El espionaje ilegal de Gendarmería Nacional sobre militantes sociales es un hecho incuestionable acerca de cuya existencia no vale la pena discusión alguna.
Se trata de una práctica abyecta, rémora de lo peor de nuestros años más oscuros, propia de regímenes autoritarios. Lo relevante, a mi juicio, es analizar el alcance de semejante desvío institucional y revisar las condiciones que lo hacen posible.
Una hipótesis de mínima es vincular al Proyecto X con un gesto atávico de ciertos sectores de las fuerzas de seguridad que todavía no asimilan valores democráticos. En ese contexto, el Gobierno sería responsable por no poder controlarlos, a pesar de los gestos ampulosos de “democratización” respecto de la fuerza de seguridad que es la vedette de las intervenciones en territorio de la Ciudad de Buenos Aires.
Existe, sin embargo, una segunda lectura, mucho más grave que la anterior: que el Proyecto X es parte del Proyecto K. No se trataría del accionar autónomo de una patrulla perdida, sino del emergente necesario de una forma de concebir la política, de construir alianzas y de controlar el espacio público y la movilización social.
El Gobierno, en efecto, convive, usa y aprovecha la inteligencia prohibida, porque es así como construye su poder en todos los demás ámbitos. Por ello no critica, y en cambio reivindica como virtud de liderazgo, su monumental capacidad de aunar bajo el mismo paraguas expresiones tan contrapuestas como las Abuelas de Plaza de Mayo o ciertas minorías sociales discriminadas, junto a los Jaime, los Boudou, los neodiputruchos, los Antonini Wilson y los contratistas de siempre como Cristóbal López o los Cirigliano.
Sólo esta peligrosa simbiosis explica la cerrazón de la ministra Garré a dar cuenta del Proyecto X: “No es un plan secreto de espionaje” ni “se utilizó nunca en intervenciones de Gendarmería en manifestaciones sociales”, dijo y mintió, en lugar de tender la mano y abrir el juego a otras fuerzas democráticas que hubiéramos acompañado de buena gana un genuino esfuerzo por democratizar las fuerzas de seguridad.
El kirchnerismo, empero, ha consolidado un modo de hacer política que rechazamos. Privilegia alianzas impresentables y rompe puentes con otras fuerzas democráticas.
En su carrera, pacta más de una vez con el diablo, en vez de dialogar con quienes tenemos el pecado de pensar un poco distinto.
El Proyecto X, en esta lógica, es un reflejo cabal de un modo de hacer política.
Una vergonzosa unión de compromiso con los sectores más reaccionarios de la seguridad al sólo efecto de controlar la calle y anticipar algunas jugadas políticas.
Nos obligaron a cargar un escorpión y ahora debemos sufrir las consecuencias de su irresponsabilidad.
Se trata de una práctica abyecta, rémora de lo peor de nuestros años más oscuros, propia de regímenes autoritarios. Lo relevante, a mi juicio, es analizar el alcance de semejante desvío institucional y revisar las condiciones que lo hacen posible.
Una hipótesis de mínima es vincular al Proyecto X con un gesto atávico de ciertos sectores de las fuerzas de seguridad que todavía no asimilan valores democráticos. En ese contexto, el Gobierno sería responsable por no poder controlarlos, a pesar de los gestos ampulosos de “democratización” respecto de la fuerza de seguridad que es la vedette de las intervenciones en territorio de la Ciudad de Buenos Aires.
Existe, sin embargo, una segunda lectura, mucho más grave que la anterior: que el Proyecto X es parte del Proyecto K. No se trataría del accionar autónomo de una patrulla perdida, sino del emergente necesario de una forma de concebir la política, de construir alianzas y de controlar el espacio público y la movilización social.
El Gobierno, en efecto, convive, usa y aprovecha la inteligencia prohibida, porque es así como construye su poder en todos los demás ámbitos. Por ello no critica, y en cambio reivindica como virtud de liderazgo, su monumental capacidad de aunar bajo el mismo paraguas expresiones tan contrapuestas como las Abuelas de Plaza de Mayo o ciertas minorías sociales discriminadas, junto a los Jaime, los Boudou, los neodiputruchos, los Antonini Wilson y los contratistas de siempre como Cristóbal López o los Cirigliano.
Sólo esta peligrosa simbiosis explica la cerrazón de la ministra Garré a dar cuenta del Proyecto X: “No es un plan secreto de espionaje” ni “se utilizó nunca en intervenciones de Gendarmería en manifestaciones sociales”, dijo y mintió, en lugar de tender la mano y abrir el juego a otras fuerzas democráticas que hubiéramos acompañado de buena gana un genuino esfuerzo por democratizar las fuerzas de seguridad.
El kirchnerismo, empero, ha consolidado un modo de hacer política que rechazamos. Privilegia alianzas impresentables y rompe puentes con otras fuerzas democráticas.
En su carrera, pacta más de una vez con el diablo, en vez de dialogar con quienes tenemos el pecado de pensar un poco distinto.
El Proyecto X, en esta lógica, es un reflejo cabal de un modo de hacer política.
Una vergonzosa unión de compromiso con los sectores más reaccionarios de la seguridad al sólo efecto de controlar la calle y anticipar algunas jugadas políticas.
Nos obligaron a cargar un escorpión y ahora debemos sufrir las consecuencias de su irresponsabilidad.
Verguencita ajena.
En base a qué el Dr. Gil se arroga la capacidad de pensar? Qué pensamiento distinto a la línea de Magneto ha expresado hasta ahora? En que se funda su afirmación de que es un demócrata?. Un demócrata de doble apellido, abogado del establishment, para el que sigue trabajando
No importa el analisis de «x» periodista sobre este tema, es lo de menos.
Importa el doble discurso del gobierno.
Solo los que su capacidad de raciocinio es reemplazada por la obsecuencia abyecta a una lider que piensa por ellos renuncia a su capacidad de pensar.
Gil Lavedra, cuando condeno en 2005 a las juntas de comandantes de la dictadura, se gano un lugar en la historia, aunque despues haya hecho o dicho cosas con las que no estemos de acuerdo. Fue un gesto mil veces mas valiente que descolgar un cuadrito 20 años después cuando los militares ya estaban domesticados.
Y los brulotes K, cargados de tanta politica de DDHH? van a callar olímpicamente sobre este espionaje a las organizacione sociales y de luchadores?
Cada silencio equivale a la complicidad.
«Los sistemas de control estatal-disciplinario, que son un producto típicamente moderno y sobre todo un peligro del futuro, que se caracterizan por el desarrollo de las funciones preventivas de seguridad pública mediante técnicas de vigilancia total, como las que hace posible el espionaje de los ciudadanos por parte de poderosas policías secretas, así como a través de los actuales sistemas informáticos de fichado generalizado y de control audiovisual». (…) El último de estos sistemas es el más alarmante, por su capacidad de convivir insidiosamente incluso con las modernas democracias(..) e idóneo para desempeñar funciones no solo de prevención de delitos sino también de gobierno político de la sociedad».
Gracias maestro Luigi Ferrajoli por caracterizarlos y advertirnos. (Derecho y Razón.Teoría del garantismo penal. Trotta. Madrid. 2011. págs. 338 y siguientes
Me gustaría conocer alguna prueba de estas imputaciones, antes de dar por descontado que el gobierno espía a las madres o a la tonta -donda.Tal vez el maestro Luigi (?)tenga algunos datos. Lo demás, como siempre, es paja.
Espere y será atendido.
El «maestro» de Zaffaroni y muchos otros que «ahora» buscan «democratizar la justicia»
Para muesta basta un Juan Botón
«democratizar la justicia»
Ja ja… que golpe fenomenal, encima con infiltrados….
Le metieron el gusano ¿qué vas a hacer?
«su monumental capacidad de aunar bajo el mismo paraguas expresiones tan contrapuestas»
Ja ja..
«abrir el juego a otras fuerzas democráticas que hubiéramos acompañado de buena gana un genuino esfuerzo por democratizar las fuerzas de seguridad.«
Ja ja ja…
«Privilegia alianzas impresentables y rompe puentes con otras fuerzas democráticas.»
Ja ja ja ja..
«Una vergonzosa unión de compromiso con los sectores más reaccionarios de la seguridad»
Ja ja ja ja ja…
Che ¿no está hablando de la opsoción?
En fin, una buena nota para que las «chicas» usuales expresen su «hoyor» -aunque yo me fijaría en chequeado.com a ver que dice.. como el piscuí Petrella
Lo envidio mucho Silenoz, su capacidad de justificacion al gobierno hasta en los asuntos repudiables es sorprendente. Encima con una medida de arrogancia, le da un je ne sais pas. Clap clap clap!
Ja ja…
Yo creo que los inocuos son tales por su predictibilidad
Como tal su defensa ciega, era cuestion de minutos esperar.
La noche esta linda, salgo a pasear..
Los que salgan a pasear esta noche, aprovechen para comprar «La Nación», antes que:
http://seniales.blogspot.com.ar/
La Nación dice que la decisión de sus avisadores ‘se habría originado’ en una reunión en Comercio, en la que ‘se les habría solicitado…’.
Otra nube de humo.
Además, esto afecta sólo a la edición impresa.
Es un tema de La Nación con sus avisadores, que obviamente podrían compensarla. Salvo que estén interesados en (o hasta encantados con) el ahorro de guita que hacen mientras las ventas están sostenidas.
Problema entre privados.
Además, si necesitan explorar fuentes alternativas tienen Expoagro.
Humo…
Compara «La Nación» de estos últimos días, con las de antes de que el Secretario Moreno «solicitare» a los super,fabricantes de electrodemésticos, Telecom, etc,que no publicitaren en los medios -no oficialistas, o sea los que no disfrutan de la pauta de publicidad estatal- de la Capital (no el interior, puesto que todos están en manos del amigos/socios, y verás. Si eso es «humo»,tienes que consultar el diccionario o avisar a los bomberos.
http://www.lanacion.com.ar/1561895-lavagna-dice-que-la-actitud-de-los-supermercados-es-absurda
Ja ja…
Y si, como bien dice Raúl, van a tener que diversificar sus «mercados»… parece que la ficción está entrando en etapa terminal…. el problema es que The Nation también miente.
PD: como te esta dando la diKtadura este año ¿no?
Esperemos que en eso de etapa terminal, ahí sí realmente «La Nación» mienta.
Mientras haya una hectárea sembrada con soja…
Mientras haya una vaca en el campo…
Mientras haya un banco…
Mientras haya un grupo empresario nacional o multinacional…
La Nación siempre, pero siempre, estará.
Aguanten los Cristóbal López, los Lázaro Baez, los Eskenazi,los Manzano, los Szposlki, los.. «La Nación» los necesita.
El silencio de los panelistas del blog sobre este tema en particular, ¿a que corresponde?
¿No eran acaso criticos con lo cuestionable o repudiable de las medidas oficialista?