Si algo dejó claro ayer el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en su primer balance de gestión ante la Asamblea Nacional (AN), es que su gobierno sigue dispuesto a profundizar los controles a la economía. En una larga exposición ante diputados oficialistas y opositores (en Venezuela el Congreso es unicameral), el mandatario anunció la fijación por decreto de márgenes de ganancia máxima de 30% a las actividades económicas del país, dijo que endurecerá aun más las sanciones contra los empresarios que especulen quitándoles las licencias, además de la prisión y ordenó a los militares reforzar las fiscalizaciones en los comercios para garantizar precios justos. Además, descartó cualquier posibilidad de devaluación, al afirmar que el tipo de cambio oficial se mantendrá en 6,30 bolívares por dólar durante todo el año.
La sesión especial de la Asamblea Nacional empezó dos horas más tarde que lo programado. Media hora después, Maduro comenzó a leer su extenso mensaje, que fue transmitido en vivo por cadena nacional de radio y televisión. Como era de esperar, en sus primeras palabras rindió homenaje al fallecido Hugo Chávez, de quien dijo que es inolvidable su dignidad, su sonrisa a flor de piel, su confianza en el futuro y su fuerza para trabajar.
Maduro reconoció que 2013 fue el año más duro, el año más difícil de la revolución a lo largo de su historia, porque nada se compara con la magnitud de la pérdida física del comandante Hugo Chávez.
Luego de una larga introducción, Maduro se lanzó de lleno a hacer una catarata de anuncios en torno a la economía, donde no faltaron expresiones bien al estilo Chávez contra las mafias capitalistas, la burguesía parasitaria acaparadora de dólares y el imperio yankee.
Entre los anuncios se destacan tres. El primero es que las empresas no podrán tener un margen de ganancia mayor al 30%. Maduro ya había adelantado en noviembre que estaba trabajando sobre este tema, que ayer decretó vía Ley Habilitante (la ley de superpoderes que le permite aprobar leyes sin contar con aprobación de la AN). Con una inflación que en 2013 fue de 56,2%, el sector privado venía advirtiendo que esta medida de fijar márgenes provocará más inflación y esasez.
El segundo fue descartar una devaluación, algo con lo que se había especulado previamente. Maduro no sólo afirmó que la República tiene los recursos para mantener el dólar en 6,30 bolívares (en el mercado paralelo llega a multiplicarse por 10), sino que además instó a sus funcionarios a tomar el control pleno y absoluto de la administración y la inversión sana de las divisas de nuestra patria para que no haya ningún tipo de distorsión en la economía y que no falten rubros ni productos para la población.
Si así sucediera, (si llegara a faltar algún producto o rubro) ya basta compatriotas, vamos con manos de acero, quitándoles las licencias, además de ser puestos tras las rejas, agregó.
El tercer anuncio fue el lanzamiento de un plan nacional de impulso a la producción nacional, a fin de aumentar la oferta y combatir la escasez, para lo cual Maduro dijo estar abierto a discutirlo con la oposición.
El mandatario dijo que la Ley Habilitante le permitirá este año emprender una urgente contraofensiva para crear los mecanismos que posibiliten sincerar la realidad económica, proteger al pueblo de la voracidad del capital y erradicar los elementos distorsionadores que inciden en la inflación inducida de la guerra económica.
Entre otros anuncios, nombró nuevos ministros y decretó la fusión entre el Ministerio de la Banca Pública y Economía y Finanzas.