Relato
Junto con la clase media alta, son las mayores favorecidas por el plan, a contramano del discurso oficial
Los grandes supermercados, las multinacionales, la clase media alta y los que viven en la Capital Federal son los mayores ganadores del programa Precios Cuidados, que está a punto de cumplir cinco meses y es la principal herramienta del Gobierno para intentar frenar la inflación, hasta ahora con escasos resultados.
A contramano del discurso oficial, que suele acusar a las grandes compañías de ser las principales responsables de los aumentos de precios, en los hechos el programa terminó ayudando -o, en algunos casos, perjudicando menos- a los jugadores líderes, tanto en producción como en distribución. Esas empresas se vieron beneficiadas por un éxodo de los clientes, que dejan los comercios barriales y las segundas marcas en busca de las ofertas que se publicitan en los partidos de fútbol.
Después de cierto retaceo inicial, a partir de abril las firmas líderes de cada uno de los principales rubros de la canasta básica decidieron adherir al polémico programa del Gobierno sumando a sus marcas más importantes. De hecho, de los 288 artículos con marca que integran Precios Cuidados, casi un tercio se lo reparten un puñado de diez multinacionales. Gigantes como Arcor, Danone y Unilever son las que aportan más ofertas al acuerdo, en los tres casos con más de una decena de productos.
Detrás de esta adhesión de las grandes empresas no hay una súbita vocación por agradar al Gobierno, sino una estrategia de negocios, admiten en el sector. Estar en Precios Cuidados implica sacrificar rentabilidad, pero ganar participación de mercado, y las compañías líderes son las que pueden soportar mucho mejor esa ecuación.
«En los productos que integran Precios Cuidados se duplicó la demanda, en gran parte gracias a que tienen publicidad gratis y en las góndolas están destacados con un cartel», admitió Miguel Kozuszok, presidente de Unilever Argentina, que participa con 16 artículos en el plan, incluyendo marcas líderes como Hellmann’s y Rexona.
Los indudables perjudicados con el avance de las multinacionales en Precios Cuidados son las pymes. «Con la Coca-Cola a precio de oferta y un cartelito destacado, ¿quién va a elegir comprar una Manaos?», se preguntó el director de otra multinacional.
El papel dinamizador de la demanda que cumple el plan oficial también está beneficiando a las grandes cadenas de supermercados, como lo admitió hace unos días Alfredo Coto. «Son primeras marcas y la gente las acepta porque ofrecen garantía de calidad», explicó el empresario en la reciente inauguración de un hipermercado en la ciudad de Neuquén.
En un contexto generalizado de consumo en baja y precios en alza (los Precios Cuidados no lograron frenar la inflación), los supermercados son los que, por lejos, mejor vienen sobrellevando la retracción de las ventas. De acuerdo con CCR, en el primer trimestre del año la caída en el consumo en el llamado canal tradicional (almacenes, quioscos y autoservicios) casi duplicó a la que sufrieron los supermercados, lo que se tradujo en una ganancia en la participación de mercado para las grandes cadenas.
La principal víctima de ese aumento en la participación de mercado son los autoservicios chinos. Más allá del comercial de TV protagonizado por Andrés Chiang, el plan de Precios Cuidados hasta ahora tuvo una incidencia muy menor en los comerciantes orientales. Según la medición de la consultora especializada Scanntech, las ventas de los autoservicios desde enero -la fecha de lanzamiento de los Precios Cuidados- acumulan una caída del 8,1% de sus ventas en unidades, lo que implica una baja mucho más profunda que la que sufrieron en el mismo período los grandes supermercados (0,7%, según CCR).
En la lista de los ganadores con Precios Cuidados también hay que incluir a los consumidores porteños. Desde un primer momento, la suerte del programa oficial se jugó en la participación de las grandes cadenas de supermercados, que si bien tienen presencia a nivel nacional, concentran la mayoría de sus locales en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. En la Secretaría de Comercio también se encargaron de destacar que se sumaron a la iniciativa las cadenas del interior del país -con una canasta más reducida de productos-. Sin embargo, en los hechos los mayores controles oficiales continúan focalizados en Carrefour, Coto, Jumbo, Walmart y La Anónima, que no por casualidad concentraron la inmensa mayoría de las multas por incumplimientos del plan.
El carácter de beneficiados de los consumidores porteños también se desprende del relevamiento de las ventas que hace CCR. Según la consultora, en el primer cuatrimestre del año el consumo en la Capital y el Gran Buenos Aires acumuló una suba del 1,2%, mientras que en el mismo período en el interior cayó 2,1%, con un balance negativo a nivel nacional del 0,7 por ciento.
Indirectamente, los beneficios de los Precios Cuidados también se sienten con mucha más fuerza en los barrios más acomodados de la ciudad, que son los que tradicionalmente muestran una presencia mucho más fuerte de los grandes supermercados.
Los economistas definen con el término «sanción por pobreza» el hecho de que los consumidores de menores ingresos terminen pagando más caros los bienes y servicios a los que acceden como producto de la menor competencia. Un ejemplo muy claro es lo que sucede con los alimentos incluidos en el plan. Un vecino de la plaza Vicente López, en el barrio de Recoleta, en un radio de cuatro cuadras tiene siete supermercados Carrefour, dos Coto y cuatro Disco, que en todos los casos ofrecen los productos de la canasta oficial. Mientras que un habitante de la villa 31 sólo puede encontrar las ofertas que se promocionan en Fútbol para Todos en el Coto de Retiro, y para las compras cotidianas se tiene que resignar a pagar entre 20 y 50% más en los pequeños comercios barriales en los que los Precios Cuidados siguen brillando por su ausencia..
Del editor: qué significa.Una vez más, la realidad se impone al relato oficial: un plan limitado no puede ser más que una política antiinflacionaria integral.
Junto con la clase media alta, son las mayores favorecidas por el plan, a contramano del discurso oficial
Los grandes supermercados, las multinacionales, la clase media alta y los que viven en la Capital Federal son los mayores ganadores del programa Precios Cuidados, que está a punto de cumplir cinco meses y es la principal herramienta del Gobierno para intentar frenar la inflación, hasta ahora con escasos resultados.
A contramano del discurso oficial, que suele acusar a las grandes compañías de ser las principales responsables de los aumentos de precios, en los hechos el programa terminó ayudando -o, en algunos casos, perjudicando menos- a los jugadores líderes, tanto en producción como en distribución. Esas empresas se vieron beneficiadas por un éxodo de los clientes, que dejan los comercios barriales y las segundas marcas en busca de las ofertas que se publicitan en los partidos de fútbol.
Después de cierto retaceo inicial, a partir de abril las firmas líderes de cada uno de los principales rubros de la canasta básica decidieron adherir al polémico programa del Gobierno sumando a sus marcas más importantes. De hecho, de los 288 artículos con marca que integran Precios Cuidados, casi un tercio se lo reparten un puñado de diez multinacionales. Gigantes como Arcor, Danone y Unilever son las que aportan más ofertas al acuerdo, en los tres casos con más de una decena de productos.
Detrás de esta adhesión de las grandes empresas no hay una súbita vocación por agradar al Gobierno, sino una estrategia de negocios, admiten en el sector. Estar en Precios Cuidados implica sacrificar rentabilidad, pero ganar participación de mercado, y las compañías líderes son las que pueden soportar mucho mejor esa ecuación.
«En los productos que integran Precios Cuidados se duplicó la demanda, en gran parte gracias a que tienen publicidad gratis y en las góndolas están destacados con un cartel», admitió Miguel Kozuszok, presidente de Unilever Argentina, que participa con 16 artículos en el plan, incluyendo marcas líderes como Hellmann’s y Rexona.
Los indudables perjudicados con el avance de las multinacionales en Precios Cuidados son las pymes. «Con la Coca-Cola a precio de oferta y un cartelito destacado, ¿quién va a elegir comprar una Manaos?», se preguntó el director de otra multinacional.
El papel dinamizador de la demanda que cumple el plan oficial también está beneficiando a las grandes cadenas de supermercados, como lo admitió hace unos días Alfredo Coto. «Son primeras marcas y la gente las acepta porque ofrecen garantía de calidad», explicó el empresario en la reciente inauguración de un hipermercado en la ciudad de Neuquén.
En un contexto generalizado de consumo en baja y precios en alza (los Precios Cuidados no lograron frenar la inflación), los supermercados son los que, por lejos, mejor vienen sobrellevando la retracción de las ventas. De acuerdo con CCR, en el primer trimestre del año la caída en el consumo en el llamado canal tradicional (almacenes, quioscos y autoservicios) casi duplicó a la que sufrieron los supermercados, lo que se tradujo en una ganancia en la participación de mercado para las grandes cadenas.
La principal víctima de ese aumento en la participación de mercado son los autoservicios chinos. Más allá del comercial de TV protagonizado por Andrés Chiang, el plan de Precios Cuidados hasta ahora tuvo una incidencia muy menor en los comerciantes orientales. Según la medición de la consultora especializada Scanntech, las ventas de los autoservicios desde enero -la fecha de lanzamiento de los Precios Cuidados- acumulan una caída del 8,1% de sus ventas en unidades, lo que implica una baja mucho más profunda que la que sufrieron en el mismo período los grandes supermercados (0,7%, según CCR).
En la lista de los ganadores con Precios Cuidados también hay que incluir a los consumidores porteños. Desde un primer momento, la suerte del programa oficial se jugó en la participación de las grandes cadenas de supermercados, que si bien tienen presencia a nivel nacional, concentran la mayoría de sus locales en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. En la Secretaría de Comercio también se encargaron de destacar que se sumaron a la iniciativa las cadenas del interior del país -con una canasta más reducida de productos-. Sin embargo, en los hechos los mayores controles oficiales continúan focalizados en Carrefour, Coto, Jumbo, Walmart y La Anónima, que no por casualidad concentraron la inmensa mayoría de las multas por incumplimientos del plan.
El carácter de beneficiados de los consumidores porteños también se desprende del relevamiento de las ventas que hace CCR. Según la consultora, en el primer cuatrimestre del año el consumo en la Capital y el Gran Buenos Aires acumuló una suba del 1,2%, mientras que en el mismo período en el interior cayó 2,1%, con un balance negativo a nivel nacional del 0,7 por ciento.
Indirectamente, los beneficios de los Precios Cuidados también se sienten con mucha más fuerza en los barrios más acomodados de la ciudad, que son los que tradicionalmente muestran una presencia mucho más fuerte de los grandes supermercados.
Los economistas definen con el término «sanción por pobreza» el hecho de que los consumidores de menores ingresos terminen pagando más caros los bienes y servicios a los que acceden como producto de la menor competencia. Un ejemplo muy claro es lo que sucede con los alimentos incluidos en el plan. Un vecino de la plaza Vicente López, en el barrio de Recoleta, en un radio de cuatro cuadras tiene siete supermercados Carrefour, dos Coto y cuatro Disco, que en todos los casos ofrecen los productos de la canasta oficial. Mientras que un habitante de la villa 31 sólo puede encontrar las ofertas que se promocionan en Fútbol para Todos en el Coto de Retiro, y para las compras cotidianas se tiene que resignar a pagar entre 20 y 50% más en los pequeños comercios barriales en los que los Precios Cuidados siguen brillando por su ausencia..
Del editor: qué significa.Una vez más, la realidad se impone al relato oficial: un plan limitado no puede ser más que una política antiinflacionaria integral.