En un año electoral, los problemas de inflación y crecimiento que carga Brasil parecen haber llevado a los inversores a buscar un cambio en las políticas públicas y un nuevo gobierno
El índice Bovespa de acciones de la Bolsa de San Pablo en Brasil subirá o bajará hacia fines de año dependiendo del resultado de las elecciones presidenciales de octubre. Según un sondeo publicado por la agencia Reuters, el Bovespa, que ha subido un 4 por ciento en lo que va de año liderado por las compras de oportunidad en un contexto de preocupaciones ante el débil crecimiento económico de Brasil, podría recuperar un mayor nivel ante un cambio de gobierno. Según la agencia, la posibilidad de un cambio en la presidencia de Brasil ha sido otro elemento de influencia para el Bovespa. Muchos participantes del mercado han acusado al Gobierno de Dilma Rousseff de adoptar políticas que perjudican al sector privado y a los accionistas minoritarios de las empresas estatales, sostiene. Algunas de las mayores alzas intradiarias de los últimos meses se produjeron tras publicaciones de sondeos de intención de voto que mostraron bajas en los índices de aprobación a Rousseff, aunque la mandataria se mantiene como líder. Una derrota (de Rousseff) agradará a los inversores porque eleva las posibilidades de una mano menos dura del Gobierno sobre el mercado, dijo Luiz Roberto Monteiro, operador de Renascenca en San Pablo. Para calcular el nivel de cierre del Bovespa en 2014, los analistas consultados tomaron en cuenta dos escenarios. El primero es que Rousseff gane la reelección, en cuyo caso el Bovespa probablemente termine el año en 51.250 puntos, un declive de un 4%. Si Rousseff pierde, la bolsa podría subir a los 62.000 puntos, un alza de un 16%. En principio, esto tendrá un impacto positivo en el mercado, dijo Ariovaldo Santos, operador de H.Commcor en Sao Paulo, destacando el desempeño de las acciones de empresas estatales como Petrobras, Eletrobras y Banco do Brasil. Pero Santos advirtió que problemas estructurales de largo plazo, como la inflación y la debilidad de la economía, seguirían afectando al mercado. Otros riesgos claves que mencionan los analistas incluyen un declive en la liquidez global, a medida que la Reserva Federal estadounidense reduzca su programa de estímulo monetario.
El índice Bovespa de acciones de la Bolsa de San Pablo en Brasil subirá o bajará hacia fines de año dependiendo del resultado de las elecciones presidenciales de octubre. Según un sondeo publicado por la agencia Reuters, el Bovespa, que ha subido un 4 por ciento en lo que va de año liderado por las compras de oportunidad en un contexto de preocupaciones ante el débil crecimiento económico de Brasil, podría recuperar un mayor nivel ante un cambio de gobierno. Según la agencia, la posibilidad de un cambio en la presidencia de Brasil ha sido otro elemento de influencia para el Bovespa. Muchos participantes del mercado han acusado al Gobierno de Dilma Rousseff de adoptar políticas que perjudican al sector privado y a los accionistas minoritarios de las empresas estatales, sostiene. Algunas de las mayores alzas intradiarias de los últimos meses se produjeron tras publicaciones de sondeos de intención de voto que mostraron bajas en los índices de aprobación a Rousseff, aunque la mandataria se mantiene como líder. Una derrota (de Rousseff) agradará a los inversores porque eleva las posibilidades de una mano menos dura del Gobierno sobre el mercado, dijo Luiz Roberto Monteiro, operador de Renascenca en San Pablo. Para calcular el nivel de cierre del Bovespa en 2014, los analistas consultados tomaron en cuenta dos escenarios. El primero es que Rousseff gane la reelección, en cuyo caso el Bovespa probablemente termine el año en 51.250 puntos, un declive de un 4%. Si Rousseff pierde, la bolsa podría subir a los 62.000 puntos, un alza de un 16%. En principio, esto tendrá un impacto positivo en el mercado, dijo Ariovaldo Santos, operador de H.Commcor en Sao Paulo, destacando el desempeño de las acciones de empresas estatales como Petrobras, Eletrobras y Banco do Brasil. Pero Santos advirtió que problemas estructurales de largo plazo, como la inflación y la debilidad de la economía, seguirían afectando al mercado. Otros riesgos claves que mencionan los analistas incluyen un declive en la liquidez global, a medida que la Reserva Federal estadounidense reduzca su programa de estímulo monetario.