Embajada de EE.UU. ve final feliz en causa buitres

Economía Jueves 3 de Julio de 2014
Por Ignacio Zuleta.-
Por: Ignacio Zuleta
El empresario Adrián Werthein junto al titular de la DAIA, Julio Schlosser, en la reunión de la embajada. También estuvieron presentes el presidente de la Sociedad Rural, Luis Etchevehere, el banquero Jorge Brito y el exmandatario Fernando de la Rúa. El encargado de negocios de la Embajada de EE.UU., Kevin Sullivan -a cargo provisoriamente de la sede diplomática- junto a Eduardo Amadeo.
¿No era que existía una instrucción de Washington para que los funcionarios de su Gobierno no opinasen sobre el conflicto con los acreedores? Cualquier duda la disipó anoche el embajador interno de Estados Unidos en la Argentina cuando saludó, copa en mano, el final feliz para el entuerto en el juzgado Griesa que inquieta los ánimos de todos. Al ofrecer el cóctel a más de un millar de invitados a celebrar la fiesta patria de la Independencia de ese país, Kevin Sullivan (encargado de negocios de esa legación) disparó en su correcto español: «Cada uno tendrá, por supuesto, su visión, pero déjenme decirles que la mía, desde el lugar que me toca ocupar hoy, es bastante optimista. La resolución por parte de la Argentina de algunas cuestiones pendientes de larga data, como los juicios en el CIADI y la deuda con el Club de París, abrió recientemente un panorama más favorable para las inversiones, el desarrollo económico y nuestra relación bilateral». Por si quedasen dudas, agregó: «Y esperamos que ahora el país logre negociar una solución definitiva con los acreedores privados que no ingresaron al canje -los llamados holdouts- que le permita a la Argentina retornar a la senda del crecimiento inclusivo». Y más: «Quisiera valorar la voluntad de la presidenta Fernández de Kirchner de transitar este camino difícil pero esencial».
Estas palabras fueron una marejada que determinó el tema de la decena de corros que se formaron para devorar bandejeos de panchitos y otras delicadezas dulces y saladas. Valió la pena acercarse a esos grupos porque la asistencia de ayer a este encuentro -que este año se adelantó del 4 al 2 de julio para evitar el pago de salario doble por feriado al personal de la embajada- fue de las más completas que se recuerden a estas fiestas nacionales, con el añadido de que con Héctor Timerman en Washington (viajó en la noche del martes) y Axel Kicillof viajando para allá, toda la atención de dirigentes, empresarios y políticos mira al Norte a la espera de una señal sobre el choque de los planetas.
Tan espesa pareció la tensión de este asunto que pocos percibieron que la fiesta tenía como tema la «Ruta 66» que, recordó Sullivan, recorrió alguna vez Pappo Napolitano. Una audacia rememorar a este rockero ante tan lustrada audiencia, lejana de lo que significó «El Carpo», y toda una apuesta a la memoria de éstos, para quienes esa ruta se identifica con una serie de TV que ya tiene medio siglo desde que se pasó por las pantallas.
Más valor le dio al encuentro que hubiera una buena representación de expertos en entuertos financieros y en las relaciones con los Estados Unidos. De estos había dos ex embajadores, José Octavio Bordón y Diego Guelar, que derramaron explicaciones a nutridos corrillos que iban renovándose a medida de que los oyentes veían que el explicador comenzaba a repetir la rutina al advertir que aquellos iban cambiando. Esas explicaciones sobre el destino del caso compitieron en interés con las que es escucharon en los que animaron expertos que conocen de bonistas e inversores más de lo que se cree. Por eso muchos hicieron cola para escucharlos a Daniel Marx, Miguel Kiguel, Rogelio Frigerio, Nicolás Dujovne y otros hombres de números.
Ninguno de esos se apartó del optimismo que instaló en dueño de casa. Enfático, Marx sancionó con seguridad de experto que «esto sale bien», pero que eso no implica la solución de todos los problemas de la economía argentina.
De los políticos, Bordón fue el más enfático en que hay salida en Nueva York para este capítulo, pero se cuidó de hacer reparos a cómo el gobierno tramitó este último tramo. Intentó, ante un círculo que lo rodeó, describir lo que es un juez en los Estados Unidos y cómo se cuidan de aparecer presionados por otros poderes. Por ejemplo, el de los políticos argentinos que, consideró, ha errado en presionarlo creando la impresión de que la intención de la Argentina es no pagar, algo contradictorio de lo que ha dicho por todas las vocerías, que va a pagar y que lo único que quiere es que le habiliten una ventanilla airosa.
Ilustró ese perfil de Thomas Griesa recordando que a mediados de la década anterior, cuando él era embajador y Roberto Lavagna aún ministro de Economía, Griesa había expulsado de una sesión a los «holdouts» – que después evolucionaron, como en el Pokemom- a «buitres». «Fuera de aquí – les diría – y vuelvan recién cuando tengan una propuesta seria».
Como los otros opinadores de la noche, puso el acento en la intención del gobierno de construir el escenario público más airoso para el pago tan deseado y deseante.
El juicio sobre cómo hace o no hace, bien o mal, el gobierno, lo que hace, se generalizó en el palacio Bosch, al amparo de la ausencia de funcionarios del gobierno, y aún del oficialismo, representado de manera traslaticia por la vicepresidente de YPF , un empresario que es vínculo entre la embajada y el gobierno como , o los sciolistas , y , que anunció que el próximo hit de su gestión cultural en la provincia es una mega muestra borgiana sobre Intentará repetir en el museo de Mar del Plata el éxito de la muestra sobre el papa Francisco, que tiene en el imaginario pública una talla tan alta como la de Borges.
Si de gente cercana, y lejana, al gobierno, inevitable retener la mirada en el encuentro de pocos minutos que se registró entre Héctor Magnetto y Daniel Haddad, registrado con mirada acuosa por Sergio Spolsky. Magnetto se distinguió del resto porque, a diferencia de todos los varones, evitó el atuendo oscuro. Vestía un saco terracota con corbata y camisa al tono que hizo su presencia más evidente que la de otros, con la excepción del productor Lino Patalano, ataviado con botas de combate, pantalón bombacha negro y campera con toques de cuero, toda una audacia para ir a una embajada, aunque fuera un día de fiesta. Ese diálogo fue seguido con la misma atención que la pasada que hizo el juez Ariel Lijo, que encabezó la representación de la familia judicial y de abogados, entre quienes se destacaron Alberto Piotti y Marcos Gratviker.
Raleó algo la asistencia de políticos que estuviera sesionando la cámara de Senadores y que muy pocos diputados, como Federico Pinedo, se animaron a incumplir con la cita. Del macrismo poca representación, salvo la de los Guillermos – Montenegro y Dietrich; del radicalismo, máxima presencia con Fernando de la Rúa, saludado por su presencia el fin de semana en Córdoba. «El partido en Córdoba ha hecho lo que no hizo la UCSA nacional, me reivindicó y me rindió un homenaje», destacó, rodeado su ex canciller Adalberto Rodríguez Giavarini y quien era jefe de su casa militar, el general Julio Hang, de ex funcionarios de su gobierno como Beatriz Nófal o de amigos como el empresario Antoni Estrany y Gendre.
Este público se mezcó con políticos opositores como Ricardo Gil Lavedra – explicador serial de la suerte de su defendido el fiscal Campagnoli . o Miguel Ángel Toma, recién llegado de París y explicando que Sergio Massa es lo más parecido a Eduardo Duhalde, porque «solo piensa la política para la provincia de Buenos Aires», y ensayando algún escenario de cambios en el gabinete nacional para después del cierre del conflicto buitre.
Algunos de estos venían de quinchos cruzados. Unos habían escuchado a mediodía Mauricio Macri en el almuerzo del Alvear invitado por el CiCYP que maneja Eduardo Eurnekián. Otros, un grupo VIP, porque pertenecen al consejo directivo del CARI que conduce Adalberto Rodríguez Giavarini, venían de escuchar una charla del nuevo embajador de Chile, el socialista Marcelo Díaz, entusiasmado por el futuro de las relaciones entre los dos países. Ninguno dejó de destacar que Michelle Bachelley hubiera hecho declaración de fe anti buitres en Washington adonde estuvo el lunes con Barak Obama.
En los círculos de empresarios algunos destacaron la mención que había hecho el diplomático Sullivan a la visita al país el mes pasado del viceministro de Energía de su país, Dan Poneman, por el valor que tienen los proyectos energéticos entre los dos países, que estuvo en la lista de los mancionados del discurso, como Manu Ginobili, Juan José Campanella o «Miguel San Martín, el ingeniero oriundo de Villa Regina que diseñó en la NASA el sistema que permitió el descenso del Curiosity en Marte», de cuya existencia se enteraron muchos en ese momento.
La confianza criolla en la selección de fútbol, también saludó otra mención del encargado de negocios – que anunció la pronta venida del nuevo embajador Noah Mamet – al resultado del partido del martes entre Bégica y EE.UU. «Les confieso que si bien nuestra derrota de ayer me causó decepción como hincha de mi país, también me trajo cierto alivio como jefe de misión, ya que el cinco de julio, este sábado, pintaba como una fecha complicada para nuestra relación. Ahora no queda más que desearle mucha suerte al cuadro albiceleste por el cual mi hija y yo estaremos hinchando sin más matices».

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