Walter Molano, director de BCP Securities, aseguró que el nivel de endeundamiento de las familias en Brasil no es sostenible y advirtió que cuando se revierta la política de tasas bajas en Estados Unidos, el país vecino va a sufrir mucho. Molano estuvo en la Argentina invitado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) y en una entrevista exclusiva con El Cronista destacó que la recuperación de Estados Unidos es lo peor que le puede pasar a América latina porque mucho del capital que llegó en los últimos años va a desaparecer.
¿Hasta cuándo va a continuar la expansión monetaria en Estados Unidos?
Estados Unidos ya se está preparando para eso pero hay que esperar que la inflación comience a subir. El mercado lo va a anticipar bastante pero creo que se va a equivocar porque la FED va a esperar hasta el momento máximo antes de subir la tasa. No quieren matar la recuperación como hizo Japón y además la forma en que va a salir de su alto endeudamiento va a ser a través de la inflación.
¿Argentina perdió la oportunidad de endeudarse barato?
Sí perdió esa oportunidad pero habría que ver si el endeudamiento iba a ser para hacer proyectos con mayor rentabilidad. Muchos de los países vecinos usaron la oportunidad de este capital barato para el consumo y las empresas para hacer adquisiciones afuera, que quizá no eran tan buenas. El endeudamiento y sus interéses hay que pagarlos, no importa si son bajos o altos.
¿Cómo puede impactar sobre América latina?
Va a tener un impacto muy negativo porque se benefició mucho de la expansión monetaria. Hubo un boom que no afectó a Argentina pero si a Brasil, Chile y Colombia. Hoy el rendimiento para un bono colombiano que vence en 2015 es 0,6%, lo que no tiene sentido. La gente lo aceptó porque la tasa en los países desarrollados era muy baja pero cuando empiece a subir esa ola de capitales que llegó en los últimos 10 años va a regresar. Es algo que ha pasado. En el 82 la Fed subió la tasa overnight al 16%, el capital desapareció de los emergentes y para julio de ese año México entró en default y 37 países le siguieron. Necesariamente no va a pasar eso pero mucho de ese capital que ha estado llegando va a desaparecer. No creo que afecte mucho a la Argentina porque no tuvo tanta inversión de portafolio como otros países pero si veo a Brasil muy vulnerable con esta situación y entonces sí va a ser afectada la Argentina. Es un poco irónico pero la recuperación norteamericana es lo peor que le puede pasar a los emergentes.
En particular, ¿cómo puede impactar en Brasil?
Soy muy pesimista respecto a Brasil, es una explosión que va a venir. Los hogares están endeudados hasta los ojos con intereses muy altos. Esa es más bien la parte oscura del flujo de capital que no llegó a la Argentina porque se había apartado del menú inversor. Brasil va a sufrir mucho cuando ese capital empiece a regresar y ese consumo que ha alimentado mucho a la industria argentina va a ser afectado.
¿Cómo ve a la economía argentina?
Tiene algunos problemas pero tiene bastantes cosas buenas por ejemplo el bajo nivel de endeudamiento. Los shocks externos no tendrán un impacto tan duro y fuerte. Lo que sí preocupa es lo que todo el mundo habla pero pienso que son cosas que se pueden atender de una forma no tan difícil.
¿Ese es el caso de Brasil?
Sí, sin duda. Por ejemplo, todos esos proyectos de Presal que hicieron en el mar con inversiones inmensas, con esta visión, de que quizás, el precio de la energía va a bajar fuerte, no van a ser rentables para nada. Esa es una pregunta que va a tener que enfrentar: ¿Qué va a ser con esos proyectos y esa industria que formó? Argentina no tiene ese problema.
En Brasil se está dando una disputa entre incentivar el nivel de actividad y enfocarse en combatir la inflación ¿Qué deben privilegiar?
Brasil no ha hecho reformas en trece años y necesita abrir más su economía. El potencial de crecimiento baja, en vez de subir. Sigue siendo una economía muy cerrada, necesita reformas fiscales. Todo ese tipo de cosas necesita hacer el país para tener una economía con mayor capacidad de crecimiento sin presión inflacionaria. No se atiende por el lado monetario, es algo más estructural.
¿Hasta cuándo va a continuar la expansión monetaria en Estados Unidos?
Estados Unidos ya se está preparando para eso pero hay que esperar que la inflación comience a subir. El mercado lo va a anticipar bastante pero creo que se va a equivocar porque la FED va a esperar hasta el momento máximo antes de subir la tasa. No quieren matar la recuperación como hizo Japón y además la forma en que va a salir de su alto endeudamiento va a ser a través de la inflación.
¿Argentina perdió la oportunidad de endeudarse barato?
Sí perdió esa oportunidad pero habría que ver si el endeudamiento iba a ser para hacer proyectos con mayor rentabilidad. Muchos de los países vecinos usaron la oportunidad de este capital barato para el consumo y las empresas para hacer adquisiciones afuera, que quizá no eran tan buenas. El endeudamiento y sus interéses hay que pagarlos, no importa si son bajos o altos.
¿Cómo puede impactar sobre América latina?
Va a tener un impacto muy negativo porque se benefició mucho de la expansión monetaria. Hubo un boom que no afectó a Argentina pero si a Brasil, Chile y Colombia. Hoy el rendimiento para un bono colombiano que vence en 2015 es 0,6%, lo que no tiene sentido. La gente lo aceptó porque la tasa en los países desarrollados era muy baja pero cuando empiece a subir esa ola de capitales que llegó en los últimos 10 años va a regresar. Es algo que ha pasado. En el 82 la Fed subió la tasa overnight al 16%, el capital desapareció de los emergentes y para julio de ese año México entró en default y 37 países le siguieron. Necesariamente no va a pasar eso pero mucho de ese capital que ha estado llegando va a desaparecer. No creo que afecte mucho a la Argentina porque no tuvo tanta inversión de portafolio como otros países pero si veo a Brasil muy vulnerable con esta situación y entonces sí va a ser afectada la Argentina. Es un poco irónico pero la recuperación norteamericana es lo peor que le puede pasar a los emergentes.
En particular, ¿cómo puede impactar en Brasil?
Soy muy pesimista respecto a Brasil, es una explosión que va a venir. Los hogares están endeudados hasta los ojos con intereses muy altos. Esa es más bien la parte oscura del flujo de capital que no llegó a la Argentina porque se había apartado del menú inversor. Brasil va a sufrir mucho cuando ese capital empiece a regresar y ese consumo que ha alimentado mucho a la industria argentina va a ser afectado.
¿Cómo ve a la economía argentina?
Tiene algunos problemas pero tiene bastantes cosas buenas por ejemplo el bajo nivel de endeudamiento. Los shocks externos no tendrán un impacto tan duro y fuerte. Lo que sí preocupa es lo que todo el mundo habla pero pienso que son cosas que se pueden atender de una forma no tan difícil.
¿Ese es el caso de Brasil?
Sí, sin duda. Por ejemplo, todos esos proyectos de Presal que hicieron en el mar con inversiones inmensas, con esta visión, de que quizás, el precio de la energía va a bajar fuerte, no van a ser rentables para nada. Esa es una pregunta que va a tener que enfrentar: ¿Qué va a ser con esos proyectos y esa industria que formó? Argentina no tiene ese problema.
En Brasil se está dando una disputa entre incentivar el nivel de actividad y enfocarse en combatir la inflación ¿Qué deben privilegiar?
Brasil no ha hecho reformas en trece años y necesita abrir más su economía. El potencial de crecimiento baja, en vez de subir. Sigue siendo una economía muy cerrada, necesita reformas fiscales. Todo ese tipo de cosas necesita hacer el país para tener una economía con mayor capacidad de crecimiento sin presión inflacionaria. No se atiende por el lado monetario, es algo más estructural.
Interesante… y mas aún saliendo en el cronista.