El gobierno nacional lanzó ayer una fuerte ofensiva sobre el Mercado de Liniers con el objetivo de forzar una baja en el precio de la hacienda, la cual incluyó pedidos a frigoríficos e hipermercados para postergar sus compras.
La estrategia fue encabezada por el secretario de Comercio, Augusto Costa, y referentes del gobierno en conversaciones con operadores del Mercado de Liniers, frigoríficos y supermercadistas.
Costa se había comprometido a hacer que bajara el precio de la carne en los mostradores, tras la fuerte suba de entre el 20 por ciento y el 30 por ciento que sufrió en las últimas semanas.
Así lo confirmaron fuentes de consignatarios de hacienda, las cuales negaron que se haya producido una intervención «directa» al Mercado de Liniers, pero sí admitieron las operaciones de sectores oficiales.
Baja resistida. El secretario general del Sindicato de la Industria de la Carne, Silvio Etchehun, advirtió ayer que «no es posible» que el precio de la carne baje esta semana, como estimó el gobierno. Dijo que para alcanzar ese objetivo hay que profundizar los controles sobre «la compra de ganado en pie y la venta en carnicerías».
«El precio viene en aumento de a un peso, por la falta de flexibilidad. Es que entre la compra del ganado en pie y la venta en las carnicerías hay un agujero negro: hay que controlar ambos eslabones para que la carne pueda bajar 10 por ciento», sostuvo.
Durante el último fin de semana, Costa estimó que a partir de esta semana «va a empezar a bajar la carne al público», que luego de la fuerte devaluación de enero aumentó hasta 20 por ciento. «Nos reunimos con actores del sector para decirles que el precio de la carne está basado en un escenario de tipo de cambio que el gobierno no piensa convalidar», señaló Costa.
En tanto, los operadores creen que la oferta de hacienda no se normalizará hasta que paren las lluvias, ya que los caminos de tierra encharcados en distintas partes de las zonas ganaderas pampeanas impiden el traslado de ganado, por eso este lunes entraron sólo 42 camiones con 1.454 cabezas a Liniers.
La Sociedad Rural Argentina (SRA) alertó ayer «sobre las intervenciones al normal funcionamiento del Mercado de Hacienda de Liniers y sobre la necesidad de contar con una plaza concentradora de hacienda y formador de valores en la mayor transparencia».
La movida oficial estuvo encarada por Costa, quien exigió a representantes de las principales cadenas de supermercados dejar de comprar hacienda en el Mercado de Liniers. El objetivo del funcionario es que los precios negociados en Liniers regresen a los niveles registrados en enero pasado, antes de la devaluación del peso realizada a fines de ese mes, indicó el portal «Valor Soja».
La medida, si bien ya está siendo cumplida por el sector supermercadista, no tendrá un efecto significativo en el mercado de hacienda, dado que la mayor parte de las operaciones hace años se concretan de manera directa. Tampoco queda el recurso de cerrar las exportaciones ya que éstas sólo alcanzan al 7 por ciento de la producción.
Carniceros a la defensiva. El vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital Federal, Alberto Williams, desligó a ese sector de los aumentos en los precios de la carne, y aseguró que las subas responden a la escasez de entrada de ganado en el Mercado de Hacienda.
Según el dirigente, «el carnicero no tiene ningún arma para subir o bajar los precios. El aumento no se debe sólo a cuestiones estacionales, sino que hay que esperar a que se normalicen las entradas de cabezas a Liniers».