Urribarri y Scioli saludan a Boudou, la sorpresa del acto; al lado, Mariotto abraza a Larroque. Foto: Santiago Hafford
Asomaba el final del discurso cuando Andrés Larroque, el «Cuervo», esbozó la única mención explícita sobre el recambio presidencial. » Vamos a 2015 con absoluta tranquilidad. ¡Tenemos conductora y tenemos conciencia!», lanzó el diputado y secretario general de La Cámpora, ante una platea oficialista y bajo la cercana mirada de dos candidatos a suceder a Cristina Kirchner : Daniel Scioli y Sergio Urribarri .
Los dos gobernadores, que ya proclamaron en público su aspiración, compartieron el cierre del Tercer Plenario de Políticas Públicas, auspiciado por el vice bonaerense, Gabriel Mariotto, que llamó al entrerriano «amigo y compañero militante» y repartió pródigos elogios al bonaerense, al que supo desafiar desde la gestión provincial.
Ese juego de equilibrios transitó la premisa de pregonar unidad interna, en una escenificación similar a la cumbre del PJ bonaerense, realizada el fin de semana pasado en Santa Teresita. La dupla de mandatarios mostró un trato cercano, sentados codo a codo se hicieron comentarios al oído y cada uno en sus intervenciones hizo referencias a «Daniel» y «El Pato». Al menos ayer quedó oculta la inquina que llevó a Urribarri a tildarlo de «personalista» y de excluirlo de un encuentro del peronismo que se hizo, justo hace un año, en Paraná.
La actividad implicó un debate de más de cinco horas en comisiones temáticas que funcionaron en carpas con el objetivo de delinear iniciativas. Ese mecanismo, que se usó para la discusión de la ley de medios cuando Mariotto era titular del entonces Comfer, ahora La Cámpora busca incorporarlo al Congreso Nacional.
«Fue una reunión con volumen político, no sólo por los dirigentes arriba del escenario, sino porque pasaron más de diez mil personas para debatir proyectos con profundidad», dijo el vicegobernador a LA NACION. La cita comenzó a gestarse hace tiempo y el primero en confirmar su participación fue Urribarri, decidido a recorrer el país para instalar su candidatura. Anoticiado, Scioli también dio el sí y hasta último momento Jorge Capitanich , quiso acercarse.
La prédica de Urribarri, que siguió en la lista a Hebe de Bonafini y Larroque, fue aplaudida con entusiasmo, sobre todo cuando pronunció la frase «vamos por más». Con referencias a su modelo entrerriano, hizo apelaciones a las administraciones de Néstor y Cristina; pidió profundizar la «política militante» y la «política inteligente» y deslizó que cada seis meses hay movidas «destituyentes contra el Gobierno». «Estuvimos en las duras y en las más duras. Y seguiremos estando», aseguró.
Scioli, en un espacio ultra-K que aún lo observa con resquemor, ensayó palabras más duras de lo habitual, volvió a hablar de intentos desestabilizadores y defendió los pilares del rumbo económico. Eso sí: se fue rápido porque había comprometido su asistencia al programa Intratables , de América TV.
Mariotto se aseguró una asistencia surtida. «Gabriel, sos único en el mundo», lo elogió el dirigente de Miles, Luis D’Elía, a la salida del gimnasio del campo de deportes del Club Banfield, en Luis Guillón. Allí estuvieron también el diputado Edgardo Depetri, el legislador provincial y referente del Movimiento Evita Fernando «Chino» Navarro y algunos intendentes, como Darío Díaz Pérez (Lanús), Juan Carlos Veramendi (Ranchos), Daniel Di Sabbatino (San Vicente) y Lucas Ghi (Morón). Otro invitado, menos habitué de estas reuniones, fue José «Pepe» Sbatella, titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), que también ocupó una silla sobre el escenario.
La sorpresa la dio a último momento Amado Boudou. El vicepresidente llegó a la mitad del acto y, cuando le dieron la palabra, declinó para ceder su turno a Mariotto. En los hechos, con o sin intención, se aseguró el puesto para coronar el cierre. En ese papel, se explayó sobre el acuerdo alcanzado con Repsol, el programa Precios Cuidados y avanzó sobre 2015: «Vamos a estar todos acompañando a quien sea el futuro candidato».
El discurso se volvió menos festivo, y hasta motivó rostros incómodos, cuando planteó, sin mencionar el caso Ciccone, su derrotero en Tribunales. «¡Nos persiguen porque querían seguir haciendo negocio con los documentos y los billetes de los argentinos!», aseguró, con la voz exigida al máximo. .
Asomaba el final del discurso cuando Andrés Larroque, el «Cuervo», esbozó la única mención explícita sobre el recambio presidencial. » Vamos a 2015 con absoluta tranquilidad. ¡Tenemos conductora y tenemos conciencia!», lanzó el diputado y secretario general de La Cámpora, ante una platea oficialista y bajo la cercana mirada de dos candidatos a suceder a Cristina Kirchner : Daniel Scioli y Sergio Urribarri .
Los dos gobernadores, que ya proclamaron en público su aspiración, compartieron el cierre del Tercer Plenario de Políticas Públicas, auspiciado por el vice bonaerense, Gabriel Mariotto, que llamó al entrerriano «amigo y compañero militante» y repartió pródigos elogios al bonaerense, al que supo desafiar desde la gestión provincial.
Ese juego de equilibrios transitó la premisa de pregonar unidad interna, en una escenificación similar a la cumbre del PJ bonaerense, realizada el fin de semana pasado en Santa Teresita. La dupla de mandatarios mostró un trato cercano, sentados codo a codo se hicieron comentarios al oído y cada uno en sus intervenciones hizo referencias a «Daniel» y «El Pato». Al menos ayer quedó oculta la inquina que llevó a Urribarri a tildarlo de «personalista» y de excluirlo de un encuentro del peronismo que se hizo, justo hace un año, en Paraná.
La actividad implicó un debate de más de cinco horas en comisiones temáticas que funcionaron en carpas con el objetivo de delinear iniciativas. Ese mecanismo, que se usó para la discusión de la ley de medios cuando Mariotto era titular del entonces Comfer, ahora La Cámpora busca incorporarlo al Congreso Nacional.
«Fue una reunión con volumen político, no sólo por los dirigentes arriba del escenario, sino porque pasaron más de diez mil personas para debatir proyectos con profundidad», dijo el vicegobernador a LA NACION. La cita comenzó a gestarse hace tiempo y el primero en confirmar su participación fue Urribarri, decidido a recorrer el país para instalar su candidatura. Anoticiado, Scioli también dio el sí y hasta último momento Jorge Capitanich , quiso acercarse.
La prédica de Urribarri, que siguió en la lista a Hebe de Bonafini y Larroque, fue aplaudida con entusiasmo, sobre todo cuando pronunció la frase «vamos por más». Con referencias a su modelo entrerriano, hizo apelaciones a las administraciones de Néstor y Cristina; pidió profundizar la «política militante» y la «política inteligente» y deslizó que cada seis meses hay movidas «destituyentes contra el Gobierno». «Estuvimos en las duras y en las más duras. Y seguiremos estando», aseguró.
Scioli, en un espacio ultra-K que aún lo observa con resquemor, ensayó palabras más duras de lo habitual, volvió a hablar de intentos desestabilizadores y defendió los pilares del rumbo económico. Eso sí: se fue rápido porque había comprometido su asistencia al programa Intratables , de América TV.
Mariotto se aseguró una asistencia surtida. «Gabriel, sos único en el mundo», lo elogió el dirigente de Miles, Luis D’Elía, a la salida del gimnasio del campo de deportes del Club Banfield, en Luis Guillón. Allí estuvieron también el diputado Edgardo Depetri, el legislador provincial y referente del Movimiento Evita Fernando «Chino» Navarro y algunos intendentes, como Darío Díaz Pérez (Lanús), Juan Carlos Veramendi (Ranchos), Daniel Di Sabbatino (San Vicente) y Lucas Ghi (Morón). Otro invitado, menos habitué de estas reuniones, fue José «Pepe» Sbatella, titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), que también ocupó una silla sobre el escenario.
La sorpresa la dio a último momento Amado Boudou. El vicepresidente llegó a la mitad del acto y, cuando le dieron la palabra, declinó para ceder su turno a Mariotto. En los hechos, con o sin intención, se aseguró el puesto para coronar el cierre. En ese papel, se explayó sobre el acuerdo alcanzado con Repsol, el programa Precios Cuidados y avanzó sobre 2015: «Vamos a estar todos acompañando a quien sea el futuro candidato».
El discurso se volvió menos festivo, y hasta motivó rostros incómodos, cuando planteó, sin mencionar el caso Ciccone, su derrotero en Tribunales. «¡Nos persiguen porque querían seguir haciendo negocio con los documentos y los billetes de los argentinos!», aseguró, con la voz exigida al máximo. .
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