Marco Schnabl, argentino que ejerce desde hace tres décadas en Nueva York.
Los holdouts seguramente ganarán el caso contra la Argentina en Nueva York, pero no podrán cobrar porque no hay activos comerciales en el exterior. Así lo afirmó el abogado Marco Schnabl, un argentino que ejerce desde hace tres décadas en Nueva York, en una entrevista con LA NACION.
Schnabl, quien estuvo en Buenos Aires recientemente para dialogar con los bancos locale s sobre este caso, sostuvo que en la Argentina se sobreestima la importancia de la opinión del gobierno de Estados Unidos sobre los jueces de ese país. Por otro lado, este abogado y economista que es socio de la firma Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom LLP, consideró que será muy difícil que la Corte Suprema de Estados Unidos tome otro caso referido a la Argentina, ya que actualmente analiza otros dos, referidos a una disputa con British Gas y otro de las cuentas del Banco Nación.
-¿Cuál es su pronóstico sobre el fallo de la Cámara?
-No sé qué hará el tribunal en forma inmediata, siempre opiné que esto se resuelve con un arreglo económico entre la Argentina y los holdouts . Esta causa es el principio del fin para los holdouts: aunque ganen la causa, lo cual es muy factible. Porque es probable que la Argentina no acepte el fallo y haga caer los bonos en forma temporal, hasta que el Gobierno arbitre medios para pagarles a los bonistas reestructurados. Por lo tanto, los holdouts entenderán que el fallo no les sirve sin activos para embargar. Haber embargado la Fragata Libertad, para los acreedores significa haber rascado del fondo del barril. Lo último significativo que tuvieron para embargar fueron los fondos que pasaron de las AFJP a la Anses y que estaban en Nueva York, nada más.
-¿Y qué pasará con el rol de los intermediarios como el Bank of New York?
-No tengo dudas de que la justicia dejará en firme la orden de no innovar para los intermediarios, pero esto no le impedirá a la Argentina pagarles a los bonistas en la esquina de San Martín y Corrientes. De todos modos, no será fácil hacerlo, porque intermediarios, como DTC y Euroclear, son los únicos que saben quiénes son los bonistas.
-¿Y entonces quién podría ayudar al Gobierno a hacer el pago a los bonistas reestructurados en Buenos Aires?
-Lo puede hacer el Banco Nación o el Banco Central. Si hay plata y buena voluntad, no habrá problema. Claro que, como no es lo mismo pagar un bono en Nueva York que en Buenos Aires, el Gobierno deberá pagar un poco más para abonar en la Argentina. Posiblemente, eso implique estar en desacato con la justicia de Estados Unidos y habrá una sensación negativa, pero la situación no cambiará, ya que decir que la Argentina está fuera del sistema financiero internacional ocurre desde hace diez años.
-¿Puede la justicia de EE.UU. aplicar su fallo fuera del país?
Alguien puede pedir que se ejecute un fallo de Estados Unidos en otro país, pero no significa que se lo vayan a conceder.
-¿Coincide con el Gobierno en que el fallo del juez Griesa viola la inmunidad soberana de la Argentina?
-La Argentina hizo un pedido de revisión ante la Corte Suprema de Estados Unidos sobre la base de dos criterios. Uno es decir que el fallo del pari passu estuvo equivocado, lo cual es irrelevante para la justicia federal, ya que ése es un tema de derecho estatal en Estados Unidos. El otro asunto sí puede importar, porque se refiere a que la orden involucra activos soberanos en el extranjero y, como el dinero no está en Estados Unidos, el fallo es inadecuado.
-¿Cuánto influiría un nuevo escrito de Estados Unidos?
-En la Argentina se exagera la importancia del amicus de Estados Unidos y del FMI, porque hay una tendencia latina a pensar que los tribunales hacen lo que les dicen los gobiernos. En Estados Unidos, es muy diferente. Sólo tomarán en cuenta el escrito del gobierno norteamericano si agrega argumentos. En un caso por indemnizaciones por el Holocausto pedí la opinión del gobierno, que, invitado por el tribunal, lo hizo. Pero el tribunal hizo lo contrario a lo que le dijo el gobierno.
-¿Qué puede ser relevante para que la Corte Suprema acepte el caso?
-No será fácil que tome un tercer caso sobre la Argentina cuando ya tiene dos: el de British Gas y el Discovery del Banco Nación. Para la Argentina, éste es un caso relevante; pero para el resto del mundo, no, porque la deuda de la mayoría de los gobiernos tiene cláusulas de acción colectiva para evitar estos problemas con los holdouts . La Argentina debe convencer a la Corte de que hay una violación de la ley de inmunidad soberana y subrayar el efecto nocivo sobre otros casos de reestructuración, pero no le veo consecuencias sistémicas al caso.
-Los bonistas que entraron a los canjes afirmaron que sí las hay, porque los holdouts quieren bloquearles el cobro de los bonos en Nueva York.
-Uno podría construir el argumento contrario: que Nueva York es un lugar muy seguro y atractivo para los acreedores.
-¿En qué tipo de acuerdo piensa para superar el tema?
-Uno voluntario entre el Gobierno y todos los acreedores: bonistas, empresas en el Ciadi y otros. Es de sentido común y ocurrirá cuando los holdouts descubran que siguen ganando causas, pero no cobran. Habrá que ver si ocurre con éste u otro gobierno en la Argentina, pero ése es un tema político.
-¿Y qué implicaría para la Argentina ese acuerdo?
-Posiblemente haya que darles algo más de dinero que en el canje; la discusión será cuánto más. Pero el arreglo se acercará mucho más a lo que ofrece la Argentina que a lo que piden los «buitres».
-¿Sirve eliminar la ley cerrojo?
-La Argentina ya demostró que, desde su punto de vista, la eliminación de la ley es útil.
-Da por sentado que la Argentina no acatará el fallo. ¿La reputación no importa?
-Es una mancha más al tigre. A los inversores no les cambiará la perspectiva sobre el Gobierno. Y si mañana viene otro, con otras políticas, a nadie le importará que el país haya estado en desacato. .
Los holdouts seguramente ganarán el caso contra la Argentina en Nueva York, pero no podrán cobrar porque no hay activos comerciales en el exterior. Así lo afirmó el abogado Marco Schnabl, un argentino que ejerce desde hace tres décadas en Nueva York, en una entrevista con LA NACION.
Schnabl, quien estuvo en Buenos Aires recientemente para dialogar con los bancos locale s sobre este caso, sostuvo que en la Argentina se sobreestima la importancia de la opinión del gobierno de Estados Unidos sobre los jueces de ese país. Por otro lado, este abogado y economista que es socio de la firma Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom LLP, consideró que será muy difícil que la Corte Suprema de Estados Unidos tome otro caso referido a la Argentina, ya que actualmente analiza otros dos, referidos a una disputa con British Gas y otro de las cuentas del Banco Nación.
-¿Cuál es su pronóstico sobre el fallo de la Cámara?
-No sé qué hará el tribunal en forma inmediata, siempre opiné que esto se resuelve con un arreglo económico entre la Argentina y los holdouts . Esta causa es el principio del fin para los holdouts: aunque ganen la causa, lo cual es muy factible. Porque es probable que la Argentina no acepte el fallo y haga caer los bonos en forma temporal, hasta que el Gobierno arbitre medios para pagarles a los bonistas reestructurados. Por lo tanto, los holdouts entenderán que el fallo no les sirve sin activos para embargar. Haber embargado la Fragata Libertad, para los acreedores significa haber rascado del fondo del barril. Lo último significativo que tuvieron para embargar fueron los fondos que pasaron de las AFJP a la Anses y que estaban en Nueva York, nada más.
-¿Y qué pasará con el rol de los intermediarios como el Bank of New York?
-No tengo dudas de que la justicia dejará en firme la orden de no innovar para los intermediarios, pero esto no le impedirá a la Argentina pagarles a los bonistas en la esquina de San Martín y Corrientes. De todos modos, no será fácil hacerlo, porque intermediarios, como DTC y Euroclear, son los únicos que saben quiénes son los bonistas.
-¿Y entonces quién podría ayudar al Gobierno a hacer el pago a los bonistas reestructurados en Buenos Aires?
-Lo puede hacer el Banco Nación o el Banco Central. Si hay plata y buena voluntad, no habrá problema. Claro que, como no es lo mismo pagar un bono en Nueva York que en Buenos Aires, el Gobierno deberá pagar un poco más para abonar en la Argentina. Posiblemente, eso implique estar en desacato con la justicia de Estados Unidos y habrá una sensación negativa, pero la situación no cambiará, ya que decir que la Argentina está fuera del sistema financiero internacional ocurre desde hace diez años.
-¿Puede la justicia de EE.UU. aplicar su fallo fuera del país?
Alguien puede pedir que se ejecute un fallo de Estados Unidos en otro país, pero no significa que se lo vayan a conceder.
-¿Coincide con el Gobierno en que el fallo del juez Griesa viola la inmunidad soberana de la Argentina?
-La Argentina hizo un pedido de revisión ante la Corte Suprema de Estados Unidos sobre la base de dos criterios. Uno es decir que el fallo del pari passu estuvo equivocado, lo cual es irrelevante para la justicia federal, ya que ése es un tema de derecho estatal en Estados Unidos. El otro asunto sí puede importar, porque se refiere a que la orden involucra activos soberanos en el extranjero y, como el dinero no está en Estados Unidos, el fallo es inadecuado.
-¿Cuánto influiría un nuevo escrito de Estados Unidos?
-En la Argentina se exagera la importancia del amicus de Estados Unidos y del FMI, porque hay una tendencia latina a pensar que los tribunales hacen lo que les dicen los gobiernos. En Estados Unidos, es muy diferente. Sólo tomarán en cuenta el escrito del gobierno norteamericano si agrega argumentos. En un caso por indemnizaciones por el Holocausto pedí la opinión del gobierno, que, invitado por el tribunal, lo hizo. Pero el tribunal hizo lo contrario a lo que le dijo el gobierno.
-¿Qué puede ser relevante para que la Corte Suprema acepte el caso?
-No será fácil que tome un tercer caso sobre la Argentina cuando ya tiene dos: el de British Gas y el Discovery del Banco Nación. Para la Argentina, éste es un caso relevante; pero para el resto del mundo, no, porque la deuda de la mayoría de los gobiernos tiene cláusulas de acción colectiva para evitar estos problemas con los holdouts . La Argentina debe convencer a la Corte de que hay una violación de la ley de inmunidad soberana y subrayar el efecto nocivo sobre otros casos de reestructuración, pero no le veo consecuencias sistémicas al caso.
-Los bonistas que entraron a los canjes afirmaron que sí las hay, porque los holdouts quieren bloquearles el cobro de los bonos en Nueva York.
-Uno podría construir el argumento contrario: que Nueva York es un lugar muy seguro y atractivo para los acreedores.
-¿En qué tipo de acuerdo piensa para superar el tema?
-Uno voluntario entre el Gobierno y todos los acreedores: bonistas, empresas en el Ciadi y otros. Es de sentido común y ocurrirá cuando los holdouts descubran que siguen ganando causas, pero no cobran. Habrá que ver si ocurre con éste u otro gobierno en la Argentina, pero ése es un tema político.
-¿Y qué implicaría para la Argentina ese acuerdo?
-Posiblemente haya que darles algo más de dinero que en el canje; la discusión será cuánto más. Pero el arreglo se acercará mucho más a lo que ofrece la Argentina que a lo que piden los «buitres».
-¿Sirve eliminar la ley cerrojo?
-La Argentina ya demostró que, desde su punto de vista, la eliminación de la ley es útil.
-Da por sentado que la Argentina no acatará el fallo. ¿La reputación no importa?
-Es una mancha más al tigre. A los inversores no les cambiará la perspectiva sobre el Gobierno. Y si mañana viene otro, con otras políticas, a nadie le importará que el país haya estado en desacato. .