La diputada Margarita Stolbizer en su casa de Castelar. Foto: Mariana Araujo
En su casa de Castelar, donde Margarita Stolbizer vive hace 20 años, se habla más de básquet que de política. Sus tres hijos son buenos jugadores, pero uno, Nicolás Laprovittola, es una de las grandes esperanzas del básquetbol argentino. En la foto que ilustra la nota, bajo la sombra del aro donde Nicolás practicó tantos años, su madre se recuesta en el diván y se ilusiona con meter un triple en octubre: llegar al 30 por ciento.
– Si tuviera que identificar sus fortalezas y debilidades dentro de la política, ¿cuáles serían?
-La debilidad es que no soy tan astuta para negociar, no soy lo suficientemente firme. Por eso mando a los que son buenos. Y mi principal fortaleza es la capacidad de trabajo, puedo trabajar 20 horas por día sin cansarme. Y lo otro es resistir los momentos más difíciles sin que se me salga la cadena.
-¿Cuál fue el momento más difícil, en el que tuvo que controlar «la cadena»?
-El más traumático fue tomar la decisión de irme del radicalismo. En 2007 yo era secretaria general de la UCR y una mañana escucho en la radio que la noche anterior había habido una reunión cumbre del radicalismo con Lavagna y yo no estaba ni enterada. Hice un escándalo en el comité. Hacer un acuerdo con Lavagna significaba ir a sentarse con todo el duhaldismo que nosotros habíamos combatido los últimos 20 años. En ese contexto me acerco a Carrió.
-2007: Carrió fue candidata a presidenta y usted a gobernadora. Mire esta foto de aquel momento de amor (las dos abrazadas con las mejillas pegadas). ¿Por qué con Carrió duran tan poco las flechas de Cupido?
-La respeto muchísimo, pero termina siendo la destructora de las cosas que construye, va dinamitando sus alianzas. Ella decidió de un día para otro convertir la Coalición Cívica en un partido político liderado por ella, lo que le hacía perder autonomía a todos los que lo integraban. Nosotros no aceptamos ser parte de eso, queríamos seguir siendo GEN.
-Y cuando usted se sentó a plantearle el desacuerdo, ¿qué.
(Interrumpe) -Es inexistente ese ida y vuelta. Cuando ella quiere algo, toma la decisión y te lo comunica. No hay discusión.
-Este acuerdo para 2013, ¿a qué presidente postula en 2015?
-A Binner. Seguimos trabajando con su figura, creemos que hay que salir de la crispación cristinista.
-Pensemos como si fuéramos consultores políticos: ¿qué vende cada candidato? Simplificando podríamos decir que De Narváez vende seguridad. Scioli vende continuidad sin crispación. Massa vende…
(Interrumpe) -Humo (se ríe). Hay una sobrevaloración de Massa muy grande. Su fortaleza no tiene que ver con lo electoral, sino con la intriga. A 24 horas del cierre de listas no se sabe si va a ser oficialista u opositor. ¡Eso es vender humo!
-Massa puede mostrar Tigre.
-Sí, pero eso no le da para constituirse en un referente del nivel del que habla todo el mundo. Aun cuando ganara la elección, sigo pensando que es un candidato sobrevaluado. Detrás de esas candidaturas siempre hay presiones económicas.
-¿Quiénes presionarían?
-Todos los grupos de poder que quieren seguir beneficiándose, pero con alguien que tenga un discurso más moderado. Massa, igual que Boudou y Diego Bossio, vienen de militancia en sectores de derecha.
-¿Y para qué lado irá?
-No sé, pero elija lo que elija no va a dejar de ser más de lo mismo.
-(Foto de Massa sentado con Scioli en una mesa).
-La mesa de las indefiniciones. En un país tan polarizado, dos personas que están al tope de la opinión pública lo hacen desde la indefinición absoluta. No se sabe de qué lado están.
-¿Le sorprendió que De Narváez incluya en la lista a su esposa?
-No. Es una demostración de su propia debilidad. Cuando se necesita recurrir a los parientes, ellos son su única fortaleza.
-Tema Corte Suprema: Cristina dijo que no sería extraño que dicten una cautelar para que no se pueda elegir presidente.
-Me dio la impresión que el discurso de la Presidenta muestra una caída en el nivel. Plantear una cosa así es prácticamente plantear un anuncio de golpe de la Corte. Es una manifestación muy peligrosa porque implica la no aceptación de los fallos de la Justicia.
-¿Cree que intentarán reformar la Constitución?
-Si tienen margen, no tengo dudas. Pero no creo que lo vayan a tener.
-A la gente le gustan las historias de autosuperación. Gente que sobrevivió a tragedias personales. Usted tuvo la suya. A los 30 años sufrió el síndrome de Guillain-Barré, que le paralizó parte del cuerpo. Estuvo al borde de la muerte y gracias a su fortaleza salió adelante. Sin embargo, nunca lo menciona.
-Es que no me gusta la política autorreferencial. Y mucho menos la utilización del dolor, ni propio ni ajeno, para construirme políticamente.
-Algo que flota en el inconsciente colectivo podría resumirse así: «Alfonsín o Stolbizer son buena gente. Les dejaría a los chicos para que me los cuiden una noche. Ahora, dejarles un país…»
(Inspira hondo y sonríe) -¿Sabés la cantidad de gente que me dice «Sos una buena maestra, pero no sé si podrías manejar la policía»?
-¿Y qué les responde?
-La Argentina necesita que la maneje gente que también pueda cuidar a tus hijos. La gente a la que vos no le confiarías a tus hijos maneja la provincia. Alguna vez esto lo va a tener que manejar gente honesta.
-Abogado del diablo: «Lo que dijo es muy tierno. Agreguémoslo como un capítulo más de El Principito».
– ¡Agreguémoslo! Yo sigo leyendo El Principito y me parece que todavía forma parte de la cultura de valores que la Argentina debe recuperar.
– Dejamos acá.
Margarita Rosa Stolbizer
Edad: 58
Ocupación: Abogada. Diputada por la provincia de Buenos Aires de GEN. Primera candidata a renovar su banca por el Frente Progresista Cívico y Social
Observaciones: Gran capacidad de síntesis y transmisión de sus ideas. Lo hace con serenidad y convicción .
En su casa de Castelar, donde Margarita Stolbizer vive hace 20 años, se habla más de básquet que de política. Sus tres hijos son buenos jugadores, pero uno, Nicolás Laprovittola, es una de las grandes esperanzas del básquetbol argentino. En la foto que ilustra la nota, bajo la sombra del aro donde Nicolás practicó tantos años, su madre se recuesta en el diván y se ilusiona con meter un triple en octubre: llegar al 30 por ciento.
– Si tuviera que identificar sus fortalezas y debilidades dentro de la política, ¿cuáles serían?
-La debilidad es que no soy tan astuta para negociar, no soy lo suficientemente firme. Por eso mando a los que son buenos. Y mi principal fortaleza es la capacidad de trabajo, puedo trabajar 20 horas por día sin cansarme. Y lo otro es resistir los momentos más difíciles sin que se me salga la cadena.
-¿Cuál fue el momento más difícil, en el que tuvo que controlar «la cadena»?
-El más traumático fue tomar la decisión de irme del radicalismo. En 2007 yo era secretaria general de la UCR y una mañana escucho en la radio que la noche anterior había habido una reunión cumbre del radicalismo con Lavagna y yo no estaba ni enterada. Hice un escándalo en el comité. Hacer un acuerdo con Lavagna significaba ir a sentarse con todo el duhaldismo que nosotros habíamos combatido los últimos 20 años. En ese contexto me acerco a Carrió.
-2007: Carrió fue candidata a presidenta y usted a gobernadora. Mire esta foto de aquel momento de amor (las dos abrazadas con las mejillas pegadas). ¿Por qué con Carrió duran tan poco las flechas de Cupido?
-La respeto muchísimo, pero termina siendo la destructora de las cosas que construye, va dinamitando sus alianzas. Ella decidió de un día para otro convertir la Coalición Cívica en un partido político liderado por ella, lo que le hacía perder autonomía a todos los que lo integraban. Nosotros no aceptamos ser parte de eso, queríamos seguir siendo GEN.
-Y cuando usted se sentó a plantearle el desacuerdo, ¿qué.
(Interrumpe) -Es inexistente ese ida y vuelta. Cuando ella quiere algo, toma la decisión y te lo comunica. No hay discusión.
-Este acuerdo para 2013, ¿a qué presidente postula en 2015?
-A Binner. Seguimos trabajando con su figura, creemos que hay que salir de la crispación cristinista.
-Pensemos como si fuéramos consultores políticos: ¿qué vende cada candidato? Simplificando podríamos decir que De Narváez vende seguridad. Scioli vende continuidad sin crispación. Massa vende…
(Interrumpe) -Humo (se ríe). Hay una sobrevaloración de Massa muy grande. Su fortaleza no tiene que ver con lo electoral, sino con la intriga. A 24 horas del cierre de listas no se sabe si va a ser oficialista u opositor. ¡Eso es vender humo!
-Massa puede mostrar Tigre.
-Sí, pero eso no le da para constituirse en un referente del nivel del que habla todo el mundo. Aun cuando ganara la elección, sigo pensando que es un candidato sobrevaluado. Detrás de esas candidaturas siempre hay presiones económicas.
-¿Quiénes presionarían?
-Todos los grupos de poder que quieren seguir beneficiándose, pero con alguien que tenga un discurso más moderado. Massa, igual que Boudou y Diego Bossio, vienen de militancia en sectores de derecha.
-¿Y para qué lado irá?
-No sé, pero elija lo que elija no va a dejar de ser más de lo mismo.
-(Foto de Massa sentado con Scioli en una mesa).
-La mesa de las indefiniciones. En un país tan polarizado, dos personas que están al tope de la opinión pública lo hacen desde la indefinición absoluta. No se sabe de qué lado están.
-¿Le sorprendió que De Narváez incluya en la lista a su esposa?
-No. Es una demostración de su propia debilidad. Cuando se necesita recurrir a los parientes, ellos son su única fortaleza.
-Tema Corte Suprema: Cristina dijo que no sería extraño que dicten una cautelar para que no se pueda elegir presidente.
-Me dio la impresión que el discurso de la Presidenta muestra una caída en el nivel. Plantear una cosa así es prácticamente plantear un anuncio de golpe de la Corte. Es una manifestación muy peligrosa porque implica la no aceptación de los fallos de la Justicia.
-¿Cree que intentarán reformar la Constitución?
-Si tienen margen, no tengo dudas. Pero no creo que lo vayan a tener.
-A la gente le gustan las historias de autosuperación. Gente que sobrevivió a tragedias personales. Usted tuvo la suya. A los 30 años sufrió el síndrome de Guillain-Barré, que le paralizó parte del cuerpo. Estuvo al borde de la muerte y gracias a su fortaleza salió adelante. Sin embargo, nunca lo menciona.
-Es que no me gusta la política autorreferencial. Y mucho menos la utilización del dolor, ni propio ni ajeno, para construirme políticamente.
-Algo que flota en el inconsciente colectivo podría resumirse así: «Alfonsín o Stolbizer son buena gente. Les dejaría a los chicos para que me los cuiden una noche. Ahora, dejarles un país…»
(Inspira hondo y sonríe) -¿Sabés la cantidad de gente que me dice «Sos una buena maestra, pero no sé si podrías manejar la policía»?
-¿Y qué les responde?
-La Argentina necesita que la maneje gente que también pueda cuidar a tus hijos. La gente a la que vos no le confiarías a tus hijos maneja la provincia. Alguna vez esto lo va a tener que manejar gente honesta.
-Abogado del diablo: «Lo que dijo es muy tierno. Agreguémoslo como un capítulo más de El Principito».
– ¡Agreguémoslo! Yo sigo leyendo El Principito y me parece que todavía forma parte de la cultura de valores que la Argentina debe recuperar.
– Dejamos acá.
Margarita Rosa Stolbizer
Edad: 58
Ocupación: Abogada. Diputada por la provincia de Buenos Aires de GEN. Primera candidata a renovar su banca por el Frente Progresista Cívico y Social
Observaciones: Gran capacidad de síntesis y transmisión de sus ideas. Lo hace con serenidad y convicción .
