En un momento en el que los costos para recaudar fondos se tornan cada vez más caros, a medida que finaliza la era de los estímulos monetarios, los países más riesgosos aprovechan para financiarse. El caso más reciente es el de Zambia, que ayer colocó un bono por u$s 1.000 millones a una tasa del 8.625%
Despúes de que los mercados emergentes comenzaran a experimentar una fuerte salida de capitales y shocks de volatilidad en sus monedas como resultado de la reducción de los estímulos monetarios de la Fed, la atención de los inversores con experiencia y hambre de rendimientos se desplazó a mercados más riesgosos o catalogados como de frontera.
No es casualidad que muchos países catalogados como tales estén aprovechando emitir deuda en los mercados internacionales, algunos por primera vez, justo cuando la ventana de oportunidad para hacerlo es cada vez menor, un dato que la Argentina hoy no puede pasar por alto.
El caso más reciente es el de
Zambia, que ayer salió a recaudar u$s 1.000 millones a 10 años, en lo que fue su segunda emisión en dólares de su historia, a una tasa de 8.625% (similar a la que obtiene YPF en los mercados). Un precio mucho más alto del 5.625% que pagó por su emisión previa en septiembre de 2012. Estos bonos actualmente cotizan en 7,7%.
Una experiencia similar aguarda a Pakistan, otro país riesgoso que es catalogado como mercado de frontera, al igual que la Argentina. El país islámico está comercializando luego de siete años su primer bono en dólares bajo una estrategia que lo convierte en uno de los países con menor calificación en emitir deuda en los mercados internacionales.
Al igual que Pakistan y Argentina, Ecuador, que también tiene pensado salir a los mercados, presenta una calificación de Caa1/B- de acuerdo a Moodys, una de las más bajas. Así, después de seis años, desde la suspensión de pagos de una parte de su deuda exterior a fines de 2008, el gobierno ecuatoriano prevé una emisión de bonos por u$s 700 millones.
Por su parte, la Argentina todavía merodea por los círculos financieros, sin una estrategia concreta. El país es catalogado como mercado de frontera, según el índice de referencia Morgan Stanley Capital International (MCSI), uno de los más utilizados para medir el desempeño de los mercados de renta variable. Si bien puede considerarse que es uno de los mercados más prominentes del índcie, al igual que Nigeria, Ucrania, Pakistan y Vietnam, sus características lo identifican como un país cuyo riesgo macroeconómico es elevado combinado con restricciones económicas y financieras, por lo que debe compensar a los inversores con retornos altos.
En general, los países de frontera hacen un upgrade y pasan a ser emergentes, pero en este caso fue al revés. En 2009 Argentina pasó de a ser calificado como país de frontera debido al efecto de restricciones y regulaciones a los flujos financieros, además de comerciales, que se intensificaron a partir de 2011. Los controles de capital afectaron los volúmenes de capitalización del mercado accionario y esto contribuyó tambien al deterioro del riesgo soberano, Martín Castellano, economista senior del Institute of International Finance, con sede en Washington D.C.
Sin embargo, los inversores consideran que la Argentina puede resolver sus problemas en el corto plazo, por lo que ahora es el mejor momento para invertir. En tres años Argentina va a tener condiciones muy favorables, más que el resto de sus vecinos. Esto puede ayudarle, su deuda externa en relación al producto es baja en comparación con otros países, consignó Walter Molano, economista jefe de BCP Securities.