Merino Soto
Argentina buscará que la Unión Europea revea cambios y mantenga otros en materia de aranceles con destino al Viejo Continente. Los productos agroindustriales son los principales interesados en que esto llegue a buen puerto.
Hoy los envíos se concentran en aceite de oliva, harinas, jugos de frutas, lácteos, algunos granos, peras y manzanas, entre otros. Algunas de ellas se ven perjudicadas porque pagan aranceles más allá de lo pactado y otras tienen una disminución importante que llega a cero por ciento.
En este último, por ejemplo, se encuentran las peras y manzanas que, dependiendo del mes, abonan entre 8; 4 o 0% de arancel. En caso de no continuar con estos valores, deberán desembolsar entre u$s14 y u$s19 millones anuales. “Es decir 10 centavos de dólar por kilo de fruta, que no es más que el 30% del costo de producción”, señaló a BAE Negocios el director ejecutivo de la Cámara Argentina de Fruticultores, Marcelo Loyarte.
El sistema de preferencia arancelaria se caerá el 1º de enero próximo llegado el caso de que no se acuerde con la UE. Es ahí donde los importadores podrán optar por Chile o Sudáfrica, que tienen arancel cero por haber firmado el tratado de libre comercio. A esto se suma EE.UU., que tras una buena campaña tendrá más stock para exportar, esto hará que los precios en el mercado caigan.
Distinto es el caso de otros alimentos, cuyos aranceles van de 71% a 151 por ciento. Estos valores contrastan significativamente con el máximo del Mercosur (35%) y con el promedio de la Argentina, de tan sólo 11,8 por ciento. Acá se encuentran manteca, arroz, carne bovina congelada deshuesada, ajo, queso fresco, etc.
Desde el Centro de la Industria Lechera (CIL), su presidente, Miguel Paulón, afirmó que elevó al Ejecutivo la aplicación de una cuota para la salida y entrada de quesos al Mercosur en el orden de las 4.000 toneladas.
Hoy, además de este producto, también llegan a Europa el dulce de leche y lactosuero en el orden de las 374 toneladas, por lo cual ingresan u$s1.8 millones en concepto de divisas, pero antes deben pagar aranceles por alrededor de 500.000 dólares.
La preocupación recae también en la molinería. Puntualmente, porque puede llegar a Brasil trigo europeo. “El problema pasa por la competencia desleal a partir de los subsidios agrícolas que tienen los productos de la UE”, dijo el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera, Diego Cifarelli.
En conjunto, el Mercosur busca la completa liberación de las materias primas y con agregado de valor que hoy tienen trabas de todo tipo a través de medidas paraarancelarias. Está previsto que en diciembre se encuentren los presidentes de la región en Venezuela para definir una estrategia.
“Argentina es bastante reacia a avanzar en cualquier acuerdo, por lo cual pedirá seguro un plazo mayor respecto de los demás países”, dijo el director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales, Marcelo Elizondo.
Europa no ha hecho más que poner todo tipo de trabas a las exportaciones argentinas. La estimación según la Cancillería ronda los u$s2.500 millones y u$s12.500 millones en producción. Esto hace que se pierdan 200.000 puestos de trabajo, alrededor del 10% del empleo privado registrado en el sector productor de bienes en el año 2012.
Saldo negativo en la balanza comercial
En el Intercambio Comercial Argentino (ICA), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), señaló en septiembre, que las exportaciones e importaciones con Europa tuvieron un saldo comercial negativo de 45 millones de dólares. Los envíos crecieron 15% con respecto al mismo mes del año anterior. Esto se debió principalmente a una suba en las ventas de manufacturas de origen agropecuario y en menor medida a los productos primarios y combustibles y energía. Las importaciones desde este bloque aumentaron 22% en la relación interanual, de las cuales se destacaron principalmente las mayores compras de bienes de capital y combustibles y lubricantes. En tanto, disminuyeron los vehículos automotores de pasajeros.
El comercio con este bloque en los nueve primeros meses arrojó un saldo negativo de 511 millones de dólares. Las exportaciones bajaron 17% con respecto a igual período del año anterior, producto especialmente de menores ventas de manufacturas de origen industrial, seguidas por las de origen agropecuario y primarios. En tanto, las importaciones aumentaron 10% debido a la suba de todos los rubros, con excepción de los bienes intermedios, que descendieron.