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Por Merino Soto
Los vaivenes en el clima en los últimos treinta días y los cambios en materia económica, han incidido fuertemente en la decisión del productor a la hora de adquirir la silobolsa, insumo importante para el almacenaje de sus granos. El sector está a la expectativa sobre una demanda que podría llegar a ser del 20% superior al 2013.
“Compás de espera” es lo que se escucha decir de boca de las principales empresas de silobolsas. Según las mismas, los pedidos deberían haber empezado a mediados de enero, pero a la fecha no se ha concretado importantes negocios. La estimación de las fábricas supone un crecimiento de entre el 10 y el 20%, que no es más que llenar los campos con 100.000 bolsas, un volumen superior a la del año pasado.
El crecimiento de la cosecha estimado en un nuevo récord para la soja, es de 60 millones de toneladas y de 25 millones en maíz, son los factores primordiales a la hora de pensar en más silobolsas.
“El año pasado a esta altura teníamos un volumen de venta mayor comparado al día de hoy, con lo cual no se entiende la situación por la cosecha que se espera mayor al 2013”, dijo a este diario el responsable del departamento comercial de Ipesa Silos, Pablo Seniow.
El ejecutivo dejó en claro que no hay motivos de costos, puesto que “vendemos en pesos, y el valor de la bolsa en términos relativos se mantiene respecto del año pasado”, a diferencia de otros insumos que se manejan en dólares.
Un relevamiento en varias empresas de insumos como son gasoil, fertilizantes, herbicidas, fungicidas, etcétera, señalaron que las ventas vienen muy lentas debido a que el productor busca hasta último momento mejorar las condiciones de compra.
Sin embargo, Seniow insistió que “en enero la demora se centraba en la falta de lluvias y hoy es por exceso de agua, pero es una explicación que no está del todo fundada con treinta días de diferencia”.
El tema pasa por el temor del hombre de campo a si va a cumplir o no con el volumen de cosecha estimado. “No tiene sentido comprar algo que después no voy a usar”, se sinceró un productor del sur de Córdoba.
El responsable de Ipesa recalcó que el pico máximo de ventas se vio en la campaña 2009/2010 con una soja que llegó a los 53 millones de toneladas, pero “hoy no esperamos vender más que cinco campañas atrás. Los números hoy no lo reflejan. Estamos a quince días de empezar la cosecha y no hay movimientos de ventas que lo puedan respaldar”.
Por lo pronto, el productor espera y pelea cada precio. Sabe que tarde o temprano necesitará de la bolsa. Una adaptación argentina que hace que los granos puedan ser almacenados entre un año a dos como máximo.
La silobolsa, un insumo importante a la hora de decidir cuándo y cómo vender tanto la soja como el maíz. Un factor que cambió la capacidad de almacenaje en el campo y que se volvió relevante a la hora de presionar sobre los precios. El productor tiene la sartén por el mango.
Adaptación
El silobolsa no es un invento argentino sino una adaptación a un uso ya existente que vino de Estados Unidos que era el almacenaje de forraje.
Hoy, éste se exporta a más de 40 países, que incluyendo al mismo EE.UU., llega también a Brasil, Australia, Sudáfrica, Italia, España, Rusia, Ucrania, entre las principales. Para el 2014, las perspectivas de ventas son buenas en función de lo que el sistema presenta respecto de la deficiencia de almacenaje y aun en aquellos países en donde cuentan con una infraestructura interesante de almacenaje, la practicidad de la bolsa y la diversidad de uso son relevantes.
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Los vaivenes en el clima en los últimos treinta días y los cambios en materia económica, han incidido fuertemente en la decisión del productor a la hora de adquirir la silobolsa, insumo importante para el almacenaje de sus granos. El sector está a la expectativa sobre una demanda que podría llegar a ser del 20% superior al 2013.
“Compás de espera” es lo que se escucha decir de boca de las principales empresas de silobolsas. Según las mismas, los pedidos deberían haber empezado a mediados de enero, pero a la fecha no se ha concretado importantes negocios. La estimación de las fábricas supone un crecimiento de entre el 10 y el 20%, que no es más que llenar los campos con 100.000 bolsas, un volumen superior a la del año pasado.
El crecimiento de la cosecha estimado en un nuevo récord para la soja, es de 60 millones de toneladas y de 25 millones en maíz, son los factores primordiales a la hora de pensar en más silobolsas.
“El año pasado a esta altura teníamos un volumen de venta mayor comparado al día de hoy, con lo cual no se entiende la situación por la cosecha que se espera mayor al 2013”, dijo a este diario el responsable del departamento comercial de Ipesa Silos, Pablo Seniow.
El ejecutivo dejó en claro que no hay motivos de costos, puesto que “vendemos en pesos, y el valor de la bolsa en términos relativos se mantiene respecto del año pasado”, a diferencia de otros insumos que se manejan en dólares.
Un relevamiento en varias empresas de insumos como son gasoil, fertilizantes, herbicidas, fungicidas, etcétera, señalaron que las ventas vienen muy lentas debido a que el productor busca hasta último momento mejorar las condiciones de compra.
Sin embargo, Seniow insistió que “en enero la demora se centraba en la falta de lluvias y hoy es por exceso de agua, pero es una explicación que no está del todo fundada con treinta días de diferencia”.
El tema pasa por el temor del hombre de campo a si va a cumplir o no con el volumen de cosecha estimado. “No tiene sentido comprar algo que después no voy a usar”, se sinceró un productor del sur de Córdoba.
El responsable de Ipesa recalcó que el pico máximo de ventas se vio en la campaña 2009/2010 con una soja que llegó a los 53 millones de toneladas, pero “hoy no esperamos vender más que cinco campañas atrás. Los números hoy no lo reflejan. Estamos a quince días de empezar la cosecha y no hay movimientos de ventas que lo puedan respaldar”.
Por lo pronto, el productor espera y pelea cada precio. Sabe que tarde o temprano necesitará de la bolsa. Una adaptación argentina que hace que los granos puedan ser almacenados entre un año a dos como máximo.
La silobolsa, un insumo importante a la hora de decidir cuándo y cómo vender tanto la soja como el maíz. Un factor que cambió la capacidad de almacenaje en el campo y que se volvió relevante a la hora de presionar sobre los precios. El productor tiene la sartén por el mango.
Adaptación
El silobolsa no es un invento argentino sino una adaptación a un uso ya existente que vino de Estados Unidos que era el almacenaje de forraje.
Hoy, éste se exporta a más de 40 países, que incluyendo al mismo EE.UU., llega también a Brasil, Australia, Sudáfrica, Italia, España, Rusia, Ucrania, entre las principales. Para el 2014, las perspectivas de ventas son buenas en función de lo que el sistema presenta respecto de la deficiencia de almacenaje y aun en aquellos países en donde cuentan con una infraestructura interesante de almacenaje, la practicidad de la bolsa y la diversidad de uso son relevantes.