Política Domingo 29 de Junio de 2014
Postergó deudas por tres años
El expresidente Fernando de la Rúa afirmó que el «megacanje» de bonos de la deuda instrumentado por su gobierno (1999-2001), que derivó el default y el encarecimiento de la deuda externa, «no fue malo para el país», sino que «fue bueno», porque sirvió para «patear para adelante los vencimientos que no podía pagar».
«El megacanje tuvo la aprobación de la AGN (Auditoría General de la Nación), porque se ganaba tiempo. No era un aumento indiscriminado la deuda sino que se ganó tiempo por la crisis de embargo. Se hizo esta operación de canje de deuda a largo plazo, es falso que sea un aumento de la deuda», planteó De la Rúa en diálogo con la radio Nacional Rock.
Señaló que «la acusación al ministro (Domingo) Cavallo no fue por hacer el megacanje sino por invitar a bancos a participar» de esa operación y agregó: «El megacanje no fue malo para el país.
Fue bueno porque había que patear para adelante los vencimientos que no podía pagar». En este sentido, sostuvo que «la deuda sigue igual», porque lo que «aumentaron» son «los intereses» y afirmó que «se hace un juicio superficial como si el megacanje hubiera significado un aumento de la deuda».
«No digo que ni que fue ni que bue bueno ni malo. Lo plantean como un negocio para hacer comisiones y que significó un aumento de la deuda. Fue un aumento de los plazos y eso produce aumento de los intereses. De mala fe suman los intereses a la deuda nominal y no. No fue bueno ni malo, sino necesario porque teníamos al FMI (Fondo Monetario Internacional) retaceando y negando el apoyo y se producían vencimiento», sostuvo.
Respecto de la situación actual del país contra los fondos buitre en la justicia estadounidense, el exlíder de la Alianza señaló que «el Gobierno debería llamar a especialistas de otros partidos para hacer un aporte así como fueron legisladores de distintas corrientes a Washington» y resaltó que «lo único que hay que evitar, como la peste, es el default real o técnico, porque sería muy malo para el país».
«Yo renuncié y nunca esperé que el presidente (Adolfo) Rodríguez Saá fuera el del default y que el Congreso lo aplaudiera», dijo.
Sobre su presidencia, De la Rúa dijo que se desarrolló en «un mundo de carencias y con un FMI dispuesto a castigar a la Argentina» pero dijo que en su gestión se actuó «con la honestidad y el rigor moral que corresponde».
• La causa por el «megacanje»
La semana pasada, la fiscalía ante la Cámara Federal porteña apeló la decisión de ese tribunal de sobreseer por prescripción del delito a los imputados por el megacanje de deuda de 2001, entre ellos el estadounidense David Muldford.
Según confirmaron a la agencia oficial Télam fuentes de la fiscalía a cargo de Germán Moldes, el escrito fue presentado ante la sala II de la Cámara Federal que tomó esa decisión, y que ahora deberá resolver si concede la apelación y el tema es revisado por la Cámara Federal de Casación. Para el fiscal general, el megacanje durante el gobierno de la Alianza fue «una colosal estafa a las finanzas públicas».
En su escrito, Moldes remarcó que «lo único importante es que todos y cada uno de ellos respondan penalmente por sus ilícitas acciones», en referencia a quienes estuvieron procesados o imputados y fueron sobreseídos.
«Lo contrario implicaría consagrar que ninguna consecuencia se avizora para la sumatoria de décadas de desaciertos, imprevisiones y despropósitos que nos trajeron a estos puertos y han provocado una fractura entre la confianza pública» y «las garantías del Estado de derecho», argumentó.
Moldes aludió al «maridaje» entre «funcionarios públicos y asociaciones de privados», para «la celebración de convenios ruinosos» que comprometen la economía del país a presente y futuro.
Además, aludió a «conductas claramente violatorias del catálogo represivo» cometidas por «irresponsabilidad, impericia, desidia, pusilanimidad o vaya uno a saber qué oscuras connivencias. Otros por avidez, codicia, desprejuicio e indecencia».
En relación con el exsecretario del Tesoro de EEUU, David Mulford, el fiscal remarcó que en 12 años la Justicia argentina no logró que se presente a declaración indagatoria sin «señales concretas de una voluntad de sometimiento o respeto a la Justicia argentina».
En la causa que impulsó el fiscal federal de instrucción Federico Delgado, quien pidió el procesamiento de todos los imputados y firmó el dictamen para el envío a juicio de Cavallo, se investigó la selección irregular del consorcio de bancos integrado por el Banco Francés, Banco Galicia, Credit Suisse First Boston, Grupo Santander Central Hispano, HSBC, JP Morgan y Salomon Smith Barney.
Postergó deudas por tres años
El expresidente Fernando de la Rúa afirmó que el «megacanje» de bonos de la deuda instrumentado por su gobierno (1999-2001), que derivó el default y el encarecimiento de la deuda externa, «no fue malo para el país», sino que «fue bueno», porque sirvió para «patear para adelante los vencimientos que no podía pagar».
«El megacanje tuvo la aprobación de la AGN (Auditoría General de la Nación), porque se ganaba tiempo. No era un aumento indiscriminado la deuda sino que se ganó tiempo por la crisis de embargo. Se hizo esta operación de canje de deuda a largo plazo, es falso que sea un aumento de la deuda», planteó De la Rúa en diálogo con la radio Nacional Rock.
Señaló que «la acusación al ministro (Domingo) Cavallo no fue por hacer el megacanje sino por invitar a bancos a participar» de esa operación y agregó: «El megacanje no fue malo para el país.
Fue bueno porque había que patear para adelante los vencimientos que no podía pagar». En este sentido, sostuvo que «la deuda sigue igual», porque lo que «aumentaron» son «los intereses» y afirmó que «se hace un juicio superficial como si el megacanje hubiera significado un aumento de la deuda».
«No digo que ni que fue ni que bue bueno ni malo. Lo plantean como un negocio para hacer comisiones y que significó un aumento de la deuda. Fue un aumento de los plazos y eso produce aumento de los intereses. De mala fe suman los intereses a la deuda nominal y no. No fue bueno ni malo, sino necesario porque teníamos al FMI (Fondo Monetario Internacional) retaceando y negando el apoyo y se producían vencimiento», sostuvo.
Respecto de la situación actual del país contra los fondos buitre en la justicia estadounidense, el exlíder de la Alianza señaló que «el Gobierno debería llamar a especialistas de otros partidos para hacer un aporte así como fueron legisladores de distintas corrientes a Washington» y resaltó que «lo único que hay que evitar, como la peste, es el default real o técnico, porque sería muy malo para el país».
«Yo renuncié y nunca esperé que el presidente (Adolfo) Rodríguez Saá fuera el del default y que el Congreso lo aplaudiera», dijo.
Sobre su presidencia, De la Rúa dijo que se desarrolló en «un mundo de carencias y con un FMI dispuesto a castigar a la Argentina» pero dijo que en su gestión se actuó «con la honestidad y el rigor moral que corresponde».
• La causa por el «megacanje»
La semana pasada, la fiscalía ante la Cámara Federal porteña apeló la decisión de ese tribunal de sobreseer por prescripción del delito a los imputados por el megacanje de deuda de 2001, entre ellos el estadounidense David Muldford.
Según confirmaron a la agencia oficial Télam fuentes de la fiscalía a cargo de Germán Moldes, el escrito fue presentado ante la sala II de la Cámara Federal que tomó esa decisión, y que ahora deberá resolver si concede la apelación y el tema es revisado por la Cámara Federal de Casación. Para el fiscal general, el megacanje durante el gobierno de la Alianza fue «una colosal estafa a las finanzas públicas».
En su escrito, Moldes remarcó que «lo único importante es que todos y cada uno de ellos respondan penalmente por sus ilícitas acciones», en referencia a quienes estuvieron procesados o imputados y fueron sobreseídos.
«Lo contrario implicaría consagrar que ninguna consecuencia se avizora para la sumatoria de décadas de desaciertos, imprevisiones y despropósitos que nos trajeron a estos puertos y han provocado una fractura entre la confianza pública» y «las garantías del Estado de derecho», argumentó.
Moldes aludió al «maridaje» entre «funcionarios públicos y asociaciones de privados», para «la celebración de convenios ruinosos» que comprometen la economía del país a presente y futuro.
Además, aludió a «conductas claramente violatorias del catálogo represivo» cometidas por «irresponsabilidad, impericia, desidia, pusilanimidad o vaya uno a saber qué oscuras connivencias. Otros por avidez, codicia, desprejuicio e indecencia».
En relación con el exsecretario del Tesoro de EEUU, David Mulford, el fiscal remarcó que en 12 años la Justicia argentina no logró que se presente a declaración indagatoria sin «señales concretas de una voluntad de sometimiento o respeto a la Justicia argentina».
En la causa que impulsó el fiscal federal de instrucción Federico Delgado, quien pidió el procesamiento de todos los imputados y firmó el dictamen para el envío a juicio de Cavallo, se investigó la selección irregular del consorcio de bancos integrado por el Banco Francés, Banco Galicia, Credit Suisse First Boston, Grupo Santander Central Hispano, HSBC, JP Morgan y Salomon Smith Barney.