Por Leonardo Mindez
Ni selfie ni retrato de familia. No hubo caso. Cinco de los principales precandidatos a la presidencia para 2015 estuvieron anoche en la cena de la Asociación Conciencia pero no hubo manera de que se juntaran para una foto conjunta. Los recelos entre Daniel Scioli y Sergio Massa fueron el principal obstáculo.
Ernesto Sanz y Juan Manuel Urtubey fueron de los primeros en llegar y se mezclaron rápidamente con el resto de la concurrencia en el foyer de La Rural mientras circulaban los canapés y las primeras copas de tinto.
Mauricio Macri y Juliana Awada llegaron un rato después y últimos, casi pisándose los talones, hicieron su ingreso Sergio Massa junto a Malena Galmarini y Daniel Scioli con Karina Rabolini. Las dos parejas caminaron por el hall de acceso en simultáneo, a tres metros de distancia, con un enjambre de fotógrafos y periodistas haciendo dos remolinos paralelos a su alrededor. Se miraron de reojo, pero ninguno atinó a acercarse al otro para el saludo.
Las colaboradoras de Conciencia llegaron con globos azules. Los invitados a la cena benéfica debían elegir uno y abrir la tarjeta sorpresa pegada al piolín donde se ocultaba la cifra de dinero con la que debían colaborar. A Massa le tocó 226 pesos; A Scioli, $ 460. Ambos se excusaron con que no llevaban dinero encima, pero enseguida encontraron alguien cercano que los salvara: Malena pagó por Massa y el jefe de la custodia de Scioli puso el dinero por el gobernador.
Cuando pasaron al salón principal, Scioli se sentó al lado de Mirtha Legrand y el consultor Fabián Perechodnik, asesor y organizador de la gala. Massa estaba dos mesas más allá, junto a la presidenta de Conciencia, María Figueras, y la esposa del petrolero Carlos Bulgheroni, Natalia.
Sanz fue el primero en marcharse. Scioli, Massa, Urtubey y Macri dieron breves discursos con ejes en la educación y el futuro. El jefe de Gobierno porteño contó con una barra inesperada. Cuando subió y bajó del escenario, Laura Alonso, Federico Pinedo y Pedro Robledo se desgañitaron con el “¡Presidente, Presidente!”, para que los escuchara todo el salón.
Hubo un último intento para el retrato conjunto. Scioli había terminado su discurso y antes de que hablara Massa, los fotógrafos y periodistas se acercaron para pedirles que se juntaran para la instantánea: “Voy al baño y vuelvo”, se excusó el gobernador, mientras se levantaba de su mesa.
Truco viejo pero efectivo. Caminaba hacia el fondo del salón cuando el diputado del Frente Renovador fue invitado al micrófono. Scioli ya no volvió.
Ni selfie ni retrato de familia. No hubo caso. Cinco de los principales precandidatos a la presidencia para 2015 estuvieron anoche en la cena de la Asociación Conciencia pero no hubo manera de que se juntaran para una foto conjunta. Los recelos entre Daniel Scioli y Sergio Massa fueron el principal obstáculo.
Ernesto Sanz y Juan Manuel Urtubey fueron de los primeros en llegar y se mezclaron rápidamente con el resto de la concurrencia en el foyer de La Rural mientras circulaban los canapés y las primeras copas de tinto.
Mauricio Macri y Juliana Awada llegaron un rato después y últimos, casi pisándose los talones, hicieron su ingreso Sergio Massa junto a Malena Galmarini y Daniel Scioli con Karina Rabolini. Las dos parejas caminaron por el hall de acceso en simultáneo, a tres metros de distancia, con un enjambre de fotógrafos y periodistas haciendo dos remolinos paralelos a su alrededor. Se miraron de reojo, pero ninguno atinó a acercarse al otro para el saludo.
Las colaboradoras de Conciencia llegaron con globos azules. Los invitados a la cena benéfica debían elegir uno y abrir la tarjeta sorpresa pegada al piolín donde se ocultaba la cifra de dinero con la que debían colaborar. A Massa le tocó 226 pesos; A Scioli, $ 460. Ambos se excusaron con que no llevaban dinero encima, pero enseguida encontraron alguien cercano que los salvara: Malena pagó por Massa y el jefe de la custodia de Scioli puso el dinero por el gobernador.
Cuando pasaron al salón principal, Scioli se sentó al lado de Mirtha Legrand y el consultor Fabián Perechodnik, asesor y organizador de la gala. Massa estaba dos mesas más allá, junto a la presidenta de Conciencia, María Figueras, y la esposa del petrolero Carlos Bulgheroni, Natalia.
Sanz fue el primero en marcharse. Scioli, Massa, Urtubey y Macri dieron breves discursos con ejes en la educación y el futuro. El jefe de Gobierno porteño contó con una barra inesperada. Cuando subió y bajó del escenario, Laura Alonso, Federico Pinedo y Pedro Robledo se desgañitaron con el “¡Presidente, Presidente!”, para que los escuchara todo el salón.
Hubo un último intento para el retrato conjunto. Scioli había terminado su discurso y antes de que hablara Massa, los fotógrafos y periodistas se acercaron para pedirles que se juntaran para la instantánea: “Voy al baño y vuelvo”, se excusó el gobernador, mientras se levantaba de su mesa.
Truco viejo pero efectivo. Caminaba hacia el fondo del salón cuando el diputado del Frente Renovador fue invitado al micrófono. Scioli ya no volvió.