El golpe del 76 y el respaldo de los diarios La Voz del Interior y El Día

Colección Periodismo y dictadura
A 37 años del Golpe cívico militar de 1976, por el cual aún hoy la Justicia dirime responsabilidades, Diario sobre Diarios (DsD) presenta un informe sobre las coberturas que realizaron los diarios La Voz del Interior (Córdoba) y El Día (La Plata).Quiénes eran sus propietarios. Por qué apoyaron el golpe de Estado. Qué argumentos usaron para justificar la interrupción del Estado de Derecho por parte de las Fuerzas Armadas y un grupo de civiles conservadores y liberales. Cómo se editaba entonces. El rol de la agencia Noticias Argentinas. Nombres y apellidos que integraron las redacciones centrales que apoyaron el Golpe. Anécdotas y recuerdos rescatados del tiempo y del olvido. A la derecha de la presente nota, se puede leer el correo que envió el propietario del diario El Día a DsD. Para aprender y no olvidar.
La mayoría de los argentinos que promedian los 40 años de edad, no tienen un recuerdo vivo del Golpe del 24 de marzo de 1976.
Lo que saben al respecto lo aprendieron por los libros o por la tradición oral de sus mayores; o por la visualización de imágenes. Pensando en esas generaciones y en los futuros profesionales del periodismo y la comunicación, Diario sobre Diarios (DsD) presenta hoy una investigación en paralelo en las capitales cordobesa y platense a partir del trabajo de las colegas del DsD Córdoba y el DsD Bonaerense.
La noche del 23 de marzo de 1976 esconde similitudes periodísticas entre dos matutinos tradicionales de las ciudades capitales de Córdoba y La Plata. En ambos casos sus dueños fueron familias tradicionales; ambos diarios respaldaron el Golpe de Estado y durante meses predicaron sobre los supuestos beneficios del cambio de régimen. Los dos matutinos editaron ediciones especiales. Pero El Día hizo un esfuerzo editorial superior a los cordobeses al publicar varias ediciones en pocas horas. La por entonces naciente agencia Noticias Argentinas fue la fuente de las principales informaciones de política nacional que publicaron en Córdoba y La Plata.
Familias tradicionales
La familia Remonda era la dueña de La Voz del Interior. A la vez, los Kraiselburd controlaban a El Día de La Plata. Para ellos el golpe militar más oscuro en toda la historia de nuestro país no significó una interrupción de sus negocios.
Desde antes, no solo tenían vínculos propios con los uniformados sino que veían con buenos ojos que desalojaran a “Isabelita” de la Casa Rosada. Los Remonda fueron conservadores con militancia en la Unión Cívica Radical. Mientras que a los Kraiselburd no es tan sencillo encuadrarlos partidariamente. Pero unos y otros, antes del 24 de marzo, coincidían en sus prédicas “antiperonistas”.
Los Remonda
A la fecha del golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976, la dirección de La Voz del Interior se encontraba a manos de Juan Emilio Remonda, quien ocupó el cargo desde el 26 de junio de 1975 hasta el 20 de agosto de 1976.
Los principales accionistas fueron los hijos y nietos del fundador: Jorge Remonda (hijo de Juan Remonda y embajador de Argentina en Holanda), Luis Remonda (hijo del Ingeniero Remonda), Dr. Juan Remonda (Oftalmólogo y administrador general de La Voz), Juan Carlos Remonda (hijo del Dr. Remonda), y el Dr. Jorge Cuadrado Galarza, casado con una de las herederas de la familia.
Hasta el 28 de noviembre de 1978, los herederos conformaron una Sociedad de Hecho, pero a partir de esa fecha se constituye en una Sociedad Anónima. El diario siguió manteniéndose en manos de la familia Remonda hasta 1997, cuando se incorporó como accionista de la empresa la Compañía de Inversión en Medios de Comunicación (CIMECO) cuyos accionistas principales eran los diarios Clarín y La Nación. Ya en el siglo XXI, La Nación se retiraría de la empresa.
Juan Emilio Remonda fue el hijo del fundador del diario: Silvestre Rafael Remonda. Su padre creó el matutino el 15 de marzo de 1904 y fue Juan Dionisio Naso a quien la historia reconoce como el cerebro de los contenidos periodísticos. Juan Emilio fue sucedido por Jorge S. Remonda Ruibal, quien desempeñó el cargo de editor desde el 20 de agosto de 1976 hasta el 1 de abril de 1982, debido al cumplimiento de su mandato.
En 2011 falleció Luis Remonda, nieto del fundador y uno de los últimos familiares aún ligados al diario con el simbólico cargo de “consejero editorial”.
O sea que fue Juan Emilio quien debió tratar en 1976 con los militares golpistas.
Según el experimentado periodista Gonio Ferrari, la intervención del Tercer Cuerpo del Ejército en el Poder Ejecutivo no tuvo injerencia alguna en el cambio de dirección de La Voz. Todo fue más simple de lo pensado: los Remonda tenían vinculación social con los militares de entonces, lo cual hizo que el proceso de transición no se desarrollara “de una manera cruenta, sino más bien normal”.
Por ejemplo, aun la historia oficial sostiene que “Un hecho para destacar en la historia del diario fue cuando soportó la censura y la destrucción de su planta impresora por un atentado en 1975”.
No precisa más detalles. El diario en su momento responsabilizó del ataque a las agrupaciones guerrilleras de entonces que consideraron a la empresa de La Voz como un “objetivo enemigo”: desde sus vínculos con los militares hasta las relaciones con la empresa multinacional automotriz FIAT. Muy curioso: cuando se consulta en 2013 a los editores de hoy, dicen que fueron grupos parapoliciales o de la Triple A.
Resulta claro entonces, por qué los propietarios y accionistas de La Voz del Interior aplaudieron el golpe del 24 de marzo de 1976.
Tambien es cierto que algunos profesionales consultados, que aún se desempeñan en la empresa, destacaron que recuerdan a esos Remonda como “directores que en general cuidaron y protegieron a sus periodistas”.
Los Kraiselburd
David Kraiselburd era un joven nacido en Berisso que aún estaba cursando el bachillerato en el Colegio Nacional de La Plata cuando en 1928 comenzó a trabajar en el diario.
Primero fue cronista y comentarista deportivo, luego encargado de la información universitaria y después editorialista. Se había recibido de las carreras de Derecho y de Historia en la Universidad Nacional de La Plata. Fue en septiembre de 1961 cuando se hizo cargo de la dirección de El Día.
El diario fue fundado el 2 de marzo de 1884 por Manuel Láinez, Arturo Ugalde, Martín Biedma y Julio Botet. Su primer editor fue José María Mendía. Es decir, un año y cuatro meses después de la fundación de la ciudad capital de la provincia de Buenos Aires.
Luego del derrocamiento de Juan Domingo Perón en 1955, la autodenominada “Revolución Libertadora” le transfirió, por un valor simbólico, las acciones que el gobierno peronista había confiscado y puesto en manos de los trabajadores del diario a un grupo empresario.
Ellos fueron Hugo Francisco Stunz (h), Jorge Fascetto y David Kraiselburd. Hugo Stunz (padre) fue uno de los primeros directores del diario.
Un jovencito David Kraiselburd ya trabajaba en el matutino en 1928. Con el correr de tiempo fue ganando posiciones y responsabilidades, hasta ser Director y el principal accionista. Toda una carrera.
Ya como director, cuando Kraiselburd se ausentaba del diario, su hijo Raúl, que trabajaba como cronista, se quedaba a cargo de la dirección de El Día.
Según el veterano periodista Julio López le dijo al DsD Bonaerense, el fundador David Kraiselburd fue un “conservador” que “condujo el diario haciendo gala de un antiperonismo clásico por entonces”. Señaló que “había tenido una militancia filo anarquista-radical en la UNLP y también intentaba incidir en la Unión Cívica Radical, apoyando a Balbín y a César García Puente, y combatiendo a los sectores juveniles encabezados por Sergio ‘el Ruso’ Karakachoff y Federico Storani”.
Según López, Raúl “era más osado” y más “inexperto”. El periodista recordó que una vez, aprovechando la ausencia de su padre, lo envió a Chile “porque suponía que había un acuerdo entre el gobierno de la Unidad Popular y las agencias internacionales, para disimular el éxodo de los chilenos que huían por la llegada del comunismo”.
La anécdota concluye con una foto del periodista junto al presidente trasandino Salvador Allende, publicada en la tapa del matutino. “David jamás hubiera autorizado un viaje así”, aseveró López.
La primera década de los Kraiselburd al frente de El Día parece haber sido todo un éxito. Cuando en 1973 el peronismo limitó a las agencias internacionales de noticias, David crea Noticias Argentinas (NA) de la cual asumió la presidencia. Y el 1 de julio de 1974 funda el diario El Popular, pensado para captar la franja que había dejado vacante Crónica y para competir con El Plata.
Pero a dieciséis días de haber lanzado el nuevo diario, la ascendente carrera de David Kraiselburd quedó trunca en un trágico episodio que acabó también con su vida. El 17 de julio de 1974 fue secuestrado y posteriormente asesinado por un grupo de la agrupación Montoneros.
En una nota publicada a 100 años de su nacimiento, El Día expuso su versión sobre los hechos: “El director de El Día, que caminaba solo cotidianamente desde su casa al diario, fue un objetivo fácil para los violentos. A quienes les recomendaban prudencia o le señalaban el peligro que corría, les contestaba que esconderse era ceder el campo a la intimidación y el único camino era ‘dar la cara’. Entonces fue primero secuestrado y luego asesinado”.
Con algunas variantes importantes, en su libro “Paren las rotativas”, Carlos Ulanovsky cuenta que
“A las 9 de la mañana del martes 25 de junio un grupo comando cerró el paso de su auto y lo sacó de allí con violencia. Más de veinte días después, haciendo un rastrillaje por Gonnet, en los alrededores de La Plata, buscando a quienes en esos días habían asesinado al dirigente radical Arturo Mor Roig, la policía encontró de casualidad el escondite en donde los montoneros tenían encerrado a Kraiselburd. Estaba en una carpa de lona dentro de una habitación. Al llegar la policía, los montoneros lo mataron y luego intentaron huir. Fue Mario West Ocampo un cronista del propio diario de Kraiselburd, que cubría el episodio policial de origen, el que tuvo la ingrata tarea de reconocer el cadáver del empresario y periodista”.
El asesinato de Kraiselburd marcó definitivamente el porvenir de El Día. En primer lugar, porque su hijo Raúl se convirtió en su director. Además, la línea editorial, que ya era antiperonista, se posicionó claramente en contra de las agrupaciones de izquierda que, para el diario, eran las responsables de la violencia política de los ‘70.
Ambos respaldaron el Golpe cívico militar, por «inevitable»
La Voz del Interior y El Día del 24 de marzo de 1976, presentaron ediciones especiales. Pero los despliegues no fueron como hoy los conocemos. Se trató de números con las pocas páginas habituales, fotografías blanco y negro, y la calidad propia de la vieja impresión caliente de linotipistas. La innovación fue haber alterado el orden y la presentación.
La Voz, en dos secciones
En el caso de La Voz, todos los días los avisos clasificados eran publicados en la portada y en las primeras sábanas del diario. Las páginas centrales se las destinaba a las noticias. Este formato, se mantuvo hasta el 19 de agosto de 1979, fecha en que por una cuestión comercial se decidió trasladar las noticias a la página principal.
A partir de la noche del 23 de marzo, el Tercer Cuerpo del Ejército envío a la redacción de La Voz del Interior un Manual de Estilo. Establecía, entre otras cosas, que los comunicados del Ejército se debían publicar en forma textual. También, establecía que a los guerrilleros no se los llamara “Montoneros”, sino “subversivos”.
Según pudo reconstruir el DsD Córdoba, horas antes de que la Junta Militar tomara el poder, en el diario La Voz la edición del 24 de marzo estaba cerrada, lista para enviar a impresión. Aunque el diario apoyó el Golpe, en dicha edición había en algunos espacios con notas críticas. Entre ellas un dibujo de Alberto Pio Cognigni, en la que ilustró la imagen de la Libertad sentada en un columpio con la frase “Ahora hay que hamacarse”.
En su edición del 24 de marzo, La Voz imprimió dos secciones. La primera constaba de ocho páginas, de las cuales en las primeras cinco se imprimieron avisos clasificados; en la siete, notas de vida social y en la octava, los policiales. Miércoles 24 de marzo de 1976.
La segunda sección estaba encabezada bajo el titular “Fue derrocado el Gobierno”. En la bajada proclamaba “las fuerzas Armadas controlan la situación. La Sra. De Perón, detenida. Gabinete Militar”. En un despiece del título principal destacó el “Comunicado de los comandantes”. El segundo titular señalaba “La Plata fue escenario de un audaz operativo de la subversión”. Finalmente, la mayoría de las noticias nacionales publicadas fueron proporcionadas por la agencia Noticias Argentinas (NA) que curiosamente era propiedad de los Kraiselburd dueños de El Día de La Plata.
El Día, cuatro ediciones
El Día imprimió cuatro ediciones entre la noche del martes 23 y la mañana del 24.
Las diferencias estaban en las mismas noticias que se iban actualizando, confirmando o corrigiendo las versiones anteriores.
La primera edición fue publicada a las 2.30 am. Aún dudaba sobre la asonada militar. Tuvo un cintillo que decía “1ra Edición Local”, a la izquierda de la marca del diario. La volanta rezó “Pronunciamiento militar” y el título principal: “Movilización de tropas en distintos puntos del país”.
En la bajada, un cable de NA consignó que “La falta de información oficial motivó todo tipo de versiones mientras el despliegue de tropas en todo el país y las noticias sobre previstas asunciones de gobernadores, daban cuenta de la existencia de un pronunciamiento de las Fuerzas Armadas, que, si bien no existían declaraciones expresas, se presumía que incluía a todo el gobierno de la Nación”.
Los títulos secundarios fueron: “En la Gobernación se vivía la certeza del desenlace de la crisis” y “Se haría cargo de la gobernación el general A. Sigwald”. Las únicas dos fotos que ilustraban esta primera edición acompañaban al título “El operativo antiextremista desarrollado en esta ciudad”, en referencia a un enfrentamiento ocurrido en la Facultad de Ingeniería de La Plata. O sea, los mismos hechos que La Voz del Interior editó como segundo titular de su plana.
Una curiosidad es la editorial de ese número. En la página 3, bregaba contra “Acción depredadora de la maleza” y que los agricultores eliminaran el uso de agroquímicos. Entre tantos apuros, no hubo tiempo de actualizar ese espacio, que generalmente se escribía con mucha anticipación.
El resto de las noticias nacionales destacaban –igual que en La Voz cordobesa – a la agencia NA como fuente. Nadie firmó ese día. Es interesante observar que varios testimonios de funcionarios (ya en retirada) fueron recogidos de declaraciones radiales –mayormente Radio Rivadavia- o de la cadena nacional.
En las ediciones que siguieron aquella madrugada la estructura del diario se mantuvo: las páginas 2 y 3 eran para Política nacional. La 4 fue para Internacionales; la 5 para Eventos sociales, la 6 para Actualidad. La 7 y la 8 para Deportes. De la página 9 a la 11 los avisos clasificados. Y la 12 – la contratapa- incluía información general. Lo único que cambiaba era la tapa.
La segunda edición local fue a las 3.30 am. Abrió su portada con un título más riguroso que la anterior edición. En letras mayúsculas a todo el ancho de la portada imprimió “Fue derrocado el Gobierno”.
El subtítulo fue “Asumieron los comandantes generales”, publicado junto a las fotos de Orlando Agosti, Jorge Rafael Videla y Emilio Massera. La nota no tuvo firma. Editó la “Cronología de los sucesos”, publicada en tapa con NA como fuente. Al igual que en la edición anterior, señalaba que en la provincia de Buenos Aires “Se haría cargo de la gobernación el general A. Sigwald”, pero esta nota perdía centímetros de la portada a favor de la nota del “operativo antiextremista”, que era ampliada con nuevas imágenes.
La tercera edición local salió a la calle a las 4.15 am. Mantuvo el título principal de la edición anterior, junto a las fotos de los militares.
En el segundo titular confirmó el cambio de autoridades en la provincia: “Se hizo cargo de la gobernación el general A. Sigwald”. Consignó que al mando de la Jefatura de la Policía bonaerense ya estaba el teniente coronel Carlos Alberto Presti.
Aunque la nota no presentó firma, probablemente haya sido escrita por quien entonces era el acreditado en la Casa de Gobierno, Marcos Aronín. “Los periodistas que mantenían una tensa vigilia en la Casa de gobierno fueron informados por fuentes responsables que se aguardaba de un momento a otro la presencia del general Adolfo Sigwald, comandante de la V Brigada de Infantería con asiento en Palermo, quien se haría cargo de la Gobernación”.
La nota sobre el “operativo antiextremista” se repetía en esta edición.
Finalmente, la última edición se distribuyó pasadas las 5 de la mañana. Retomó el título de la primera edición local y, a dos líneas, en todo el ancho de la portada, registró: “Hay movimiento de tropas en distintos puntos del país”.
En la bajada, un cable de NA afirmó que “Continuaban anoche los desplazamientos militares en distintas zonas del país”. Todo lo demás títulos y noticias presentaron la misma información que la edición anterior.Tanto en La Plata como en Córdoba las redacciones centrales se proveyeron de la información de la agencia Noticias Argentinas (NA) que había sido fundada por el propietario de El Día. Este dato le otorga a NA una trascendencia periodística con la cual los historiadores han sido esquivos.
Las redacciones del Golpe
En Córdoba
La redacción central de La Voz del Interior que tuvo que editar el Golpe estuvo integrado por el siguiente equipo:
• Secretarios de redacción: Cornelio Wenseslao Cornejo y Fernando Salvatierra.
• Prosecretario de redacción: Isaac Coning.
• Editorialistas: José Abel García Torres, Miguel Ángel Piccatto, Felipe Córdoba, Juan Carlos Garat, Cacho Garat, Nieto José Buenaventura, Juan Bautista Parrotti.
• Administrador General: Dr. Juan Remonda.
En La Plata
La redacción central de El Día de La Plata que tuvo que editar el Golpe estuvo integrado por el siguiente equipo:
• Carlos Fragueiro (Prosecretario de Redacción del turno mañana).
• Alberto “el Chango” Albertengo (Prosecretario de Redacción del turno tarde, que luego fue director de El Popular).
• Ricardo Ruiz Ocampo (Subdirector); Juan Francisco Lagomarsino (Editorialista), Marcos Aronín (Sala de periodistas en la Casa de Gobierno), y los redactores Marcelo Ortale, “El cabezón” Mahiques, Carlos West Ocampo, entre otros.
Días previos al Golpe
Tanto La Voz del Interior como El Día de La Plata fueron críticos con el gobierno de “Isabelita”. Sus editoriales quedaron registrados en la historia como un ejemplo de cuando el periodismo asume un rol conspirador al punto de menospreciar la vigencia del Estado de Derecho.
La Voz
En varios editoriales publicados antes del Golpe se pudo observar una clara oposición al gobierno de María Estela Martínez de Perón.
Algunos de los textos que aún se conservan en hemerotecas son los editoriales del 9 de marzo de 1976 titulados “Periodismo y realidad” e “Improvisación”. Allí describió la situación económica del país a causa de la “hiperinflación” y la “recesión económica”; “la violencia extremista” dado “el aliento a las `formaciones especiales’ de la izquierda” y “el silencio frente a la `violencia protegida de la derecha”; y la “improvisación” para la toma de decisiones.(martes 9 de marzo de 1976).
El 9 de marzo de 1976 publicó también la imagen de quien fuera hasta el 24 de marzo el interventor federal de la provincia de Córdoba, Dr. Raúl Bercovich Rodríguez. Lo hizo en el marco de una entrevista en la que el funcionario provincial emitió su opinión con respecto al plan económico anunciado el 5 de marzo por el ministro de Economía de la Nación.
En tanto, el domingo 14 de marzo el interventor federal apareció nuevamente en una imagen en la que lo mostró junto al ministro de Bienestar Social de la Provincia de Córdoba, Cataldo Cuatrochi, y la miembro del Consejo Superior Justicialista, Lily de la Vega de Malvassio, en el marco de la reunión de solidaridad partidaria, llevada a cabo el viernes 12 de marzo, en la Sala de Situación de la Casa de Gobierno.
Finalmente, el sábado 20 de marzo de 1976 el matutino editó la última imagen de Bercovich Rodríguez junto al ministro de Gobierno, Carlos Saúl Risso.
El Día
En los días previos al golpe, El Día publicó en sus tapas noticias reiteradas.
La aparición de cadáveres mutilados a la vera de la Ruta 2, el secuestro de comerciantes en manos de grupos armados, o el rapto de jóvenes platenses a manos de “un grupo terrorista”. El 23 de marzo de 1976, el título principal de tapa consignó que “Se viven en el país jornadas decisivas” y como título secundario hablaba de “El desenlace de la crisis”.
Cuando el 24 de marzo los militares tomaron el poder, el diario les dio su visto bueno porque entendía que era la mejor manera de restablecer el orden social perdido durante el “desgobierno” de “Isabelita”.
De este modo, contribuyó a instalar en la opinión pública la idea de un golpe de las Fuerzas Amadas como la única vía posible de solución a los conflictos. Por entonces, según el Instituto Verificador de Circulaciones (IVC), vendía un promedio de 51.671 ejemplares por mes, de lunes a domingos.
El apoyo posterior
La Voz
Asimismo, en el editorial publicado el 27 de marzo, titulado “Moral pública”, tilda a la gestión de Isabel de corrupta: “Ni la palabra ni los actos de un gobernante pueden merecer la confianza pública cuando su gestión está empañada por hechos que atentan contra la moral o violan esas normas primarias de decencia y austeridad”.
A partir de la lectura de varios editoriales de la época se pudo observar una clara tendencia a “favorecer” a la “oposición” política del gobierno de Isabel Perón.
Según el periodista Gonio Ferrari, en aquél entonces La Voz del Interior era “abiertamente opositor”, mantenía una “fuerte vinculación con el partido radical, en todo sentido”, inclusive “fue un factor determinante en las internas del partido”.
Esto es evidente en dos editoriales publicados el 27 de marzo y el 30 de junio de 1976. En ambos casos, los editores llevaron en positivo las gestiones de los ex presidentes Hipólito Yrigoyen (1916/1922 – 1928/1930) y Arturo Illia (1963/1966).
Por ejemplo, el 30 de junio de 1976, bajo “Dicho y documentado”, el editor puso el acento en el décimo aniversario del derrocamiento del ex presidente de la Nación, Arturo Illia. Resaltó que “su ejemplo y su legado pertenecen a todos los argentinos, que hoy recuerdan con nostalgia –aún muchos de los que fueron sus adversarios- aquella época de paz, concordia y prosperidad, en la que se respetaban los derechos humanos y el pluralismo ideológico”. Sólo le faltó recordar que en esas elecciones el peronismo fue proscripto.
De acuerdo a lo manifestado por el periodista Gonio Ferrari, La Voz calificó o consideró al gobierno de facto como una “consecuencia inevitable” debido a la situación económica y a la crisis institucional que el gobierno peronista había sumido al país.
Esto se se reflejó en el editorial publicado el 25 de marzo de 1976, bajo el título “Nueva instancia”, donde los editores afirmaron: “Como culminación del proceso de desintegración nacional acelerado e incontenible, sobrevino finalmente el desalojo del gobierno justicialista por parte de las Fuerzas Armadas. La angustiosa crisis que llegó a corroer todas las actividades del país y que comenzó a precipitarse a partir de mediados del año pasado no admitía ya composturas parciales ni paliativos de carácter institucional, desde que la misma cúspide de las instituciones, que es el gobierno, prefirió cerrar todos los caminos que la democracia representativa pone a disposición de la República para la búsqueda de soluciones”.
Y concluye que “De lograrse el objetivo primordial que consiste en poner nuevamente al país en la senda ajustada a los valores morales y éticos, ya se dará un gran paso a favor de la reconstrucción del país, hasta ayer sumergido en el desquicio total”.
No obstante, el matutino ensayó una crítica hacia las fuerzas militares en un editorial publicado el 19 de agosto de 1976 -un día antes de que asuma la dirección de La Voz del Interior Jorge S. Remonda Ruibal-, titulado “Libertad pastoral”, en el que hizo referencia a la irrupción de policías armados durante una reunión de prelados y sacerdotes, llevada a cabo en la diócesis ecuatoriana de Riobamba, quienes fueron detenidos y expulsados, entre ellos el arzobispo de Santa Fe, monseñor Vicente Zazpe.
En dicha ocasión, La Voz calificó el hecho como “un nuevo episodio en la ya larga serie de violaciones a los derechos humanos en nuestro continente latinoamericano”. En ese marco, señaló: “Hechos como este son los que tienen muy preocupadas a la opinión democrática del mundo occidental, por su reiteración y porque progresivamente van abarcando bajo la inquietante presunción de marxismo y subversión a sectores o instituciones tan insospechables en ese punto como la Iglesia Católica”.
El Día
Dos días después del golpe, el viernes 26 de marzo, el editorial “La prevista consecuencia” y consignó que “Pocos desenlaces en la vida institucional argentina han sido tan inevitables y previsibles como el proceso desencadenado en las últimas horas de la jornada del martes pasado y que culminó con la caída definitiva del gobierno que había asumido el poder el 25 de mayo de 1973”.
Tras cuestionar a la “pésima conducción oficial” del gobierno de Estela Martínez de Perón, caracterizada por una “desastrosa política”, y “todo ello en el marco de una caótica situación económica”, señaló que “En el país se inicia una nueva etapa, por cierto nada fácil, para todos los argentinos. El reordenamiento del aparato productivo de la Nación y el aniquilamiento definitivo de la guerrilla –todo en un marco de libertad dentro del orden jurídico y los principios republicanos de la Constitución- parecen las prioridades indispensables para que los habitantes de este suelo recuperen la paz, tranquilidad y seguridad que les permitan sumar su esfuerzo creador a la tarea del conjunto”.
Aclaró que “Es necesario tener presente que este episodio, más allá de su inevitabilidad, encierra una nueva y legítima frustración de los argentinos”.
Finalmente, el 31 de marzo, publicó otra editorial titulada “Las inquietudes sociales o económicas” donde hizo mención a la decisión del gobierno de facto de “disponer, no la disolución de los partidos políticos –como ocurrió en 1943 y 1966- sino únicamente la suspensión de sus actividades”.
Señaló que “Esta y otras actitudes también significativas aunque menos trascendentes concurren a inscribir al proceso recién inaugurado en una línea de reparación de las instituciones republicanas, notablemente distintas a las puestas en práctica anteriormente”.
Luego se permitía aconsejar a las nuevas autoridades al decir que “en un lapso prudencial, el gobierno abra canales de expresión que permitan a la ciudadanía –el poblador, el vecino, el ama de casa, el estudiante- hacer conocer sus inquietudes sociales o económicas. La existencia de estas vías –cuya ausencia constituyó uno de los motivos que favorecieron la acumulación de tensiones en el proceso abierto en 1966- es indispensable, en primer lugar, porque la opinión pública es un elemento necesario para la correcta evaluación de toda gestión de gobierno”.
Para el historiador, César Díaz, “el matutino de la capital bonaerense desde 1975 y, en particular, en el mes de marzo de 1976, aplicó consecuentemente la estrategia del ‘silencio editorial’, es decir, el abstenerse de opinar diariamente acerca de la política nacional implicando, en consecuencia, una ‘solución extrema, sobre todo, cuando se considera la omisión o el silencio como posturas neutrales en el ámbito concreto del periodismo’”.
Anécdotas y recuerdos
Algunas anécdotas y recuerdos reúnen actos sencillos que con el paso de los años se convierten en heroicos. Aquí algunas anécdotas rescatadas del tiempo y el olvido:
En La Voz. Con motivo del terremoto en Caucete (San Juan), ocurrido el 23 de noviembre de 1977, Gonio Ferrari fue enviado junto a Nieto José Buenaventura a la zona de desastre a cubrir el hecho. A raíz de los derrumbes, la Marina envió un tren para que aquellos damnificados que perdieron sus hogares pudieran refugiarse en los vagones de manera temporal hasta que pudieran reconstruir sus casas.
Un año después, el jefe de redacción Juan Carlos Garat (prosecretario de redacción) les pidió a Gonio y a Nieto que regresen a Caucete para documentar la situación. Al retornar, Ferrari publicó la nota “El tren de la vergüenza”, en la que relató y describió el estado “nauseabundo”, “maloliente” y de “peste” en que se encontraban viviendo los damnificados.
Según pudo saber Ferrari, 20 días después de publicada esa nota, los dueños del diario recibieron un llamado del régimen militar solicitándole que Gonio sea despedido o de lo contrario “ellos se encargarían por su cuenta”. Como consecuencia de este hecho La Voz despidió a Gonio Ferrari, a Nieto Buenaventura y a Cacho Garat, en diciembre de 1978.
Algunos periodistas del diario mediterráneo le recordaron al DsD Córdoba que por entonces Juan Carlos Piccatto, editorialista del diario, se autoexilió de forma permanente en México e incluso falleció allí. Y que Julio César Moreno también se autoexilió en el exterior porque recibió amenazas.
Los trabajadores de la editorial de El Día de La Plata tienen su propio detenido desaparecido. Se trata del trabajador gráfico Hugo Alfredo Iglesias, desaparecido por las Fuerzas Armadas en febrero de 1976.
Iglesias trabajó en los talleres de La Gaceta. Fue secuestrado el 15 de febrero de 1976 de su casa de La Plata. Su caso quedó registrado mediante testimonios en el Juicio por la Verdad pero hasta la fecha no ha sido investigado. A diferencia de lo que ocurrió en otros diarios, cuyas redacciones fueron diezmadas por acción de los militares, se trata del único trabajador del grupo desaparecido en la dictadura.
En un informe del Juzgado Federal de Primera Instancia de La Plata, consta que Iglesias había trabajado en el Comedor de la universidad e integrado la Asociación de los Trabajadores de la UNLP (ATULP). Al momento de su secuestro era también empleado del diario.
En 2001 su esposa, Felisa Marilaf, declaró cómo fue el secuestro: “A las seis de la mañana llegó a casa un grupo de quince personas de civil, que se identificaron como pertenecientes al Ejército. Allí vivíamos Hugo, yo y nuestra beba de 11 meses. Además yo estaba embarazada’”.
Agregó que “Los secuestradores estaban de civil y portaban armas largas. Después de revisar el departamento se llevaron a Iglesias. Marilaf se dirigió entonces a las oficinas de ‘La Gaceta’, el diario en donde trabajaba su marido, para ver si allí sabían algo. ‘El jefe de él, Raúl Francisco Váccaro, me dijo que sabía que a Hugo lo tenían en el Ejército, pero que si él estaba involucrado en algo no lo iba a volver a ver porque lo iban a matar».
De acuerdo a consta en el testimonio escrito en sede judicial, la viuda agregó: «Después me enteré que Váccaro estaba en los servicios de inteligencia’» sin mayores detalles.
La causa que incluye el caso de Iglesias “se encuentra en proceso de instrucción, se han dictado diversas medidas de prueba, de las cuales se ha derivado en la ampliación del requerimiento de instrucción fiscal en relación a la desaparición forzada de José Artigas y Luis Alberto Luna, quienes también integraban ATULP. Con fecha 23 de junio de 2011 se radicó la causa en el registro de la Secretaría Especial nº 13 asignándosele el nº 11”, indica un informe del juzgado.
A Modo de Conclusión
En este trabajo de reconstrucción, de hechos ocurridos hace 37 años, las cronistas de ambos DsD, tanto en Córdoba como en La Plata, se encontraron con un denominador común: Periodistas de aquella época pero también de hoy que para referirse a un evento tan lejano, solicitan hablar desde el anonimato. Obviamente, todos los casos fueron respetados.
Pero es oportuno aclarar que todos aprendemos de los hechos cuando los compartimos, cuando nos animamos a contarlos, cuando las heridas empiezan a cerrar. Y 37 años no es poco.
No sea cosa que la «censura» con el que justificamos el ayer no haya sido otra cosa que el «consenso» de entonces. Y la «autocensura» de hoy, la falta de autocritica sobre el pasado.
A propósito, si algun Lector inquieto encuentra editoriales en estos 37 años publicados por La Voz del Interior, y El Día de La Plata ejerciendo sus autocríticas sobre estos episodios, agradeceríamos que nos los remitieran. Nosotros no encontramos ninguno.
¿Habra que seguir buscando?
Fuentes en Córdoba:
Entrevistas:
La privada del actual director de La Voz, Carlos Jornet, informó que el directivo no estaba en la provincia en el momento en el cual se le solicitó una entrevista. Se encontraba en Puebla, México, participando de la cumbre de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se realizó a comienzos de marzo de este año. No obstante, Jornet, puso a disposición la posibilidad de dialogar con los periodistas del matutino.
Al periodista Gonio Ferrari. Profesional de 54 años ininterrumpidos de ejercicio de su pasión. En La Voz del Interior trabajó desde el año 1958 hasta fines de 1978. Allí, desempeñó funciones de corrector, cronista deportivo, redactor, fotógrafo, ocasional editorialista y otras tareas. Actualmente, conduce «Síganme los buenos», espacio que difunde AM580 Radio Universidad los domingos de 17 a 19 con música clásica y opinión comprometida, escribe en el portal www.tangocity.com y en sus ratos libres produce y realiza documentales en video en distintas partes del mundo. También tiene un blog: http://www.gonioferrari.com
Entrevistas a periodistas que trabajaron en La Voz en 1976 (pidieron mantener el anonimato).
Entrevistas a profesionales que se desempeñan en La Voz actualmente (pidieron mantener el anonimato).
La Voz del Interior, 24 de marzo de 1976.
La Voz del Interior, 25 de marzo de 1976.
Editorial Periodismo y realidad, La Voz del Interior, 9/03/1976.
Editorial Improvisación, La Voz del Interior, 9/03/1976.
Editorial Nueva instancia, La Voz del Interior, 25/03/76.
Editorial Moral Pública, La Voz del Interior, 27/03/1976.
Editorial Dicho y documentado, La Voz del Interior, 30/06/1976.
Editorial Nuevo estilo, La Voz del Interior 28/03/76.
Editorial Libertad pastoral, La Voz del Interior, 19/08/76.
Suplemento especial “Centenario de La Voz del Interior”, La Voz del Interior, 15/03/2004.
Fuentes en La Plata:
Entrevistas
La secretaria privada del director de El Día, informó tras una consulta que Raúl Kraiselburd se encontraba de viaje. Aceptó que se le mandara un cuestionario que se comprometía a responder si fuera posible antes del cierre de la nota. Y también ofreció la posibilidad de dialogar con el jefe de la redacción del matutino. Finalmente sobre el cierre recibimos un correo con unas líneas del Director, que se editan en forma adjunta a la nota principal con el título «Respuesta de Raúl Kraiselburd al DsD».
Entrevista al periodista Julio López. Ejerció su profesión en El Día y La Gaceta de la Tarde –vespertino que funcionó entre 1965 y 1984, y que también pertenecía al grupo Kraiselburd- entre 1972 y 1974. Según recuerda López, fue despedido por el propio Raúl en 1972, cuando era uno de los Secretarios de Redacción de La Gaceta, “porque me había afiliado al Sindicato de Prensa. Y me echó mostrando un revólver en su escritorio”, relató a Diario sobre Diarios. Es que Kraiselburd “no toleraba ninguna acción gremial”, explicó.
Entrevistas a ex periodistas que trabajaron en El Día de La Plata (pero pidieron permanecer como fuentes anónimas).
Diarios:
El Día. Del 1 al 31 de marzo de 1976.
El Día, “Hace años…”, 22/07/99
El Día. “A 35 años del asesinato de David Kraiselburd”, 17/07/2009,
El Día, “David Kraiselburd: una vida entregada a la defensa de la libertad”, 01/07/12.
La Nación, “El diario El Día festeja sus 125 años”, 03/03/2009
La Nación, “Breve”, 18/10/2009.
http://www.lanacion.com.ar/1187708-breve
Página 12, “La vigencia de los represores”, 12/06/2007
Revistas:
Revista Humor Nº 110. Entrevista de Mona Moncalvillo a Raúl Kraiselburd. Agosto de 1983 (pp. 71-76).
Blog:
-Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) La Plata: http://www.apdhlaplata.org.ar/prensa/2001/251001.htm
Señales: http://seniales.blogspot.com.ar/2012/10/noticias-argentinas-ya-es-de-los-duenos.html
Libros:
– Díaz, César: “La cuenta regresiva. La construcción periodística del golpe de Estado de 1976”. La Crujía, 2002.
Mochkofsky, Graciela: “Timerman”. Sudamericana, 2003.
Ulanosvsky, Carlos: “Paren las rotativas. Diarios, revistas y periodistas (1970- 2000)”, Emecé, 1997, 2005.
Otras:
http://www.consejomagistratura.gov.ar/DDHH/JFLP1.pdf

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