Crisis europea con reminiscencias locales, exceso de liquidez en los países emergentes y el cuestionado crecimiento de Brasil. Todos estos temas tienen un punto de contacto con nuestro país, que Mario Blejer analizó en una entrevista. Su currículum lo avala: fue presidente del Banco Central en plena crisis argentina de 2002, trabajó durante 21 años para el Fondo Monetario Internacional, ocupó un lugar en el directorio del Banco de Inglaterra y hoy es vicepresidente del Banco Hipotecario. Reconocido internacionalmente por sus aciertos de diagnóstico y capacidad analítica, al opinar acerca de la agenda local, Blejer no dudó en afirmar que Argentina no debe pagar lo que piden los fondos buitres y que el país presenta grandes desafíos en términos de crecimiento e inversión. Pero otro desafío importante y complementario es que Argentina vuelva a ocupar un lugar en el mercado de capitales, aunque no lo necesite.
¿Cómo nos afecta la crisis que todavía vive Europa y el resto del mundo?
Hay una gran liquidez en todo el mundo, lo que se llama el quantitative easing (relajación cuantitativa). Lo que hace la Fed en Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y ahora Japón es imprimir mucho dinero y comprar bonos del estado. Las tasas de interés son muy bajas y no las podemos aprovechar en el mercado de créditos por el problema de los holdouts, mientras que nuestros competidores sí pueden hacerlo. Esto nos pone en una desventaja competitiva. Por otro lado, la crisis en Europa generó una caída en el financiamiento del comercio. En general el 85% del pre-financiamiento a las exportaciones proviene de allí. Esto significa que el comercio internacional se estancó y esto no es bueno para nosotros.
¿En qué nos beneficia?
Lo que sí nos beneficia es en la soja, que sigue teniendo un precio bueno. Aunque si cae otros u$s 100 vamos a estar en problemas. Sobre todo porque el Estado se financia a través de las retenciones a la soja. Si el precio cae mucho, afectará sobre todo a los ingresos del Estado.
Hay dudas de que el crecimiento de Brasil sea bueno este año, ¿cómo nos podría afectar?
La proyección de crecimiento para este año no es mala, pero tampoco nos va a arrastrar. Un crecimiento bajo en Brasil tiene como consecuencia la caída en la demanda de exportaciones argentinas. En lo que más nos afecta es a nuestra segunda cadena más importante de producción, que es la automotriz. Si baja mucho la demanda -aunque ahora parece haber repuntado- tendremos problemas porque esta industria absorbe una gran mano de obra. También hay una cuestión en el ambiente del Mercosur, si hay relaciones tensas es difícil pensar que los exportadores argentinos vayan a Brasil a buscar nuevos negocios.
¿Debemos pagarle a los fondos buitres?
Los fondos buitres, en especial el grupo Elliott, se especializan en comprar bonos a precio vil y litigar para obtener un margen. Incluso intentan ser los únicos que reclaman para que se les pague lo que piden. Tuvieron éxito con Jamaica y Perú, y creen que tendrán éxito en este caso también. Con el 7% de los bonistas reclamando pagos, se torna imposible pagar a todos porque el resto va a querer unirse. Es imposible pagar lo que ellos piden, imposible e ilógico. Es cuestión de conseguir un fallo favorable para el país en algún momento.
Entonces no está de acuerdo con el fallo contra la Argentina.
El fallo está mal. No es cierto lo que interpreta el juez en referencia a la cláusula pari-passu, que a todos se les pague por igual. El juez no interpreta que a todos se le pague lo mismo, sino que a cada uno se le pague lo que dice el bono que tiene y eso no es correcto, porque los fondos buitres no aceptaron el bono del canje, y no se estaría pagando igual al discriminar.
¿Qué debemos esperar?
El juez se cansó de nosotros y sacó un fallo porque no le gusto la forma en que se presentó el caso y lo más probable es que la cámara no quiera revertirlo. El país puede ir a la Corte Suprema, que no será tan emocional como estos jueces, donde tiene chances. La postura del país es bastante aceptable.
¿Hay riesgo de default técnico?
Sí, porque hay que pagarles a los demás y podría bloquearse el mecanismo de pago. Pero si Argentina va a la Corte y esta acepta que el estado de suspensión de la medida continúe, entonces el default técnico no existe.
¿Cuáles son los desafíos que deberá enfrentar el país?
La Argentina debe crecer un poco más para solidificar el crecimiento positivo que tenemos en este momento. Yo creo que la inversión subió bastante en un periodo determinado pero luego cayó. Para este año, calculo que el nivel de crecimiento será del 3%. Pero el desafío del país es volver a traer inversión. La Argentina recibe poca inversión extranjera comparada con los potenciales que tiene y también tiene un nivel bajo de inversión local pública y privada. La argentina tiene que restaurar un nivel de inversión deseable.
¿Y volver al mercado de capitales?
El otro desafío importante, y aunque no haga falta tomar deuda, es volver tarde o temprano a tener un lugar en el mercado internacional, en un momento en el que el dinero es muy barato. Si la Argentina es soberana y logra volver a los mercados a una tasa razonable, las firmas también lo van a lograr. Esto es complementario al tema de la inversión.
¿Volver al mercado de capitales aliviaría la presión sobre las reservas del Banco Central?
Cuando trabajé en el Banco Central, teníamos u$s 12 mil millones en reservas. Ahora que tenemos u$s 40 mil millones, si se usan bien, no me preocupa. Hoy es importante que las reservas se mantengan altas porque no tenemos el acceso al mercado de capitales. Pero si llegamos a tenerlo, ¿para qué necesitamos reservas tan altas? Es costoso tener reservas.
¿Cómo nos afecta la crisis que todavía vive Europa y el resto del mundo?
Hay una gran liquidez en todo el mundo, lo que se llama el quantitative easing (relajación cuantitativa). Lo que hace la Fed en Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y ahora Japón es imprimir mucho dinero y comprar bonos del estado. Las tasas de interés son muy bajas y no las podemos aprovechar en el mercado de créditos por el problema de los holdouts, mientras que nuestros competidores sí pueden hacerlo. Esto nos pone en una desventaja competitiva. Por otro lado, la crisis en Europa generó una caída en el financiamiento del comercio. En general el 85% del pre-financiamiento a las exportaciones proviene de allí. Esto significa que el comercio internacional se estancó y esto no es bueno para nosotros.
¿En qué nos beneficia?
Lo que sí nos beneficia es en la soja, que sigue teniendo un precio bueno. Aunque si cae otros u$s 100 vamos a estar en problemas. Sobre todo porque el Estado se financia a través de las retenciones a la soja. Si el precio cae mucho, afectará sobre todo a los ingresos del Estado.
Hay dudas de que el crecimiento de Brasil sea bueno este año, ¿cómo nos podría afectar?
La proyección de crecimiento para este año no es mala, pero tampoco nos va a arrastrar. Un crecimiento bajo en Brasil tiene como consecuencia la caída en la demanda de exportaciones argentinas. En lo que más nos afecta es a nuestra segunda cadena más importante de producción, que es la automotriz. Si baja mucho la demanda -aunque ahora parece haber repuntado- tendremos problemas porque esta industria absorbe una gran mano de obra. También hay una cuestión en el ambiente del Mercosur, si hay relaciones tensas es difícil pensar que los exportadores argentinos vayan a Brasil a buscar nuevos negocios.
¿Debemos pagarle a los fondos buitres?
Los fondos buitres, en especial el grupo Elliott, se especializan en comprar bonos a precio vil y litigar para obtener un margen. Incluso intentan ser los únicos que reclaman para que se les pague lo que piden. Tuvieron éxito con Jamaica y Perú, y creen que tendrán éxito en este caso también. Con el 7% de los bonistas reclamando pagos, se torna imposible pagar a todos porque el resto va a querer unirse. Es imposible pagar lo que ellos piden, imposible e ilógico. Es cuestión de conseguir un fallo favorable para el país en algún momento.
Entonces no está de acuerdo con el fallo contra la Argentina.
El fallo está mal. No es cierto lo que interpreta el juez en referencia a la cláusula pari-passu, que a todos se les pague por igual. El juez no interpreta que a todos se le pague lo mismo, sino que a cada uno se le pague lo que dice el bono que tiene y eso no es correcto, porque los fondos buitres no aceptaron el bono del canje, y no se estaría pagando igual al discriminar.
¿Qué debemos esperar?
El juez se cansó de nosotros y sacó un fallo porque no le gusto la forma en que se presentó el caso y lo más probable es que la cámara no quiera revertirlo. El país puede ir a la Corte Suprema, que no será tan emocional como estos jueces, donde tiene chances. La postura del país es bastante aceptable.
¿Hay riesgo de default técnico?
Sí, porque hay que pagarles a los demás y podría bloquearse el mecanismo de pago. Pero si Argentina va a la Corte y esta acepta que el estado de suspensión de la medida continúe, entonces el default técnico no existe.
¿Cuáles son los desafíos que deberá enfrentar el país?
La Argentina debe crecer un poco más para solidificar el crecimiento positivo que tenemos en este momento. Yo creo que la inversión subió bastante en un periodo determinado pero luego cayó. Para este año, calculo que el nivel de crecimiento será del 3%. Pero el desafío del país es volver a traer inversión. La Argentina recibe poca inversión extranjera comparada con los potenciales que tiene y también tiene un nivel bajo de inversión local pública y privada. La argentina tiene que restaurar un nivel de inversión deseable.
¿Y volver al mercado de capitales?
El otro desafío importante, y aunque no haga falta tomar deuda, es volver tarde o temprano a tener un lugar en el mercado internacional, en un momento en el que el dinero es muy barato. Si la Argentina es soberana y logra volver a los mercados a una tasa razonable, las firmas también lo van a lograr. Esto es complementario al tema de la inversión.
¿Volver al mercado de capitales aliviaría la presión sobre las reservas del Banco Central?
Cuando trabajé en el Banco Central, teníamos u$s 12 mil millones en reservas. Ahora que tenemos u$s 40 mil millones, si se usan bien, no me preocupa. Hoy es importante que las reservas se mantengan altas porque no tenemos el acceso al mercado de capitales. Pero si llegamos a tenerlo, ¿para qué necesitamos reservas tan altas? Es costoso tener reservas.