El Gobierno de México promulgó la Ley de Telecomunicaciones que busca romper con los monopolios y dar más autonomía a los reguladores de este sector que atrae más de $32 mil millones cada año, en un acto público encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto.
“Todos ganan (…), gana la población, porque además de disfrutar de los beneficios de la era digital, tendrá acceso a productos y servicios de mayor calidad y a mejores precios”, dijo Peña Nieto al firmar la promulgación de la ley, aprobada por el legislativo el 30 de abril.
La nueva ley permite hasta un 100% de inversión extranjera directa en la telefonía y hasta 49% en radiodifusión. Además, crea organismos autónomos que regularán las telecomunicaciones.
Peña Nieto, quien calificó la nueva ley como “un paso audaz”, indicó que la reforma constitucional aún debe precisarse en la norma secundaria en los próximos 180 días.
Actualmente, el mercado de telefonía en México está dominado por dos compañías del magnate mexicano Carlos Slim: Telmex, que concentra el 80% de la telefonía fija, y Telcel, con alrededor del 70% de la celular.
En tanto, la televisión está concentrada en las cadenas Televisa (que acapara por lo menos el 70% de la televisión abierta y el 60% del servicio por cable) y TV Azteca.
Peña Nieto detalló que los agentes dominantes estarán sujetos a una regulación “asimétrica” y que se creará el Instituto Federal de telecomunicaciones, un organismo regulador y autónomo que otorgará y revocará las concesiones, una atribución que hasta ahora había sido potestad del Ejecutivo.
La ley en mención nació de una iniciativa del Presidente mexicano, que contó con el apoyo de los partidos de oposición. El acuerdo busca también abrir a la inversión a Petróleos de México, el principal motor de la economía de este país.
“Todos ganan (…), gana la población, porque además de disfrutar de los beneficios de la era digital, tendrá acceso a productos y servicios de mayor calidad y a mejores precios”, dijo Peña Nieto al firmar la promulgación de la ley, aprobada por el legislativo el 30 de abril.
La nueva ley permite hasta un 100% de inversión extranjera directa en la telefonía y hasta 49% en radiodifusión. Además, crea organismos autónomos que regularán las telecomunicaciones.
Peña Nieto, quien calificó la nueva ley como “un paso audaz”, indicó que la reforma constitucional aún debe precisarse en la norma secundaria en los próximos 180 días.
Actualmente, el mercado de telefonía en México está dominado por dos compañías del magnate mexicano Carlos Slim: Telmex, que concentra el 80% de la telefonía fija, y Telcel, con alrededor del 70% de la celular.
En tanto, la televisión está concentrada en las cadenas Televisa (que acapara por lo menos el 70% de la televisión abierta y el 60% del servicio por cable) y TV Azteca.
Peña Nieto detalló que los agentes dominantes estarán sujetos a una regulación “asimétrica” y que se creará el Instituto Federal de telecomunicaciones, un organismo regulador y autónomo que otorgará y revocará las concesiones, una atribución que hasta ahora había sido potestad del Ejecutivo.
La ley en mención nació de una iniciativa del Presidente mexicano, que contó con el apoyo de los partidos de oposición. El acuerdo busca también abrir a la inversión a Petróleos de México, el principal motor de la economía de este país.