El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, trabaja en un proyecto para que el Estado intervenga en la comercialización de granos y oleaginosas –incluida la soja–. La iniciativa pretende quitarle el monopolio de la exportación a un grupo de empresas multinacionales y hacer participar a los pequeños, medianos y grandes productores. El texto del documento está en manos de la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo): por ahora tiene varios borradores. La idea de Domínguez es acercarle a la Presidenta el texto definitivo para darle impulso en el Congreso.
No es la primera vez que el kirchnerismo amenaza con reflotar la Junta Nacional de Granos. En febrero del año pasado, cuando las empresas multinacionales amenazaban con no vender la soja, desde la Casa Rosada amenazaron con intervenir el mercado para presionar. En este caso, la iniciativa no da poderes monopólicos al Estado. Contempla la creación de una agencia federal de comercialización de granos, donde el Estado estará asociado a los pequeños, medianos y grandes productores.
La idea es otorgarle el 40% de cupos para exportación, que es lo que, se calcula, producen las empresas que no monopolizan la exportación. “No se va a expropiar nada ni nada por el estilo”, explicaron cerca del presidente de la Cámara de Diputados. El texto le daría facultades también para intervenir en las vías de transporte para la exportación. Y agregaron: “La idea es tener manejo de una gran parte de las divisas producto de las exportaciones de granos, para que sean liquidadas en el país en función de las necesidades de financiamiento nacional, y también para financiar determinados cultivos”.
Otra de las ideas de la iniciativa que impulsa Domínguez es que, de acuerdo a las necesidades, sea el propio Estado el que diga a qué países hay que venderles los granos y las oleaginosas. “Hoy China e India tienen gran necesidad de comprar granos y oleaginosas y no quieren negociar con las empresas sino con los gobiernos”, explicaron.
“Actualmente, las empresas grandes tienen poder monópolico en la comercialización según liquiden o no liquiden. Generan restricción de dólares, forzando de alguna forma la devaluación”, precisaron. Y añadieron que a los productores que generan los granos y las oleaginosas les terminan pagando menos de lo que corresponde por lo que venden.
Todavía falta, igual, que el proyecto sea terminado, para ver si tiene impulso en el Congreso o queda congelado como otras iniciativas similares. En el pasado, la idea se exhibió como una forma de presión a las cerealeras para que liquiden divisas
No es la primera vez que el kirchnerismo amenaza con reflotar la Junta Nacional de Granos. En febrero del año pasado, cuando las empresas multinacionales amenazaban con no vender la soja, desde la Casa Rosada amenazaron con intervenir el mercado para presionar. En este caso, la iniciativa no da poderes monopólicos al Estado. Contempla la creación de una agencia federal de comercialización de granos, donde el Estado estará asociado a los pequeños, medianos y grandes productores.
La idea es otorgarle el 40% de cupos para exportación, que es lo que, se calcula, producen las empresas que no monopolizan la exportación. “No se va a expropiar nada ni nada por el estilo”, explicaron cerca del presidente de la Cámara de Diputados. El texto le daría facultades también para intervenir en las vías de transporte para la exportación. Y agregaron: “La idea es tener manejo de una gran parte de las divisas producto de las exportaciones de granos, para que sean liquidadas en el país en función de las necesidades de financiamiento nacional, y también para financiar determinados cultivos”.
Otra de las ideas de la iniciativa que impulsa Domínguez es que, de acuerdo a las necesidades, sea el propio Estado el que diga a qué países hay que venderles los granos y las oleaginosas. “Hoy China e India tienen gran necesidad de comprar granos y oleaginosas y no quieren negociar con las empresas sino con los gobiernos”, explicaron.
“Actualmente, las empresas grandes tienen poder monópolico en la comercialización según liquiden o no liquiden. Generan restricción de dólares, forzando de alguna forma la devaluación”, precisaron. Y añadieron que a los productores que generan los granos y las oleaginosas les terminan pagando menos de lo que corresponde por lo que venden.
Todavía falta, igual, que el proyecto sea terminado, para ver si tiene impulso en el Congreso o queda congelado como otras iniciativas similares. En el pasado, la idea se exhibió como una forma de presión a las cerealeras para que liquiden divisas