Dos mil gendarmes se quedan en Rosario
Unos tres mil efectivos realizaron 89 allanamientos, en el operativo «más grande de la historia», según declaró el secretario de Seguridad, Sergio Berni. Para evitar que los narcos rosarinos descubrieran el verdadero motivo del traslado de fuerzas de seguridad, se pensó una maniobra de distracción: un falso congreso sobre cambio climático que nunca se realizó.
Los cinco helicópteros partieron del aeropuerto de Rosario a las 15.54. El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, volaba en uno de ellos. Durante una hora y media, tres mil efectivos de Prefectura, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), la Policía Federal y Gendarmería realizaron 89 allanamientos ordenados por los jueces federales de Rosario Marcelo Bailaque y Carlos Vera Barros. Los objetivos: puntos de venta de drogas. “Fue el operativo más grande de la historia argentina con el objetivo de pacificar el área de Rosario”, dijo Berni.
Más de 450 vehículos ingresaron en forma encubierta a Rosario y más de 300 vehículos «no identificables se reunieron en San Nicolás para trabajar desde muy temprano», abundó Berni. Para eso se montó un falso congreso sobre cambio climático para fuerzas de seguridad, que incluyó cartelería y promotoras, con el objetivo de no alertar a los narcos acerca del operativo.
El Encuentro Nacional sobre Cambio Climático y Respuesta Rápida en Emergencias convocó ayer a los hombres de las fuerzas de seguridad federales en la Compañía de Combate de Ingenieros 101 de San Nicolás, localidad ubicada a 65 kilómetros de Rosario. Las fuentes agregaron que el predio del Ejército amaneció con banners con los datos del encuentro y se contrataron falsas promotoras que dieron el marco de verosimilitud que necesitaba el megaoperativo para trasladar un número tan grande efectivos. Pero el Encuentro Nacional sobre Cambio Climático no era más que una maniobra para evitar que los narcos rosarinos descubrieran el verdadero motivo del traslado de fuerzas de seguridad.
«Los agentes salieron en autos particulares desde San Nicolás e ingresaron por distintos accesos a Rosario para no llamar la atención», explicó a Télam un vocero judicial. «Muy pocos jefes policiales de Santa Fe estaban al tanto del operativo», reveló.
Junto al secretario de Seguridad estuvieron el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Félix Crous, y el Secretario Letrado de la Procuración General de la Nación, Juan Murray. “El operativo apuntó a desactivar los puntos de venta al menudeo en diferentes barrios de la ciudad cuidados por gente armada. Para que Gendarmería pueda apuntalar la custodia”, dijo Murray a Infojus Noticias.
«No vinimos a buscar narcotraficantes, vinimos a hacer un desembarco, pero previo a eso hicimos ochenta y nueve allanamientos donde se vende droga porque no podemos desembarcar con la Gendarmería de manera violenta», amplió el funcionario. Y anunció que 1.500 gendarmes y 500 integrantes de la Prefectura Naval se instalarán en los barrios más conflictivos de Rosario «el tiempo que sea necesario».
Berni encabezó ayer el operativo junto al gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, quien había solicitado la intervención de fuerzas federales ante el avance del narcotráfico y el crecimiento de la violencia en la principal ciudad de su provincia. Sobre el objetivo del desembarco, el secretario de Seguridad señaló: «La lucha contra el narcotráfico tiene diferentes etapas, primero se detuvo a los grandes traficantes de Rosario y ahora estamos ocupando el territorio».
Los 89 allanamientos realizados en forma simultánea fueron ordenados en forma conjunta por los jueces federales 3 y 4 de Rosario, Carlos Vera Barros y Marcelo Bailaque, y corresponden a diferentes investigaciones, dijeron a Télam fuentes judiciales. Del megaoperativo participaron más de 3.000 efectivos de cuatro fuerzas federales (Gendarmería, Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Policía Federal) y un pequeño grupo de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), un brigada de elite de la policía santafesina, añadieron los informantes.
También participaron cuatro helicópteros, un avión de observaciones y 50 perros de la Policía Federal, que modificaron la escenografía de Rosario durante la tarde y llamaron la atención de los vecinos.
Fuentes de la investigación explicaron que «hubo decenas de detenidos, se secuestraron armas y drogas», aunque no se brindaron mayores precisiones.
Durante una rueda de prensa, Berni insistió: «No vinimos a buscar cantidad de droga, vinimos a hacer el desembarco pacífico porque no podíamos poner la Gendarmería en lugares donde había armas, gente con ametralladoras, chicos menores».
Crous dijo que «la primera fase fue impactar sobre los grandes proveedores de droga de Rosario» y recordó que tuvieron «investigaciones exitosas en este sentido». «Ahora -se explayó- estamos haciendo una operación conjunta entre el Ministerio de Seguridad y la provincia de Santa Fe para ir a las terminales de venta».
Y Bonfatti resaltó «la profesionalidad y el hermetismo con el que se trabajó para llegar con tanta gente a un lugar». «Estamos en un día en que a los rosarinos les podemos decir que hay un antes y un después», afirmó el mandatario y subrayó que la determinación «de la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) y de Berni ha sido una decisión que debemos aplaudir todos».
El megaoperativo se da en el marco de un notable crecimiento de la violencia y el narcotráfico en la ciudad. Las fuerzas federales quedarán instaladas por varios meses como parte de una instancia de “pacificación” del territorio hasta ahora bajo control de los narcos. Según informaron desde el Ministerio de Seguridad, “el procedimiento es resultado de una planificación de varios meses para desarticular las mafias narcotraficantes del Gran Rosario que operan desde los ‘búnkers’ instalados en la periferia”.
Unos tres mil efectivos realizaron 89 allanamientos, en el operativo «más grande de la historia», según declaró el secretario de Seguridad, Sergio Berni. Para evitar que los narcos rosarinos descubrieran el verdadero motivo del traslado de fuerzas de seguridad, se pensó una maniobra de distracción: un falso congreso sobre cambio climático que nunca se realizó.
Los cinco helicópteros partieron del aeropuerto de Rosario a las 15.54. El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, volaba en uno de ellos. Durante una hora y media, tres mil efectivos de Prefectura, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), la Policía Federal y Gendarmería realizaron 89 allanamientos ordenados por los jueces federales de Rosario Marcelo Bailaque y Carlos Vera Barros. Los objetivos: puntos de venta de drogas. “Fue el operativo más grande de la historia argentina con el objetivo de pacificar el área de Rosario”, dijo Berni.
Más de 450 vehículos ingresaron en forma encubierta a Rosario y más de 300 vehículos «no identificables se reunieron en San Nicolás para trabajar desde muy temprano», abundó Berni. Para eso se montó un falso congreso sobre cambio climático para fuerzas de seguridad, que incluyó cartelería y promotoras, con el objetivo de no alertar a los narcos acerca del operativo.
El Encuentro Nacional sobre Cambio Climático y Respuesta Rápida en Emergencias convocó ayer a los hombres de las fuerzas de seguridad federales en la Compañía de Combate de Ingenieros 101 de San Nicolás, localidad ubicada a 65 kilómetros de Rosario. Las fuentes agregaron que el predio del Ejército amaneció con banners con los datos del encuentro y se contrataron falsas promotoras que dieron el marco de verosimilitud que necesitaba el megaoperativo para trasladar un número tan grande efectivos. Pero el Encuentro Nacional sobre Cambio Climático no era más que una maniobra para evitar que los narcos rosarinos descubrieran el verdadero motivo del traslado de fuerzas de seguridad.
«Los agentes salieron en autos particulares desde San Nicolás e ingresaron por distintos accesos a Rosario para no llamar la atención», explicó a Télam un vocero judicial. «Muy pocos jefes policiales de Santa Fe estaban al tanto del operativo», reveló.
Junto al secretario de Seguridad estuvieron el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Félix Crous, y el Secretario Letrado de la Procuración General de la Nación, Juan Murray. “El operativo apuntó a desactivar los puntos de venta al menudeo en diferentes barrios de la ciudad cuidados por gente armada. Para que Gendarmería pueda apuntalar la custodia”, dijo Murray a Infojus Noticias.
«No vinimos a buscar narcotraficantes, vinimos a hacer un desembarco, pero previo a eso hicimos ochenta y nueve allanamientos donde se vende droga porque no podemos desembarcar con la Gendarmería de manera violenta», amplió el funcionario. Y anunció que 1.500 gendarmes y 500 integrantes de la Prefectura Naval se instalarán en los barrios más conflictivos de Rosario «el tiempo que sea necesario».
Berni encabezó ayer el operativo junto al gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, quien había solicitado la intervención de fuerzas federales ante el avance del narcotráfico y el crecimiento de la violencia en la principal ciudad de su provincia. Sobre el objetivo del desembarco, el secretario de Seguridad señaló: «La lucha contra el narcotráfico tiene diferentes etapas, primero se detuvo a los grandes traficantes de Rosario y ahora estamos ocupando el territorio».
Los 89 allanamientos realizados en forma simultánea fueron ordenados en forma conjunta por los jueces federales 3 y 4 de Rosario, Carlos Vera Barros y Marcelo Bailaque, y corresponden a diferentes investigaciones, dijeron a Télam fuentes judiciales. Del megaoperativo participaron más de 3.000 efectivos de cuatro fuerzas federales (Gendarmería, Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Policía Federal) y un pequeño grupo de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), un brigada de elite de la policía santafesina, añadieron los informantes.
También participaron cuatro helicópteros, un avión de observaciones y 50 perros de la Policía Federal, que modificaron la escenografía de Rosario durante la tarde y llamaron la atención de los vecinos.
Fuentes de la investigación explicaron que «hubo decenas de detenidos, se secuestraron armas y drogas», aunque no se brindaron mayores precisiones.
Durante una rueda de prensa, Berni insistió: «No vinimos a buscar cantidad de droga, vinimos a hacer el desembarco pacífico porque no podíamos poner la Gendarmería en lugares donde había armas, gente con ametralladoras, chicos menores».
Crous dijo que «la primera fase fue impactar sobre los grandes proveedores de droga de Rosario» y recordó que tuvieron «investigaciones exitosas en este sentido». «Ahora -se explayó- estamos haciendo una operación conjunta entre el Ministerio de Seguridad y la provincia de Santa Fe para ir a las terminales de venta».
Y Bonfatti resaltó «la profesionalidad y el hermetismo con el que se trabajó para llegar con tanta gente a un lugar». «Estamos en un día en que a los rosarinos les podemos decir que hay un antes y un después», afirmó el mandatario y subrayó que la determinación «de la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) y de Berni ha sido una decisión que debemos aplaudir todos».
El megaoperativo se da en el marco de un notable crecimiento de la violencia y el narcotráfico en la ciudad. Las fuerzas federales quedarán instaladas por varios meses como parte de una instancia de “pacificación” del territorio hasta ahora bajo control de los narcos. Según informaron desde el Ministerio de Seguridad, “el procedimiento es resultado de una planificación de varios meses para desarticular las mafias narcotraficantes del Gran Rosario que operan desde los ‘búnkers’ instalados en la periferia”.