ECONOMIA › EL BANCO CENTRAL FIRMO CON SU PAR CHINO UN ACUERDO DE SWAPS POR 11 MIL MILLONES DE DOLARES
El convenio pone a disposición del país la posibilidad de solicitar desembolsos de yuanes a cambio de pesos por 12 meses a una tasa de entre 6 y 7 por ciento anual. “Permite establecer estabilidad en los tipos de cambio”, aseguró la Presidenta.
Por Cristian Carrillo
El Banco Central firmó ayer con el Banco Popular de China un nuevo acuerdo de swaps (pases) de monedas locales por un monto de hasta 11 mil millones de dólares y por tres años de plazo. El convenio pone a disposición de la Argentina la posibilidad de solicitar desembolsos de yuanes y depositar el equivalente en pesos con un plazo de reintegro de doce meses a una tasa de entre 6 y 7 por ciento anual. Esta línea permitirá mejorar las condiciones financieras para promover el desarrollo económico y el comercio entre ambos países, explicaron desde la entidad local que conduce Juan Carlos Fábrega. El intercambio tendrá como usos principales facilitar las inversiones en la moneda del país proveedor de fondos y fortalecer el nivel de reservas internacionales de la parte que solicite ese desembolso. “Este acuerdo de swaps permite establecer estabilidad en los tipos de cambio, en momentos en que sufrimos como país ataques especulativos”, dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner luego de que se firmara una veintena de acuerdos.
Con la conformación del nuevo equipo económico a fines del año pasado se reactivaron algunas ideas para fortalecer las reservas y sortear temporalmente la restricción externa. Desde mediados de octubre, tal como anticipó este diario, el Ministerio de Economía y el Central trabajaban en la posibilidad de reactivar el convenio entre las bancas centrales de ambos países, denominado swap de monedas, que fue firmado en 2009 y venció en 2012 sin ser utilizado. A diferencia de otras fuentes de financiamiento internacional, como la que ofrece el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, el acceso a los recursos chinos no contempla condicionalidades para la política económica argentina. El acuerdo anterior implicaba que la cuenta contingente podía utilizarse sólo por cuestiones comerciales entre ambos países. a través del pago compensado de importaciones.
Las tratativas para la renovación incluyeron un intenso debate sobre las tasas de interés y los alcances de la línea contingente, la cual fue ampliada a más usos, más allá de la esfera comercial, como la posibilidad de fortalecer las reservas con un pase de yuanes contra pesos. La disponibilidad de los recursos funciona en ambos sentidos. Los chinos podrían solicitar pesos si así lo quisieran, aunque es improbable que lo hagan. La firma del acuerdo se enmarca más bien en una clara estrategia geopolítica de expansión de la influencia de China. El último acuerdo del Banco Central chino fue a fin del año pasado con el Banco Central Europeo por 57 mil millones de dólares y tiene activos convenios más grandes con Corea del Sur y Hong Kong.
“Los avances en relación con el acuerdo anterior se basan en el proceso de internacionalización del yuan alcanzado en los últimos años, tendiente a convertirlo en una de las principales monedas de reserva a nivel mundial. Su volumen de pagos ya ha desplazado a otras monedas de reserva tradicionales, como el franco suizo”, señala un comunicado del Central. En la actualidad, el yuan puede ser convertido libremente en dólares, euros u otra moneda en plazas internacionales como Hong Kong, Londres o Singapur. Esta condición llevó a que diversos bancos centrales decidieran invertir una porción de sus reservas en la moneda china. El Banco Central de China rubricó acuerdos en los últimos tres años con Indonesia, Islandia, Albania, Hungría, Reino Unido, Brasil, Singapur, Ucrania, Australia, Mongolia, Turquía, Malasia, Emiratos Arabes, Pakistán, Tailandia, Hong Kong, Corea del Sur, Kazakhastan, Mongolia, Uzbekistán y Nueva Zelanda, por un monto total de 2,5 billones de yuanes. Esta simultaneidad de acuerdos ofrece otra diferencia fundamental con la situación de 2009, ya que el yuan se transformó en una moneda dura con mayor convertibilidad en el mundo, destacaron desde el entorno de Fábrega.
A principio de año en el Central argentino se informó que no había swaps activos ni estaba previsto actualizar este tipo de acuerdos. A través de este acuerdo, que impulsará la relación bilateral, el BCRA podrá solicitar al Banco de China desembolsos por hasta 70 mil millones de yuanes que podrían ir a reservas. “Este acuerdo de swap representa una herramienta muy importante que permitirá al Banco Central contar con un respaldo adicional para implementar su política financiera, cambiaria y monetaria, en cumplimiento de los mandatos de su Carta Orgánica”, explicaron desde el organismo monetario. Entre 2010 y 2012 el Central absorbía dólares del excedente comercial y compensaba parcialmente el impacto del pago de deuda con reservas, pero el ingreso de divisas genuinas se redujo sensiblemente en 2013. El año pasado las reservas cayeron en 12.691 millones de dólares, mientras que en lo que va de este año el retroceso, más moderado, se ubica en 930 millones de dólares. “Esta operación da estabilidad en el flujo de reservas”, sostuvo ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien informó más temprano que se contempla una tasa de entre 6 y 7 por ciento anual.
El convenio pone a disposición del país la posibilidad de solicitar desembolsos de yuanes a cambio de pesos por 12 meses a una tasa de entre 6 y 7 por ciento anual. “Permite establecer estabilidad en los tipos de cambio”, aseguró la Presidenta.
Por Cristian Carrillo
El Banco Central firmó ayer con el Banco Popular de China un nuevo acuerdo de swaps (pases) de monedas locales por un monto de hasta 11 mil millones de dólares y por tres años de plazo. El convenio pone a disposición de la Argentina la posibilidad de solicitar desembolsos de yuanes y depositar el equivalente en pesos con un plazo de reintegro de doce meses a una tasa de entre 6 y 7 por ciento anual. Esta línea permitirá mejorar las condiciones financieras para promover el desarrollo económico y el comercio entre ambos países, explicaron desde la entidad local que conduce Juan Carlos Fábrega. El intercambio tendrá como usos principales facilitar las inversiones en la moneda del país proveedor de fondos y fortalecer el nivel de reservas internacionales de la parte que solicite ese desembolso. “Este acuerdo de swaps permite establecer estabilidad en los tipos de cambio, en momentos en que sufrimos como país ataques especulativos”, dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner luego de que se firmara una veintena de acuerdos.
Con la conformación del nuevo equipo económico a fines del año pasado se reactivaron algunas ideas para fortalecer las reservas y sortear temporalmente la restricción externa. Desde mediados de octubre, tal como anticipó este diario, el Ministerio de Economía y el Central trabajaban en la posibilidad de reactivar el convenio entre las bancas centrales de ambos países, denominado swap de monedas, que fue firmado en 2009 y venció en 2012 sin ser utilizado. A diferencia de otras fuentes de financiamiento internacional, como la que ofrece el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, el acceso a los recursos chinos no contempla condicionalidades para la política económica argentina. El acuerdo anterior implicaba que la cuenta contingente podía utilizarse sólo por cuestiones comerciales entre ambos países. a través del pago compensado de importaciones.
Las tratativas para la renovación incluyeron un intenso debate sobre las tasas de interés y los alcances de la línea contingente, la cual fue ampliada a más usos, más allá de la esfera comercial, como la posibilidad de fortalecer las reservas con un pase de yuanes contra pesos. La disponibilidad de los recursos funciona en ambos sentidos. Los chinos podrían solicitar pesos si así lo quisieran, aunque es improbable que lo hagan. La firma del acuerdo se enmarca más bien en una clara estrategia geopolítica de expansión de la influencia de China. El último acuerdo del Banco Central chino fue a fin del año pasado con el Banco Central Europeo por 57 mil millones de dólares y tiene activos convenios más grandes con Corea del Sur y Hong Kong.
“Los avances en relación con el acuerdo anterior se basan en el proceso de internacionalización del yuan alcanzado en los últimos años, tendiente a convertirlo en una de las principales monedas de reserva a nivel mundial. Su volumen de pagos ya ha desplazado a otras monedas de reserva tradicionales, como el franco suizo”, señala un comunicado del Central. En la actualidad, el yuan puede ser convertido libremente en dólares, euros u otra moneda en plazas internacionales como Hong Kong, Londres o Singapur. Esta condición llevó a que diversos bancos centrales decidieran invertir una porción de sus reservas en la moneda china. El Banco Central de China rubricó acuerdos en los últimos tres años con Indonesia, Islandia, Albania, Hungría, Reino Unido, Brasil, Singapur, Ucrania, Australia, Mongolia, Turquía, Malasia, Emiratos Arabes, Pakistán, Tailandia, Hong Kong, Corea del Sur, Kazakhastan, Mongolia, Uzbekistán y Nueva Zelanda, por un monto total de 2,5 billones de yuanes. Esta simultaneidad de acuerdos ofrece otra diferencia fundamental con la situación de 2009, ya que el yuan se transformó en una moneda dura con mayor convertibilidad en el mundo, destacaron desde el entorno de Fábrega.
A principio de año en el Central argentino se informó que no había swaps activos ni estaba previsto actualizar este tipo de acuerdos. A través de este acuerdo, que impulsará la relación bilateral, el BCRA podrá solicitar al Banco de China desembolsos por hasta 70 mil millones de yuanes que podrían ir a reservas. “Este acuerdo de swap representa una herramienta muy importante que permitirá al Banco Central contar con un respaldo adicional para implementar su política financiera, cambiaria y monetaria, en cumplimiento de los mandatos de su Carta Orgánica”, explicaron desde el organismo monetario. Entre 2010 y 2012 el Central absorbía dólares del excedente comercial y compensaba parcialmente el impacto del pago de deuda con reservas, pero el ingreso de divisas genuinas se redujo sensiblemente en 2013. El año pasado las reservas cayeron en 12.691 millones de dólares, mientras que en lo que va de este año el retroceso, más moderado, se ubica en 930 millones de dólares. “Esta operación da estabilidad en el flujo de reservas”, sostuvo ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien informó más temprano que se contempla una tasa de entre 6 y 7 por ciento anual.