por Guillermo Cichello
“Hay una elite de este país que piensa de una manera y una clase baja
que no se informa, no escucha, no toma conciencia y sigue a la Presidenta.
Cuanto menos cultura hay, Cristina obtiene más votos”.
Bartolomé Mitre
I) Votos puros, votos impuros
Una tensa línea recorre el amplio arco de la derecha argentina y decide la incorporación a veces involuntaria de muchos sujetos a la conciencia liberal. Esa línea es la respuesta a la gran pregunta ¿quién es ciudadano?
Es una pregunta que atraviesa toda la política argentina desde hace dos siglos y reconoce momentos de exasperación, como el presente. Parece claro que del modo en que se responde a esa gran pregunta, deriva una conclusión sobre la forma de gobierno, y, por ende, sobre los sujetos (todos, algunos, cuáles) que tienen derecho a pronunciarse sobre los asuntos públicos, en tanto dichos pronunciamientos son la base de legitimación del poder.
Si bien “el primer derecho y deber del pueblo es elegir un caudillo” –como decía Estanislao López en 1819-, quién constituye ese pueblo que elige no fue a lo largo de la historia un asunto sencillo.
El “espíritu de Alberdi” –tan invocado hoy día por nuestros contemporáneos republicanos, chacareros o constitucionalistas- dio su respuesta en 1853 y se conoció como la doctrina de la pureza del sufragio: “Elegir es discernir y deliberar. La ignorancia no discierne, busca un tribuno y toma un tirano. La miseria no delibera, se vende. Alejar el sufragio de manos de la ignorancia y la indigencia es asegurar la pureza y el acierto de su ejercicio».
Después de los fraudes patrióticamente instrumentados para evitar algunas de esas impurezas, la ley Sáenz Peña –que reconoció en 1912 como electores a todos los ciudadanos mayores y varones, en sufragios secretos (pasarán treinta y pico de años más hasta reconocer en las mujeres la misma habilidad)-, la ley Sáenz Peña –decía- no zanjó definitivamente una cuestión que periódicamente se plantea con ánimo controversial: quiénes tienen derecho a decidir sobre la cosa pública.
El “gran poeta nacional”, Leopoldo Lugones –en su Hora, que fue la de la Espada- repudió la vocación democrática de aquella ley: “el triunfo cuantitativo de los menguados” -la llamó. Es el surco profundo por el que va a trajinar –años después y por muchos años- Jorge Luis Borges: “para mí la democracia es un abuso de la estadística” –le decía con su magnífica ironía a Bernardo Neustadt. Era julio de 1976. “Además –agregaba- no creo que tenga ningún valor. ¿Usted cree que para resolver un problema matemático o estético hay que consultar a la mayoría de la gente? Yo diría que no; entonces ¿por qué suponer que la mayoría de la gente entiende de política? La verdad es que no entienden, y se dejan embaucar por una secta de sinvergüenzas…”.
Estamos tensando con amplios gestos, como se ve, la cuerda temporal del arco de la derecha argentina, pero la insistencia taladra sobre la misma cuestión: si la legitimidad del poder debe brotar del pronunciamiento de las mayorías.
Situemos dos o tres expresiones más recientes antes de presentar al señor Sebreli.
La primera es brutal y pertenece a Juan Carlos Blumberg: “La gente debería votar según su grado de educación y ese voto vale dos o tres”, dijo en aquellos meses en que su estrella guiaba la legión de seguidores de la Seguridad. Por alcanzar ese privilegio cuantitativo se habrá querido presentar con un falso título universitario. ¿Cuánto valdrá el voto de un ingeniero? ¿dos o tres?
La otra expresión podría considerarse un acto fallido de alguien que, por historia, resultaría difícil filiar dentro del conjunto de esa derecha; pero fue Fernando “Pino” Solanas quien declaró hace dos años que “las provincias más pobres no se caracterizan por tener la mejor calidad del voto…”. Retorna casi inadvertidamente en los dichos de alguien –que en otro contexto tendría el derecho a la vergüenza por esa expresión- la idea de categorizar el voto en función de quien lo emite. Pasaron más de 150 años desde que la ley 140 ordenaba a la Junta Calificadora determinar qué clase de ciudadanos tenían el derecho a sufragar. Sin embargo la idea retorna, siempre renovada, en boca de quien ni se imagina la tradición en la que acaba de inscribirse.
El último caso, el de un ex radical y hoy diputado por Buenos Aires del peronismo llamado disidente. En el debate sobre la ley 26.774 que otorgó derechos políticos a los sujetos con 16 años cumplidos, Alberto Asseff propuso que sólo voten los jóvenes instruidos: “No puede votar un adolescente que no estudia”.
La obstinada idea no cesa su lucha y se cuela en las locuciones que integran el canon de obviedades dominantes de la derecha argentina: todos los votos no pueden valer lo mismo. El dolor por esa equivalencia no se apacigua así nomás y por eso se intenta atacar una de las mayores conquistas democráticas que sostiene nuestro orden comunitario: todos los votos son iguales y establecen a la voluntad del pueblo como base de la autoridad del poder público.
II) Sebreli o el intelectual solitario
Juan José Sebreli fue entrevistado recientemente en La Nación, quizá a raíz del estreno del documental sobre su vida, El Olimpo vacío, quizá como modo de revitalizar los eternos sueños del diario de los Mitre (“Hoy la oligarquía es el kirchnerismo…”, fue el título de la entrevista publicada el 21 de abril de 2013).
Allí lo tenemos entonces mirando a la cámara, su agria seriedad sin concesiones sobre un fondo repleto de libros, presentado como “el ensayista que ha elegido, desde siempre, un camino solitario”. “Soy un escritor de minorías, que escribe para una minoría”, dice a quemarropa como para anunciar desde el vamos dónde le gusta situarse. Nos va a hablar sobre el presente político argentino, pero veamos qué novedad aportan sus ideas y cuál es la propuesta que propicia desde la tribuna de doctrina.
No vamos a abundar en la descripción de su mirada crítica sobre este momento político porque es bastante conocida; sólo digamos que los términos “dictadura fascista con apariencia popular”, “totalitarismo”, “cesarismo plebiscitario” y las comparaciones con Hitler y Mussolini arrecian y sirven de preámbulo y justificación excepcional para un planteo grave que no nos parece que sea del caso subestimar.
Acaba de mencionar el apoyo masivo que recibió la guerra de Malvinas y el 85 % de los votos que coronó la victoria electoral del nazismo. Es entonces que advierte: “Hay elementos irracionales en la condición humana que no pueden ser frenados solamente por la cultura. Tiene que haber instituciones democráticas lo suficientemente sólidas y fuertes como para oponerse a las mayorías que en algún momento enloquecen…”.
¿Será necesario repetir el concepto, sopesar convenientemente su alcance y su peligro?
Instituciones democráticas sólidas y fuertes para oponerse a las mayorías enloquecidas.
¿En qué tipo de instituciones estará pensando el señor Sebreli? ¿Cuál será el modo en que se instrumentará ese impedimento a la mayoría? ¿Quién será el encargado de evaluar la aparición del enloquecimiento –una Junta Psiquiátrica Nacional, una Comisión de Salud Mental Republicana? ¿Quién decidirá el momento en que esas instituciones sólidas y fuertes deben, por fin, aplicar su supremacía correctora sobre las mayorías?
Ni Sebreli creyó necesario aclararlo ni la reportera creyó necesario preguntar. Luego remató la idea con este reparto de la sociedad argentina: “Hay un 30% de kirchneristas convencidos, un 30% de antikirchneristas convencidos, y al resto no le importa la política y no sabe nada. Se deciden el día anterior a las elecciones de acuerdo con lo que vieron por televisión, si les gustó o no la cara de uno u otro, y votan por cualquier cosa. Por eso, aunque el sufragio es el mejor sistema, no se puede pensar que la mayoría siempre es un criterio de verdad. El sufragio universal y las mayorías pueden servir también para destruir la democracia”.
La tesis que propone Sebreli es que la democracia puede implicar la destrucción de la democracia. Lo que no advierte es la verdad involuntaria que expresa. La destrucción de la democracia es su propio mensaje, y lo pregona alarmado imputándoselo a sus adversarios.
Sebreli acaba de tensar una vez el amplio arco de la derecha argentina: las mayorías pueden equivocarse. La verdad, esquiva para el pueblo, es sin embargo visible para una minoría letrada y sana que tiene la aptitud de discernir el desacierto de la voluntad general, y la facultad de corregirlo. Si admitimos estas nociones la propuesta entonces es justamente la salida de un gobierno del pueblo (o democracia), hacia un gobierno de los mejores. Pero eso ya tiene otro nombre: aristocracia.
excelente nota.
No sonará políticamente correcto decirlo, pero es obvio que gran parte de los votantes no son capaces de ver más allá de sus propias narices. Se ganan elecciones con futbol para todos o con el TC2000 pero no con el mejoramiento del sistema de desagües, hasta que sucede una catástrofe. “Pan para hoy, aun a costa del hambre para mañana” parece ser la linear rectora. Las elecciones se ganan aparentando y no siendo. Se imponen los slogans y no los razonamientos. Una buena conyuntura económica ayuda enormemente a ganar elecciones, aunque a veces fue el gobierno anterior el que sembró las semilla para ello. Es algo que se observa en todas partes del mundo. Y esa miopía no parece ser privativa de alguna clase social.
Por eso estoy totalmente con Sebreli de acuerdo en que hay que darle un marco sólido a las instituciones, la división de poderes, y que determinados cambios sólo sean posibles con una consenso amplio.
La democracia simplemente es la forma menos mala de gobierno…
En el siglo XVIII los británicos tenían una teoría similar mediante la cual explicaban que su vasto imperio era en realidad una carga que debían soportar estoicamente: el white man´s burden.
En este poema, hay una suerte de justificación, casi una oda al racismo, en la pluma de un imperialista británico. Nuestros exégetas del voto calificado me suenan muy parecidos.
Me quedo con la sensación que le pifiaste al comentario que querías contestar: yo no propongo ni sugiero en ningun lugar el voto calificado, todo lo contrario, afirmo que la miopia es universal y atraviesa todas las clases sociales.
«yo no propongo ni sugiero en ningun lugar el voto calificado, todo lo contrario» maradooo dixit
Ja ja..
Hay que hacerse cargo estimado, es preferible ser honesto antes que cagón
Tipico reflejo «K»: siempren saben mejor que uno mismo lo que estas pensando. En cultura de debate aun tenes un camino por delante.
Ja ja..
Las «intenciones» son de Uds. yo no sicoanalizo
Expresate mejor o hacete cargo…
Con este último ganás respeto también, si no deberíamos considerar aplicarte el «voto calificado» ¿por qué no?
¿Porque me voy a hacer cargo de algo que no pienso ni afirmé?
Me parece que se lo malinterpreta a Sebreli, en cuanto se le hace decir que la democracia puede implicar la destrucción de la democracia. Nada de eso sostiene, simplemente y siguiendo a numerosos estudiosos del régimen democrático, advierte, como por ejemplo en numerosas ocasiones lo ha hecho Guillermo 0’Donell, que “la democracia también puede morir lentamente, no ya por abruptos golpes militares sino mediante una sucesión de medidas, poco espectaculares pero acumulativamente letales”.- La democracia delegativa. La Nación. Bs. As. 28-05-2009. Pág. 17.-
LO que señala bien Sebreli, ya lo había consignado Pierre Rosanvallon: «La tradicional concepción que vinculaba la legitimidad del gobernante con la legitimidad de su accionar, hoy ha sido cuestionada: la elección tiene una alcance más restringido, la elección no es más que un simple modo de designación de los gobernantes: “La legitimidad de las políticas que llevan a cabo es puesta a prueba en forma permanente, debe conquistarse día tras día o caso por caso. De ahí, aquí también, el creciente peso de una legitimidad de orden sustancial: ya no se considera que el servicio al bien común y el respeto a los valores fundantes del lazo social provengan del sólo hecho de la elección”.- La contrademocracia. La política en la era de la desconfianza. Manantial. Bs. As. 2007. Págs. 121/124.-
De ahí la necesidad de que existan instituciones como la división de poderes, la libertad de prensa, organismos de control de la gestión del Estado, independientes del gobernante de turno y fundamentalmente como entiende Maurizio Viroli, que si no hay ciudadanos dispuestos a mantener la vigilancia y a comprometerse, capaces de resistir ante los arrogantes y de servir al bien público, la República muere y se convierte en un lugar donde unos pocos dominan y los demás sirven. Citado por Botana, Natalio. Poder y hegemonía. El régimen político después de la crisis. Emecé. Bs. As. 2006. Pág. 226.-
En su último libro Juan José Sebreli aclara bien el tema, especialmente en lo que hace a la acusación de manual, de propiciar el voto calificando: ¿Se sospecha acaso que estoy recomendando el regreso al voto calificado? No, éste tiene inconvenientes aún mayores que el voto universal. En el voto calificado, cuando se lo ha practicado, la exclusión se lo justificaba no por la falta de mérito, sino por razones de género, de raza, o de nivel económico. Además, ¿quién elige a los calificadores?, quién está calificado para calificar y con qué criterio hacerlo?, ¿quién educa al educador? Si hasta los sectores supuestamente calificados han cometido errores imperdonables en política, como lo mostraron las cultas clases medias y altas argentinas apoyando los golpes de Estado de 1930, 1955, 1966 y 1976 cuando creyeron que las fuerzas armadas eran el grupo más adecuado para gobernar el país, con los resultados vistos.» El malestar en la política. Sudamericana. Buenos Aires. 2012. págs. 419/430.
Perece contradictorio Sebreli, dice que no propicia el voto calicado, pero, por lo que se lee en tu último párrafo, parece adherir al voto calicado cuando se lo justifica por falta de mérito y lo rechaza por razones de genero, raza, o nivel económico. Es decir, no lo propicia porque no se ha podido aplicar solo por falta de mérito.
Luca:
No. Hay que leer el texto completo que cité, donde claramente Sebreli dice que el procedimiento del sufragio es el instrumento adecuado para que TODOS LOS CIUDADANOS SIN EXCEPCIÓN -conforme a la igualdad de los derechos civiles- puedan verse representados, pero no avala ni asegura que el resultado sea efectivamente democrático y en muchos casos es todo lo contrario. (pag. 423)
Nada de voto calificado, simplemente sigue la postura de Lefort, Rosanvallon, 0’Donnell, Linz y otros autores que entienden que a la legitimación de origen, debe seguirla la legitimación en el ejercicio, lo que se ha denominado la doble legitimación. Conf. Rosanvallon, Pierre.La legitimación democrática. Manantial. Bs. As. 2009.
Y quien y como seria el que decide si se gano o no la segunda legitimacion? los medios de prensa (pareciera ser la conclusion)?
Porque para la primera es claro: se cuentan votos y ya.
Pero para la segunda que?
una encuesta de opinion? realizada entre quienes? realizada despues de que los medios masivos hayan podido influenciar lo suficiente a la opinion pública?
Como obtendrian esa legitimacion? a traves de sus actos de gobierno, claro. Pero como se enteraría la sociedad de sus actos de gobierno, y mas aún, como juzgaria si los mismos fueron positivos o negativos?
A partir de los medios de comunicacion, donde miembros preclaros de la élite que sabe diferenciar se encargarian de digerirles esa informacion y explicarles cómo los gobiernos que favorecen los intereses de la élite son buenisimos, mientras aquellos que afectan los privilegios de la élite son malisismos. Por supuesto!
Esta clarisimo lo que propone sebrelli. Los «sabios» que estan en condiciones de evaluar si un gobierno tiene la «legitimidad de ejercicio» son ellos, la elite intelectual (de derecha y conservadora, para mas datos), que sabrá bajar, a traves de los medios amigos siempre dispuestos a darles aire, esa informacion en términos que puedan ser comprendidos por la «plebe» para que ésta retire la «legitimidad» previamente otorgada.
Leandro:
Cité algunos textos, y ya que parece que estás «full time» en esto, podrías leerlo, sin necesidad de llegar a compartirlo, pero por lo menos entender de lo que hablan los autores. Te hago un resumen.
La asimilación práctica de la voluntad general con la expresión mayoritaria, es una ficción, ficción en la que la parte valía por el todo y el momento electoral valía por la duración del mandato. Estos fueron los supuestos sobre los que se asentó originariamente la legitimidad de un régimen democrático.
Posteriormente y en vista de resultados para nada convincentes, comenzaron los cuestionamientos, y la elección fue consideraba como una forma de designación de gobernantes, no implicando una legitimación a priori de las políticas que luego se llevarían a cabo. El pueblo deja se ser una masa homogénea, y dentro de ese concepto se incorpora a las minorías, con todos los derechos que estas tienen de controlar a quien ejerce el poder político. Aparecen ahí las instituciones de la democracia directa: plebiscito, referéndum, consultas popular, revocatoria de mandatos.También aparecen los organismos de control de la gestión del Estado, organismos que se busca sean independientes e imparciales con relación a quien gobierna. Se busca también la independencia e imparcialidad de los funcionarios del Estado, acudiendo para ello a concursos públicos.Se considera que el poder político elegido no podía ser considerado como el gerente imparcial del interés general en el campo altamente sensible de la información y la comunicación, de ahí la importancia de la prensa con todo el debate que existe sobre su rol.
Si la mayoría de los medios son estatales o controlados por el gobierno, por intermedio de socios, amigos, testaferros, y además manejan un enorme presupuesto publicitario,y la Presidenta se comunica directamente con el pueblo, 2 o 3 veces el por los medios estatales y/o cadena nacional, ademas de twitter, no se por qué le tienen miedo a los medios independientes y acaso ¿no tienen sabios? (*)
(*) Aquí podrían tener una una explicación, por si no la encuentran.
http://www.lanacion.com.ar/1582695-el-lado-irracional-del-poderla-era-de-la-demencia
Claro y en esa linea de pensamiento, no tiene nada que ver que la gente que vaya a ocupar esas posiciones de poder y «control de legitimidad», hitoricamente (debido a que eran y siguen siendo los de mas dinero los que pueden estudiar para acceder a los titulos que les permitan acceder a esos lugares de poder y «control»), sean conservadores y de derecha.
Nada que ver conque la mayor parte de esas posiciones requieran el titulo de abogado.
Nada que ver conque el 99% de los abogados sean conservadores y provengan de familias de historicos conservadores.
Cierto, lo que motiva la introduccion de todos esos mecanismos, como lo que motivo la introduccion en EEUU del poder judicial como revisor de la constitucionalidad de las leyes (a diferencia de otros paises donde sólo se limita a aplicar las leyes pero no puede criticarlas ni impugnarlas) y que nuestra constitucion copio, no fue el temor de las clases altas a que las mayorias pobres perjudicaran sus intereses, para nada, su ni mas ni menos que el mas puro altruismo y el deseo de perfeccionar la democracia.
Anda!
la imperfeccion real de la democracia hace que cada tanto se la discuta,olvidando que es»perfectible»esencialmente.A esta altura de la historia un gobierno monarquico absoluto o de ina oligarquia visible provocaria revoluciones y guerras internas indeseables.Siempre habra problemas por resolver.Siempre habra Sebrellis a los que,erudicion mediante,les gusta entrar por la rendija de lo paradojico,como siempre habra fiscales mercenarios como Lanata.Se olvida que una persona puede ser muy informada y tener titulo universitario,pero carecer de sensibilidad social,que todos tenemos derecho de elegir a quien con su gobierno ayude a nuestros rumbos, que,en defimitiva,los democraticos vedaderos trataran de ayudar a todos a tener mejoras en su educacion sistematica para tender a elevar el nivel de los gobiernos elegidos posibles.
La idea de que hay votos mejores que otros esta ampliamente difundida. No es solo Fito Paez, y creo que pocos pueden hacer afirmaciones tipo «la mayoría nunca se equivoca». De ahi salen las restricciones tipo division de poderes, mayorias especiales,renovaciones parciales, etc que obligan a una mayoria amplia ratificada varias veces a lo largo del tiempo para hacer cambios de fondo.
El justificativo del sufragio universal no es la infalibilidad de las mayorías, sino que son las mayorías las que tienen el derecho a equivocarse, porque son las que pagan, con su bienestar, el resultado de sus buenas o malas elecciones.
si,la democracia significa voz de mayorias y de minorias,division de poderes(rel
ativa)pero sobre todo renovacion y circulacion de elites y lideres.
Si mal no recuerdo F.P.se refirio a los habitantes de la CABA,que no son todos los argies(por suerte).
La verdad es asunto cualitativo,no cuantitativo.Depende de la conciencia y del criterio que se tenga para su reconocimiento.Pero el bien comun responde a la mayoria.
Ahora,una cosa son las»promesas»de los candidatos y otra lo que despues hacen desde el gobierno.Los votantes podemos ser ingenuos o los candidatos mentirosos:de ahi los errores.
Estas equivocada. La renovacion y circulacion de lideres es esencial para la salud de una democracia, pero esa renovacion es irrelevante si, como en el caso argentino, el poder se usa invariablemente para conseguir aun mas poder, y castrar los sistemas de control. La esencia de la democracia en los paises que la han desarrollado mejor es como sistema de control de abusos y excesos, dentro y fuera del poder, y proteccion de las minorias y sus derechos bajo la ley aun cuando lo que determina la direccion del gobierno sea lo que voto la mayoria. Es escandaloso, por ejemplo, que un pais que no esta en necesidad ni urgencia (al menos si uno cree a quienes lo dirigen) siga manteniendo lo que fue un recurso desesperado pero que viene bien para fortalecer a un Ejecutivo ya rechoncho de poder.
El bien comun no responde invariablemente a la mayoria. Sobre esa base, ‘Negra con las tetas gigantes’, o lo que quieras, con 10 millones de hits en Internet, es mejor como expresion de amor que las 20 Canciones de Neruda, que a esta altura con suerte vendera 2000 ejemplares anuales. La pena de muerte, si se pusiera a votacion, ganaria en muchisimos lados. Seguro que en la Pcia de Buenos Aires, por ejemplo.
Si no trataras todo el tiempo de validar al gobierno actual, te seria mas facil hacer un analisis objetivo (o todo lo objetivo que se puede ser) sobre que es la democracia.
otra vez sopa.Otra vez etiquetandome en una posicion que no tengo.Al unico rechoncho que veo es a Lanata.Es que para vos solo existen Guille y los depravados K…
Me parece que en lo que dije habia temas mas relevantes que tu posicion. Si no tenes nada que decir, pasa de largo sin ningunear. Tu problema es que sos tan artera y vueltera para debatir como cualquiera de los talibanes que andan por aqui, pero por lo menos tienen la honestidad de no querer pasar como miembros de la Academia en Atenas siglo V.
si,claro…vos sos el academico mayor…bastardeas el concepto de circulacion de lideres que propongo como democratico acusando tu odio a este gobierno.Lo de»necesidad y urgencia»explicaselo al rey Macri.Si el bien comun no responde a la mayoria debe ser porque sos un oligarca,como lo es incluso el termino»irrelevante»¡ay!En cuanto a mis ideas sobre la democracia te invito a que leas mi blogspot http://www.elojoenlacerradura.
No bastardeo nada, seguis con la tecnica de manual K de distorsionar lo que el otro dice. Te dije que, importante como la circulacion de lideres (‘que propongo’, o sea que en el sistema como es no pasa, a veces la lengua o el teclado traiciona nuestros anhelos), mas importante es un sistema de control de abusos de poder, y que algo que se basa en la remocion de controles de poder no puede ser un sistema democratico, aunque funcione por voto.
Asi que ahora te quejas de los DNUs, habiendolos aplaudido/aceptado por mas de una decada. Lo bueno de esto de Macri, para todos los embelesados y fanaticos del puterio vigente, es que les hace probar su propia medicina. Que pasa cuando los lideres tienen poder para hacer lo que quieran, si esos lideres no nos gustan.
El bien comun responde a la mayoria cuando la mayoria acierta en su eleccion. Puede equivocarse, como ha hecho infinidad de veces, en todos lados. Te di el ejemplo de la pena de muerte o la pornografia, ambas masivamente populares.
como la conducta de los que intervenimos en el blog responde a personas que ya llegamos al mismo bastante formadas,es evidente que existen casos en los que el debate resulta imposible.Es lamentable.Algun autor,criticando a Habermas señalo que se san agujeros negros en la comunicacion.Po ello hay situaciones en que me limitare a opinar sin seguir el recorrido venenoso del que se niega a comprender lo que uno afirma.¿Personas o piedras?
Seguis acudiendo a formalismos ‘conducta…’ ‘personas bastante formadas…’ para descalificar. No se si te das cuenta que usas los mismos argumentos que usaria Mirta Legrand. Lo que es bastante coherente en cuanto a que el kirchnerismo que te enamora no es otra cosa que el gorilismo de siempre sin ponerse desodorante. Vos tenes tanto amor a la democracia en serio como yo a lo que representas. Y dale con las citas. Hiciste un par de cursos y te sentis Platon, a mas de incomprendida.
fijate que di 40 años catedras en media y superior…Segui peleando solo con tus sonbras,Adolfito y Jorge Rafael juntos.Y saludos a tu abuela doña Rosa.
Que pena. Si 4 decadas de alta cultura resultan en esta ensalada de cliches, perogrulladas, sentimentalismos ybanalidades pseudo La Campora, lo de alpargatas si libros no podria tener su logica.
me la veia venir.Sos de los que piensan:las mujeres a la cocina.La pena la das vos que critics y no se sabe en realidad cual es tu pensamiento propio.
el diablo salio corriendo espantado:llego Jorge Rafael…(una muerte que no es desaparicion)…
Seguramente lo Que hace cuando le llega la otra categoria de asesinos hijos de puta argentinos, los que asesinaban civiles y conscriptos inocentes.
gracias,Guille,ahora se cual es tu pensamiento…y tu sentimiento…
Si, a diferencia tuya no creo que asesinar gennte inocente es loable. En lo que sos igual a Videla.
por suerte la ultima palabra la tiene la muerte,milico de alma.
Cada vez mas linda y sanita de mente, Isabel. De milico no tengo absolutamente nada y, por suerte, no necesito blanquearme nada a ese respecto. Si tenes asesinos de cualquier lado en tu cuenta y necesitas lavarte la conciencia, arreglate con las victimas, no conmigo.
nos seguiremos peleando hasta en el mas alla.Si defendes a Videla¿que puedo pensar?…Hablar de victimas inocentes es simplificar ladinamente el asunto.Ahora resulta que los desparecidos sin jucio previo son los culpables..y los roobos de niños y bienes..una cosa muy bien hecha.
Quien defiende a Videla, ronosa inmunda, usando cualquier argumento para tapar tu bestialidad disfrazada de sentimiento intelectualoide? Tu bajeza es realmente repugnante. Al menos el resto de tu jauria, los pocos en este blog tan bajos como vos, no pretende no ser bestias, pero vos no tenes el menor empacho de disfrazarte de ‘comprensiva’. No defiendo a Videla, fanatiquita histerica, jamas lo haria. Pero no lo uso para lavar los errores propios, no necesito. Y si lo necesitara, espero que tendria la dignidad de no buscar taparrabos.
fa…¡que reaccion!…en realidad no dice nada,como siempre:solo insulta.Si soy histerica vos sos un psicotico paranoide ,que vive una misoginia y un encierro en tiempos europeos pasados que no nos sirven.
advierto que para entrar en este blog,me perumo,me baño antes y vivo sin animales,muy tranquila…¿sera por eso que me gusta entrar al zoo?..y si no defendes lo indefendible,es solo por llevar la contra?¿cumpliste los 3 años ya?