Agustín Rossi, además de presidente del bloque de diputados del FPV, es uno de los referentes de la Corriente Nacional de la Militancia que el pasado 16 de octubre, cumplió dos años de existencia. En el festejo, varios de los discursos que se escucharon resaltaron la importancia de la aplicación total de la Ley de Medios a partir del 7 de diciembre (7D). Rossi sostiene que la norma no es sólo para el Grupo Clarín, pero advierte que es preciso ponerle un límite al poder de ese gran monopolio comunicacional, verdadero polo opositor al gobierno de Cristina Kirchner. Lo sintetiza en una corta definición: «Los argentinos decidimos que el único tutelaje que sostenemos es el del pueblo.»
–En varios discursos del festejo de la Corriente se dijo que se viven momentos complejos, de tensión. ¿Es sólo por lo que sucederá el 7D?
–Este es un modelo que lleva adelante políticas que mejoran la igualdad, la distribución de riqueza, y amplía la frontera de derechos. Eso siempre genera tensión. Así fue históricamente. Lo realizado en estos diez meses de gestión del segundo mandato de Cristina, es un cabal cumplimiento con el compromiso electoral de octubre pasado. En este lapso nacionalizamos YPF, modificamos la Carta Orgánica del Central, reformamos el estatuto del peón rural y le pusimos límite a la extranjerización de la tierra. A pesar de la crisis económica internacional hubo paritarias libres para todos lo gremios, aumentamos el monto de la AUH y con eso las asignaciones familiares. Tenemos un plan potente de construcción de viviendas con un impacto positivo en el crecimiento de PBI y, por si fuera poco, protegimos la industria nacional que nos permite tener una saldo favorable en la balanza comercial. Este gobierno no faltó a la palabra empeñada. Los que no están de acuerdo con nosotros deberán encontrar una referencia política, un partido que los represente.
–En diciembre el Grupo Clarín deberá adecuarse a Ley de Medios. En el marco de las disputas políticas, ¿ese grupo es el enemigo o la cara visible de los intereses contrarios a lo que ustedes representan?
–El Grupo Clarín representa el factor contrario al poder. Fueron el principal opositor a la Ley de Medios. Ellos no quisieron que la ley se promulgara y luego pusieron todo tipo de traba para que no se aplique. En síntesis, Clarín no está detrás de la libertad de expresión ni de prensa. Lo que defiende es su posición dominante que le permite ser hegemónico y eso es lo que le da poder al grupo. Y lo que no quiere Clarín es perder ese poder. Entonces, lo que hace y todo lo que hará hasta el 7D es para no perder ese poder que supo utilizar en diferentes momentos históricos, y que se transformó en una situación de casi tutelaje del sistema democrático. Los argentinos decidimos que el único tutelaje que sostenemos es el del pueblo.
–El 7D es también un mensaje claro al resto de las empresas que tienen posiciones dominantes en su especialidad.
–Bueno, es un mensaje positivo. Estos mensajes siempre son positivos, lo mismo sucedió cuando aprobamos la ley de matrimonio igualitario. Ahora se amplía la frontera de los derechos con el voto a partir de los 16 años. Ellos podrán usarlo pero si no quieren, no pasa absolutamente nada. Cada vez que el Estado toma decisiones, como fueron la anulación de las leyes de impunidad, es para construir una sociedad más democrática donde los poderosos cumplen la ley.
–La corporación mediática es fuerte, tanto como la jurídica que en estos días mostró su resistencia a designar jueces.
–Eso es así. Lo que pasó en el Consejo de la Magistratura fue que los consejeros opositores trabaron el mecanismo de designación de jueces. Impidieron que la terna que ya fue determinada por el proceso de selección sea elevado al Poder Ejecutivo y que de allí pase al Senado. Al mismo tiempo, uno de los que obstruía este proceso natural de designación de jueces es el que participa en la designación de los jueces subrogantes que debe ocupar el juzgado donde está la causa Clarín.
–Terminaron uniéndose las corporaciones en contra de este modelo…
–Sí, eso lo sabemos muy bien. Más de una vez planteé que el eje del debate de la política en la Argentina no está dado entre los partidos políticos. Nuestros adversarios son las corporaciones que lo que buscan es satisfacer su demanda sectorial por encima de lo general. La política tiene como prioridad el interés general y por eso se busca que prime por sobre los intereses sectoriales.
–Ustedes desde La Corriente están dentro de Unidos y Organizados (UyO). ¿Ese espacio se transformó en una herramienta electoral?
–Las diferentes organizaciones que trabajamos y militamos en UyO sabemos que es una decisión positiva y el espacio se distingue por un fuerte alineamiento con quienes lo dirigían. Para nosotros, Cristina no sólo es la jefa de Estado sino quien lidera el movimiento nacional y popular. A partir de ahí tenemos muchas cosas resueltas.
–¿Como por ejemplo?
–En el 2015 estaremos donde la presidenta diga que tenemos que estar. A partir de ello, nuestro único punto de acumulación política es la figura de Cristina. En ese marco participamos del acto de Vélez y desde allí integramos Unidos y Organizados junto a organizaciones hermanas como La Cámpora, Evita, Kolina y Nuevo Encuentro, entre otras, que son organizaciones militantes. Estoy muy contento con La Corriente. Hemos vivido muchas cosas, el proceso electoral, la muerte de Néstor y ahora el crecimiento. La Corriente es un lugar de encuentro, un lugar de retroalimentación de expectativas, de debate y esperanza, un dispositivo más de los que la presidenta tiene a la hora de conducir y que integra un dispositivo mayor que UyO. «
–En varios discursos del festejo de la Corriente se dijo que se viven momentos complejos, de tensión. ¿Es sólo por lo que sucederá el 7D?
–Este es un modelo que lleva adelante políticas que mejoran la igualdad, la distribución de riqueza, y amplía la frontera de derechos. Eso siempre genera tensión. Así fue históricamente. Lo realizado en estos diez meses de gestión del segundo mandato de Cristina, es un cabal cumplimiento con el compromiso electoral de octubre pasado. En este lapso nacionalizamos YPF, modificamos la Carta Orgánica del Central, reformamos el estatuto del peón rural y le pusimos límite a la extranjerización de la tierra. A pesar de la crisis económica internacional hubo paritarias libres para todos lo gremios, aumentamos el monto de la AUH y con eso las asignaciones familiares. Tenemos un plan potente de construcción de viviendas con un impacto positivo en el crecimiento de PBI y, por si fuera poco, protegimos la industria nacional que nos permite tener una saldo favorable en la balanza comercial. Este gobierno no faltó a la palabra empeñada. Los que no están de acuerdo con nosotros deberán encontrar una referencia política, un partido que los represente.
–En diciembre el Grupo Clarín deberá adecuarse a Ley de Medios. En el marco de las disputas políticas, ¿ese grupo es el enemigo o la cara visible de los intereses contrarios a lo que ustedes representan?
–El Grupo Clarín representa el factor contrario al poder. Fueron el principal opositor a la Ley de Medios. Ellos no quisieron que la ley se promulgara y luego pusieron todo tipo de traba para que no se aplique. En síntesis, Clarín no está detrás de la libertad de expresión ni de prensa. Lo que defiende es su posición dominante que le permite ser hegemónico y eso es lo que le da poder al grupo. Y lo que no quiere Clarín es perder ese poder. Entonces, lo que hace y todo lo que hará hasta el 7D es para no perder ese poder que supo utilizar en diferentes momentos históricos, y que se transformó en una situación de casi tutelaje del sistema democrático. Los argentinos decidimos que el único tutelaje que sostenemos es el del pueblo.
–El 7D es también un mensaje claro al resto de las empresas que tienen posiciones dominantes en su especialidad.
–Bueno, es un mensaje positivo. Estos mensajes siempre son positivos, lo mismo sucedió cuando aprobamos la ley de matrimonio igualitario. Ahora se amplía la frontera de los derechos con el voto a partir de los 16 años. Ellos podrán usarlo pero si no quieren, no pasa absolutamente nada. Cada vez que el Estado toma decisiones, como fueron la anulación de las leyes de impunidad, es para construir una sociedad más democrática donde los poderosos cumplen la ley.
–La corporación mediática es fuerte, tanto como la jurídica que en estos días mostró su resistencia a designar jueces.
–Eso es así. Lo que pasó en el Consejo de la Magistratura fue que los consejeros opositores trabaron el mecanismo de designación de jueces. Impidieron que la terna que ya fue determinada por el proceso de selección sea elevado al Poder Ejecutivo y que de allí pase al Senado. Al mismo tiempo, uno de los que obstruía este proceso natural de designación de jueces es el que participa en la designación de los jueces subrogantes que debe ocupar el juzgado donde está la causa Clarín.
–Terminaron uniéndose las corporaciones en contra de este modelo…
–Sí, eso lo sabemos muy bien. Más de una vez planteé que el eje del debate de la política en la Argentina no está dado entre los partidos políticos. Nuestros adversarios son las corporaciones que lo que buscan es satisfacer su demanda sectorial por encima de lo general. La política tiene como prioridad el interés general y por eso se busca que prime por sobre los intereses sectoriales.
–Ustedes desde La Corriente están dentro de Unidos y Organizados (UyO). ¿Ese espacio se transformó en una herramienta electoral?
–Las diferentes organizaciones que trabajamos y militamos en UyO sabemos que es una decisión positiva y el espacio se distingue por un fuerte alineamiento con quienes lo dirigían. Para nosotros, Cristina no sólo es la jefa de Estado sino quien lidera el movimiento nacional y popular. A partir de ahí tenemos muchas cosas resueltas.
–¿Como por ejemplo?
–En el 2015 estaremos donde la presidenta diga que tenemos que estar. A partir de ello, nuestro único punto de acumulación política es la figura de Cristina. En ese marco participamos del acto de Vélez y desde allí integramos Unidos y Organizados junto a organizaciones hermanas como La Cámpora, Evita, Kolina y Nuevo Encuentro, entre otras, que son organizaciones militantes. Estoy muy contento con La Corriente. Hemos vivido muchas cosas, el proceso electoral, la muerte de Néstor y ahora el crecimiento. La Corriente es un lugar de encuentro, un lugar de retroalimentación de expectativas, de debate y esperanza, un dispositivo más de los que la presidenta tiene a la hora de conducir y que integra un dispositivo mayor que UyO. «