«Si saco el transporte público adelante, me anoto en cualquier pelea», dice el ministro del Interior y Transporte. Tilda a Massa de «oportunista» y lo acusa de ser «el candidato de los medios corporativos». Además admite que la gente «sigue viajando muy mal» en tren y responsabiliza a los empresarios por la inflación.
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Randazzo tuvo un mano a mano con LA CAPITAL.
por Marcelo Pasetti y Juan Pablo Fioriti
Habla con tono enérgico y golpea la mesa con el puño cerrado para reafirmar sus conceptos, como si fuera un candidato en campaña. No lo es, pero aspira a serlo: aunque no lo dice abiertamente, Florencio Randazzo da a entender que le gustaría ser candidato a presidente en 2015. «Si saco el transporte público adelante y logro que la gente viaje mucho mejor, me anoto en cualquier pelea», avisa.
El ministro del Interior y Transporte sabe que tiene por delante una tarea para nada sencilla. Si se lanza a la carrera presidencial, tendrá un competidor de peso para convertirse en el candidato del kirchnerismo: el gobernador bonaerense Daniel Scioli.
«No se pueden quejar, ¿no? Tienen varias frases para titular», dice con una sonrisa Randazzo en el final de la entrevista exclusiva con LA CAPITAL, mientras saborea un café en el Hermitage Hotel. Sus definiciones son contundentes: tilda a Massa de «oportunista»; admite que la gente «sigue viajando muy mal» en tren y responsabiliza a los empresarios por la inflación.
– ¿Qué lectura hace de las elecciones?
– Logramos un resultado favorable en la mayoría de las provincias y retuvimos un 32 por ciento de los votos, lo cual no es poco teniendo en cuenta que era una elección legislativa. Pero no es menos cierto que perdimos en distritos muy importantes como Buenos Aires, Capital y Santa Fe. A lo largo de estos diez años obtuvimos muchos logros, pero todavía nos quedan muchas cosas por corregir y por hacer.
– ¿Por qué el kirchnerismo perdió en la provincia de Buenos Aires?
– Cometimos algunos errores, pero la incidencia que tuvieron los medios fue vital. También repercutieron la inseguridad y los incrementos de precios, pero estos problemas no se resuelven mágicamente y mucho menos con posiciones oportunistas y sin esencia en el contenido. La inseguridad es un problema grave que tiene varios componentes, principalmente con lo social. Hay que volver a prestigiar la fuerza policial y tener a la Justicia más cerca de la gente. Necesitamos más Estado.
– ¿La inflación es incontrolable?
– El Gobierno impulsó el consumo interno y puso al desarrollo del mercado interno como un eje estratégico de la política económica, dos iniciativas que generan una tensión de precios natural. En lugar de invertir e incrementar la oferta, los empresarios aumentan los precios. Hay una puja de distribución, sobre todo con sectores monopólicos que en la década del 90 concentraron los aspectos más fundamentales de la economía. Hay también una defensa de la industria nacional que es combatida por los sectores importadores y concentrados de la economía.
– ¿Cómo tomó el fallo de la Corte que declaró la constitucionalidad de la ley de medios?
– Tiene un gran valor la constitucionalidad de la ley, que beneficiará no sólo a este gobierno sino también a los sucesivos. La ley de medios era una deuda pendiente que teníamos con la democracia. Nadie se animaba a reformular la ley del proceso militar porque sabía que eso significaba una pelea con los medios más importantes del país. Todos los monopolios son malos, pero el monopolio de la palabra es el peor. Que haya mayor pluralidad y cantidad de medios va a permitir que la incidencia que tuvieron en esta elección los medios corporativos, tal vez no la tengan con tanta intensidad en 2015.
– ¿Qué es el kirchnerismo?
– El kirchnerismo siempre juega a todo o nada, como en el caso de la ley de medios. Se puede ser kirchnerista sin ser peronista, pero lo que no se puede es ser peronista sin ser kirchnerista porque este es el gobierno más peronista de los últimos 50 años. Aquellos que quieren utilizar al peronismo como vínculo para llegar al poder están absolutamente equivocados. Yo estoy dispuesto a dar esa pelea, porque no quiero que el peronismo sea nuevamente un instrumento al servicio de intereses muy alejados de su doctrina.
– ¿Massa fue el candidato de los medios?
– Absolutamente. Nosotros no tenemos que decir lo que la gente quiere escuchar. Los dirigentes tibios no sirven para llevar adelante un proceso de transformación. Massa es un oportunista y tiene una visión de la política antagónica de la que tenemos nosotros. Cree que ha encontrado el camino más corto para poder llegar a través de los medios. Pero después esos candidatos responden a los intereses de las empresas de comunicación corporativas. No está mal que los grupos económicos quieran poner un candidato, pero no me parece bien que no lo blanqueen públicamente. Los grupos corporativos tienen candidatos en todos los partidos políticos, Macri es uno de ellos. Sueño con que la política tenga candidatos que representen el interés general de la gente.
– ¿Cuáles son los desafíos que tiene el Gobierno por delante?
– El transporte público es una de las deudas pendientes. El Gobierno no está subsidiando a los empresarios, que es otra gran mentira inventada por los medios corporativos monopólicos. Nosotros no tenemos compromiso ni con los empresarios ni con los sindicalistas. Al subsidiar el transporte público estamos subsidiando al pasajero, para que pague un 25% de la tarifa de colectivos y un 10% de la de trenes. Vamos a poner al transporte ferroviario como el eje estratégico del desarrollo del transporte de carga y de pasajeros. Después de 52 años, el país adquirió más de 1.200 coches en lo que va de nuestra gestión, de los cuales ya ingresaron 360 y el resto llegará el próximo año. Además estamos en un proceso de reconstrucción del sistema de vías que une Buenos Aires y Mar del Plata.
– ¿La gente viaja como ganado?
– Los usuarios viajan muy mal todavía, yo no vivo adentro de un Tupper. El Gobierno va a saldar esta deuda pendiente. La gente viaja mal porque el parque de ferrocarriles tiene más de 50 años de antigüedad y posee el 50% de la flota que debería tener. Pero estamos trabajando para revertir la situación. Por ejemplo, el ferrocarril de General San Martín tiene 160 coches nuevos que están prestando servicio en las cuatro estaciones más importantes que concentran casi el 40% de los pasajeros. Pero no sólo eso: para Mar del Plata y Rosario ya llegaron 100 coches, sobre un total de 220.
– ¿Los últimos accidentes de trenes que hubo están relacionados con su política de ir a fondo en el sistema de transporte?
– Quiero creer que no. Los gremialistas se opusieron a la colocación de cámaras dentro de la cabina de los motorman. Nosotros éramos conscientes de que había motorman que no cumplían con su responsabilidad, lo cual generaba hechos trágicos. Y así quedó demostrado cuando hicimos públicas las filmaciones. Por eso estamos exigiendo a los motorman que cumplan las mismas condiciones psicofísicas que un piloto de una línea aerocomercial. El desafío es que el recurso humano acompañe este proceso de transformación para no volver a cometer los mismos errores que llevaron a una política de destrucción del sistema ferroviario. Quiero dejar algo en claro: los trenes no tienen problemas de frenos.
– ¿Qué responsabilidad asume el Gobierno en la tragedia de Once?
– El motorman fue procesado, pero es un tema que tiene que terminar de investigar la Justicia. Hay 52 víctimas y mucho dolor. Debemos ser muy cautos y responsables.
– Tras la victoria de Massa quedó conformado un nuevo mapa político. ¿Cómo visualiza los últimos dos años de gestión del Gobierno?
– Tenemos una enorme responsabilidad para redoblar la apuesta en aquellas cosas que hicimos bien, que son muchas, y corregir algunas que hemos hecho mal. Vamos a saldar las cuentas pendientes, que son muchas más de las cosas que hicimos. Hay que acompañar a la Presidenta desde el lugar que cada argentino crea más conveniente. Debemos ser honestos con nosotros mismos y saber qué intereses defendemos. Los medios económicos corporativos van a intentar condicionar la política en 2015, lo han hecho toda la vida con gobiernos militares y democráticos. A Alfonsín le sacaron radio Mitre, a Menem le sacaron canal 13 y a Néstor Kirchner le sacaron la fusión de Cablevisión y Multicanal. La única que se animó a dar la pelea y ponerla sobre la mesa es Cristina.
– ¿Le gustaría ser candidato a presidente?
– No hay que apresurarse. Yo no voy a ser hipócrita como hacen algunos que dicen que no van a ser candidatos y ya están caminando el país para postularse. Si saco el transporte público adelante, logro que la gente viaje mucho mejor y sirvo a este proyecto político para que se consolide la institucionalidad lograda en los últimos años, me anoto en cualquier pelea.
Impunidad mediática»
– ¿Hasta dónde va a llegar la pelea del Gobierno con Clarín?
– Afrontamos una pelea muy fuerte con los medios de comunicación, que tergiversan la información y desinforman. Clarín, La Nación, Perfil, TN y canal 13 no han resaltado ni una sola cosa buena de este Gobierno. En mi área jamás hubo una nota favorable al Documento Nacional de Identidad y al nuevo Pasaporte, que lo hace el Estado en 3.200 lugares. No vi tampoco ninguna nota positiva en relación a la disminución del 20 por ciento en la cantidad de víctimas fatales en accidentes de tránsito. Hay permanentemente una política de envenenamiento.
– ¿La guerra con los medios no tiene vuelta atrás?
– La Argentina va a definir en la elección de 2015 si los candidatos de los partidos políticos son elegidos por el conjunto de la ciudadanía o si finalmente los terminan eligiendo los grupos económicos corporativos. De hecho, en las elecciones de octubre quedó demostrado claramente que los grupos económicos tenían sus candidatos, quienes gozaron y siguen gozando de una enorme impunidad mediática. La opinión pública se genera a través de estos medios de prensa.
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Randazzo tuvo un mano a mano con LA CAPITAL.
por Marcelo Pasetti y Juan Pablo Fioriti
Habla con tono enérgico y golpea la mesa con el puño cerrado para reafirmar sus conceptos, como si fuera un candidato en campaña. No lo es, pero aspira a serlo: aunque no lo dice abiertamente, Florencio Randazzo da a entender que le gustaría ser candidato a presidente en 2015. «Si saco el transporte público adelante y logro que la gente viaje mucho mejor, me anoto en cualquier pelea», avisa.
El ministro del Interior y Transporte sabe que tiene por delante una tarea para nada sencilla. Si se lanza a la carrera presidencial, tendrá un competidor de peso para convertirse en el candidato del kirchnerismo: el gobernador bonaerense Daniel Scioli.
«No se pueden quejar, ¿no? Tienen varias frases para titular», dice con una sonrisa Randazzo en el final de la entrevista exclusiva con LA CAPITAL, mientras saborea un café en el Hermitage Hotel. Sus definiciones son contundentes: tilda a Massa de «oportunista»; admite que la gente «sigue viajando muy mal» en tren y responsabiliza a los empresarios por la inflación.
– ¿Qué lectura hace de las elecciones?
– Logramos un resultado favorable en la mayoría de las provincias y retuvimos un 32 por ciento de los votos, lo cual no es poco teniendo en cuenta que era una elección legislativa. Pero no es menos cierto que perdimos en distritos muy importantes como Buenos Aires, Capital y Santa Fe. A lo largo de estos diez años obtuvimos muchos logros, pero todavía nos quedan muchas cosas por corregir y por hacer.
– ¿Por qué el kirchnerismo perdió en la provincia de Buenos Aires?
– Cometimos algunos errores, pero la incidencia que tuvieron los medios fue vital. También repercutieron la inseguridad y los incrementos de precios, pero estos problemas no se resuelven mágicamente y mucho menos con posiciones oportunistas y sin esencia en el contenido. La inseguridad es un problema grave que tiene varios componentes, principalmente con lo social. Hay que volver a prestigiar la fuerza policial y tener a la Justicia más cerca de la gente. Necesitamos más Estado.
– ¿La inflación es incontrolable?
– El Gobierno impulsó el consumo interno y puso al desarrollo del mercado interno como un eje estratégico de la política económica, dos iniciativas que generan una tensión de precios natural. En lugar de invertir e incrementar la oferta, los empresarios aumentan los precios. Hay una puja de distribución, sobre todo con sectores monopólicos que en la década del 90 concentraron los aspectos más fundamentales de la economía. Hay también una defensa de la industria nacional que es combatida por los sectores importadores y concentrados de la economía.
– ¿Cómo tomó el fallo de la Corte que declaró la constitucionalidad de la ley de medios?
– Tiene un gran valor la constitucionalidad de la ley, que beneficiará no sólo a este gobierno sino también a los sucesivos. La ley de medios era una deuda pendiente que teníamos con la democracia. Nadie se animaba a reformular la ley del proceso militar porque sabía que eso significaba una pelea con los medios más importantes del país. Todos los monopolios son malos, pero el monopolio de la palabra es el peor. Que haya mayor pluralidad y cantidad de medios va a permitir que la incidencia que tuvieron en esta elección los medios corporativos, tal vez no la tengan con tanta intensidad en 2015.
– ¿Qué es el kirchnerismo?
– El kirchnerismo siempre juega a todo o nada, como en el caso de la ley de medios. Se puede ser kirchnerista sin ser peronista, pero lo que no se puede es ser peronista sin ser kirchnerista porque este es el gobierno más peronista de los últimos 50 años. Aquellos que quieren utilizar al peronismo como vínculo para llegar al poder están absolutamente equivocados. Yo estoy dispuesto a dar esa pelea, porque no quiero que el peronismo sea nuevamente un instrumento al servicio de intereses muy alejados de su doctrina.
– ¿Massa fue el candidato de los medios?
– Absolutamente. Nosotros no tenemos que decir lo que la gente quiere escuchar. Los dirigentes tibios no sirven para llevar adelante un proceso de transformación. Massa es un oportunista y tiene una visión de la política antagónica de la que tenemos nosotros. Cree que ha encontrado el camino más corto para poder llegar a través de los medios. Pero después esos candidatos responden a los intereses de las empresas de comunicación corporativas. No está mal que los grupos económicos quieran poner un candidato, pero no me parece bien que no lo blanqueen públicamente. Los grupos corporativos tienen candidatos en todos los partidos políticos, Macri es uno de ellos. Sueño con que la política tenga candidatos que representen el interés general de la gente.
– ¿Cuáles son los desafíos que tiene el Gobierno por delante?
– El transporte público es una de las deudas pendientes. El Gobierno no está subsidiando a los empresarios, que es otra gran mentira inventada por los medios corporativos monopólicos. Nosotros no tenemos compromiso ni con los empresarios ni con los sindicalistas. Al subsidiar el transporte público estamos subsidiando al pasajero, para que pague un 25% de la tarifa de colectivos y un 10% de la de trenes. Vamos a poner al transporte ferroviario como el eje estratégico del desarrollo del transporte de carga y de pasajeros. Después de 52 años, el país adquirió más de 1.200 coches en lo que va de nuestra gestión, de los cuales ya ingresaron 360 y el resto llegará el próximo año. Además estamos en un proceso de reconstrucción del sistema de vías que une Buenos Aires y Mar del Plata.
– ¿La gente viaja como ganado?
– Los usuarios viajan muy mal todavía, yo no vivo adentro de un Tupper. El Gobierno va a saldar esta deuda pendiente. La gente viaja mal porque el parque de ferrocarriles tiene más de 50 años de antigüedad y posee el 50% de la flota que debería tener. Pero estamos trabajando para revertir la situación. Por ejemplo, el ferrocarril de General San Martín tiene 160 coches nuevos que están prestando servicio en las cuatro estaciones más importantes que concentran casi el 40% de los pasajeros. Pero no sólo eso: para Mar del Plata y Rosario ya llegaron 100 coches, sobre un total de 220.
– ¿Los últimos accidentes de trenes que hubo están relacionados con su política de ir a fondo en el sistema de transporte?
– Quiero creer que no. Los gremialistas se opusieron a la colocación de cámaras dentro de la cabina de los motorman. Nosotros éramos conscientes de que había motorman que no cumplían con su responsabilidad, lo cual generaba hechos trágicos. Y así quedó demostrado cuando hicimos públicas las filmaciones. Por eso estamos exigiendo a los motorman que cumplan las mismas condiciones psicofísicas que un piloto de una línea aerocomercial. El desafío es que el recurso humano acompañe este proceso de transformación para no volver a cometer los mismos errores que llevaron a una política de destrucción del sistema ferroviario. Quiero dejar algo en claro: los trenes no tienen problemas de frenos.
– ¿Qué responsabilidad asume el Gobierno en la tragedia de Once?
– El motorman fue procesado, pero es un tema que tiene que terminar de investigar la Justicia. Hay 52 víctimas y mucho dolor. Debemos ser muy cautos y responsables.
– Tras la victoria de Massa quedó conformado un nuevo mapa político. ¿Cómo visualiza los últimos dos años de gestión del Gobierno?
– Tenemos una enorme responsabilidad para redoblar la apuesta en aquellas cosas que hicimos bien, que son muchas, y corregir algunas que hemos hecho mal. Vamos a saldar las cuentas pendientes, que son muchas más de las cosas que hicimos. Hay que acompañar a la Presidenta desde el lugar que cada argentino crea más conveniente. Debemos ser honestos con nosotros mismos y saber qué intereses defendemos. Los medios económicos corporativos van a intentar condicionar la política en 2015, lo han hecho toda la vida con gobiernos militares y democráticos. A Alfonsín le sacaron radio Mitre, a Menem le sacaron canal 13 y a Néstor Kirchner le sacaron la fusión de Cablevisión y Multicanal. La única que se animó a dar la pelea y ponerla sobre la mesa es Cristina.
– ¿Le gustaría ser candidato a presidente?
– No hay que apresurarse. Yo no voy a ser hipócrita como hacen algunos que dicen que no van a ser candidatos y ya están caminando el país para postularse. Si saco el transporte público adelante, logro que la gente viaje mucho mejor y sirvo a este proyecto político para que se consolide la institucionalidad lograda en los últimos años, me anoto en cualquier pelea.
Impunidad mediática»
– ¿Hasta dónde va a llegar la pelea del Gobierno con Clarín?
– Afrontamos una pelea muy fuerte con los medios de comunicación, que tergiversan la información y desinforman. Clarín, La Nación, Perfil, TN y canal 13 no han resaltado ni una sola cosa buena de este Gobierno. En mi área jamás hubo una nota favorable al Documento Nacional de Identidad y al nuevo Pasaporte, que lo hace el Estado en 3.200 lugares. No vi tampoco ninguna nota positiva en relación a la disminución del 20 por ciento en la cantidad de víctimas fatales en accidentes de tránsito. Hay permanentemente una política de envenenamiento.
– ¿La guerra con los medios no tiene vuelta atrás?
– La Argentina va a definir en la elección de 2015 si los candidatos de los partidos políticos son elegidos por el conjunto de la ciudadanía o si finalmente los terminan eligiendo los grupos económicos corporativos. De hecho, en las elecciones de octubre quedó demostrado claramente que los grupos económicos tenían sus candidatos, quienes gozaron y siguen gozando de una enorme impunidad mediática. La opinión pública se genera a través de estos medios de prensa.
Te faltan 10.000 millones de dólares y 7 u 8 años de trabajo a full. Tiene más chances de dirigir la Selección Caruso Lombardi que este muchacho de ser presidente.