Debate por acuerdo con PRO se canceló. Pero volverá en 2015. Diálogo con el Gobierno irritó también a Carrió
La cumbre de FAUnen en San Nicolás, con declaración de principios incluida, terminó, como se había anticipado, decantando los problemas del grupo sobre la definición de un acercamiento con Mauricio Macri. Hubo, en ese corto acto en la Casa del Acuerdo el sábado pasado, un puntilloso repaso en la intimidad de los roces que fueron generando en el grupo los acercamientos al jefe porteño, un cruce público entre Elisa Carrió y Hermes Binner sobre la verdadera geografía ideológica que conforma FAUnen y finalmente un acuerdo de cerrar los acercamientos, aunque pocos creen que definitivamente.
«Se congeló todo». Fue la definición de un radical presente que tuvo decisión final en la redacción del documento que se leyó en la cumbre de UNEN de San Nicolás sobre el futuro de un acercamiento con el macrismo. Aunque antes del encuentro todos los presentes intentaron desarmar cualquier posibilidad de instalar el debate por el acercamiento con el macrismo, la realidad es que la definición temporal del tema estuvo en el centro de las discusiones.
El resultado fue la decisión de cambiar de estrategia, por lo menos ése será el intento hasta fin de año, y reforzar el camino por todo el país de la campaña de los precandidatos presidenciales que muestra FAUnen.
De hecho, los radicales hoy unificarán posiciones y frenarán todo debate para recibir a Julio Cobos en Córdoba.
Más allá de los problemas ideológicos dentro del grupo, cuatro situaciones recientes calentaron el ambiente en contra de un acercamiento con el PRO:
• El acercamiento del Gobierno porteño con Cristina de Kirchner por temas de la gestión porteña y los favores cruzados con la Nación.
• El acuerdo por la Comisión de la Memoria y la votación en el Congreso de la cesión a la Nación de los terrenos en la ESMA que le corresponden a la Ciudad.
• Las definiciones que se escucharon en el seminario multipartidario que se organizó en la Legislatura porteña. Allí los socios de UNEN escucharon el límite que puso el macrismo a la estrategia para un acuerdo: «Esto es entre personas, los partidos no existen»; se dijo allí.
Está claro que, sobre todo al radicalismo, cualquier idea de un acuerdo político que no incluya a las estructuras partidarias resulta impracticable. Cuando algún dirigente tomó ese camino, el intento terminó en rup-tura.
• Finalmente el episodio que protagonizó Gabriela Michetti en el Senado. No hay consenso aún dentro de UNEN si la cesión de su lugar al kirchnerismo en una comisión clave para emitir el dictamen del proyecto de estatización de la Universidad de Madres de Plaza de Mayo fue producto de un pacto con el oficialismo, como denunció el radical jujeño Gerardo Morales o de la impericia de la senadora del PRO que aún no se acostumbra a los modos de esa casa. Pero como fuera, el gesto no fue digerido por ninguno de los presentes en San Nicolás.
De hecho, Elisa Carrió, siempre indicada como motor de un acuerdo con el macrismo, apareció más enojada sobre el tema que el resto del grupo.
Carrió, de todas formas, no quiso cerrar la posibilidad de un acuerdo con el macrismo: «No está cerrado hasta que las asambleas de los partidos políticos lo definan en mayo del año que viene. Eso lo definirán las circunstancias históricas», dijo en San Nicolás.
El conflicto entre la chaqueña y Binner arrancó con una discusión sobre la ubicación ideológica del grupo. «FAUnen se basa en un acuerdo de todos los sectores de la izquierda nacional», había dicho el santafesino.
«Hay mucha expectativa de gente de centro y conservadora y éste debe ser un frente amplísimo. Por ningún motivo voy a estar atrapada por un sector. Yo comparto mucho con la izquierda, pero también con otros sectores de pensamiento liberal y más amplio. Yo no soy de izquierda, soy una líder de centro», definió Carrió.
Más tarde, en un cierre también al debate sobre el macrismo, sentenció: «Yo estoy dispuesta a hacer sacrificios, pero no voy a ser tomada por ningún sector».
San Nicolás también fue terreno para que aparecieran en escena otros protagonistas. Martín Lousteau, por ejemplo, se lanzó al terreno del debate por el PRO: «El Frente Amplio UNEN es
el único espacio que puede rivalizar con el Frente para la Victoria. Esto no lo tiene el macrismo ni el massismo».
«Hay algunos espacios que son proyectos biográficos, pero el Frente Amplio UNEN es un proyecto colectivo, sin dueños y con muchos referentes. Vamos a tener candidatos competitivos en todo el país para aportar un Gobierno no populista», insistió.
Fuera de esas discusiones, el espacio para la foto y los discursos fue estudiadamente medido.
Tras posar para la foto en el patio de la residencia, los presidenciables dieron breves discursos, casi todos elogiando el Acuerdo de San Nicolás (no el de FAUnen sino el preconstitutivo de la Argentina) «como el factor de unidad» de la Nación tras la «guerra fratricida» que le había sucedido al país y ubicaron al espacio como la «garantía del respeto institucional y republicano».
«Rescatamos el acuerdo de San Nicolás porque nuestra Argentina necesita diálogo, de consensos y acuerdos», dijo Binner, quien agregó que «si queremos que la realidad del país mejore, tenemos que respetar la Constitución siempre, no cuando conviene».
Cobos, por su parte, remarcó la intención del frente para «restablecer el federalismo», para que las provincias y los municipios tengan los recursos que les corresponden y agregó: «La economía necesita certidumbre, y esto sólo se logra con la consolidación de las instituciones».
Sanz, que habló tanto como presidente del Comité Nacional del radicalismo como precandidato presidencial, teorizó: «Así como en 1852, la política venció a los enfrentamientos, se viene una nueva batalla, que es que la política venza a la cultura de la decadencia», mientras que Solanas exhortó a las fuerzas políticas «a establecer acuerdos sobre grandes políticas de Estado que den solución a lo que están esperando millones de argentinos».
El punto cúlmine fue un almuerzo entre todas las fuerzas pero al que no concurrieron todos los candidatos. Sanz debió partir no bien terminó la declaración, y también el radical Mario Negri. Cobos tenía compromisos asumidos y también se excusó.
La cumbre de FAUnen en San Nicolás, con declaración de principios incluida, terminó, como se había anticipado, decantando los problemas del grupo sobre la definición de un acercamiento con Mauricio Macri. Hubo, en ese corto acto en la Casa del Acuerdo el sábado pasado, un puntilloso repaso en la intimidad de los roces que fueron generando en el grupo los acercamientos al jefe porteño, un cruce público entre Elisa Carrió y Hermes Binner sobre la verdadera geografía ideológica que conforma FAUnen y finalmente un acuerdo de cerrar los acercamientos, aunque pocos creen que definitivamente.
«Se congeló todo». Fue la definición de un radical presente que tuvo decisión final en la redacción del documento que se leyó en la cumbre de UNEN de San Nicolás sobre el futuro de un acercamiento con el macrismo. Aunque antes del encuentro todos los presentes intentaron desarmar cualquier posibilidad de instalar el debate por el acercamiento con el macrismo, la realidad es que la definición temporal del tema estuvo en el centro de las discusiones.
El resultado fue la decisión de cambiar de estrategia, por lo menos ése será el intento hasta fin de año, y reforzar el camino por todo el país de la campaña de los precandidatos presidenciales que muestra FAUnen.
De hecho, los radicales hoy unificarán posiciones y frenarán todo debate para recibir a Julio Cobos en Córdoba.
Más allá de los problemas ideológicos dentro del grupo, cuatro situaciones recientes calentaron el ambiente en contra de un acercamiento con el PRO:
• El acercamiento del Gobierno porteño con Cristina de Kirchner por temas de la gestión porteña y los favores cruzados con la Nación.
• El acuerdo por la Comisión de la Memoria y la votación en el Congreso de la cesión a la Nación de los terrenos en la ESMA que le corresponden a la Ciudad.
• Las definiciones que se escucharon en el seminario multipartidario que se organizó en la Legislatura porteña. Allí los socios de UNEN escucharon el límite que puso el macrismo a la estrategia para un acuerdo: «Esto es entre personas, los partidos no existen»; se dijo allí.
Está claro que, sobre todo al radicalismo, cualquier idea de un acuerdo político que no incluya a las estructuras partidarias resulta impracticable. Cuando algún dirigente tomó ese camino, el intento terminó en rup-tura.
• Finalmente el episodio que protagonizó Gabriela Michetti en el Senado. No hay consenso aún dentro de UNEN si la cesión de su lugar al kirchnerismo en una comisión clave para emitir el dictamen del proyecto de estatización de la Universidad de Madres de Plaza de Mayo fue producto de un pacto con el oficialismo, como denunció el radical jujeño Gerardo Morales o de la impericia de la senadora del PRO que aún no se acostumbra a los modos de esa casa. Pero como fuera, el gesto no fue digerido por ninguno de los presentes en San Nicolás.
De hecho, Elisa Carrió, siempre indicada como motor de un acuerdo con el macrismo, apareció más enojada sobre el tema que el resto del grupo.
Carrió, de todas formas, no quiso cerrar la posibilidad de un acuerdo con el macrismo: «No está cerrado hasta que las asambleas de los partidos políticos lo definan en mayo del año que viene. Eso lo definirán las circunstancias históricas», dijo en San Nicolás.
El conflicto entre la chaqueña y Binner arrancó con una discusión sobre la ubicación ideológica del grupo. «FAUnen se basa en un acuerdo de todos los sectores de la izquierda nacional», había dicho el santafesino.
«Hay mucha expectativa de gente de centro y conservadora y éste debe ser un frente amplísimo. Por ningún motivo voy a estar atrapada por un sector. Yo comparto mucho con la izquierda, pero también con otros sectores de pensamiento liberal y más amplio. Yo no soy de izquierda, soy una líder de centro», definió Carrió.
Más tarde, en un cierre también al debate sobre el macrismo, sentenció: «Yo estoy dispuesta a hacer sacrificios, pero no voy a ser tomada por ningún sector».
San Nicolás también fue terreno para que aparecieran en escena otros protagonistas. Martín Lousteau, por ejemplo, se lanzó al terreno del debate por el PRO: «El Frente Amplio UNEN es
el único espacio que puede rivalizar con el Frente para la Victoria. Esto no lo tiene el macrismo ni el massismo».
«Hay algunos espacios que son proyectos biográficos, pero el Frente Amplio UNEN es un proyecto colectivo, sin dueños y con muchos referentes. Vamos a tener candidatos competitivos en todo el país para aportar un Gobierno no populista», insistió.
Fuera de esas discusiones, el espacio para la foto y los discursos fue estudiadamente medido.
Tras posar para la foto en el patio de la residencia, los presidenciables dieron breves discursos, casi todos elogiando el Acuerdo de San Nicolás (no el de FAUnen sino el preconstitutivo de la Argentina) «como el factor de unidad» de la Nación tras la «guerra fratricida» que le había sucedido al país y ubicaron al espacio como la «garantía del respeto institucional y republicano».
«Rescatamos el acuerdo de San Nicolás porque nuestra Argentina necesita diálogo, de consensos y acuerdos», dijo Binner, quien agregó que «si queremos que la realidad del país mejore, tenemos que respetar la Constitución siempre, no cuando conviene».
Cobos, por su parte, remarcó la intención del frente para «restablecer el federalismo», para que las provincias y los municipios tengan los recursos que les corresponden y agregó: «La economía necesita certidumbre, y esto sólo se logra con la consolidación de las instituciones».
Sanz, que habló tanto como presidente del Comité Nacional del radicalismo como precandidato presidencial, teorizó: «Así como en 1852, la política venció a los enfrentamientos, se viene una nueva batalla, que es que la política venza a la cultura de la decadencia», mientras que Solanas exhortó a las fuerzas políticas «a establecer acuerdos sobre grandes políticas de Estado que den solución a lo que están esperando millones de argentinos».
El punto cúlmine fue un almuerzo entre todas las fuerzas pero al que no concurrieron todos los candidatos. Sanz debió partir no bien terminó la declaración, y también el radical Mario Negri. Cobos tenía compromisos asumidos y también se excusó.
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