Con el mismo uniforme de uso «social» (camisa, corbata y pantalón de gabardina) que visten a los policías provinciales, aunque con un chaleco color naranja encima, los nuevos agentes tendrán una presencia a razón de uno por manzana.
Además de armas, los comunitarios usarán exclusivamente celulares oficiales cuyos números estarán a disposición de los vecinos y contarán con tarjetas personales y con un entrenamiento especial que ya adquirieron durante un semestre.
A diferencia del clásico blanco y azul, el color naranja también distinguirá al móvil (cero kilómetro) que usarán los comunitarios, cuya base física de operaciones se ubicará, en una primera etapa, en tres construcciones modulares que se desarrollarán en otros tantos terrenos dentro de Las Flores, que la Municipalidad cederá en comodato mediante un convenio que a firmar hoy.
El cambio de concepción de trabajo, colores y lugar físico de operación irá acompañado de una nueva conducción operativa y política, que emana del propio Lamberto y que se concreta en Juan Manuel Neffen, director provincial de Proximidad Policial. Los comunitarios dependerán de la Jefatura de la policía provincial sólo en el plano «administrativo».
La nueva policía de cercanía es parte de un programa integral de intervención donde también juegan lo suyo los ministerios provinciales de Desarrollo Social, Educación y Justicia, lo que explica la presencia de sus respectivos titulares (Mónica Bifarello, Claudia Balagué y Juan Lewis) en las actividades de ayer, que incluyeron recorridas por las ya famosas villas 15 (Ciudad Oculta) y 31 (Retiro), en la Capital Federal.
En esos dos territorios funciona desde hace dos años un Cuerpo de Prevención Barrial, dependiente del ministerio que conduce Rodríguez, que se percibe exitoso «aunque no existan aún datos duros que lo corroboren», según explicó a La Capital Neffen.
Los 26 homicidios cada 100 mil habitantes que se registraron en Rosario en 2013, casi cuadriplicando la tasa nacional de 5,5 y triplicando la de 9,6 del partido de La Matanza (en el Gran Buenos Aires), explican la necesidad y urgencia de poner en marcha un plan integral que ahora tomó aceleración.
Bifarello, en tanto, destacó la importancia de «la coordinación entre niveles del Estado, pero principalmente entre áreas, porque no hay un problema de seguridad desvinculado de un problema social o de infraestructura».
Finalizada la temporada de mezquindades, chicanas y reclamos políticos entre las administraciones santafesina y nacional, ahora emerge con fuerza una generosa integración: la semana próxima se pondrá en marcha un programa de instrucción para los policías comunitarios —comenzando por los jefes—, que dictarán sus pares porteños experimentados en el programa que se aplica en las villas de Buenos Aires.
La Nación también comprometió la ayuda de agencias de seguridad (principalmente Gendarmería y Policía Federal) en la tarea inicial de la primera camada de los agentes de proximidad.
Los federales tendrán presencia en los corredores principales, como la avenida de Circunvalación, entre otros, aunque no caminarán junto a lo agentes provinciales dentro de la villa. No está dentro de sus atribuciones.
Fein, a su turno, celebró que «se alcanzó un nivel de trabajo conjunto entre los tres niveles del Estado (Nación, provincia y municipio) que será muy beneficioso para todos».
Y luego ratificó que su plan, a mediano plazo, es que la policía de proximidad despliegue unos 500 agentes en Rosario.
Los primeros tiempos de inserción territorial se dará sucesivamente entre fines de marzo y principios de abril en los barrios Las Flores Este, La Granada y 17 de Agosto.
El nuevo organismo de seguridad se integrará a las estrategias locales de proximidad con el vecino en el marco de los programas de inclusión social y urbana que vienen desarrollando en forma conjunta el municipio y la provincia.
Clima de trabajo
El ministro de Gobierno provincial, Rubén Galassi, resaltó ayer la existencia de «un clima de trabajo totalmente distinto con la Nación». Y resaltó: «Mañana (por hoy) estará en Rosario la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó. Seguramente, en esas horas de reunión y trabajo surgirán nuevas líneas de acción que darán mejores resultados como Estado».