Res publica sensu stricto

¿Quién conoce caballero entre nosotros que haga alarde de ser indio neto? ¿Quién casaría a su hermana o a su hija con un infanzón de la Araucania, y no mil veces con un zapatero inglés?
Juan Bautista Alberdi
Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina.

Hace tiempo que vengo rumiando lo que sigue. Hoy me tiro a la pileta. No soy ni escritor, ni producto universitario. Soy un ciudadano corriente que puede jactarse de ser autodidacta, que se sitúa más bien a la izquierda y que trata de leer todo lo que pasa por sus manos o pantalla en un afán de ser lo menos bruto posible. No es fácil. No soy ni he sido peronista —mi padre sí lo fue, pero no me contagió—, aunque reconozco abiertamente que los últimos diez años (léase los gobiernos Kirchner) son lo mejor que le pasó a nuestro país en los últimos dos siglos. Las cifras lo prueban y no estoy hablando de las cifras del INDEC, sino de aquellas colectadas por la mayoría de las entidades internacionales y comentadas aquí y allá por opiniones mundialmente reconocidas.

Hablo aquí de la base de datos del Banco Mundial y de Paul Robin Krugman, que no pueden ser tildados ni de kirchneristas ni de izquierdistas. Repito: al no ser un producto universitario, me agarro de donde puedo. Si alguien puede sugerirme otras fuentes, que no lo dude, «je suis preneur».

O sea que globalmente podemos aventurarnos a decir que la década ganada, no tan solo es un concepto, una aserción irrefutable, sino también, que no hay época pasada a la que pueda ser científicamente comparada sin sonrisas.

No los voy a agobiar con ejemplos y paso a afirmar el primer punto en torno al cual baso mi análisis: el país va bien, el país va mejor y todo parece indicar que el país va a seguir yendo bien. Por si no queda claro, yo apoyo a este Gobierno.

Luego, Argentina es una República y hasta mi corrector automático me aconseja la mayúscula. La república es legítima en tanto se basa en el principio de soberanía popular. En gaucho: los votos. La República se basa en principios filosóficos potentes de igualdad, fraternidad, exige deberes y otorga derechos. A todos sus integrantes.

No hablo aquí de la republiqueta genocida de Alberdi y secuaces, quién confesaba que: «Con tres millones de indígenas, cristianos y católicos, no realizaríais la república ciertamente. No la realizaríais tampoco con cuatro millones de españoles peninsulares, porque el español puro es incapaz de realizarla allá o acá. Si hemos de componer nuestra población para nuestro sistema de gobierno, si ha de sernos más posible hacer la población para el sistema proclamado que el sistema para la población, es necesario fomentar en nuestro suelo la población anglo-sajona. Ella está identificada con el vapor, el comercio y la libertad, y no será imposible radicar estas cosas entre nosotros sin la cooperación activa de esa raza de progreso y de civilización».

Ahora bien, de un tiempo a esta parte, no logro entender las causas reales del descontento que manifesta un sector si no lo analizo desde la perspectiva de sus intereses de clase, intereses que parecen responder a las afirmaciones aberrantes del susodicho.

Hoy resurgen actitudes que se registran en esa noción, a saber, que la república de algunos no es la República de todos. Que no era necesario reducir la pobreza, ni legiferar sobre la trata, el matrimonio igualitario y la identidad de género, ni declarar la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, ni declarar Papel Prensa de interés público, y ni siquiera pensar en reformar la justicia, puesto que para ellos significaría largar la manija y tener que darle la cara a la ley de Medios.

Los síntomas de tal descontento son calumnias, difamación, incitación a la violencia, revelación de secretos de estado y hasta diagnósticos salvajes. Se emiten desde un espacio autorizado, mucha veces catódico, con una soltura espasmódica, vomitiva, totalmente irresponsable y desenfrenada. Y a modo de alibi, encima nos aseguran: «esto en otros países, no pasa». Y, por una vez, tienen razón.

Por ejemplo, el Señor Eduardo A. Duhalde es abogado y no médico. Sin embargo, opinando sobre la Señora Presidenta se permitió saltar del oráculo al diagnóstico salvaje sin mayor vergüenza: «Mi miedo respecto de la democracia y del sistema es qué va a hacer ante un derrota que se avizora contundente en octubre. En este estado anímico y psicológico, mi temor es qué va a pasar porque (…) está muy alterada y no tiene contención».
¿De dónde saca la información para permitirse tal aserción? Está emitiendo un juicio sobre la salud mental de la Presidenta de la República, sin ningún dato que corrobore o ni siquiera illustre lo que que afirma.

Yo pregunto: ¿entra esta declaración dentro del marco de la ley de Calumnias e Injurias en la medida en la que se trata, sin lugar a dudas, de una aserción? Y me respondo: por varias cabezas, sino cae bajo el espectro de esta ley, le pasa muy cerca. Los expertos jurídicos ratificarán o rectificarán.

Otro que se las trae, el Señor Federico Sturzenegger: «Querer parar la inflación con juventudes hitlerianas es como querer parar un tren gritándole que pare». La lógica es implacable y se lee así: los militantes y funcionarios que participan en el plan «Mirar para Cuidar» son el equivalente nacional des Hitlerjugend, lo que es más que discutible. Para empezar, a partir de 1939 la afiliación era obligatoria, como decía Ratzinger, cosa que aquí no sucede… Luego, la inflación no fue un problema del tercer Reich (todos los artículos estaban racionados), sino uno de los factores que permitieron su llegada al poder dado que capitalizó políticamente el poco tiempo pasado en prisión por el Putsch de Múnich. Ni siquiera los bonos Mefo-Wechsel crearon problemas inflacionarios porque no aumentaron la masa monetaria. O sea que el «hecho histórico real» evocado no es más que un pleonasmo, visto que es raro encontrar hechos irreales.

Yo, que soy primario pero me trato, pienso que este Señor está tratando de infundir un temor público y suscitar desorden con estas voces de alarma, que, «cerise sur le gâteau», no tienen un pito que ver con los «hechos históricos reales».

Hete aquí que tenemos con qué darle y que no es otra cosa que el artículo 211 del Código Penal, puesto que «será reprimido con prisión de dos a seis años, el que, para infundir un temor público o suscitar tumultos o desórdenes, hiciere señales, diere voces de alarma, amenazare con la comisión de un delito de peligro común, o empleare otros medios materiales normalmente idóneos para producir tales efectos». En Francia, por ejemplo, un juez lo hubiese citado al día siguiente, como ha sido el caso con Le Pen (líder de la extrema derecha francesa, racista, xenófobo, negacionista).
Nuevamente: «esto en otros países, no pasa». Ni por casualidad. No pueden decir barbaridades impunemente.

Otro caso interesante, el que nos trae el Señor Joaquín Morales Solá, quien reza, en una arenga encendida, lo que sigue: «Los servicios de inteligencia también están furiosos con su presidenta. Ellos contribuyeron a la pesquisa de Nisman, con la colaboración del espionaje extranjero (…)».

Pero no termina ahí, porque remata, triunfal: «Jueces conocedores de los secretos tribunalicios aseguran que algunos fallos recientes que arrinconaron a la jefa de los fiscales, Alejandra Gils Carbó, tendrían la instigación, al menos, de los servicios de inteligencia.»

My God. Se desprende de lo que nos asegura este Señor que el Señor Nisman trabaja en colaboración con los Servicios de Informaciones, que los Servicios de Información están trabajando para «arrinconar» a una funcionaria pública y que hay jueces que lo saben y no lo denuncian. Es espeluznante lo que afirma.

«Esto en otros países, no pasa». Y si pasa, terminan a la sombra. Y el que no me crea, que lea lo que le pasó a Lewis «Scooter» Libby, jefe de gabinete de Dick Cheney, en el caso de la Señora Valerie Plame-Wilson.

Los paralelos son disimétricos pero no dejan de ser «hechos históricos reales» y tambien pueden tener su traducción en términos penales, porque según el artículo 222: «Será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años, el que revelare secretos políticos, industriales, tecnológicos o militares concernientes a la seguridad, a los medios de defensa o a las relaciones exteriores de la Nación.»

El hecho que todo el mundo sepa hoy que el Señor Nisman trabaja en colaboración con los Servicios de Informaciones es revelar secretos políticos que conciernen la seguridad de la Nación y revelar que los mismos Servicios de Informaciones quieren «arrinconar» a una funcionaria pública con la silenciosa complicidad de los «jueces conocedores» es una barbaridad aberrante que va del cuadro legal de la seguridad del estado a el cuadro de no asistir a una persona en peligro, pasando per el de asociación ilícita.

Señores, vengo a decirles que lo que Uds están haciendo no es de hombres probos, vengo a decirles que están deshonrando el rango que ocupan dentro de esa República de Todos, vengo a decirles que siento vergüenza por Uds que son privilegiados ciudadanos y se la pasan secretando hiel de la más baja factura escudados tras la libertad de expresión. Vengo a decirles que no creo en vuestro dios ni en vuestros eclesiásticos y que, aún así, me siento más cristiano que Uds, pero por la praxis.
Vengo a exigirles que eleven el nivel y que no golpeen genitales sino neuronas. Vengo a aclararles que sería parte legal contra Uds, si algún juez recogiese el guante.
Vengo a confesarles que no creo que forjemos una amistad futura, pero que mi compromiso con la República me exige que los respete en tanto ciudadanos y que se me vuelve cada día más difícil soportar sus bajezas.

Luis Speciale

Página/12 – “Incitación a la violencia

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-221611-2013-06-05.html

Eduardo Duhalde

http://www.lanacion.com.ar/1587850-eduardo-duhalde-mi-miedo-es-que-va-a-hacer-cristina-kirchner-ante-una-derrota-en-octubre

Federico Sturzenegger

http://www.diarioregistrado.com/sociedad/74988-el-economista-del-pro-ratifico-sus-dichos.html

Joaquín Morales Solá

http://www.lanacion.com.ar/1587705-jueces-y-espias-se-sublevan

Código penal

http://www.codigopenalonline.com.ar/codigo_penal_argentino_delitos_orden_publico.html

http://www.codigopenalonline.com.ar/codigo_penal_argentino_delitos_contra_seguridad_de_la_nacion.html

6 comentarios en «Res publica sensu stricto»

  1. ¡Excelente Luis! No me caben más que elogios por tu artículo, y no sólo por la solidez de tus referencias, las de ahora y las de antes (históricas) sino por la manera clara, atractiva, seductora incluso, en que plasmás tus ideas. Tal vez porque coincido en un 100% con ellas, aunque debería ser clara y convincente para cualquiera que lo lea. Me resulta además muy atractiva esa mezcla de «yo que no sé nada» con una erudición callejera (y lectora) que brota por todas partes. Tal vez porque sea más importante la sabiduría que «el saber», o al menos es más valioso para mí.
    Felicitaciones. Fue un verdadero placer leerte.

    Greta.

  2. Sea Ud bienvenido a Artepolitica. Me gustó su post y comparto su irritación con los agoreros, insultadores seriales, vendedores de fruta y destituyentes varios.

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