El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, sostuvo que durante los conflictos policiales «hubo sectores que lucraron con el dolor de la sociedad» y que quienes «tienen la responsabilidad de prevenir, tendrán que explicar lo que sucedió». También remarcó que la Justicia tiene que actuar con «celeridad y con el Código Penal en la mano» para que «los que delinquen y saquean vayan presos, si no se instala en la sociedad la sensación de que todo vale». En cuanto a Santa Fe, Domínguez aseguró que «lo mejor de nuestro futuro va a pasar por esta provincia», al trazar un balance respecto de las posibilidades económicas y productivas que tiene.
Las declaraciones de este dirigente peronista las formuló durante una entrevista que concedió a LaCapital, en su despacho de la Cámara baja. Domínguez ocupo varios cargos, tanto en el Poder Ejecutivo como en el legislativo nacional y por la provincia de Buenos Aires.
Por primera vez en la historia de la Cámara de Diputados el titular del cuerpo será acompañado en la conducción por tres mujeres: Norma Abdala de Mattarazzo, como vicepresidenta primera; la radical Patricia Giménez, como vice segunda, y la massista Graciela Camaño, en la vicepresidencia tercera.
—Por tercera vez usted conducirá Cámara de Diputados, que contará entre sus integrantes a Hermes Binner, Julio Cobos y Elisa Carrió, con aspiraciones presidenciales. ¿Cómo estima que será el trato de este nuevo período a 30 años de la reapertura democrática, tras la dictadura militar?
—El trato va a ser el mismo que tenemos con todos los integrantes de la Cámara: siempre hemos promovido el diálogo y el intercambio de ideas entre las distintas fuerzas políticas, porque las diferentes visiones nos permiten enriquecer el debate. Y tener una Cámara de Diputados con todos los representantes del pueblo debatiendo de cara a la sociedad, es el mejor homenaje que le podemos hacerle a la democracia; se sabe que cuando se instaura un proceso dictatorial, las primeras puertas que se cierran son las del Congreso.
—El país fue testigo de conflictos policiales que crearon situaciones de orfandad ciudadana que no se compadecen con el rol de las fuerzas policiales. ¿Usted cree que hubo una mano negra?
—Es evidente que hubo sectores que en el desorden lucraron con el dolor de la sociedad, y el deber de los dirigentes es aunar esfuerzos para revertir esta situación. Nosotros desde la Cámara de Diputados lanzamos un fuerte respaldo a los gobernadores. Personalmente concurrí con un grupo de diputados de todas las fuerzas políticas a apoyar al gobernador bonaerense (Daniel Scioli), y en Santa Fe ocurrió lo mismo. Y quienes tienen la responsabilidad de prevenir, tendrán que explicar lo que sucedió.
—¿Qué opina de la iniciativa tendiente a sindicalizar las fuerzas policiales?
—No tengo claro el beneficio que esta solución ocasionaría, no he conocido la evaluación de los países donde sí lo han hecho. No creo que los miembros de las fuerzas policiales tengan que estar sindicalizados. Son personas que se encuentran armadas en defensa de la ley porque el Estado y la sociedad les han delegado la responsabilidad institucional de garantizar la seguridad pública y la paz social, y tienen que asumir el sentido de esta tarea. Quienes portan armas deben brindar tranquilidad al pueblo, no contribuir a la falta de seguridad.
—¿El déficit de las provincias se profundizará como consecuencia de la crisis derivada por el aumento salarial de proporciones que obtuvieron algunas fuerzas policiales?
—Es una situación que debe ser analizada provincia por provincia, pero creo firmemente en la responsabilidad con que cada gobernador ha tomado la decisión de realizar estos aumentos salariales acorde a las posibilidades de sus provincias.
—¿Cuáles serían a su criterio las medidas a adoptar para que se depongan actitudes que comprometan la seguridad y la paz social?
—Hay una cuestión esencial que me parece que en estos hechos quedó en segundo plano: los que delinquen, los que saquean, deben estar presos. Si el que delinque no recibe castigo, si la Justicia no actúa con celeridad y con el Código Penal en la mano, se instala en la sociedad la sensación de que vale todo. Eso es lo primero que tenemos que lograr: algo tan simple como que se cumpla la ley. Después, las medidas de fondo las tenemos que empezar a discutir en el Congreso, y donde hay necesidad social, tenemos que asumir el rol subsidiario que tiene el Estado social de derecho.
—¿Usted comparte bajar la edad de imputabilidad de los menores que delinquen?
—No creo que esa sea la manera de combatir la delincuencia. Somos un Estado con un fuerte sentido social, y esto significa que el concepto de la seguridad viene unido a un concepto superador del aspecto represivo: es también un tema de contención social y de estrategia de tutelaje por parte del Estado.
—¿Cree que desde la Cámara de Diputados se puede legislar en este sentido?
—Sin dudas. Necesitamos tener una ley penal juvenil acorde a los tiempos de la democracia, que proteja a los derechos de la niñez y la adolescencia porque aún tenemos legislación de la dictadura. Es necesario tener un debate actualizado sobre el tema, pero con la atención puesta en una ley que proteja al menor, que cuide a la persona, que garantice la posibilidad de insertarse en igualdad de condiciones y de oportunidades. Y este es el trabajo de todos, es el trabajo del Estado Nación, el Estado provincia, el Estado municipio y el Poder Judicial.
—¿Cómo ve el futuro de la provincia de Santa Fe?
—Estamos en una de las provincias productivas más ricas de la Argentina, y el nuevo desafío es proveer alimentos al mundo. El planeta tiene 7 mil millones de habitantes, y mil millones se mueren de hambre. Entonces ahí tenemos una gran oportunidad, porque quizá el mayor logro de este modelo haya sido que el sector agropecuario logró hacer la revolución más importante de nuestra historia. En solo diez años logramos duplicar lo que producíamos, y pasamos de 46 millones de toneladas a 106 millones. Es la revolución más grande en materia de productividad que registre la humanidad, y se dio en Santa Fe. Tenemos la tierra, tenemos el agua, y tenemos lo que logró construir la universidad pública, que son los mejores profesionales para comercializar la producción y darle valor agregado. Entonces creo que lo mejor de nuestro futuro va a pasar por esta provincia.
Las declaraciones de este dirigente peronista las formuló durante una entrevista que concedió a LaCapital, en su despacho de la Cámara baja. Domínguez ocupo varios cargos, tanto en el Poder Ejecutivo como en el legislativo nacional y por la provincia de Buenos Aires.
Por primera vez en la historia de la Cámara de Diputados el titular del cuerpo será acompañado en la conducción por tres mujeres: Norma Abdala de Mattarazzo, como vicepresidenta primera; la radical Patricia Giménez, como vice segunda, y la massista Graciela Camaño, en la vicepresidencia tercera.
—Por tercera vez usted conducirá Cámara de Diputados, que contará entre sus integrantes a Hermes Binner, Julio Cobos y Elisa Carrió, con aspiraciones presidenciales. ¿Cómo estima que será el trato de este nuevo período a 30 años de la reapertura democrática, tras la dictadura militar?
—El trato va a ser el mismo que tenemos con todos los integrantes de la Cámara: siempre hemos promovido el diálogo y el intercambio de ideas entre las distintas fuerzas políticas, porque las diferentes visiones nos permiten enriquecer el debate. Y tener una Cámara de Diputados con todos los representantes del pueblo debatiendo de cara a la sociedad, es el mejor homenaje que le podemos hacerle a la democracia; se sabe que cuando se instaura un proceso dictatorial, las primeras puertas que se cierran son las del Congreso.
—El país fue testigo de conflictos policiales que crearon situaciones de orfandad ciudadana que no se compadecen con el rol de las fuerzas policiales. ¿Usted cree que hubo una mano negra?
—Es evidente que hubo sectores que en el desorden lucraron con el dolor de la sociedad, y el deber de los dirigentes es aunar esfuerzos para revertir esta situación. Nosotros desde la Cámara de Diputados lanzamos un fuerte respaldo a los gobernadores. Personalmente concurrí con un grupo de diputados de todas las fuerzas políticas a apoyar al gobernador bonaerense (Daniel Scioli), y en Santa Fe ocurrió lo mismo. Y quienes tienen la responsabilidad de prevenir, tendrán que explicar lo que sucedió.
—¿Qué opina de la iniciativa tendiente a sindicalizar las fuerzas policiales?
—No tengo claro el beneficio que esta solución ocasionaría, no he conocido la evaluación de los países donde sí lo han hecho. No creo que los miembros de las fuerzas policiales tengan que estar sindicalizados. Son personas que se encuentran armadas en defensa de la ley porque el Estado y la sociedad les han delegado la responsabilidad institucional de garantizar la seguridad pública y la paz social, y tienen que asumir el sentido de esta tarea. Quienes portan armas deben brindar tranquilidad al pueblo, no contribuir a la falta de seguridad.
—¿El déficit de las provincias se profundizará como consecuencia de la crisis derivada por el aumento salarial de proporciones que obtuvieron algunas fuerzas policiales?
—Es una situación que debe ser analizada provincia por provincia, pero creo firmemente en la responsabilidad con que cada gobernador ha tomado la decisión de realizar estos aumentos salariales acorde a las posibilidades de sus provincias.
—¿Cuáles serían a su criterio las medidas a adoptar para que se depongan actitudes que comprometan la seguridad y la paz social?
—Hay una cuestión esencial que me parece que en estos hechos quedó en segundo plano: los que delinquen, los que saquean, deben estar presos. Si el que delinque no recibe castigo, si la Justicia no actúa con celeridad y con el Código Penal en la mano, se instala en la sociedad la sensación de que vale todo. Eso es lo primero que tenemos que lograr: algo tan simple como que se cumpla la ley. Después, las medidas de fondo las tenemos que empezar a discutir en el Congreso, y donde hay necesidad social, tenemos que asumir el rol subsidiario que tiene el Estado social de derecho.
—¿Usted comparte bajar la edad de imputabilidad de los menores que delinquen?
—No creo que esa sea la manera de combatir la delincuencia. Somos un Estado con un fuerte sentido social, y esto significa que el concepto de la seguridad viene unido a un concepto superador del aspecto represivo: es también un tema de contención social y de estrategia de tutelaje por parte del Estado.
—¿Cree que desde la Cámara de Diputados se puede legislar en este sentido?
—Sin dudas. Necesitamos tener una ley penal juvenil acorde a los tiempos de la democracia, que proteja a los derechos de la niñez y la adolescencia porque aún tenemos legislación de la dictadura. Es necesario tener un debate actualizado sobre el tema, pero con la atención puesta en una ley que proteja al menor, que cuide a la persona, que garantice la posibilidad de insertarse en igualdad de condiciones y de oportunidades. Y este es el trabajo de todos, es el trabajo del Estado Nación, el Estado provincia, el Estado municipio y el Poder Judicial.
—¿Cómo ve el futuro de la provincia de Santa Fe?
—Estamos en una de las provincias productivas más ricas de la Argentina, y el nuevo desafío es proveer alimentos al mundo. El planeta tiene 7 mil millones de habitantes, y mil millones se mueren de hambre. Entonces ahí tenemos una gran oportunidad, porque quizá el mayor logro de este modelo haya sido que el sector agropecuario logró hacer la revolución más importante de nuestra historia. En solo diez años logramos duplicar lo que producíamos, y pasamos de 46 millones de toneladas a 106 millones. Es la revolución más grande en materia de productividad que registre la humanidad, y se dio en Santa Fe. Tenemos la tierra, tenemos el agua, y tenemos lo que logró construir la universidad pública, que son los mejores profesionales para comercializar la producción y darle valor agregado. Entonces creo que lo mejor de nuestro futuro va a pasar por esta provincia.