Foto: Gentileza Royal Class
El Mundial Brasil 2014 puso en evidencia que hay un gran mercado, el de la aviación privada, sobre el que se conoce muy poco. Aunque este negocio no es nuevo, sí tuvo un crecimiento muy fuerte en los últimos años y, para quienes nunca viajaron en uno de estos aviones es díficil imaginar la experiencia.
El exclusivo mercado de los aviones privados se divide entre los propietarios, en su mayoría empresarios de primera línea, y las empresas que ofrecen el servicio de traslados aéreos, en su mayoría contratados por famosos, artistas, deportistas, políticos y empresarios.
En la Argentina el mercado creció exponencialmente desde 2008 hasta 2012, y en los últimos años se estancó un poco. Sin embargo, hay perspectivas de que cuando se recupere la economía el negocio vuelva a repuntar. En 2007 la cantidad de jets privados, es decir aviones con turbinas, registrados eran 47, y ahora son 160. Esto se debió a que, desde el mercado americano, donde hay alrededor de 15.000 jets, salieron a ofertar aviones usados a muy bajo precio por la crisis de ese país.
Como en ese momento la diferencia cambiaria todavía no era tan grande en la Argentina, muchos empresarios aprovecharon para adquirir su propia nave. El valor de los aviones usados bajó tanto que dejó una brecha muy grande respecto al valor de los nuevos. Desde ese momento se puede conseguir un avión que antes de la crisis valía 4 millones de dólares a 2 millones de dólares, y algunos se consiguen por 1 millón de dólares. Esos mismos aviones nuevos valen alrededor de 8 millones de dólares.
Marcelo Porchetto, un piloto de aviación privada, confirmó el crecimiento del negocio: «El mercado en la Argentina ha crecido de forma excepcional, similar al de las canchas de paddle, que en un principio había dos o tres y de golpe empezaron a aparecer por todos lados. La aviación ejecutiva, aunque no parezca es el 85% del mercado aeronáutica en el mundo».
Dentro del total de los aviones privados, una parte importante de los que pertenecen a individuos son de los empresarios de primera línea del país. Esto sucedió porque ellos son los que tienen la necesidad más grande de usar este servicio, que puede tener un costo de mantenimiento de entre 10.000 y 20.000 dólares por mes.
Por eso, quienes hacen un desembolso tan grande de dinero suelen ser aquellas personas que por su trabajo tienen que moverse mucho, y con este medio de transporte pueden tener una reunión a la mañana en Mendoza, a la tarde otra en Santiago de Chile, y a la noche estar de nuevo en sus casas en Buenos Aires.
La necesidad se explica a través de una fórmula muy clara. «Hay una ecuación que dice que si volás menos de 300 horas al año te conviene más alquilar que tener tu propio avión», justificó Miguel Livi, presidente de Royal Class, una de las empresas de aviación privada.
Dentro de los costos de mantenimiento se incluyen hangares, combustible, tripulación, seguros y mantenimiento propio de la máquina. Aunque estos números varían mucho dependiendo de la nave, los costos de un avión Beechjet 400, que es un jet para ocho personas, son: alrededor de 4000 dólares de hangar por mes (su valor se calcula por metro cuadrado), 2000 dólares de mantenimiento por mes, 2000 dólares de seguro, más sueldos de tripulación e impuestos y patentes. Además el combustible cuesta $10,70 el litro y el tanque carga 750 litros en total.
El piloto de aviación privada Miguel Lo Visco confirmó la importancia de este mercado: «Mueve más de lo que se sabe o se cree. Además, tiene posibilidades de ser mucho más grande de lo que es. Genera un movimiento económico grande en combustible, personal que se contrata, remises, catering. Es un mercado muy grande y desconocido».
Las empresas que contratan los famosos
Sin embargo, una parte muy grande de la aviación privada no son los propietarios sino las empresas que ofrecen este servicio. En el país hay alrededor de 25 y son una alternativa para quienes buscan viajar con comodidad y privacidad, pero no lo hacen con una frecuencia que justifique que tengan uno propio.
Los que en general contratan aviones privados son los artistas y famosos que en un vuelo regular están muy expuestos. También los usan muchos políticos, algunos futbolistas con mucho dinero y empresarios. Entre los famosos argentinos que contratan este servicio están Susana Giménez, Marcelo Tinelli y Lionel Messi.
El precio de los vuelos se calcula por kilómetro recorrido y el valor es de 4,30 dólares. Un viaje a Punta del Este se cotiza en alrededor de 5000 dólares el avión, Bariloche alrededor de 11.000 dólares y a Miami 100.000 dólares. Un vuelo en clase ejecutiva de una aerolínea comercial a ese destino vale alrededor de $74.000 o 7600 dólares, según la aerolínea, lo que multiplicado por ocho pasajeros equivale a $592.000 o 60.800 dólares.
Por otra parte, los vuelos a Río de Janeiro, en Brasil, cuestan alrededor de 19.000 dolares, pero durante el mundial se llegaron a pagar hasta 40.000 dolares. Lo Visco explicó que «si bien en parte el precio lo reguló la oferta y la demanda, también se incrementó por los abusivos costos aeroportuarios impuestos por los brasileños, como también los costos de hospedaje para la tripulación».
Las ventajas
Algunas de las ventajas de contratar este servicio es que la persona puede decidir los horarios del viaje, los trámites de aduana son más rápidos y la aeronave es más cómoda. Además, las empresas se esfuerzan para que el viaje se ajuste a los gustos y necesidades del cliente.
«Desde que una persona llega hasta que sube al avión tarda solo 20 minutos. Por eso quienes más uso le dan son los empresarios que le dan mucho valor a su tiempo», explico Livi y agregó: «Tenemos clientes en muchas empresas que hacen volar a gerentes de mandos medios, porque la productividad de esa persona para la empresa es altísima a través del avión. La gente se mueve más rápido, sin tiempos muertos ni gastos en hoteles».
«Otra de las características de nuestros vuelos es que no son un commodity, sino que es un servicio que va desde la salida de la oficina hasta el destino, y donde todo el avión se prepara para los gustos y preferencias del cliente. Si le gusta la gaseosa light hay eso, y hay publicaciones según sus intereses. Además, la tripulación está preparada para detectar si la persona está de buen humor o no. Queremos que el cliente sienta que el avión es suyo y no alquilado», añadió Livi.
Los vuelos privados salen, en su mayoría, desde el Aeropuerto Internacional de San Fernando, por un decreto que quiere llevar la aviación privada a ese lugar, aunque todavía hay algunas empresas que operan desde Aeroparque. «En la Argentina si bien la utilización de estos servicios ha crecido en forma escalonada, no así la infraestructura que debería estar por delante de este crecimiento», criticó el piloto Porchetto.
Por su parte, Lo Visco explicó que en las vacaciones aumenta la frecuencia de vuelos: «Muchos empresarios llevan a sus familias a que tengan un veraneo más largo, y ellos van y vuelven. También otros aprovechan para disfrutar las casas que tienen afuera, como en el sur, o algún campo», agregó.
Porchetto aclaró que otra gran ventaja es que se pude llegar a destinos que de otra manera es más difícil acceder. «Si vos quisieras ir a Saint Marteen o a Pascua, o Anchorage en Alaska no podrías ir en una línea aérea directo, cosa que sí podés con un avión privado. Lo mismo pasa si tenés un campo a 500 kilómetros, que para ir en auto tardarías unas seis horas, y en un avión solamente una hora y media», agregó..