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La Argentina cuenta con las tarifas de energía eléctrica más bajas de la región y un costo promedio de producción que quintuplica lo que pagan los usuarios finales. Detrás de estos fenómenos se encuentran las causas de los cortes de luz que se multiplicaron en los últimos días y que amenazan con repetirse este verano si la ola de calor no afloja.
El Gobierno volvió ayer a responsabilizar a las empresas distribuidoras Edenor y Edesur por los cortes de luz y amenazó con estatizar el servicio. Sin embargo, para los especialistas, los problemas en el suministro de energía obedecen a años de tarifas retrasadas y subsidios mal direccionados.
Para tener una idea de la distorsión de precios relativos, las tarifas eléctricas residenciales del Gran Buenos Aires son quince veces menores que las de Uruguay, ocho veces y media inferiores a los de Chile y cinco veces más bajas que lo que pagan los pequeños usuarios de Brasil.
De acuerdo con datos relevados por el ex secretario de Energía Daniel Montamat, si se toman en cuenta las tarifas industriales, la brecha es menor aunque con un costo para consumidores medianos en Argentina cuatro veces menor que en Chile y en Brasil y ocho veces inferiores respecto de Uruguay. Incluso a nivel país hay fuertes diferencias, las tarifas industriales medias son dos veces superiores en Santa Fe, mientras en Córdoba la diferencia llega a cuatro con respecto al Gran Buenos Aires.
«Una parte importante del problema energético son los diagnósticos equivocados tanto del Gobierno como de la oposición. Se habla de falta de inversiones pero no del manejo de la demanda que implica niveles de tarifas más altos y precios más altos en pico que fuera de pico», explicó Daniel Artana, economista en jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). En ese sentido, el especialista explicó que habría que implementar diferentes tarifas teniendo en cuenta los meses con mayor demanda e incluso los horarios donde se producen los cuellos de botella.
«El costo marginal a las 9 de la mañana es de $ 600 y a las dos de la tarde se va a $ 2500. Hay que empezar a trabajar con medidores inteligentes», recalcó Navajas.
«Los cortes se producen por múltiples motivos. El más simple es echarle la culpa al clima y después al consumo de la gente. Es un mensaje falso para culpabilizar al inocente, además es contradictorio con el mensaje global del Gobierno que alienta el consumo. La realidad es que hay una falla de política energética. Esta conducción ha generado una bola de nieve que será difícil de parar rápidamente», señaló Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi. »Hay que pagar al menos lo que cuesta producir la energía eléctrica», agregó.
Una brecha difícil de cubrir
El costo de producir 1 MWh del parque eléctrico del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), que los especialistas llaman precio medio monómico podrá llegar $ 400 en 2013 teniendo en cuenta todos los conceptos que lo componen, según datos del mercado. En tanto, casi el 85% de la demanda paga un precio por el abastecimiento inferior a los $ 70 por MWh.
«El promedio de lo que paga toda la demanda está por debajo de $ 100 y hay una parte que paga valores que son más bajos todavía», destacó Navajas. »Ese es el drama, es un desacoplamiento total de los precios que abona la demanda. Un tercio de los usuarios paga valores 16 veces por debajo de los costos contables del sistema, no tiene ninguna lógica y generó un exceso desorbitante de demanda», agregó.
La diferencia entre el costo de producción y el que pagan los usuarios también genera un problema fiscal porque la brecha se cubre con subsidios que en diez meses ya aumentaron 65% y llegan a los $ 65.000 millones.
La Argentina cuenta con las tarifas de energía eléctrica más bajas de la región y un costo promedio de producción que quintuplica lo que pagan los usuarios finales. Detrás de estos fenómenos se encuentran las causas de los cortes de luz que se multiplicaron en los últimos días y que amenazan con repetirse este verano si la ola de calor no afloja.
El Gobierno volvió ayer a responsabilizar a las empresas distribuidoras Edenor y Edesur por los cortes de luz y amenazó con estatizar el servicio. Sin embargo, para los especialistas, los problemas en el suministro de energía obedecen a años de tarifas retrasadas y subsidios mal direccionados.
Para tener una idea de la distorsión de precios relativos, las tarifas eléctricas residenciales del Gran Buenos Aires son quince veces menores que las de Uruguay, ocho veces y media inferiores a los de Chile y cinco veces más bajas que lo que pagan los pequeños usuarios de Brasil.
De acuerdo con datos relevados por el ex secretario de Energía Daniel Montamat, si se toman en cuenta las tarifas industriales, la brecha es menor aunque con un costo para consumidores medianos en Argentina cuatro veces menor que en Chile y en Brasil y ocho veces inferiores respecto de Uruguay. Incluso a nivel país hay fuertes diferencias, las tarifas industriales medias son dos veces superiores en Santa Fe, mientras en Córdoba la diferencia llega a cuatro con respecto al Gran Buenos Aires.
«Una parte importante del problema energético son los diagnósticos equivocados tanto del Gobierno como de la oposición. Se habla de falta de inversiones pero no del manejo de la demanda que implica niveles de tarifas más altos y precios más altos en pico que fuera de pico», explicó Daniel Artana, economista en jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). En ese sentido, el especialista explicó que habría que implementar diferentes tarifas teniendo en cuenta los meses con mayor demanda e incluso los horarios donde se producen los cuellos de botella.
«El costo marginal a las 9 de la mañana es de $ 600 y a las dos de la tarde se va a $ 2500. Hay que empezar a trabajar con medidores inteligentes», recalcó Navajas.
«Los cortes se producen por múltiples motivos. El más simple es echarle la culpa al clima y después al consumo de la gente. Es un mensaje falso para culpabilizar al inocente, además es contradictorio con el mensaje global del Gobierno que alienta el consumo. La realidad es que hay una falla de política energética. Esta conducción ha generado una bola de nieve que será difícil de parar rápidamente», señaló Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi. »Hay que pagar al menos lo que cuesta producir la energía eléctrica», agregó.
Una brecha difícil de cubrir
El costo de producir 1 MWh del parque eléctrico del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), que los especialistas llaman precio medio monómico podrá llegar $ 400 en 2013 teniendo en cuenta todos los conceptos que lo componen, según datos del mercado. En tanto, casi el 85% de la demanda paga un precio por el abastecimiento inferior a los $ 70 por MWh.
«El promedio de lo que paga toda la demanda está por debajo de $ 100 y hay una parte que paga valores que son más bajos todavía», destacó Navajas. »Ese es el drama, es un desacoplamiento total de los precios que abona la demanda. Un tercio de los usuarios paga valores 16 veces por debajo de los costos contables del sistema, no tiene ninguna lógica y generó un exceso desorbitante de demanda», agregó.
La diferencia entre el costo de producción y el que pagan los usuarios también genera un problema fiscal porque la brecha se cubre con subsidios que en diez meses ya aumentaron 65% y llegan a los $ 65.000 millones.