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Una muestra de pedantería kirchnerista
Para la Federal, fueron sólo 70.000 personas
El jefe de gobierno porteño y líder de Pro, Mauricio Macri , no está únicamente en la mira del oficialismo. También está en la del resto de la oposición, que sigue con sospecha y recelo sus intentos por diferenciarse de sus colegas antikirchneristas.
El ejemplo más reciente es la protesta masiva que inundó anteayer las calles de todo el país contra el gobierno de Cristina Kirchner . A diferencia de los demás partidos políticos opositores, el macrismo adoptó una actitud más activa a la hora de promover la movilización, con logística propia y la presencia de algunos de sus dirigentes.
Macri no se asomó a la protesta, pero instó a la participación de la gente con la bandera argentina. El resto de los opositores optaron por un discreto segundo plano, convencidos de que no había que teñir una movilización genuinamente ciudadana.
El kirchnerismo no dudó en utilizar la exposición de Macri para relativizar el carácter «popular» de la protesta y para abonar que, en su mayoría, la motorizaron sectores de centroderecha.
«Macri está más preocupado por el recital de Kiss y por capitalizar algo de la marcha de ayer, que en gestionar y gobernar», asestó ayer el diputado ultrakirchnerista Andrés «Cuervo» Larroque , en alusión a la indefinición del conflicto por la basura. Y, frente a la amplia convocatoria del cacerolazo, el líder de La Cámpora dijo: «Los que se quejan la están pasando bastante bien».
La Presidenta también se refirió ayer al problema de la basura porteña. Sin mencionarlo, criticó al jefe de gobierno porteño al enfatizar que ya no habrá más enterramiento de basura de la Capital en Campo de Mayo. En tanto, el ministro de Planificación, Julio De Vido, avivó el conflicto al decirles a los intendentes bonaerenses que Macri busca «tapar» de basura sus distritos.
Sectores de la oposición, en tanto, observan este enfrentamiento con suspicacia.
«Hay una deliberada intención del Gobierno de hacer de Macri su principal adversario político, como así también la intención de Macri de ponerse ese sayo, diferenciándose del resto de la oposición», enfatizó el senador radical Ernesto Sanz. Y agregó: «Ambos se equivocan. La movilización no tiene dueño, excede la representación de una persona o de un partido político. La representación de ese sector no kirchnerista se dará naturalmente sólo en 2015».
Otros referentes de la oposición también criticaron la actitud de Macri. «Se corta solo y se equivoca», deslizaron. Ricardo Alfonsín, por ejemplo, dijo ayer que el oficialismo finalmente se va a inclinar por el gobernador bonaerense Daniel Scioli. «Quienes creían que la centroderecha podría estar representada por Pro, pueden llevarse la sorpresa de comprobar que ese espacio podría ser ocupado por Daniel Scioli», dijo el diputado radical.
En el macrismo la lógica de pensamiento va por otro andarivel. «El voto de la gente es muy fluctuante y el escenario también cambió. En Pro trabajamos con la idea de que no hay electorado cautivo y que, en manifestaciones como la del jueves, Pro es el que mejor acompaña ese movimiento ciudadano. Es así porque el partido tiene una mirada mucho más abierta que otros opositores, que se guían más por las recetas ideológicas del pasado y confrontan, al igual que lo hace el kirchnerismo», sostuvo un funcionario muy allegado a Macri.
Esto no quita que, a nivel institucional, el macrismo no comparta estrategias comunes con otros bloques. «Eso debe continuar», aseveró el dirigente macrista. «Eso es lo que nos pide la gente: que como oposición nos unamos, que nos organicemos», abonó Patricia Bullrich (Unión por Todos), una de las pocas dirigentes que participó activamente del cacerolazo. «No tuve ningún reproche de la gente, al contrario», enfatizó la diputada, de cercanía con sectores macristas.
La voz de la oposición
Distintas opiniones del arco opositor sobre el cacerolazo
«Estoy orgulloso, feliz. Fue una fiesta cívica sin precedentes, para emocionarse»
Mauricio Macri
Jefe de Gobierno porteño
«Son tiempos de cambios. Fue muy impresionante la marea humana»
Hermes Binner
Frente Amplio Progresista
«Fue un mensaje para todos los políticos. No hay peor sordo que el que no quiere oír»
Francisco de Narváez
Diputado nacional
La discordia de los números
El gobierno nacional intentó relativizar la convocatoria a la marcha
Foto: LA NACION
70.000
Policía Federal
Para la fuerza que depende de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, ésa es la cantidad de gente que se concentró en el Obelisco y alrededores. La cifra es siete veces inferior a la que dio la Policía Metropolitana.
150.000
El primer cálculo
Anteayer, cuando los manifestantes empezaban a desconcentrarse, la Policía Federal calculó la cantidad de asistentes en 150.000. Ayer, a través de un comunicado poco habitual, la redujo a menos de la mitad.
500.000
El número de la Metropolitana
La policía porteña estimó que medio millón de personas pasaron por la Plaza de la República y que otras 200.000 protestaron en barrios de la ciudad. Fue la marcha más masiva de la era kirchnerista.
250.000
Recambio permanente
Periodistas de la nacion hicieron una estimación de un cuarto de millón de personas en el eje Obelisco-Plaza de Mayo. Lo que no se pudo calcular fue cuántas veces se renovó ese caudal a lo largo de la marcha..
Una muestra de pedantería kirchnerista
Para la Federal, fueron sólo 70.000 personas
El jefe de gobierno porteño y líder de Pro, Mauricio Macri , no está únicamente en la mira del oficialismo. También está en la del resto de la oposición, que sigue con sospecha y recelo sus intentos por diferenciarse de sus colegas antikirchneristas.
El ejemplo más reciente es la protesta masiva que inundó anteayer las calles de todo el país contra el gobierno de Cristina Kirchner . A diferencia de los demás partidos políticos opositores, el macrismo adoptó una actitud más activa a la hora de promover la movilización, con logística propia y la presencia de algunos de sus dirigentes.
Macri no se asomó a la protesta, pero instó a la participación de la gente con la bandera argentina. El resto de los opositores optaron por un discreto segundo plano, convencidos de que no había que teñir una movilización genuinamente ciudadana.
El kirchnerismo no dudó en utilizar la exposición de Macri para relativizar el carácter «popular» de la protesta y para abonar que, en su mayoría, la motorizaron sectores de centroderecha.
«Macri está más preocupado por el recital de Kiss y por capitalizar algo de la marcha de ayer, que en gestionar y gobernar», asestó ayer el diputado ultrakirchnerista Andrés «Cuervo» Larroque , en alusión a la indefinición del conflicto por la basura. Y, frente a la amplia convocatoria del cacerolazo, el líder de La Cámpora dijo: «Los que se quejan la están pasando bastante bien».
La Presidenta también se refirió ayer al problema de la basura porteña. Sin mencionarlo, criticó al jefe de gobierno porteño al enfatizar que ya no habrá más enterramiento de basura de la Capital en Campo de Mayo. En tanto, el ministro de Planificación, Julio De Vido, avivó el conflicto al decirles a los intendentes bonaerenses que Macri busca «tapar» de basura sus distritos.
Sectores de la oposición, en tanto, observan este enfrentamiento con suspicacia.
«Hay una deliberada intención del Gobierno de hacer de Macri su principal adversario político, como así también la intención de Macri de ponerse ese sayo, diferenciándose del resto de la oposición», enfatizó el senador radical Ernesto Sanz. Y agregó: «Ambos se equivocan. La movilización no tiene dueño, excede la representación de una persona o de un partido político. La representación de ese sector no kirchnerista se dará naturalmente sólo en 2015».
Otros referentes de la oposición también criticaron la actitud de Macri. «Se corta solo y se equivoca», deslizaron. Ricardo Alfonsín, por ejemplo, dijo ayer que el oficialismo finalmente se va a inclinar por el gobernador bonaerense Daniel Scioli. «Quienes creían que la centroderecha podría estar representada por Pro, pueden llevarse la sorpresa de comprobar que ese espacio podría ser ocupado por Daniel Scioli», dijo el diputado radical.
En el macrismo la lógica de pensamiento va por otro andarivel. «El voto de la gente es muy fluctuante y el escenario también cambió. En Pro trabajamos con la idea de que no hay electorado cautivo y que, en manifestaciones como la del jueves, Pro es el que mejor acompaña ese movimiento ciudadano. Es así porque el partido tiene una mirada mucho más abierta que otros opositores, que se guían más por las recetas ideológicas del pasado y confrontan, al igual que lo hace el kirchnerismo», sostuvo un funcionario muy allegado a Macri.
Esto no quita que, a nivel institucional, el macrismo no comparta estrategias comunes con otros bloques. «Eso debe continuar», aseveró el dirigente macrista. «Eso es lo que nos pide la gente: que como oposición nos unamos, que nos organicemos», abonó Patricia Bullrich (Unión por Todos), una de las pocas dirigentes que participó activamente del cacerolazo. «No tuve ningún reproche de la gente, al contrario», enfatizó la diputada, de cercanía con sectores macristas.
La voz de la oposición
Distintas opiniones del arco opositor sobre el cacerolazo
«Estoy orgulloso, feliz. Fue una fiesta cívica sin precedentes, para emocionarse»
Mauricio Macri
Jefe de Gobierno porteño
«Son tiempos de cambios. Fue muy impresionante la marea humana»
Hermes Binner
Frente Amplio Progresista
«Fue un mensaje para todos los políticos. No hay peor sordo que el que no quiere oír»
Francisco de Narváez
Diputado nacional
La discordia de los números
El gobierno nacional intentó relativizar la convocatoria a la marcha
Foto: LA NACION
70.000
Policía Federal
Para la fuerza que depende de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, ésa es la cantidad de gente que se concentró en el Obelisco y alrededores. La cifra es siete veces inferior a la que dio la Policía Metropolitana.
150.000
El primer cálculo
Anteayer, cuando los manifestantes empezaban a desconcentrarse, la Policía Federal calculó la cantidad de asistentes en 150.000. Ayer, a través de un comunicado poco habitual, la redujo a menos de la mitad.
500.000
El número de la Metropolitana
La policía porteña estimó que medio millón de personas pasaron por la Plaza de la República y que otras 200.000 protestaron en barrios de la ciudad. Fue la marcha más masiva de la era kirchnerista.
250.000
Recambio permanente
Periodistas de la nacion hicieron una estimación de un cuarto de millón de personas en el eje Obelisco-Plaza de Mayo. Lo que no se pudo calcular fue cuántas veces se renovó ese caudal a lo largo de la marcha..
