Un gobierno superpoderoso, un sistema electoral arcaico hecho para quien gobierna y un frente que aglutina a quienes ocuparon la gobernación desde 1987 hasta hoy. A eso se enfrentó en Misiones un partido organizado, con decenas de jóvenes que no sólo pegaron carteles, sino que encabezaron las listas.
Hace días nadie imaginaba que el oficialismo de Misiones perdería peso electoral. Cuando llegamos el viernes a acompañar a los candidatos radicales, nadie creía en ellos y las encuestas los dejaban al fondo de la tabla.
El domingo en Misiones, el radicalismo sentó las bases del triunfo de 2015. Además de incorporar más legisladores, la UCR obtuvo triunfos históricos en Iguazú y Eldorado y empató con el oficialismo en Posadas, donde los dos concejales que ingresan por el radicalismo tienen menos de 30 años.
En la otra punta del país, se elegían concejales de la ciudad de Neuquén. Dos fuerzas obtuvieron la misma cantidad de ediles, una articulada por el radicalismo, otra la que desde 1983 gobierna la provincia.
Allí también hay aires de cambio, hay una provincia que necesita oxígeno y alternancia.
Quedó claro que hubo dos elecciones locales que dan lecciones nacionales.
Primero, no alcanza con la imagen de una figura para construir una alternativa: tanto en Misiones como en Neuquén el recambio de gobierno vendrá con ciudadanos articulados en un partido renovado, con ideas, previsibilidad y referencia nacional, ese partido es el radicalismo.
Segundo, el resultado del Frente para la Victoria estuvo, en ambos casos, mano a mano con los votos en blanco.
Tercero, hay un partido, la UCR, que se recompone de abajo hacia arriba, que tendrá en 2013 elecciones excelentes en todo el país y que será noticia no por una frase, un lanzamiento, un spot o una sonrisa, sino porque en el 2015 será la alternativa nacional al peronismo.
El año electoral empieza muy bien.
Cuando muchos esperan que la noticia sea una persona, la novedad será un partido. Cuando muchos creen que de 2013 emergerá un individuo redentor, de 2013 surgirá un colectivo de alternativa que además será garantía de alternancia. Cuando muchos se peleaban por darle un acta de defunción al sistema de partidos, en 2013 elegiremos partidos, porque los partidos dan garantías, certezas y confianza.
Hace días nadie imaginaba que el oficialismo de Misiones perdería peso electoral. Cuando llegamos el viernes a acompañar a los candidatos radicales, nadie creía en ellos y las encuestas los dejaban al fondo de la tabla.
El domingo en Misiones, el radicalismo sentó las bases del triunfo de 2015. Además de incorporar más legisladores, la UCR obtuvo triunfos históricos en Iguazú y Eldorado y empató con el oficialismo en Posadas, donde los dos concejales que ingresan por el radicalismo tienen menos de 30 años.
En la otra punta del país, se elegían concejales de la ciudad de Neuquén. Dos fuerzas obtuvieron la misma cantidad de ediles, una articulada por el radicalismo, otra la que desde 1983 gobierna la provincia.
Allí también hay aires de cambio, hay una provincia que necesita oxígeno y alternancia.
Quedó claro que hubo dos elecciones locales que dan lecciones nacionales.
Primero, no alcanza con la imagen de una figura para construir una alternativa: tanto en Misiones como en Neuquén el recambio de gobierno vendrá con ciudadanos articulados en un partido renovado, con ideas, previsibilidad y referencia nacional, ese partido es el radicalismo.
Segundo, el resultado del Frente para la Victoria estuvo, en ambos casos, mano a mano con los votos en blanco.
Tercero, hay un partido, la UCR, que se recompone de abajo hacia arriba, que tendrá en 2013 elecciones excelentes en todo el país y que será noticia no por una frase, un lanzamiento, un spot o una sonrisa, sino porque en el 2015 será la alternativa nacional al peronismo.
El año electoral empieza muy bien.
Cuando muchos esperan que la noticia sea una persona, la novedad será un partido. Cuando muchos creen que de 2013 emergerá un individuo redentor, de 2013 surgirá un colectivo de alternativa que además será garantía de alternancia. Cuando muchos se peleaban por darle un acta de defunción al sistema de partidos, en 2013 elegiremos partidos, porque los partidos dan garantías, certezas y confianza.