Foto: LA NACION / Mariana Araujo
Dialoga, tiene autocrítica, le da reportajes al «enemigo», ¿qué clase de kirchnerista es usted?
Fernando «Chino» Navarro se ríe de lo que, según dice, son estereotipos. En una Argentina dividida y sorda, este diputado bonaerense del FPV se atreve a convertirse en el primer paciente oficialista. ¿Por qué se animó él y otros no? Conjeturas terapéuticas: tiene resto, punto de vista propio y se sabe querido por la familia Kirchner. Jugaba los famosos picados en Olivos, habla por teléfono con Máximo y es uno de los dueños de la productora que está haciendo la película de Néstor. No tiene problemas de autoestima política y sabe que no está a prueba su fidelidad. Por eso se recuesta tranquilo en el diván.
-Su historia clínica dice que empieza militando en el PI de Lomas de Zamora. Pero permítame tomarle el test de Rorschach político. ¿Qué ve en esta mancha? (Se le muestra una boleta del Frejupo del 89, en la que fue concejal en una lista que apoyaba a Menem.)
-[Sorprendido, estudia la boleta] Yo estaba en el quinto lugar en la boleta de… [tono de resignación] Yo le creí a Menem. Creo que los que estuvimos con él tenemos que hacer una autocrítica.
-En algún momento, fue duhaldista?
-Reivindicamos a Duhalde cuando en los 90 defendió al Banco Provincia, cuando defendió la obra pública. Tenía un discurso más desarrollista, más peronista, más industrialista.
-Hasta que le llegó el verdadero amor: Cristina diputada.
-¿Sabés por qué? Porque descubrimos en ella el valor que no le veíamos a Duhalde. A él siempre le faltaban cinco para el peso. Nosotros veíamos que Menem siempre se lo llevaba puesto.
-¿Qué le faltaba a Duhalde?
-Para mí, le faltaba decisión y valor para hacer. Cuando nosotros empezamos a ver los efectos de la convertibilidad, nos empezamos a dar cuenta de que la realidad hacía ruido, que los sectores populares nos abrían la puerta, pero no nos creían. Entonces, allá por el 95, 96, apareció un personaje distinto: Néstor Kirchner. Era un buen administrador, pero nunca se me cruzó por la cabeza que iba a transformar la realidad e iba a conseguir una Argentina más justa.
-¿Cómo se puede incorporar a su película de Néstor la precuela que sería la 1050 en Río Gallegos?
-¿Quién es San Martín? ¿El de Bailén o el de San Lorenzo? Hay que entender el proceso histórico. Néstor en la dictadura hizo lo que hicieron la mayoría de los argentinos, sobrevivió como pudo. Con aciertos y con errores.
-Otra precuela de la película de Kirchner: Carrió dijo en TN que Néstor pactó dos veces con Clarín, hasta el conflicto con el campo?
-Hay cosas que no conozco a fondo, o sea que mi opinión es relativa. Sí sé que Cristina siempre se oponía a un acuerdo con Clarín porque le parecía un grupo voraz. Néstor hizo lo que hace un conductor: trató de pactar con los sectores de poder para ir construyendo después su propio poder y hacer una Argentina más justa. Néstor puso sobre la mesa el juego de Clarín. Después te enterás de cómo le pidió a Alfonsín que deje su cargo antes, por ejemplo.
-¿Qué? ¿A Alfonsín también lo bajó Clarín y Mister M?
-No, pero corregime si me equivoco. Las primeras planas que le hacían a Illia creo que influyeron bastante… Los medios forman opinión. Había que ver qué decían los diarios del 30 sobre Yrigoyen. Después, que haya grupos económicos más cerca o más lejos del gobierno? Vos podés decir que Cristóbal López creció mucho, creció poco, pero no está pensando cómo debilitar al gobierno de Cristina. Igual hay algo que tiene que quedar claro: Cristina no está planteando la derrota de lo que expresan simbólicamente ustedes, el diario LA NACION o la Sociedad Rural para que los arrasemos e impongamos un modelo nuevo, que es a lo que se aspiraba en los 70. Lo que se plantea es que necesitamos de todos, de la renta agraria, de Techint, del sector financiero. Pero con una distribución más equitativa.
-Usted por su personalidad tiene cierta autonomía discursiva. ¿Hay posibilidad de disentir dentro del Gobierno?
-En el campo nacional y popular yo encuentro muchos compañeros con espíritu crítico y muchos con autonomía, que proponen cosas más allá de lo que plantea Cristina.
-Su idea del espíritu crítico, de todos modos, no parece ser «el plato de la casa». Algunos funcionarios por poco dicen que el que fue al cacerolazo es porque extraña a Videla.
-No es justo que se analice una frase, hay que ver todo lo que dijo Juan Manuel [Abal Medina]. Hay otras frases. También puedo decir que la convocatoria fue grande, que tenemos que escuchar. Pero así como se dice que nosotros no escuchamos a los demás, creo que se ha creado un juego de espejos en el que tampoco nos escuchan.
-Le propongo un ejercicio de visualización. Imagine que usted alza a sus dos nietos, uno sobre cada rodilla. Ahora mírelos a los ojos, y dígales: «Niños, el abuelo pone las manos en el fuego porque Boudou no conoce a Vandenbroele».
-[Frunce el ceño y mira fijo] ¿Y yo por qué tengo que poner las manos en el fuego porque Boudou conozca a Vandenbroele? No tengo relación con Boudou como para saber a quién conoce y a quién no. Lo que sí, que con él cometieron un linchamiento público, lo condenaron por una serie de indicios que ninguno representa nada de lo que es necesario para un procesamiento.
-El Movimiento Evita acompaña la discusión por la reforma de la Constitución?
-Nosotros consideramos que no está mal evaluar la reforma de la Constitución. Lo que no nos parece sano es discutir la reelección porque no tiene nada que ver con el pensamiento imperante en la sociedad argentina.
-Eso es como decir: «Estamos investigando una nueva pólvora, pero no teman. No es para disparar».
-El que inventó la pólvora no pensó que iba a ser para eso. No está mal discutir la Constitución. -¿Dejamos acá?
Historia clínica
Edad: 55
Cargo: diputado provincial
Observaciones
Paciente de gran capacidad argumentativa, dispuesto al diálogo, autocrítico, defiende sus convicciones, pero registra y tolera la disidencia
Otras actividades
Defensor mediático del Gobierno. Número dos del Movimiento Evita. Productor audiovisual: está por estrenar la película sobre Néstor Kirchner.
Dialoga, tiene autocrítica, le da reportajes al «enemigo», ¿qué clase de kirchnerista es usted?
Fernando «Chino» Navarro se ríe de lo que, según dice, son estereotipos. En una Argentina dividida y sorda, este diputado bonaerense del FPV se atreve a convertirse en el primer paciente oficialista. ¿Por qué se animó él y otros no? Conjeturas terapéuticas: tiene resto, punto de vista propio y se sabe querido por la familia Kirchner. Jugaba los famosos picados en Olivos, habla por teléfono con Máximo y es uno de los dueños de la productora que está haciendo la película de Néstor. No tiene problemas de autoestima política y sabe que no está a prueba su fidelidad. Por eso se recuesta tranquilo en el diván.
-Su historia clínica dice que empieza militando en el PI de Lomas de Zamora. Pero permítame tomarle el test de Rorschach político. ¿Qué ve en esta mancha? (Se le muestra una boleta del Frejupo del 89, en la que fue concejal en una lista que apoyaba a Menem.)
-[Sorprendido, estudia la boleta] Yo estaba en el quinto lugar en la boleta de… [tono de resignación] Yo le creí a Menem. Creo que los que estuvimos con él tenemos que hacer una autocrítica.
-En algún momento, fue duhaldista?
-Reivindicamos a Duhalde cuando en los 90 defendió al Banco Provincia, cuando defendió la obra pública. Tenía un discurso más desarrollista, más peronista, más industrialista.
-Hasta que le llegó el verdadero amor: Cristina diputada.
-¿Sabés por qué? Porque descubrimos en ella el valor que no le veíamos a Duhalde. A él siempre le faltaban cinco para el peso. Nosotros veíamos que Menem siempre se lo llevaba puesto.
-¿Qué le faltaba a Duhalde?
-Para mí, le faltaba decisión y valor para hacer. Cuando nosotros empezamos a ver los efectos de la convertibilidad, nos empezamos a dar cuenta de que la realidad hacía ruido, que los sectores populares nos abrían la puerta, pero no nos creían. Entonces, allá por el 95, 96, apareció un personaje distinto: Néstor Kirchner. Era un buen administrador, pero nunca se me cruzó por la cabeza que iba a transformar la realidad e iba a conseguir una Argentina más justa.
-¿Cómo se puede incorporar a su película de Néstor la precuela que sería la 1050 en Río Gallegos?
-¿Quién es San Martín? ¿El de Bailén o el de San Lorenzo? Hay que entender el proceso histórico. Néstor en la dictadura hizo lo que hicieron la mayoría de los argentinos, sobrevivió como pudo. Con aciertos y con errores.
-Otra precuela de la película de Kirchner: Carrió dijo en TN que Néstor pactó dos veces con Clarín, hasta el conflicto con el campo?
-Hay cosas que no conozco a fondo, o sea que mi opinión es relativa. Sí sé que Cristina siempre se oponía a un acuerdo con Clarín porque le parecía un grupo voraz. Néstor hizo lo que hace un conductor: trató de pactar con los sectores de poder para ir construyendo después su propio poder y hacer una Argentina más justa. Néstor puso sobre la mesa el juego de Clarín. Después te enterás de cómo le pidió a Alfonsín que deje su cargo antes, por ejemplo.
-¿Qué? ¿A Alfonsín también lo bajó Clarín y Mister M?
-No, pero corregime si me equivoco. Las primeras planas que le hacían a Illia creo que influyeron bastante… Los medios forman opinión. Había que ver qué decían los diarios del 30 sobre Yrigoyen. Después, que haya grupos económicos más cerca o más lejos del gobierno? Vos podés decir que Cristóbal López creció mucho, creció poco, pero no está pensando cómo debilitar al gobierno de Cristina. Igual hay algo que tiene que quedar claro: Cristina no está planteando la derrota de lo que expresan simbólicamente ustedes, el diario LA NACION o la Sociedad Rural para que los arrasemos e impongamos un modelo nuevo, que es a lo que se aspiraba en los 70. Lo que se plantea es que necesitamos de todos, de la renta agraria, de Techint, del sector financiero. Pero con una distribución más equitativa.
-Usted por su personalidad tiene cierta autonomía discursiva. ¿Hay posibilidad de disentir dentro del Gobierno?
-En el campo nacional y popular yo encuentro muchos compañeros con espíritu crítico y muchos con autonomía, que proponen cosas más allá de lo que plantea Cristina.
-Su idea del espíritu crítico, de todos modos, no parece ser «el plato de la casa». Algunos funcionarios por poco dicen que el que fue al cacerolazo es porque extraña a Videla.
-No es justo que se analice una frase, hay que ver todo lo que dijo Juan Manuel [Abal Medina]. Hay otras frases. También puedo decir que la convocatoria fue grande, que tenemos que escuchar. Pero así como se dice que nosotros no escuchamos a los demás, creo que se ha creado un juego de espejos en el que tampoco nos escuchan.
-Le propongo un ejercicio de visualización. Imagine que usted alza a sus dos nietos, uno sobre cada rodilla. Ahora mírelos a los ojos, y dígales: «Niños, el abuelo pone las manos en el fuego porque Boudou no conoce a Vandenbroele».
-[Frunce el ceño y mira fijo] ¿Y yo por qué tengo que poner las manos en el fuego porque Boudou conozca a Vandenbroele? No tengo relación con Boudou como para saber a quién conoce y a quién no. Lo que sí, que con él cometieron un linchamiento público, lo condenaron por una serie de indicios que ninguno representa nada de lo que es necesario para un procesamiento.
-El Movimiento Evita acompaña la discusión por la reforma de la Constitución?
-Nosotros consideramos que no está mal evaluar la reforma de la Constitución. Lo que no nos parece sano es discutir la reelección porque no tiene nada que ver con el pensamiento imperante en la sociedad argentina.
-Eso es como decir: «Estamos investigando una nueva pólvora, pero no teman. No es para disparar».
-El que inventó la pólvora no pensó que iba a ser para eso. No está mal discutir la Constitución. -¿Dejamos acá?
Historia clínica
Edad: 55
Cargo: diputado provincial
Observaciones
Paciente de gran capacidad argumentativa, dispuesto al diálogo, autocrítico, defiende sus convicciones, pero registra y tolera la disidencia
Otras actividades
Defensor mediático del Gobierno. Número dos del Movimiento Evita. Productor audiovisual: está por estrenar la película sobre Néstor Kirchner.
En esta misma edición de la tribuna de doctrina aparece la nota de Beti Sarlo, tratando de incapaz a Cristina, de imprufente y matona. Me preguno cual es el beneficio de esta entrevista al Chino Navarro, a quien se dirige su mensaje, con quien quiere quedar bien. Quien tiene que escuchar, Cristina. Un dirigente de ese nivel no tiene que hacer el juego las fuerzas adversarias.