La ex vicejefa de Gobierno quiere presentarse para senadora en la Capital Federal para seguir en carrera por la sucesión de Macri. Horacio Rodríguez Larreta tiene el mismo objetivo y podrían enfrentarse en una interna. El PRO debe buscar alternativas para la provincia.
Gabriela Michetti ya decidió: no será candidata en provincia de Buenos Aires. La diputada nacional se quedará en la Ciudad, donde competirá en la interna para ser senadora. Probablemente lo haga con su adversario interno, el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta. La ex vicejefa tendrá una conversación con Mauricio Macri en estos días y lo comunicará a la prensa, a más tardar, a principios de octubre. La decisión de Miche-tti implicará un realineamiento de la estrategia del PRO, que apuntaba a que ocupara la cabeza de las listas provinciales. Una negociación con el ex aliado Francisco de Narváez parece ser inevitable.
Michetti pasó buena parte de este año presionada para aceptar hacer un cambio radical en su carrera política y ser candidata bonaerense. En el escenario que preveía el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, esto le permitía tener una figura taquillera en provincia para 2013. A los adversarios dentro del macrismo como Horacio Rodríguez Larreta o María Eugenia Vidal les allanaba el camino en la disputa por quién sucederá a Macri como jefe (o jefa) de Gobierno en 2015, cuando el líder del PRO ya no puede reelegir por un período más.
Sin embargo, la decisión de abandonar su distrito nunca convenció a Michetti. Por un lado, porque implica dejar el lugar donde hizo política desde la Legislatura hasta el Congreso y como parte de la fórmula ganadora en 2007. El cambio seguramente sería facturado en campaña, como le achacaron que renunciara a la vicejefatura en 2009. Por otra parte, la resolución la obligaría a resignar sus aspiraciones a ser jefa de Gobierno, algo que no se le pide a ningún otro dirigente del PRO.
Larreta, en tanto, se prepara para competir con su archienemiga. En una entrevista el fin de semana, dijo que iba a ser candidato salvo que el PRO y Mauricio consideren que para el proyecto hay una alternativa mejor. Si se enfrentan, será la definición de la gran interna del PRO.
En el entorno de la diputada indican que ya la decisión está tomada y no hay nadie ni nada que pueda a esta altura convencerla de lo contrario. Lo ideal es que en estos días ella se lo transmita a Mauricio y el partido reoriente sus energías a otra estrategia, señaló un funcionario porteño, que pertenece al espacio de Michetti. Varios larretistas están de acuerdo con lo que va a decir. Aun los que la quieren ver en provincia te reconocen que es un sacrificio que no tiene por qué aceptar, comenta.
Por otra parte, el funcionario porteño observó que muchos de los argumentos para que ella pase a provincia son por lo menos, discutibles. El primero es que Mauricio necesita un 2013 ganador para 2015. Uno podría decir que un resbalón en Santa Fe sería más perjudicial que guardarse en Capital. El cansancio de la sociedad lo va a elegir a él en 2015, argumentó. Otra cosa falsa es que Horacio tiene que tener un test electoral sí o sí. Puede perder todo en una mala movida. Si pierde, se le viene abajo todo dentro del gobierno, advirtió el michettista, que no tiene dudas de que ella lo arrasa en una interna abierta.
También tenemos que pensar si queremos usar el nombre de Gabriela para traccionar listas que después terminan llenas de los amigos de Duhalde y de Cariglino, se sinceró el funcionario. Sin Michetti, lo cierto es que en provincia tendrán que repensar la estrategia electoral. Guillermo Montenegro tiene aspiraciones en San Isidro y Néstor Grindetti en Lanús, pero hasta ahora ninguno de ellos mide para la mesa chica macrista.
Para hacer un desempeño aceptable en la provincia de Buenos Aires, el apellido De Narváez tiene el sonido de la inevitabilidad. Es de esperarse que los partidarios del Colorado reciban a sus ex aliados con los brazos abiertos… y con una larga lista de condiciones. La mano derecha del Colorado, Gustavo Ferrari, dijo ayer que debería lograrse una unificación inteligente de sectores que tienen afinidades, como el Frente Peronista y el PRO. El diputado reclamó que las candidaturas presidenciales sean discutidas después de 2013. El acuerdo entre Macri y De Narváez naufragó cuando el jefe de Gobierno exigió la mitad de los lugares en provincia y el hombre del alica, alicate reclamó lo mismo en las listas de Capital. Al Colorado le preocupaba sobremanera un cambio de distrito de la diputada: incluso la citó en un café para preguntarle qué iba a hacer. Todo queda abierto a partir del nuevo escenario sin Michetti en la provincia.
Gabriela Michetti ya decidió: no será candidata en provincia de Buenos Aires. La diputada nacional se quedará en la Ciudad, donde competirá en la interna para ser senadora. Probablemente lo haga con su adversario interno, el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta. La ex vicejefa tendrá una conversación con Mauricio Macri en estos días y lo comunicará a la prensa, a más tardar, a principios de octubre. La decisión de Miche-tti implicará un realineamiento de la estrategia del PRO, que apuntaba a que ocupara la cabeza de las listas provinciales. Una negociación con el ex aliado Francisco de Narváez parece ser inevitable.
Michetti pasó buena parte de este año presionada para aceptar hacer un cambio radical en su carrera política y ser candidata bonaerense. En el escenario que preveía el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, esto le permitía tener una figura taquillera en provincia para 2013. A los adversarios dentro del macrismo como Horacio Rodríguez Larreta o María Eugenia Vidal les allanaba el camino en la disputa por quién sucederá a Macri como jefe (o jefa) de Gobierno en 2015, cuando el líder del PRO ya no puede reelegir por un período más.
Sin embargo, la decisión de abandonar su distrito nunca convenció a Michetti. Por un lado, porque implica dejar el lugar donde hizo política desde la Legislatura hasta el Congreso y como parte de la fórmula ganadora en 2007. El cambio seguramente sería facturado en campaña, como le achacaron que renunciara a la vicejefatura en 2009. Por otra parte, la resolución la obligaría a resignar sus aspiraciones a ser jefa de Gobierno, algo que no se le pide a ningún otro dirigente del PRO.
Larreta, en tanto, se prepara para competir con su archienemiga. En una entrevista el fin de semana, dijo que iba a ser candidato salvo que el PRO y Mauricio consideren que para el proyecto hay una alternativa mejor. Si se enfrentan, será la definición de la gran interna del PRO.
En el entorno de la diputada indican que ya la decisión está tomada y no hay nadie ni nada que pueda a esta altura convencerla de lo contrario. Lo ideal es que en estos días ella se lo transmita a Mauricio y el partido reoriente sus energías a otra estrategia, señaló un funcionario porteño, que pertenece al espacio de Michetti. Varios larretistas están de acuerdo con lo que va a decir. Aun los que la quieren ver en provincia te reconocen que es un sacrificio que no tiene por qué aceptar, comenta.
Por otra parte, el funcionario porteño observó que muchos de los argumentos para que ella pase a provincia son por lo menos, discutibles. El primero es que Mauricio necesita un 2013 ganador para 2015. Uno podría decir que un resbalón en Santa Fe sería más perjudicial que guardarse en Capital. El cansancio de la sociedad lo va a elegir a él en 2015, argumentó. Otra cosa falsa es que Horacio tiene que tener un test electoral sí o sí. Puede perder todo en una mala movida. Si pierde, se le viene abajo todo dentro del gobierno, advirtió el michettista, que no tiene dudas de que ella lo arrasa en una interna abierta.
También tenemos que pensar si queremos usar el nombre de Gabriela para traccionar listas que después terminan llenas de los amigos de Duhalde y de Cariglino, se sinceró el funcionario. Sin Michetti, lo cierto es que en provincia tendrán que repensar la estrategia electoral. Guillermo Montenegro tiene aspiraciones en San Isidro y Néstor Grindetti en Lanús, pero hasta ahora ninguno de ellos mide para la mesa chica macrista.
Para hacer un desempeño aceptable en la provincia de Buenos Aires, el apellido De Narváez tiene el sonido de la inevitabilidad. Es de esperarse que los partidarios del Colorado reciban a sus ex aliados con los brazos abiertos… y con una larga lista de condiciones. La mano derecha del Colorado, Gustavo Ferrari, dijo ayer que debería lograrse una unificación inteligente de sectores que tienen afinidades, como el Frente Peronista y el PRO. El diputado reclamó que las candidaturas presidenciales sean discutidas después de 2013. El acuerdo entre Macri y De Narváez naufragó cuando el jefe de Gobierno exigió la mitad de los lugares en provincia y el hombre del alica, alicate reclamó lo mismo en las listas de Capital. Al Colorado le preocupaba sobremanera un cambio de distrito de la diputada: incluso la citó en un café para preguntarle qué iba a hacer. Todo queda abierto a partir del nuevo escenario sin Michetti en la provincia.