Ernesto Sanz: «Esta vez el peronismo no puede echar la culpa de lo que pasa a nadie»

Con la misma autoridad con la que hace dos días fustigó al kirchnerismo por avalar el ascenso del jefe del Ejército, César Milani, el senador Ernesto Sanz (UCR-Mendoza) asegura que el Gobierno atraviesa «por un final de ciclo concreto» y que por primera vez el peronismo tendrá que hacerse cargo de su propia herencia.
«No le pueden echar la culpa de nada de lo que pasa a nadie», afirmó Sanz en un reportaje con LA NACION, en el que sostuvo que el cambio de gabinete «es cosmética pura» y que esto quedó reflejado con el conflicto de Córdoba. «La crisis se llevó puesto a Capitanich «, sentenció.
A horas de asumir por segunda vez la presidencia de la UCR, el senador mendocino dijo que su partido se encuentra «en pleno proceso de recuperación» y se entusiasmó con la idea de conformar un amplio frente con el socialismo, el FAP y Proyecto Sur para disputarle al peronismo y sus variantes, entre las que incluyó a Pro, la presidencia en 2015.
-¿Por qué quiere presidir la UCR?
-Por que en esta etapa de la democracia argentina hay que recuperar la fortaleza de los partidos políticos por sobre las individualidades y las personas. La democracia de personas ha mostrado en los últimos años que no es la base de sustentación de una democracia sólida. Este momento encuentra a mi partido en pleno proceso de recuperación y quiero conducir este proceso.
-¿Usted habla de recuperación, pero el medio vaso vacío muestra que la UCR perdió legisladores?
-Sí, perdimos tres senadores; pero hemos ganado en representación cuantitativa en el todo el país. Junto con nuestros aliados tenemos más de cinco millones de votos. No lo miro desde el punto de vista de un legislador más o menos, sino desde la recuperación global que significa tener un partido que puede ganar la elección presidencial.
-Pero esos votos no son el resultado de una alianza nacional.
-Mi primera decisión política a cargo del comité nacional, obviamente consensuada con el partido, será convocar al conjunto de partidos que conforman el arco progresista, el socialismo, la Coalición Cívica, el GEN, Libres del Sur y Proyecto Sur, para conformar un espacio común con reglas de juego de funcionamiento en estos dos años y para la elección de presidente.
-¿Se puede mantener la alianza con dirigentes como Carrió y Solanas, críticos de la UCR?
-Sí, absolutamente. Carrió tiene un protagonismo muy fuerte en esta construcción y la he escuchado con mucho gusto decir que ella quiere conformar este espacio, y Solanas ya fue capaz de compartir con el radicalismo de la ciudad de Buenos Aires. Pienso que no va a haber ningún problema porque la Argentina que viene será de denominadores comunes como la decencia, los valores republicanos y un proyecto nacional de desarrollo. En esto, nos vamos a poner muy fácil de acuerdo.
-No mencionó a Pro. ¿Por qué?
-Porque Pro forma parte de un espacio vinculado a la interna del peronismo. Además, la firma del acuerdo por el juego con el kirchnerismo le va a hacer perder a Macri mucho del electorado que lo ha sustentado. Ese electorado va a volver a nosotros.
-¿Qué papel debería desempeñar la UCR en esta coalición?
-El de un igual con una responsabilidad mayor, que es la de poner todo el peso de la historia y todo el volumen territorial, pero al servicio de una construcción en la que nadie se saque ventajas, en la que haya reglas de juego claras.
-El FAP pretende una primaria abierta con un solo candidato de la UCR. ¿Usted qué opina?
-La primaria es una herramienta que resuelve las contiendas internas de los partidos y también la de los frentes. Creo en una gran primaria con la aplicación de la ley actual y donde todos, ya sea uno o dos de cada partido, o mezclados, participen y que la sociedad elija.
-¿Cómo ve la marcha del Gobierno?
-Hay un final de ciclo concreto, claro. Hay un peronismo desorientado porque por primera vez en la vida tiene que administrar un final de ciclo propio. No le pueden echar la culpa de nada de lo que pasa a nadie. La gran disyuntiva en la Argentina que viene es optar entre decadencia o progreso. El peronismo administró la decadencia durante muchos años y no sabe cómo hacer para abrir las puertas del progreso. Tiene que venir una fuerza diferente y encaminar a la sociedad al progreso.
-¿En qué se ve esa decadencia?
-La decadencia se mide hoy en términos culturales. La anomia social, donde cualquier ciudadano se siente con derecho a cualquier cosa porque el ejemplo desde el poder es que si vale todo para los funcionarios impunes, también vale todo para el ciudadano. La caída de los índices de la calidad educativa es tremenda. El tema de la Justicia, con la procuradora acusando a un fiscal sólo porque investigó a Lázaro Báez; el sometimiento del federalismo, que ahora les está explotando porque acumularon poder y plata con un concepto unitario y ahora no saben cómo hacer para resolver las cuestiones elementales de seguridad, salud y educación en las provincias.
-¿El cambio de gabinete implica un giro real o es sólo cosmético?
-Es cosmética pura y da la pauta que es tal la dinámica de la decadencia que la crisis se llevó puesto el show que habían montado detrás de Capitanich. La crisis se llevó puesto a Capitanich y eso quedó reflejado cuando no pudo sostener su discurso de cambio en el conflicto de Córdoba. .

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2 comentarios en «Ernesto Sanz: «Esta vez el peronismo no puede echar la culpa de lo que pasa a nadie»»

  1. Capitanich es el jefe de gabinete de un gobierno que sostiene que no hay inflacion (fijate las declararaciones del ministro de economia Kicillof que sostuvo publicamente que en la Argenitna no hay inflacion). Negando la inflacion, el jefe de gabinete miente a la sociedad. Y la inflación es responsabilidad del gobierno nacional……querés que siga enunciando el silogismo?

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