El regreso de las tasas chinas. Es el desvelo de los economistas que actúan en la oposición. Y que transmiten a sus jefes políticos, de Mauricio Macri a Sergio Massa.
No se trata de una película clase B, sino de las tasas de crecimiento de mayo, este mes y el que viene. “En un encuentro con economistas, esta semana, nos pusimos a barajar pronósticos para el trimestre, y se habló de meses con crecimiento otra vez a tasas chinas ”, relata Luciano Laspina, economista jefe del Banco Ciudad, y precandidato a diputado del PRO en Santa Fe.
Entre los números que estos economistas siguen con atención están los del estudio de Orlando Ferreres, que calculó que en el segundo trimestre la economía crecería un 5%, con algún mes arriba del 6%.
“Es básicamente por la cosecha gruesa, el crecimiento agrícola da 15% -dice Fausto Spotorno, de ese estudio-.
El tercer trimestre sería similar”.
“A mi me da u n crecimiento de entre 4,5 y 5 por ciento”, señala Martín Redrado, quien en estos días ha presentado programas de promoción industrial en Tigre, de la mano de Sergio Massa.
Más números: en mayo la producción de autos creció 32,2% y la venta de materiales de la construcción (Indice Construya), 9,3%.
“¿Cómo hacés campaña diciéndole a la gente que la economía está mal cuando los números que están sobre la mesa son estos -se preguntaba un economista del armado PJ/PRO-.
Justo antes de las elecciones, ¡vuelven las tasas chinas!” “Pero no son datos genuinos, estás comparando con un número bajísimo del año pasado -retruca Redrado-. En junio de 2012, la economía caía 7%. El segundo trimestre fue el peor del año pasado, por lo que todos los números ahora dan para arriba”.
Para el ex presidente del Banco Central (alque no ven en la lista de Massa, pero sí acompañándolo en la gestión), “algunos sobreactúan el efecto dinamizador que pueden tener las paritarias o la suba de la Asignación Universal por Hijo. Pero la realidad sigue siendo muy heterogénea, hay muchos otros sectores a los que les va mal. Comparar el segundo trimestre contra el segundo trimestre puede llamar a error ”, Ante la pregunta de qué efecto pueden tener esos números en la campaña electoral, Redrado responde: “Sin duda les vienen bien al Gobierno, pero la sensación térmica más importante es el empleo, lo que la gente siente en términos de bienestar, y la verdad es que podrás registrar en este trimestre un alza fuerte, pero es una situación floja ”.
“Hacer campaña con estos números será un desafío -reconoce Laspina-. Lo que hay que decirle a la gente es que es un crecimiento estadístico, un rebote después de una pésima cosecha; es algo que no llega al bolsillo, ahí llega el empleo y el salario, que están planchados o cayendo. Estaríamos peor sin este rebote, claro, pero esto no se traducirá ni en más inversión, ni más empleo o salario. En última instancia, lo que hay que preguntarle a la gente es si se siente un 6% mejor”.
Un dato que deja sabor amargo en la boca a estos economistas: la suba llega justo hasta las elecciones.
Para Redrado, el año cierra con un crecimiento de 2,3%; para Laspina, 3%; coinciden en que a partir de octubre las cifras se caen. Miguel Bein estira al 4% el cierre anual; asegura que después de octubre “ el ingreso real se licua y la obra pública desaparece”. Spotorno también ve un cuarto trimestre para abajo. Pero, para los economistas que juegan el partido de la política (y sus jefes), ya será tarde.
Las elecciones habrán pasado. Y las urnas se habrán jugado con el clima templado por las tasas chinas.
No se trata de una película clase B, sino de las tasas de crecimiento de mayo, este mes y el que viene. “En un encuentro con economistas, esta semana, nos pusimos a barajar pronósticos para el trimestre, y se habló de meses con crecimiento otra vez a tasas chinas ”, relata Luciano Laspina, economista jefe del Banco Ciudad, y precandidato a diputado del PRO en Santa Fe.
Entre los números que estos economistas siguen con atención están los del estudio de Orlando Ferreres, que calculó que en el segundo trimestre la economía crecería un 5%, con algún mes arriba del 6%.
“Es básicamente por la cosecha gruesa, el crecimiento agrícola da 15% -dice Fausto Spotorno, de ese estudio-.
El tercer trimestre sería similar”.
“A mi me da u n crecimiento de entre 4,5 y 5 por ciento”, señala Martín Redrado, quien en estos días ha presentado programas de promoción industrial en Tigre, de la mano de Sergio Massa.
Más números: en mayo la producción de autos creció 32,2% y la venta de materiales de la construcción (Indice Construya), 9,3%.
“¿Cómo hacés campaña diciéndole a la gente que la economía está mal cuando los números que están sobre la mesa son estos -se preguntaba un economista del armado PJ/PRO-.
Justo antes de las elecciones, ¡vuelven las tasas chinas!” “Pero no son datos genuinos, estás comparando con un número bajísimo del año pasado -retruca Redrado-. En junio de 2012, la economía caía 7%. El segundo trimestre fue el peor del año pasado, por lo que todos los números ahora dan para arriba”.
Para el ex presidente del Banco Central (alque no ven en la lista de Massa, pero sí acompañándolo en la gestión), “algunos sobreactúan el efecto dinamizador que pueden tener las paritarias o la suba de la Asignación Universal por Hijo. Pero la realidad sigue siendo muy heterogénea, hay muchos otros sectores a los que les va mal. Comparar el segundo trimestre contra el segundo trimestre puede llamar a error ”, Ante la pregunta de qué efecto pueden tener esos números en la campaña electoral, Redrado responde: “Sin duda les vienen bien al Gobierno, pero la sensación térmica más importante es el empleo, lo que la gente siente en términos de bienestar, y la verdad es que podrás registrar en este trimestre un alza fuerte, pero es una situación floja ”.
“Hacer campaña con estos números será un desafío -reconoce Laspina-. Lo que hay que decirle a la gente es que es un crecimiento estadístico, un rebote después de una pésima cosecha; es algo que no llega al bolsillo, ahí llega el empleo y el salario, que están planchados o cayendo. Estaríamos peor sin este rebote, claro, pero esto no se traducirá ni en más inversión, ni más empleo o salario. En última instancia, lo que hay que preguntarle a la gente es si se siente un 6% mejor”.
Un dato que deja sabor amargo en la boca a estos economistas: la suba llega justo hasta las elecciones.
Para Redrado, el año cierra con un crecimiento de 2,3%; para Laspina, 3%; coinciden en que a partir de octubre las cifras se caen. Miguel Bein estira al 4% el cierre anual; asegura que después de octubre “ el ingreso real se licua y la obra pública desaparece”. Spotorno también ve un cuarto trimestre para abajo. Pero, para los economistas que juegan el partido de la política (y sus jefes), ya será tarde.
Las elecciones habrán pasado. Y las urnas se habrán jugado con el clima templado por las tasas chinas.