Los más conspicuos constructores esperaban ayer que les llegara su hora para colocar el tee de salida y arrancar así el torneo medal play de golf. Hoy se reúne en Bariloche el Consejo Federal de la Cámara Argentina de la Construcción, pero los socios de la entidad llegaron el sábado para aprovechar el paisaje de ensueño. A las 11 se largó el torneo. Antes de eso, la mayoría de los constructores habían recibido llamadas con una orden común: tenían que desmentir una nota de LA NACION titulada
No fue un tono amable el que escucharon los golfistas constructores. «Desmientan todo. Nosotros vamos a hacer cables por Télam. Hablen con Télam», fue una de las sentencias que escuchó uno de los que recibieron el consejo oficial. Desde el lugar de encuentro matinal en el Llao Llao, un constructor llamó a este cronista: «Tenemos que desmentir. A varios colegas los llamó Baratta [Roberto, subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación] y nos pidió que desmintamos la nota «, agregó un empresario.
A las 15.05, el Ministerio de Planificación, que conduce Julio De Vido, envió un comunicado a las redacciones. «Opinar livianamente que la obra pública se encuentra paralizada por falta de fondos basándose en chismes de pasillo demuestra el poco rigor con el que se informa», dice el ministro en el texto que, prácticamente calcado, se convirtió en un cable de la agencia oficial Télam.
La nota, que no trató de contar la historia de la obra pública, sino de describir una coyuntura compleja por la que transita el sector, da cuenta de las dificultades que tienen los contratos para mantenerse a salvo de la inflación.
Lejos de los chismes de pasillo que refiere el ministro, LA NACION utilizó fuentes oficiales para la publicación. El Indec informó que el índice de la construcción en febrero tuvo una caída interanual del 5,2 por ciento. El despacho de asfalto bajó un 19% frente al mismo mes de 2013, mientras que en enero la caída fue de 6,9 por ciento.
El sistema de actualización de costos fue una de las grandes quejas de los empresarios. «El sistema, que tiene más de diez años y fue aprobado en épocas de Roberto Lavagna, no está pensado para crecimiento de costos como los actuales», consignó ayer LA NACION según lo que repitieron los empresarios.
El Gobierno contestó con el siguiente párrafo: «Continuamos trabajando con el decreto 1295/2002, previo a nuestra gestión, que estipula la metodología para la actualización de los montos de las obras cuando los principales componentes reflejen una variación promedio superior al 10%. […] Esta metodología se desarrolla con total normalidad y de ninguna manera existen razones técnicas para que incida negativamente en la ejecución de la obra pública [sic]».
Por la tarde, desde el Ministerio negaron haber iniciado la cadena de llamadas. «Nosotros no llamamos a nadie. Cuando se dicen mentiras, es lógico que las personas afectadas salgan a dar su punto de vista, es sano y democrático», contestaron voceros de De Vido.
Correa, contra los subsidios
La discusión acerca de los beneficios y los perjuicios de los subsidios trasciende las fronteras y se repite en otros países de la región. «Es fácil poner un subsidio. ¡Sáquelo después! Provoca una crisis tremenda. Es fácil eliminar la moneda nacional y poner el dólar. ¡Vuelva a poner la moneda nacional! Es prácticamente imposible. Son programas que hemos heredado que yo jamás hubiese puesto en marcha», afirmó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en una entrevista otorgada al diario español El País ante una pregunta acerca de su política de subsidios..
No fue un tono amable el que escucharon los golfistas constructores. «Desmientan todo. Nosotros vamos a hacer cables por Télam. Hablen con Télam», fue una de las sentencias que escuchó uno de los que recibieron el consejo oficial. Desde el lugar de encuentro matinal en el Llao Llao, un constructor llamó a este cronista: «Tenemos que desmentir. A varios colegas los llamó Baratta [Roberto, subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación] y nos pidió que desmintamos la nota «, agregó un empresario.
A las 15.05, el Ministerio de Planificación, que conduce Julio De Vido, envió un comunicado a las redacciones. «Opinar livianamente que la obra pública se encuentra paralizada por falta de fondos basándose en chismes de pasillo demuestra el poco rigor con el que se informa», dice el ministro en el texto que, prácticamente calcado, se convirtió en un cable de la agencia oficial Télam.
La nota, que no trató de contar la historia de la obra pública, sino de describir una coyuntura compleja por la que transita el sector, da cuenta de las dificultades que tienen los contratos para mantenerse a salvo de la inflación.
Lejos de los chismes de pasillo que refiere el ministro, LA NACION utilizó fuentes oficiales para la publicación. El Indec informó que el índice de la construcción en febrero tuvo una caída interanual del 5,2 por ciento. El despacho de asfalto bajó un 19% frente al mismo mes de 2013, mientras que en enero la caída fue de 6,9 por ciento.
El sistema de actualización de costos fue una de las grandes quejas de los empresarios. «El sistema, que tiene más de diez años y fue aprobado en épocas de Roberto Lavagna, no está pensado para crecimiento de costos como los actuales», consignó ayer LA NACION según lo que repitieron los empresarios.
El Gobierno contestó con el siguiente párrafo: «Continuamos trabajando con el decreto 1295/2002, previo a nuestra gestión, que estipula la metodología para la actualización de los montos de las obras cuando los principales componentes reflejen una variación promedio superior al 10%. […] Esta metodología se desarrolla con total normalidad y de ninguna manera existen razones técnicas para que incida negativamente en la ejecución de la obra pública [sic]».
Por la tarde, desde el Ministerio negaron haber iniciado la cadena de llamadas. «Nosotros no llamamos a nadie. Cuando se dicen mentiras, es lógico que las personas afectadas salgan a dar su punto de vista, es sano y democrático», contestaron voceros de De Vido.
Correa, contra los subsidios
La discusión acerca de los beneficios y los perjuicios de los subsidios trasciende las fronteras y se repite en otros países de la región. «Es fácil poner un subsidio. ¡Sáquelo después! Provoca una crisis tremenda. Es fácil eliminar la moneda nacional y poner el dólar. ¡Vuelva a poner la moneda nacional! Es prácticamente imposible. Son programas que hemos heredado que yo jamás hubiese puesto en marcha», afirmó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en una entrevista otorgada al diario español El País ante una pregunta acerca de su política de subsidios..
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