Lunes 15 de Abril de 2013
Dato optimista Se lo adelantaron los abogados de la Argentina en Nueva York.
Con los tres canjes, la aceptación superaría el 95%
Por: Carlos Burgueño
Thomas Griesa
Con prudencia, desde el Ministerio de Economía se maneja un dato optimista: varios de los bonistas que litigan contra la Argentina en Nueva York estarían dispuestos a aceptar el tercer canje de deuda en default. Se trata de varios de los holdouts que en su momento se sumaron al juicio de los fondos buitre Elliot y Aurelius contra el país buscando cobrar el 100%, pero la alternativa de que todo se extienda aún mucho más (y sin seguridad de cobrar) hizo que algunos comenzaran ya a pensar que es tiempo de obtener lo que se pueda.
Esta información llegó a Buenos Aires el fin de semana, desde el estudio de abogados que representan a la Argentina, el Cleary, Gotlieb, Steen & Hamilton. Desde las oficinas de Nueva York adelantaron que varios bonistas pidieron a sus representantes financieros que analicen la oferta presentada por el Gobierno de Cristina de Kirchner el 29 de marzo pasado. Éstos luego tomaron contacto con los abogados para conocer los términos técnicos de la oferta y las fórmulas de emisión de los dos títulos que presentaría la Argentina.
De la conversación entre los financistas y los representantes legales de la Argentina surgió la casi seguridad de que habría varios holdouts que ya considerarían que la batalla llegó a su fin, y que para ellos terminó siendo un mal negocio apostar a cobrar vía judicial. De alguna manera, según la explicación que llegó desde Nueva York, habría surgido el convencimiento de que finalmente la Argentina no pagaría esta deuda, aun con un fallo en contra, y que las posibilidades de obtener dinero vía embargos es ya casi nula.
Los interesados serían Pablo Alberto Varela, Mirta Susana Dieguez, María Evangelina Carballo, Lila Inés Burgueño, Leandro Daniel Pomilio, Teresa Muñoz de Corral, Norma Elsa Lavorato, Carmen Irma Lavorato, César Rubén Vázquez, Norma Haydée Gines y María Azucena Vázquez. Por sus nombres se especula que la mayoría son argentinos, o al menos latinoamericanos, y que optaron en su momento por sumarse a la embestida de Elliot y Aurelius en el tribunal de Thomas Griessa. Este magistrado aceptó a fines de 2010 acumular todas las causas por los reclamos, hasta dictaminar un fallo definitivo, lo que sucedió en noviembre de 2012, sancionando a la Argentina a pagar al contado u$s 1.330 millones. Luego vino la apelación, el «stay» de la Cámara y la situación actual con la nueva oferta ya oficial de la Argentina.
Igualmente, los bonistas esperarán a que sea la segunda instancia judicial la que aproximadamente un mes después de conocerse el seguro rechazo de los dos principales litigantes contra la Argentina (Elliot y Aurelius) determinará si la oferta es válida o no, pero sólo el hecho de la posibilidad de mostrarse interesados ante la Cámara sería un buen dato para la posición del país. Al menos esto aseguran los representantes legales de la Argentina en Nueva York.
Si algunos de estos holdouts aceptaran este tercer llamado a abrir el canje, finalmente el proceso de reestructuración de la deuda superaría el 95%, ya que actualmente ese porcentaje se encuentra en el 94,3%.
Superar la barrera psicológica de ese 95% es importante, ya que terminaría de demostrar que la posición de los bonistas, fundamentalmente los buitres, sería más que marginal. Igualmente éstos, ante la alternativa de un fallo totalmente adverso (algo imposible de determinar a esta altura), apelarían y llevarían la situación a una definición ante la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos. Lo mismo haría la Argentina si la Cámara rechaza la oferta de reapertura del canje. Pero para una posición final más favorable al país, consideran los abogados que representan al país, es importante que el juicio se acote a una pelea entre un Estado soberano y fondos buitre.
Según los cálculos de Economía, habría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares aún en default, de los cuales no menos de u$s 7.000 millones estarían en poder de los fondos buitre y resultarían una causa perdida para cualquier presentación para regularizar la deuda.
Es el dinero que permanece en poder de Elliott, Dart (especialmente estos dos), Olifant, Aurelius, Blue Angel y Master, entre otros. Habría luego entre 2.000 y 3.000 millones en manos de particulares, que si ingresan en el tercer canje llevarían al 95% el porcentaje de aceptación de la reestructuración del pasivo argentino (incluyendo los llamados de 2005 y 2010), una barrera psicológica importante para reforzar la negativa a acordar un pago del 100% con los fondos buitre.
Dato optimista Se lo adelantaron los abogados de la Argentina en Nueva York.
Con los tres canjes, la aceptación superaría el 95%
Por: Carlos Burgueño
Thomas Griesa
Con prudencia, desde el Ministerio de Economía se maneja un dato optimista: varios de los bonistas que litigan contra la Argentina en Nueva York estarían dispuestos a aceptar el tercer canje de deuda en default. Se trata de varios de los holdouts que en su momento se sumaron al juicio de los fondos buitre Elliot y Aurelius contra el país buscando cobrar el 100%, pero la alternativa de que todo se extienda aún mucho más (y sin seguridad de cobrar) hizo que algunos comenzaran ya a pensar que es tiempo de obtener lo que se pueda.
Esta información llegó a Buenos Aires el fin de semana, desde el estudio de abogados que representan a la Argentina, el Cleary, Gotlieb, Steen & Hamilton. Desde las oficinas de Nueva York adelantaron que varios bonistas pidieron a sus representantes financieros que analicen la oferta presentada por el Gobierno de Cristina de Kirchner el 29 de marzo pasado. Éstos luego tomaron contacto con los abogados para conocer los términos técnicos de la oferta y las fórmulas de emisión de los dos títulos que presentaría la Argentina.
De la conversación entre los financistas y los representantes legales de la Argentina surgió la casi seguridad de que habría varios holdouts que ya considerarían que la batalla llegó a su fin, y que para ellos terminó siendo un mal negocio apostar a cobrar vía judicial. De alguna manera, según la explicación que llegó desde Nueva York, habría surgido el convencimiento de que finalmente la Argentina no pagaría esta deuda, aun con un fallo en contra, y que las posibilidades de obtener dinero vía embargos es ya casi nula.
Los interesados serían Pablo Alberto Varela, Mirta Susana Dieguez, María Evangelina Carballo, Lila Inés Burgueño, Leandro Daniel Pomilio, Teresa Muñoz de Corral, Norma Elsa Lavorato, Carmen Irma Lavorato, César Rubén Vázquez, Norma Haydée Gines y María Azucena Vázquez. Por sus nombres se especula que la mayoría son argentinos, o al menos latinoamericanos, y que optaron en su momento por sumarse a la embestida de Elliot y Aurelius en el tribunal de Thomas Griessa. Este magistrado aceptó a fines de 2010 acumular todas las causas por los reclamos, hasta dictaminar un fallo definitivo, lo que sucedió en noviembre de 2012, sancionando a la Argentina a pagar al contado u$s 1.330 millones. Luego vino la apelación, el «stay» de la Cámara y la situación actual con la nueva oferta ya oficial de la Argentina.
Igualmente, los bonistas esperarán a que sea la segunda instancia judicial la que aproximadamente un mes después de conocerse el seguro rechazo de los dos principales litigantes contra la Argentina (Elliot y Aurelius) determinará si la oferta es válida o no, pero sólo el hecho de la posibilidad de mostrarse interesados ante la Cámara sería un buen dato para la posición del país. Al menos esto aseguran los representantes legales de la Argentina en Nueva York.
Si algunos de estos holdouts aceptaran este tercer llamado a abrir el canje, finalmente el proceso de reestructuración de la deuda superaría el 95%, ya que actualmente ese porcentaje se encuentra en el 94,3%.
Superar la barrera psicológica de ese 95% es importante, ya que terminaría de demostrar que la posición de los bonistas, fundamentalmente los buitres, sería más que marginal. Igualmente éstos, ante la alternativa de un fallo totalmente adverso (algo imposible de determinar a esta altura), apelarían y llevarían la situación a una definición ante la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos. Lo mismo haría la Argentina si la Cámara rechaza la oferta de reapertura del canje. Pero para una posición final más favorable al país, consideran los abogados que representan al país, es importante que el juicio se acote a una pelea entre un Estado soberano y fondos buitre.
Según los cálculos de Economía, habría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares aún en default, de los cuales no menos de u$s 7.000 millones estarían en poder de los fondos buitre y resultarían una causa perdida para cualquier presentación para regularizar la deuda.
Es el dinero que permanece en poder de Elliott, Dart (especialmente estos dos), Olifant, Aurelius, Blue Angel y Master, entre otros. Habría luego entre 2.000 y 3.000 millones en manos de particulares, que si ingresan en el tercer canje llevarían al 95% el porcentaje de aceptación de la reestructuración del pasivo argentino (incluyendo los llamados de 2005 y 2010), una barrera psicológica importante para reforzar la negativa a acordar un pago del 100% con los fondos buitre.