Por: Ignacio Olivera Doll
á un primer gesto que podría concederles el Gobierno a los bancos privados después de dos años duros de cepo cambiario, en los que no les permitió distribuir utilidades ni enviar un solo dólar al exterior. Las principales entidades esperan ahora la aprobación oficial para poder girar unos $ 1.400 millones en dividendos por las ganancias obtenidas durante el año pasado, y destinar la mitad de este monto a accionistas extranjeros que pretenderían recibir divisas fuera del país.
El plan, que ya fue propuesto a las asambleas que se realizan entre este mes y el próximo, roza una cuestión sensible para un modelo que se encargó de vigilar desde 2012 hasta hoy cada uno de los dólares que circulan por el territorio nacional: supone distribuir más de u$s 80 millones en moneda extranjera que deberían obtenerse en el mercado cambiario y restar reservas al Central.
Las propuestas ya son analizadas por el presidente del organismo oficial, Juan Carlos Fábrega, que en las últimas semanas mantuvo conversaciones informales con el sector, pero que hasta ayer no había recibido la presentación de ninguna carpeta en términos formales.
El objetivo de algunos bancos es proponer dividendos «modestos» que puedan ser digeridos fácilmente por el funcionario y que le permitan a su vez mostrar algún avance -aunque sea simbólico- hacia la flexibilización del cepo cambiario.
Las entidades tienen impedimentos para girar dividendos y sacar divisas del país desde que, en febrero de 2012, una estricta normativa oficial les frustró sorpresivamente repartos por más de u$s 600 millones, en conjunto, que ya tenían previsto realizar a sus casas matrices. La ampliación que se dispuso del 30% al 75% en el requisito adicional de capital que deben mantener cuando distribuyen sus dividendos resultó, esa vez, imposible de sobrepasar para todos y abortó cualquier posibilidad de contentar a los accionistas. Sólo Hipotecario y el Citi lograron reiniciar un tímido envío en 2013.
Este año, el directorio del Banco Macro resolvió proponer a la asamblea de accionistas distribuir unos $ 596,2 millones en concepto de dividendos en efectivo que, según precisó, «quedarán sujetos a la autorización previa del Central». La entidad tiene actualmente alrededor del 20% de su capital que cotiza en Bolsas del exterior, por lo que debería enviar fuera del país u$s 15 millones.
La apuesta fue más audaz en el Patagonia, que tiene casi el 60% de su capital en manos del Banco do Brasil, y que propuso girar $ 451 millones, de los cuales al menos u$s 33 millones deberían tener como destino el país vecino.
El Santander ya aprobó, el 14 de marzo pasado, repartir prácticamente la misma cifra (unos $ 260 millones o u$s 32 millones). El BBVA Francés definirá, en su asamblea del 10 de abril próximo, el giro de unos $ 28,8 millones (u$s 3 millones al exterior); y el Hipotecario votará, el 24 del mes próximo, para distribuir otros $ 42 millones, de los cuales sólo medio millón de dólares deberá ser enviado al exterior.
