado por más de una década. Cuando se termine de aplicar el aumento del 25 por ciento llegará a 2670 en septiembre y alcanzará los 2875 el próximo febrero la remuneración mínima legal se habrá multiplicado más de trece veces. La sistematización de las negociaciones paritarias redujo la cantidad de trabajadores registrados que perciben salarios alrededor del mínimo. Según estima Trabajo, el impacto directo de las mejoras alcanzará a 113 mil asalariados. Hay algunas personas que concretamente pueden mejorar su haber, pero no es un número relevante por el desarrollo que ha tenido la negociación colectiva, que es lo que ha logrado mantener la capacidad adquisitiva del salario del trabajador en general, explicó Tomada.
El titular del gremio que reúne a los trabajadores rurales, Gerónimo Momo Venegas, calificó de vergonzoso el nuevo salario mínimo. El sindicalista aliado al ex presidente Eduardo Duhalde consideró que la remuneración establecida no se ajusta a la realidad, ya que no cubre las necesidades de todos los trabajadores, con la inflación que hay el poder adquisitivo se deteriora día a día. A pesar de los lamentos de Venegas, quien en los últimos meses volvió a acercarse a Moyano, el mínimo legal de su actividad no está vinculado con el SMVM, sino que se determina en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario. En el sector agropecuario, los niveles de informalidad y precariedad duplican la media nacional, alcanzando registros del 80 por ciento en algunas actividades, y los salarios son significativamente más bajos que 2875 pesos mensuales.
Por su parte, Pablo Micheli, titular de la CTA opuesta a la conducción de Hugo Yasky, informó ayer que convocará a un paro nacional en la primera quincena de octubre, posiblemente junto a los gremios afines a Hugo Moyano, para repudiar el nuevo monto del salario mínimo, al que también calificó como vergonzoso.
Para el economista Daniel Kostzer la actualización del SMVM tendrá un impacto relevante en la reducción de la pobreza y beneficiará en gran medida a los empleados en negro. El especialista en mercado de trabajo que actualmente se desempeña como responsable del área económica de la misión de la ONU en Timor Oriental consideró que el salario mínimo es una herramienta de política de ingresos muy poderosa, porque tiene que ver con la satisfacción de necesidades de los hogares y fija niveles de ingreso que superan la línea de la pobreza. Kostzer explicó que el mínimo tiene un efecto de faro en relación con otros salarios de la economía; es decir, los aumentos sirven, en términos generales, para dinamizar las negociaciones colectivas. En ese sentido, el economista destacó además el efecto favorable del alza del SMVM en los sectores laborales con menor poder negociador, incluidos los informales. Más de un tercio de los trabajadores no declarados están en establecimientos donde también hay trabajo en blanco. Entonces, cuando sube el mínimo, el patrón, aun cuando no blanquee a su personal, se ve obligado a acercarse a ese salario, explicó.