El gobierno nacional desenmascaró una maniobra que llevaron adelante algunas empresas con el propósito de burlar la implementación del acuerdo de precios de la canasta de 500 artículos que la Secretaría de Comercio Interior convino hasta el 31 de diciembre de este año.
La argucia que apuntaba esencialmente a burlar la buena fe de los consumidores consistía en colocar en la góndola productos prácticamente gemelos que tenían packaging o envases muy similares a los que integraban el acuerdo de precios pero con valores con diferencias de hasta el 244 por ciento. De esta manera, el consumidor desprevenido adquiría un artículo que aparentemente formaba parte del acuerdo que el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno alcanzó con los industriales y los supermercados pero cuando llegaba a la caja pagaba sin saberlo un precio muy superior.
Uno de los casos más flagrantes desde el punto de vista del engaño visual es el de la yerba Nobleza Gaucha de 500 gramos cuyo valor acordado con Comercio Interior era de $ 12.59 pero que en la práctica la cajera del supermercado cobraba $ 17.83, es decir un 50% más.
«La gente se confundía frente a productos similares y mucha veces compraba el más caro», explicó en estricto off de record un alto funcionario del ministerio de Economía.
El ardid se descubrió a partir de la información que se recogió en la campaña «Mirar para Cuidar», que consistió en el monitoreo y control que llevaron adelante militantes y trabajadores sociales que revistaban en distintas organizaciones políticas y sociales como Unidos y Organizados, entidades de defensa del consumidor barriales y entidades de jubilados. El despliegue de más de 3000 voluntarios que constataban el nivel de cumplimiento de precios se llevó adelante durante los últimos meses en 570 establecimientos, de las 49 ciudades más importantes del país, donde viven más de 19 millones de personas en las principales cadenas de supermercados del país. Este monitoreo permitió detectar la estratagema que algunas firmas industriales acompañadas por la complicidad de las grandes cadenas de supermercados llevaron adelante en al menos diez productos de primera necesidad de un total de 200 que integraban los artículos sensibles. Entre ellos se encontraban la leche entera La Serenísima, cuyo proveedor Mastellone Hnos, dispuso en las góndolas de los súper cuatro versiones muy similares de la misma leche entera con algunas diferencias imperceptibles en el envase que tenían diferencias con respecto al producto acordado con el gobierno de entre el 30 y el 40 por ciento. Otro caso destacado es el de la lavandina Ayudín que en el precio acordado con Comercio Interior le costaba al consumidor $ 2,73 mientras que en la segunda versión simil de «Máxima Pureza» alcanzaba los $ 4,93 y finalmente la «Ultra» con un envase muy parecido el supermercado la cobraba $ 7,77. Otras firmas implicadas en este tipo de trampas legales también se encontraron en la leche descremada de un litro de Sancor y la crema de lecha light de la misma empresa. También en el reconocido Yogurísimo que fabrica La Serenísima.
Desde el punto de vista formal este tipo de ardides son maniobras comerciales, permitidas, difíciles de sancionar por vía administrativa y judicial.
Sin embargo, en los hechos representan una ardid para el consumidor que compraba confiado el producto y paga un precio superior sin notarlo. «Vamos a recurrir a todas las herramientas legales que tiene el Estado para evitar que este tipo de maniobras en el acuerdo de precios que comenzará a regir el año próximo», advirtió la fuente. Este mismo fenómeno se repitió con idéntico modus operandis en el detergente Campo Manzana de Magistral, fabricado por la multinacional Procter & Gamble que en la versión acordada con Moreno Campo Manzana tenía un precio de $ 14.556 y en la versión simil denominada «Ultra Poter Clean» (también de 500 ml) mantenía en la misma fecha un valor en góndola de $ 22,25.
En los monitoreos del nuevo convenio de precios que incluirá 187 productos de la canasta básica (incluirá desde alimentos hasta productos de limpieza, a diferencia de los anteriores los fabricantes, distribuidores y supermercados y todos los integrantes de la cadena de producción, deberán homologar por escrito. La nueva canasta, tal como había anticipado Tiempo Argentino el domingo último pasado, representará el equivalente a las tres cuartas partes de los artículos que consume una familia tipo en su vida cotidiana. Además, estará integrada por productos de primeras y segundas marcas. Y en el gobierno colocaron toda la carne en el asador para frenar «el componente inercial» que se está observando en materia de precios. Para garantizar que las empresas lo respeten «vamos a utilizar todas las herramientas legales a nuestro alcance», advirtió la fuente. Todos los organismos vinculados de una u otra manera al espectro económico del gobierno van a participar del acuerdo para asegurar que se cumpla lo firmado. La AFIP, a cargo de Ricardo Echegaray, tendrá un rol decisivo en esta nueva etapa ya que pondrá en funcionamiento el nuevo sistema de controladores fiscales que le permitirá al organismo «trabajar con información en tiempo real y digitalizada». El objetivo final es monitorear a través del código de barras los cambios en el precio minorista, mayorista y que también se puedan verificar en los propios supermercados.
No obstante, la fuente marcó diferencias claras. «Nosotros en ningún caso pensamos en un congelamiento sino que estamos trabajando con las empresas en la administración de los precios», reiteró en al menos cuatro oportunidades el funcionario del Palacio de Hacienda, quien también puntualizó que se seguirá de cerca toda la cadena productiva para garantizar el cumplimiento pero también para evitar que el acuerdo de precios ponga en peligro la continuidad de la empresa. En este sentido envió un mensaje de tranquilidad al sector privado, particularmente a la industria y el supermercadismo: «Frente a una suba de los costos se va a aceptar una recomposición de los precios», subrayó. Según los indicadores que maneja Economía, el supermercadismo tiene una rentabilidad promedio del 3, 5 por ciento. No obstante, la fuente también reconoció implícitamente el alto nivel de concentración que existe tanto en la industria como en las grandes superficies. «Unos 80 proveedores explican más de la mitad de los productos (alimentos, bebidas, productos de limpieza) que tienen unas 40 cadenas de supermercados. El funcionario dijo que los acuerdos de precios permitirán morigerar el alza de precio pero que paralelamente el Ejecutivo «está trabajando en una serie de políticas macroeconómicas, crediticias y financieras» con el propósito de atacar la inflación. «
langer y español van a comercio
El gobierno designó como subsecretarios de Comercio Interior y de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales a Ariel Langer y a Paula Español, respectivamente. Ambos funcionarios acompañarán en su gestión al secretario del área, Augusto Costa.
Los nombramientos de Ariel Langer al frente de la subsecretaría de Comercio Interior y el de Paula Español, en la de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales, quedaron plasmados en los decretos 2153/2013 y 2155/2013.
Ambas decisiones llevan la firma de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y del ministro de Economía, Axel Kicillof.
Langer se desempeñó como director por parte del Estado Nacional en Importadora y Exportadora de la Patagonia SA (La Anónima), fue director nacional de Competitividad en el Ministerio de Economía, y director nacional de Servicios al Inversor, en la Cancillería. Español se desempeñó como subsecretaria de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales del Ministerio de Economía.
La argucia que apuntaba esencialmente a burlar la buena fe de los consumidores consistía en colocar en la góndola productos prácticamente gemelos que tenían packaging o envases muy similares a los que integraban el acuerdo de precios pero con valores con diferencias de hasta el 244 por ciento. De esta manera, el consumidor desprevenido adquiría un artículo que aparentemente formaba parte del acuerdo que el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno alcanzó con los industriales y los supermercados pero cuando llegaba a la caja pagaba sin saberlo un precio muy superior.
Uno de los casos más flagrantes desde el punto de vista del engaño visual es el de la yerba Nobleza Gaucha de 500 gramos cuyo valor acordado con Comercio Interior era de $ 12.59 pero que en la práctica la cajera del supermercado cobraba $ 17.83, es decir un 50% más.
«La gente se confundía frente a productos similares y mucha veces compraba el más caro», explicó en estricto off de record un alto funcionario del ministerio de Economía.
El ardid se descubrió a partir de la información que se recogió en la campaña «Mirar para Cuidar», que consistió en el monitoreo y control que llevaron adelante militantes y trabajadores sociales que revistaban en distintas organizaciones políticas y sociales como Unidos y Organizados, entidades de defensa del consumidor barriales y entidades de jubilados. El despliegue de más de 3000 voluntarios que constataban el nivel de cumplimiento de precios se llevó adelante durante los últimos meses en 570 establecimientos, de las 49 ciudades más importantes del país, donde viven más de 19 millones de personas en las principales cadenas de supermercados del país. Este monitoreo permitió detectar la estratagema que algunas firmas industriales acompañadas por la complicidad de las grandes cadenas de supermercados llevaron adelante en al menos diez productos de primera necesidad de un total de 200 que integraban los artículos sensibles. Entre ellos se encontraban la leche entera La Serenísima, cuyo proveedor Mastellone Hnos, dispuso en las góndolas de los súper cuatro versiones muy similares de la misma leche entera con algunas diferencias imperceptibles en el envase que tenían diferencias con respecto al producto acordado con el gobierno de entre el 30 y el 40 por ciento. Otro caso destacado es el de la lavandina Ayudín que en el precio acordado con Comercio Interior le costaba al consumidor $ 2,73 mientras que en la segunda versión simil de «Máxima Pureza» alcanzaba los $ 4,93 y finalmente la «Ultra» con un envase muy parecido el supermercado la cobraba $ 7,77. Otras firmas implicadas en este tipo de trampas legales también se encontraron en la leche descremada de un litro de Sancor y la crema de lecha light de la misma empresa. También en el reconocido Yogurísimo que fabrica La Serenísima.
Desde el punto de vista formal este tipo de ardides son maniobras comerciales, permitidas, difíciles de sancionar por vía administrativa y judicial.
Sin embargo, en los hechos representan una ardid para el consumidor que compraba confiado el producto y paga un precio superior sin notarlo. «Vamos a recurrir a todas las herramientas legales que tiene el Estado para evitar que este tipo de maniobras en el acuerdo de precios que comenzará a regir el año próximo», advirtió la fuente. Este mismo fenómeno se repitió con idéntico modus operandis en el detergente Campo Manzana de Magistral, fabricado por la multinacional Procter & Gamble que en la versión acordada con Moreno Campo Manzana tenía un precio de $ 14.556 y en la versión simil denominada «Ultra Poter Clean» (también de 500 ml) mantenía en la misma fecha un valor en góndola de $ 22,25.
En los monitoreos del nuevo convenio de precios que incluirá 187 productos de la canasta básica (incluirá desde alimentos hasta productos de limpieza, a diferencia de los anteriores los fabricantes, distribuidores y supermercados y todos los integrantes de la cadena de producción, deberán homologar por escrito. La nueva canasta, tal como había anticipado Tiempo Argentino el domingo último pasado, representará el equivalente a las tres cuartas partes de los artículos que consume una familia tipo en su vida cotidiana. Además, estará integrada por productos de primeras y segundas marcas. Y en el gobierno colocaron toda la carne en el asador para frenar «el componente inercial» que se está observando en materia de precios. Para garantizar que las empresas lo respeten «vamos a utilizar todas las herramientas legales a nuestro alcance», advirtió la fuente. Todos los organismos vinculados de una u otra manera al espectro económico del gobierno van a participar del acuerdo para asegurar que se cumpla lo firmado. La AFIP, a cargo de Ricardo Echegaray, tendrá un rol decisivo en esta nueva etapa ya que pondrá en funcionamiento el nuevo sistema de controladores fiscales que le permitirá al organismo «trabajar con información en tiempo real y digitalizada». El objetivo final es monitorear a través del código de barras los cambios en el precio minorista, mayorista y que también se puedan verificar en los propios supermercados.
No obstante, la fuente marcó diferencias claras. «Nosotros en ningún caso pensamos en un congelamiento sino que estamos trabajando con las empresas en la administración de los precios», reiteró en al menos cuatro oportunidades el funcionario del Palacio de Hacienda, quien también puntualizó que se seguirá de cerca toda la cadena productiva para garantizar el cumplimiento pero también para evitar que el acuerdo de precios ponga en peligro la continuidad de la empresa. En este sentido envió un mensaje de tranquilidad al sector privado, particularmente a la industria y el supermercadismo: «Frente a una suba de los costos se va a aceptar una recomposición de los precios», subrayó. Según los indicadores que maneja Economía, el supermercadismo tiene una rentabilidad promedio del 3, 5 por ciento. No obstante, la fuente también reconoció implícitamente el alto nivel de concentración que existe tanto en la industria como en las grandes superficies. «Unos 80 proveedores explican más de la mitad de los productos (alimentos, bebidas, productos de limpieza) que tienen unas 40 cadenas de supermercados. El funcionario dijo que los acuerdos de precios permitirán morigerar el alza de precio pero que paralelamente el Ejecutivo «está trabajando en una serie de políticas macroeconómicas, crediticias y financieras» con el propósito de atacar la inflación. «
langer y español van a comercio
El gobierno designó como subsecretarios de Comercio Interior y de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales a Ariel Langer y a Paula Español, respectivamente. Ambos funcionarios acompañarán en su gestión al secretario del área, Augusto Costa.
Los nombramientos de Ariel Langer al frente de la subsecretaría de Comercio Interior y el de Paula Español, en la de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales, quedaron plasmados en los decretos 2153/2013 y 2155/2013.
Ambas decisiones llevan la firma de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y del ministro de Economía, Axel Kicillof.
Langer se desempeñó como director por parte del Estado Nacional en Importadora y Exportadora de la Patagonia SA (La Anónima), fue director nacional de Competitividad en el Ministerio de Economía, y director nacional de Servicios al Inversor, en la Cancillería. Español se desempeñó como subsecretaria de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales del Ministerio de Economía.