PorMARIANO SPEZZAPRIA
Twitter:@mnspezzapria
Tal como está planteado el escenario electoral, el Conurbano bonaerense volverá a ser este año ese pequeño/gran rincón del país que incline la balanza política al menos para los próximos dos años. Y en una franja estratégica de ese escenario se verifica una incipiente rebelión al kirchnerismo. Se trata de la Primera Sección Electoral, conformada por 24 distritos ubicados al norte y el oeste de la capital federal, un territorio marcado por los contrastes sociales -allí se encuentran los countries más renombrados y se radican las principales empresas, pero también las villas más precarias de la Argentina-, donde habita casi el 35% de la población de la Provincia.
En ese conglomerado se gestó en los últimos años un “laboratorio político” en el que conviven intendentes que reportan sin fisuras a la Casa Rosada con otros que fueron tomando distancia del kirchnerismo. El combo se completa con jefes comunales radicales, macristas y ex frepasistas que, aunque en franca minoría, ofrecen alternativas al peronismo. Una heterogeneidad que no muestra, por ejemplo, la Tercera Sección (el sur del Conurbano), gobernada al 100% por el peronismo alineado en el kirchnerismo.
Lo cierto es que el entramado de la Primera lo convierte en un sitio difícil para la “avanzada definitiva” de La Cámpora y del núcleo duro del kirchnerismo que proyectan los estrategas oficialistas tanto en las listas de legisladores provinciales -este año la Primera Sección renueva ocho senadores- como en las de concejales. De hecho, las especulaciones sobre las candidaturas también se explican por la necesidad de contener esa “ofensiva”.
Sergio Massa, el intendente de Tigre, es la figura saliente de la región y de un tiempo a esta parte viene siendo observado por las grandes ligas de la política, mientras que su proyección electoral tiene costados impensados. Al menos un jefe comunal de los considerados kirchneristas le pidió que se presente en estos comicios legislativos.
¿Cuál es la lógica de ese pedido? Según pudo saber EL DIA, la participación del Frente Renovador massista en la contienda electoral les permitiría a los intendentes más cercanos a Cristina Kirchner “subir su precio” a la hora del armado de las listas de candidatos. De otro modo, deberán amoldarse sin chistar a las que se redacten en la quinta de Olivos.
Entre esos jefes comunales alineados a la Rosada están los pocos que aún pueden ser considerados “barones del Conurbano” -a la usanza de la década del ´90-, como Hugo Curto (Tres de Febrero), Raúl Othacehé (Merlo) y Alberto Descalzo (Ituzaingó). Y desde ya, el caudillo histórico de José C. Paz, Mario Ishii, totalmente jugado a la causa del kirchnerismo.
Pero en ese grupo no todo es un lecho de rosas, pese a que son beneficiados por las obras públicas que “baja” el ministro Julio De Vido. En Morón, donde gobierna Lucas Ghi (Nuevo Encuentro), surgió una bronca interna: el jefe comunal reprocha a Martín Sabbatella haberse llevado a los mejores cuadros técnicos del municipio al Afsca. Y el jefe comunal vecino, Luis Acuña (Hurlingham), amenazó meses atrás con postularse a la intendencia dominada por el sabbatellismo, aunque más como una reacción a la constante presión política a la que es sometido por el kirchnerismo a través de “Juanchi” Zabaleta, mano derecha de Amado Boudou en el Senado. Acuña se lleva bien con Massa y con el gobernador Daniel Scioli. Su mujer, Azucena Ehcosor de Acuña, es fundadora de La Juan Domingo y una de los ocho senadores de la Primera que deben renovar su banca este año.
INTENDENTES Y OPOSITORES
También vence el mandato de Roque Cariglino, hermano del intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, el peronista formalmente disidente del kirchnerismo en la región, al punto de ser aliado de Mauricio Macri. En ese grupo, más diverso, también participa el intendente radical Gustavo Posse (San Isidro), quien inició una tarea de posicionamiento en la Provincia con el objetivo de presentarse como candidato a diputado nacional. Para ello, cuenta con la colaboración de su vecino distrital Jorge Macri (Vicente López), la cuña más pura con la que el PRO logró traspasar los límites porteños.
Posse y Macri también siguen de cerca los pasos de Massa. “Sería muy importante que Sergio y otros intendentes rompan con esta estructura política y planteen otra superadora a la del kirchnerismo”, escribió recientemente el jefe comunal macrista en su cuenta de Twitter.
Aludió, así, a otros colegas de la Primera Sección que abrevan en el proyecto del ex jefe de Gabinete. Entre ellos, Joaquín de la Torre (San Miguel) y Luis Andreotti (San Fernando). En una posición más intermedia entre el massismo y el kirchnerismo se encuentran, a su vez, Gabriel Katopodis (San Martín) y Sandro Guzmán (Escobar), quienes ya le pidieron al tigrense que no enfrente en las urnas al oficialista FpV. Aunque otros colegas tienen motivos de sobra para reclamarlo.
Por caso, el intendente de Mercedes, Carlos Selva, quien hace rato padece el desembarco del camporismo de la mano del diputado nacional Wado de Pedro. O Humberto Zúccaro (Pilar), que viene de quejarse amargamente por la falta de recursos nacionales para obras públicas en su distrito. De allí también es Jorge D´Onofrio, el senador a quien Massa apoya para reelección.
SCIOLISMO Y KIRCHNERISMO
A su vez, Curto volvería a pedir la continuidad de Raúl Torres en el Senado, mientras que el sciolismo intentaría incluir en esa nómina para el Senado a funcionarios del riñón del Gobernador, apelando a “vecinos” de la zona como Santiago Cafiero, Alejandro Collia, Santiago Montoya y Cristina Alvarez Rodríguez.
El kirchnerismo tiene un pie en la región con Luis Vivona, un funcionario del Desarrollo Social que conduce Alicia Kirchner y referente de la agrupación Kolina, con la que la hermana del ex presidente busca apuntalar su posible candidatura a diputada nacional por la Provincia. En Moreno, por caso, cuenta con el apoyo del intendente local Mariano West.
Otros distritos de la región, como Campana, General Las Heras, Luján, Marcos Paz, Navarro, Suipacha y General Rodríguez, tienen menos incidencia en el armado electoral -debido a la menor concentración poblacional- aunque seguramente contarán a la hora de la renovación de los 15 diputados provinciales que reportan a la Primera Sección, dentro de dos años, en 2015.
Por ahora, la región se perfila como la que más dolores de cabeza le puede dar al kirchnerismo cuando se cuenten los votos de las primarias de agosto y las generales de octubre. Eso es lo que indican las encuestas que encarga la propia Casa Rosada.
Twitter:@mnspezzapria
Tal como está planteado el escenario electoral, el Conurbano bonaerense volverá a ser este año ese pequeño/gran rincón del país que incline la balanza política al menos para los próximos dos años. Y en una franja estratégica de ese escenario se verifica una incipiente rebelión al kirchnerismo. Se trata de la Primera Sección Electoral, conformada por 24 distritos ubicados al norte y el oeste de la capital federal, un territorio marcado por los contrastes sociales -allí se encuentran los countries más renombrados y se radican las principales empresas, pero también las villas más precarias de la Argentina-, donde habita casi el 35% de la población de la Provincia.
En ese conglomerado se gestó en los últimos años un “laboratorio político” en el que conviven intendentes que reportan sin fisuras a la Casa Rosada con otros que fueron tomando distancia del kirchnerismo. El combo se completa con jefes comunales radicales, macristas y ex frepasistas que, aunque en franca minoría, ofrecen alternativas al peronismo. Una heterogeneidad que no muestra, por ejemplo, la Tercera Sección (el sur del Conurbano), gobernada al 100% por el peronismo alineado en el kirchnerismo.
Lo cierto es que el entramado de la Primera lo convierte en un sitio difícil para la “avanzada definitiva” de La Cámpora y del núcleo duro del kirchnerismo que proyectan los estrategas oficialistas tanto en las listas de legisladores provinciales -este año la Primera Sección renueva ocho senadores- como en las de concejales. De hecho, las especulaciones sobre las candidaturas también se explican por la necesidad de contener esa “ofensiva”.
Sergio Massa, el intendente de Tigre, es la figura saliente de la región y de un tiempo a esta parte viene siendo observado por las grandes ligas de la política, mientras que su proyección electoral tiene costados impensados. Al menos un jefe comunal de los considerados kirchneristas le pidió que se presente en estos comicios legislativos.
¿Cuál es la lógica de ese pedido? Según pudo saber EL DIA, la participación del Frente Renovador massista en la contienda electoral les permitiría a los intendentes más cercanos a Cristina Kirchner “subir su precio” a la hora del armado de las listas de candidatos. De otro modo, deberán amoldarse sin chistar a las que se redacten en la quinta de Olivos.
Entre esos jefes comunales alineados a la Rosada están los pocos que aún pueden ser considerados “barones del Conurbano” -a la usanza de la década del ´90-, como Hugo Curto (Tres de Febrero), Raúl Othacehé (Merlo) y Alberto Descalzo (Ituzaingó). Y desde ya, el caudillo histórico de José C. Paz, Mario Ishii, totalmente jugado a la causa del kirchnerismo.
Pero en ese grupo no todo es un lecho de rosas, pese a que son beneficiados por las obras públicas que “baja” el ministro Julio De Vido. En Morón, donde gobierna Lucas Ghi (Nuevo Encuentro), surgió una bronca interna: el jefe comunal reprocha a Martín Sabbatella haberse llevado a los mejores cuadros técnicos del municipio al Afsca. Y el jefe comunal vecino, Luis Acuña (Hurlingham), amenazó meses atrás con postularse a la intendencia dominada por el sabbatellismo, aunque más como una reacción a la constante presión política a la que es sometido por el kirchnerismo a través de “Juanchi” Zabaleta, mano derecha de Amado Boudou en el Senado. Acuña se lleva bien con Massa y con el gobernador Daniel Scioli. Su mujer, Azucena Ehcosor de Acuña, es fundadora de La Juan Domingo y una de los ocho senadores de la Primera que deben renovar su banca este año.
INTENDENTES Y OPOSITORES
También vence el mandato de Roque Cariglino, hermano del intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, el peronista formalmente disidente del kirchnerismo en la región, al punto de ser aliado de Mauricio Macri. En ese grupo, más diverso, también participa el intendente radical Gustavo Posse (San Isidro), quien inició una tarea de posicionamiento en la Provincia con el objetivo de presentarse como candidato a diputado nacional. Para ello, cuenta con la colaboración de su vecino distrital Jorge Macri (Vicente López), la cuña más pura con la que el PRO logró traspasar los límites porteños.
Posse y Macri también siguen de cerca los pasos de Massa. “Sería muy importante que Sergio y otros intendentes rompan con esta estructura política y planteen otra superadora a la del kirchnerismo”, escribió recientemente el jefe comunal macrista en su cuenta de Twitter.
Aludió, así, a otros colegas de la Primera Sección que abrevan en el proyecto del ex jefe de Gabinete. Entre ellos, Joaquín de la Torre (San Miguel) y Luis Andreotti (San Fernando). En una posición más intermedia entre el massismo y el kirchnerismo se encuentran, a su vez, Gabriel Katopodis (San Martín) y Sandro Guzmán (Escobar), quienes ya le pidieron al tigrense que no enfrente en las urnas al oficialista FpV. Aunque otros colegas tienen motivos de sobra para reclamarlo.
Por caso, el intendente de Mercedes, Carlos Selva, quien hace rato padece el desembarco del camporismo de la mano del diputado nacional Wado de Pedro. O Humberto Zúccaro (Pilar), que viene de quejarse amargamente por la falta de recursos nacionales para obras públicas en su distrito. De allí también es Jorge D´Onofrio, el senador a quien Massa apoya para reelección.
SCIOLISMO Y KIRCHNERISMO
A su vez, Curto volvería a pedir la continuidad de Raúl Torres en el Senado, mientras que el sciolismo intentaría incluir en esa nómina para el Senado a funcionarios del riñón del Gobernador, apelando a “vecinos” de la zona como Santiago Cafiero, Alejandro Collia, Santiago Montoya y Cristina Alvarez Rodríguez.
El kirchnerismo tiene un pie en la región con Luis Vivona, un funcionario del Desarrollo Social que conduce Alicia Kirchner y referente de la agrupación Kolina, con la que la hermana del ex presidente busca apuntalar su posible candidatura a diputada nacional por la Provincia. En Moreno, por caso, cuenta con el apoyo del intendente local Mariano West.
Otros distritos de la región, como Campana, General Las Heras, Luján, Marcos Paz, Navarro, Suipacha y General Rodríguez, tienen menos incidencia en el armado electoral -debido a la menor concentración poblacional- aunque seguramente contarán a la hora de la renovación de los 15 diputados provinciales que reportan a la Primera Sección, dentro de dos años, en 2015.
Por ahora, la región se perfila como la que más dolores de cabeza le puede dar al kirchnerismo cuando se cuenten los votos de las primarias de agosto y las generales de octubre. Eso es lo que indican las encuestas que encarga la propia Casa Rosada.