En un contexto de inflación galopante, más de un cuarto de los porteños -861.000 personas- tiene problemas para enfrentar gastos en bienes y servicios básicos con los ingresos mensuales que percibe. Más específicamente, un 28% del total de la población de la ciudad de Buenos Aires sufre algún tipo de «insuficiencia de ingresos», según un informe que acaba de publicar la Dirección General de Estadística y Censos porteña con datos de 2012, los últimos disponibles. Entre esas personas, la situación es mucho más acuciante para los 198.000 ciudadanos (6,5% del total) que ni siquiera pueden acceder a una canasta alimentaria básica o sea, que se encuentran en la indigencia, de acuerdo con el organismo porteño.
Si se toman los datos de los hogares, son 277.000 los que no acceden a la llamada Canasta Total (que, además de alimentos y bebidas, incluye otros gastos como alquiler, expensas, electricidad, gas, agua, comunicaciones, transporte público, educación, útiles escolares, artículos de limpieza, esparcimiento, bienes de cuidado personal, y bienes y servicios estacionales o contingentes). En cuanto a los hogares, en los que no pueden asegurar una alimentación básica, la cifra llega a 56.000.
Si bien la dirección porteña está actualmente procesando los datos de 2013, otros informes dan cuenta de que la situación de los ingresos en relación con los precios se habría mantenido o incluso empeorado el año pasado. Según el Banco Ciudad, «el índice de salarios se incrementó un 26,1% [en noviembre pasado, último dato del Indec], en línea con lo observado en los últimos meses, mientras que la suba de los precios al consumidor continuó acelerándose. En noviembre, la inflación trepó al 2,6% mensual y 26,8% anual, según las consultoras que releva el Congreso».
De esta manera, el poder de compra de las remuneraciones se deterioró con respecto a octubre en un 0,2 y 0,5% con relación a un año atrás. Considerando la suba de precios que se dio en diciembre y la estabilidad en el ritmo de crecimiento de los salarios, 2013 habría finalizado con una pérdida de poder adquisitivo promedio superior al 1%, la mayor desde 2007, cuando la inflación se ubicó por primera vez por encima del 20%, concluye el trabajo del Ciudad.
El poder de compra de aquellos que menos tienen en la ciudad y los 24 partidos del conurbano, o sea, los que cobran la Asignación Universal por Hijo (AUH), también empeoró en 2013, según el informe que anteayer presentó la ex directora de Precios del Indec Graciela Bevacqua.
Otro informe también que excede el territorio porteño, realizado por el diputado Claudio Lozano, indica que a octubre pasado una canasta básica alimentaria alcanzaba los $ 2872 para una familia tipo (unos 2122 por encima de lo que marca el Indec).
Pero volviendo a la ciudad de Buenos Aires, la dirección estadística de la administración Macri dice que la situación empeoró en 2012. Si se contrasta con un año antes, se observa un incremento del 34,4% en el porcentaje de hogares que no cubre sus gastos alimentarios, en tanto que la incidencia de la insuficiencia de ingresos respecto de la canasta total se amplió un 8,7 por ciento. Desde una perspectiva de mediano plazo, la situación de los porteños mostró una mejora en sus condiciones de vida entre 2005 y 2012, sobre todo los más pobres. Incluso estos últimos, dicen los datos oficiales, vieron crecer sus ingresos por encima del promedio, salvo durante la crisis financiera internacional de 2009, que tuvo un fuerte impacto local. Luego de ese año, la situación mejoró hasta fines de 2011 y en 2012 las condiciones de vida volvieron a empeorar.
En tanto, en 2013 los precios se aceleraron en la ciudad. Ayer, la dirección de estadística porteña informó que la suba del Índice de Precios de la Ciudad de Buenos Aires (Ipcba) fue de 2,3% en diciembre pasado. De esta manera, el alza de precios de todo 2013 fue de 26,6 por ciento para los porteños.
En enero, según economistas privados, la inflación llegaría incluso al 4% mensual por la suba del transporte desde el 1° de este mes.
Para sumar un parámetro a nivel país, los datos del desacreditado Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), estiman que la mediana del ingreso total familiar de los hogares en el total de 31 aglomerados urbanos tuvo un alza de 25,22% interanual entre el tercer trimestre de 2012 y 2013, último dato disponible. Sin embargo, los datos de ingresos de la ciudad de Buenos Aires están por encima de la media nacional, por lo que la suba de la canasta y de los ingresos porteños puede haberse movido a la par.
Ingreso real negativo
La creciente cifra de hogares porteños con carencias de ingresos se debe, según los técnicos de la Ciudad, al fuerte aumento de los alimentos . En noviembre de 2012, la canasta alimentaria para un adulto era de $ 848,4, mientras que un año atrás había sido de $ 621,4, lo que reflejó una suba de un 36,5 por ciento. Esto se suma a la suba de algunas tarifas de servicios (luz, gas, agua y transporte público) y «a la evolución negativa del ingreso real de la población en la ciudad».
Justamente, en cuanto al ingreso per cápita familiar de los hogares, se observa que en 2012 el ingreso medio fue de $ 4015, mientras que un año atrás había sido de $ 3204 (un incremento de un 25%). Sin embargo, el decil cero -o los que menos ganan- tuvo un ingreso medio de $ 699, lo que reflejó -según los datos oficiales- un alza interanual de 18,6 por ciento.
«Las personas que pertenecen a hogares con ingresos más bajos, a diferencia de lo ocurrido en 2011, tuvieron una declinación más pronunciada en su situación, debido a que sus ingresos aumentaron por debajo de la evolución de la Canasta Alimentaria. Como consecuencia, perdieron participación en la distribución del ingreso, redundando en una ampliación de la brecha que separa a los hogares ricos de los pobres», se describió.ß
Del editor: qué significa.
El ritmo de la inflación empieza a despegarse del alza de los ingresos, limando el poder adquisitivo de la gente en la ciudad y en todo el país. .
Si se toman los datos de los hogares, son 277.000 los que no acceden a la llamada Canasta Total (que, además de alimentos y bebidas, incluye otros gastos como alquiler, expensas, electricidad, gas, agua, comunicaciones, transporte público, educación, útiles escolares, artículos de limpieza, esparcimiento, bienes de cuidado personal, y bienes y servicios estacionales o contingentes). En cuanto a los hogares, en los que no pueden asegurar una alimentación básica, la cifra llega a 56.000.
Si bien la dirección porteña está actualmente procesando los datos de 2013, otros informes dan cuenta de que la situación de los ingresos en relación con los precios se habría mantenido o incluso empeorado el año pasado. Según el Banco Ciudad, «el índice de salarios se incrementó un 26,1% [en noviembre pasado, último dato del Indec], en línea con lo observado en los últimos meses, mientras que la suba de los precios al consumidor continuó acelerándose. En noviembre, la inflación trepó al 2,6% mensual y 26,8% anual, según las consultoras que releva el Congreso».
De esta manera, el poder de compra de las remuneraciones se deterioró con respecto a octubre en un 0,2 y 0,5% con relación a un año atrás. Considerando la suba de precios que se dio en diciembre y la estabilidad en el ritmo de crecimiento de los salarios, 2013 habría finalizado con una pérdida de poder adquisitivo promedio superior al 1%, la mayor desde 2007, cuando la inflación se ubicó por primera vez por encima del 20%, concluye el trabajo del Ciudad.
El poder de compra de aquellos que menos tienen en la ciudad y los 24 partidos del conurbano, o sea, los que cobran la Asignación Universal por Hijo (AUH), también empeoró en 2013, según el informe que anteayer presentó la ex directora de Precios del Indec Graciela Bevacqua.
Otro informe también que excede el territorio porteño, realizado por el diputado Claudio Lozano, indica que a octubre pasado una canasta básica alimentaria alcanzaba los $ 2872 para una familia tipo (unos 2122 por encima de lo que marca el Indec).
Pero volviendo a la ciudad de Buenos Aires, la dirección estadística de la administración Macri dice que la situación empeoró en 2012. Si se contrasta con un año antes, se observa un incremento del 34,4% en el porcentaje de hogares que no cubre sus gastos alimentarios, en tanto que la incidencia de la insuficiencia de ingresos respecto de la canasta total se amplió un 8,7 por ciento. Desde una perspectiva de mediano plazo, la situación de los porteños mostró una mejora en sus condiciones de vida entre 2005 y 2012, sobre todo los más pobres. Incluso estos últimos, dicen los datos oficiales, vieron crecer sus ingresos por encima del promedio, salvo durante la crisis financiera internacional de 2009, que tuvo un fuerte impacto local. Luego de ese año, la situación mejoró hasta fines de 2011 y en 2012 las condiciones de vida volvieron a empeorar.
En tanto, en 2013 los precios se aceleraron en la ciudad. Ayer, la dirección de estadística porteña informó que la suba del Índice de Precios de la Ciudad de Buenos Aires (Ipcba) fue de 2,3% en diciembre pasado. De esta manera, el alza de precios de todo 2013 fue de 26,6 por ciento para los porteños.
En enero, según economistas privados, la inflación llegaría incluso al 4% mensual por la suba del transporte desde el 1° de este mes.
Para sumar un parámetro a nivel país, los datos del desacreditado Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), estiman que la mediana del ingreso total familiar de los hogares en el total de 31 aglomerados urbanos tuvo un alza de 25,22% interanual entre el tercer trimestre de 2012 y 2013, último dato disponible. Sin embargo, los datos de ingresos de la ciudad de Buenos Aires están por encima de la media nacional, por lo que la suba de la canasta y de los ingresos porteños puede haberse movido a la par.
Ingreso real negativo
La creciente cifra de hogares porteños con carencias de ingresos se debe, según los técnicos de la Ciudad, al fuerte aumento de los alimentos . En noviembre de 2012, la canasta alimentaria para un adulto era de $ 848,4, mientras que un año atrás había sido de $ 621,4, lo que reflejó una suba de un 36,5 por ciento. Esto se suma a la suba de algunas tarifas de servicios (luz, gas, agua y transporte público) y «a la evolución negativa del ingreso real de la población en la ciudad».
Justamente, en cuanto al ingreso per cápita familiar de los hogares, se observa que en 2012 el ingreso medio fue de $ 4015, mientras que un año atrás había sido de $ 3204 (un incremento de un 25%). Sin embargo, el decil cero -o los que menos ganan- tuvo un ingreso medio de $ 699, lo que reflejó -según los datos oficiales- un alza interanual de 18,6 por ciento.
«Las personas que pertenecen a hogares con ingresos más bajos, a diferencia de lo ocurrido en 2011, tuvieron una declinación más pronunciada en su situación, debido a que sus ingresos aumentaron por debajo de la evolución de la Canasta Alimentaria. Como consecuencia, perdieron participación en la distribución del ingreso, redundando en una ampliación de la brecha que separa a los hogares ricos de los pobres», se describió.ß
Del editor: qué significa.
El ritmo de la inflación empieza a despegarse del alza de los ingresos, limando el poder adquisitivo de la gente en la ciudad y en todo el país. .