“Es Lanata, estúpido”: Cómo está cayendo la imagen de Cristina Kirchner | Opinion

Diego Dillenberger Director de la revista Imagen
Tapar al programa de Jorge Lanata corriendo partidos de Boca o River a las 21.30 suena a una medida desesperada del Gobierno, a un intento de tapar el sol con un dedo. Para peor, en el debut con Boca, primero, y River, el último domingo, el programa de Lanata ganó la “guerra del rating” por goleada. Pero hay encuestas que ayudan a comprender la desesperación del Gobierno.
PPT (Periodismo Para Todos), el programa de Lanata, ya pasó a la historia como el único programa político desde el Tiempo Nuevo de fines de los 80, con Bernardo Neustadt y Mariano Grondona, capaz de hacer picos de 30 puntos de rating. Y por entonces la penetración del cable en la Argentina era menor y había muchas menos opciones de canales y entretenimiento online, por eso el programa de Lanata tiene aún más mérito.
El consultor Roberto Starke, un asesor de comunicación y asuntos públicos de empresarios y políticos, dijo hace un par de semanas en mi programa de Cable, La Hora de Maquiavelo, que “ni nos podemos imaginar el daño que le está causando el programa de Lanata a la imagen de Cristina Kirchner”. En un primer momento uno podría tomar esta afirmación como que se refería a la ventilación pública en general de todas esas denuncias de presuntas bóvedas llenas de euros y bolsos llenos de billetes que se pesan en lugar de contarlos y que vinculan al empresario y ex socio de Néstor Kirchner, Lázaro Báez.
Sin embargo aquí no es tanto el contenido lo que estaría “destruyendo” la imagen de la Presidenta, sino más bien el envase. Muchas de las sonadas denuncias ya eran conocidas por una parte de la opinión pública. El escritor, periodista y político Jorge Asís las había publicado en libros y en su página web. Elisa Carrió venía adelantando muchas de esas acusaciones hace años.
Pero ahora la imagen positiva de Cristina Fernández viene cayendo a nivel nacional de 34 a 26 por ciento; y la negativa, subiendo de 39 a 43 por ciento entre marzo y abril, cuando arrancó el programa de Lanata, según la encuestadora Management & Fit. Una encuesta nacional de la consultora Datamática daba ya el año pasado que el 50 por ciento le creía más a Lanata que a la Presidenta, a quién creía más que a Lanata solo el 24 por ciento.
Hay que entender la reacción del gobierno ante estos números. Fracasado el “7D” porque un fallo de segunda instancia declaró parte de la Ley de Medios inconstitucional, intentó aplicar la polémica Ley de Mercados de Capitales contra Clarín, que permite intervenir una empresa ante el solo requisito de un accionista minoritario (el propio Gobierno) sin que el intervenido tenga derecho a recurrir a la Justicia.
Al no haber funcionado tampoco este intento por el rechazo social y el decreto –ahora convertido en ley– de la Ciudad de Buenos Aires que protege a los medios en su ejido, apareció la –pobre– idea de “tapar” a Lanata con el fútbol.
“Desde que empezó con las denuncias de bolsos, bóvedas y paraísos fiscales que salpican directamente a la Presidenta, su imagen fue cayendo a razón de dos puntos promedio por programa”, dice en off the record un consultor del oficialismo en base a encuestas que dice no poder mostrar pero que ratifican las de Management & Fit.
Pero la comprobación de que Periodismo Para Todos tuvo directamente que ver con el derrumbe de imagen que está sufriendo la Presidenta está en Mendoza. Allí el regionalmente poderoso multimedio y operador de cable del grupo Vila-Manzano había decidido no transmitir el programa de Lanata para la zona de Cuyo. En esa región la imagen personal de Cristina Kirchner, con sus mismos problemas de gestión, la inflación y el dólar, se mantenía diez puntos por encima de la media nacional, según una encuesta de Julio Aurelio.
Y no es que los cuyanos no tuvieran acceso a la información sobre las denuncias: el diario Los Andes, del que es accionista el Grupo Clarín, lidera en tirada en Mendoza por lejos, donde además cualquiera puede acceder a las mismas fuentes que los porteños por Internet o las cada vez más ubicuas redes sociales.
La sorprendente decisión de Vila-Manzano de la semana pasada de permitir que los cuyanos vean a Lanata por TV abierta es toda una revolución política para un grupo de medios hasta ahora muy cercano a la Casa Rosada. Habrá que ver cómo evoluciona ahora allá la imagen de la Presidenta.
Mientras tanto recordemos que el legendario James Carville, asesor de campaña de Bill Clinton –y ahora también de Daniel Scioli–, escribió el famoso cartelito para sus ghostwriters: “Es la economía, estúpido” porque en ese momento la economía era el talón de Aquiles de los republicanos. Parafraseando a Carville, podríamos afirmar: “Es Lanata, estúpido”.
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2 comentarios en «“Es Lanata, estúpido”: Cómo está cayendo la imagen de Cristina Kirchner | Opinion»

  1. Por suerte en la nota pusieron una foto del autor y recordé su programa de tv «la hora de Maquiavelo» o algo así. Que semelante boludo hable de estúpidos debe considerarse autorreferencial

  2. El poder corrosivo de Lanata unido al poder de difusión del Grupo Clarín es innegable. No parece tener capacidad para construir, pero no es para eso que le pagan (hay quienes dicen que cotiza 100.000u$s por mes).

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