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Sábado 23 de marzo de 2013 | Publicado en edición impresa
Editorial II
En un editorial publicado el sábado 26 de julio de 2008, LA NACION atribuyó erróneamente al ex diputado nacional Luis Saadi haber sido el responsable político de lo que se conoció como el caso del «diputrucho», episodio en el que un empleado administrativo de la Cámara de Diputados participó en la votación de la ley de privatización de Gas del Estado, llevada a cabo el 26 de marzo de 1992. Este diario, en virtud de la sentencia de la sala J de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de la Capital Federal, cumple en rectificarse de ese error periodístico, en tanto el responsable del episodio comentado no fue Luis Saadi, sino el entonces diputado nacional Manuel Samid, ya fallecido, cuyo empleado Juan Kenan se sentó en una banca y votó para que se aprobara el proyecto de ley, hecho que fue descubierto por la prensa acreditada en el Congreso.
La equivocada mención del ex diputado Luis Saadi fue efectuada en un editorial titulado «Vergonzoso canje de favores», cuyo tema principal no era el escándalo del «diputrucho», sino la derrota sufrida por el gobierno de Cristina Kirchner en el Senado, con motivo del rechazo al proyecto de ley de retenciones móviles, y la infinidad de versiones acerca de canjes de votos por distintas prerrogativas.
Frente a esa errónea mención, LA NACION publicó el 18 de noviembre de 2008 una aclaración, explicando que se había tratado de un error involuntario. No obstante, el señor Saadi inició una demanda judicial.
La Cámara de Apelaciones ratificó el criterio expuesto por el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N° 39, según el cual la referida aclaración no fue realizada en tiempo y forma, y «debió revestir el carácter de una rectificación del grosero error periodístico», al tiempo que condenó a este diario a reparar económicamente al demandante..
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