El secretario de Agricultura Familiar del Gobierno y líder del Movimiento Evita dijo que la década fue ganada por «recontragoleada», pero cree que «hace falta mucho más»
Emilio Pérsico tiene diez hijos. Al último, de un año y medio, lo llamó Néstor. Dirigente montonero y exiliado en los 70, fundador de Quebrachoy referente piquetero en los 90, hoy es secretario de Agricultura Familiar de la Nación y líder del Movimiento Evita. Con ese recorrido sobre las espaldas, hace una fuerte defensa del kirchnerismo, pero sostiene que todavía queda mucho camino por recorrer.
«Hay una década ganada, pero es insuficiente, hace falta mucho más», dice, durante una entrevista con LA NACION, en la que advierte que el desafío principal del próximo gobierno es generar empleo digno para los trabajadores que hoy viven de un subsidio. «Un sector importante de los trabajadores no llegaría a fin de mes si no fuera por la ayuda del Estado», reconoce. En su despacho, las imágenes de Néstor y de Cristina Kirchner se combinan con las del papa Francisco, con quien estuvo en agosto pasado.
A lo largo de casi dos horas de conversación, dice que Daniel Scioli no expresa lo que él quiere para el futuro y cuestiona a Sergio Berni y al Ministerio de Trabajo por su actuación en los últimos conflictos laborales. Evita defender a Amado Boudou y sostiene que «sería bueno que haya políticos en cana».
-¿Cuáles son las deudas que deja el kirchnerismo?
-Néstor decía que necesitábamos 20 años para poner a la Argentina en movimiento. La revolución no es la toma del Palacio de Invierno, es un proceso mucho más lento. Hay una década ganada, pero es insuficiente, hace falta mucho más.
-¿Es una década ganada por poco, por un gol?
-Ganamos por recontragoleada. En 2003 yo iba por Constitución juntando carcasas de pollo para el comedor popular. Teníamos seis turnos y no alcanzaba. Si hoy abrís un comedor en Constitución casi no tenés clientes. Pero hay que avanzar. Los compañeros tienen que tener un trabajo digno.
-¿El Gobierno falló en eso?
-El Gobierno es el único que ve este tema. Es un problema global. El desarrollo capitalista ya no genera trabajo para todos. No estoy en contra del capitalismo, pero quiero construir otra cosa al lado, la economía popular, que tenga como eje la creación de empleo. La oposición dice: «¡Oh, el Gobierno no ve la inflación!». Yo digo: «¡Oh, la oposición discute idioteces!».
-Pero la inflación es de las más altas del mundo.
-Los gobiernos populares siempre llegan a un punto en el que es imposible avanzar sin transformaciones de fondo. La inflación es el síntoma de que se recalienta la puja distributiva. Los economistas de mercado y el capital financiero quieren que nosotros aflojemos y yo quiero que aflojen ellos [se ríe]. Dicen: «El problema es el gasto del Estado». ¿Ah, sí? ¿Me la querés sacar a mí? Bueno, nos vamos a organizar para que no me la saques.
-En los últimos diez años, los salarios en blanco, las jubilaciones y la Asignación Universal le ganaron a la inflación. Pero en el primer semestre de este año la jubilación aumentó un 11,3% y la inflación del Indec es de 14,7%.
-Cuando subió este gobierno la jubilación era de 150 pesos. Si hay una transformación grande que hizo este gobierno fue la universalización de las jubilaciones. ¿Cuál es la masa salarial que va ahora para los jubilados y cuánto era antes? Los trabajadores tienen que seguir dando esta puja distributiva; quizá nos ganen un round, pero vamos a seguir, el Estado es aliado de los trabajadores.
-El trabajador en negro pierde con la inflación.
-No, porque mamá Cristina cuida a los pollitos más débiles. Los trabajadores no registrados tienen dos ingresos. El salario de su trabajo y el del subsidio, y la Asignación Universal aumentó 40% este año. El desafío es cómo hacemos para que esos compañeros discutan paritarias.
-¿Qué piensa de la represión a los trabajadores que cortaron la General Paz y la Panamericana?
-Nunca la represión resuelve un conflicto social.
-El CELS dijo que hay un «preocupante desplazamiento» de la política de no represión, y el diputado Leonardo Grosso, del Movimiento Evita, cuestionó a Sergio Berni.
-Me parece bien que esos compañeros controlen. El hombre es bueno, pero si se lo controla, es mejor.
-¿No tiene ningún reproche que hacerle a Berni?
-Primero hay que aclarar que es un compañero. Discuto con él desde que lo conozco. Me parece que no hay que abusar de las tortugas [efectivos de Infantería], del despliegue policial, porque es funcional a la derecha.
-¿Le incomoda tener un vicepresidente procesado por corrupción?
-La corrupción es una enfermedad de la democracia liberal.
-¿No le da bronca lo de Boudou?
-Me da bronca toda la corrupción. Me da bronca la exhibición de riqueza de la política. Pero yo juzgo el proceso político. De los casos individuales se tiene que encargar la Justicia.
-El año pasado dijo que el Movimiento Evita no iba a apoyar a un candidato prestado. ¿Scioli es un candidato prestado?
-Con Scioli tengo una relación muy buena. ¿Expresa lo que yo quiero hacer en el futuro? Hoy no. Nosotros discutimos lo que queremos hacer y después elegimos el candidato. Por eso vamos con Taiana [Jorge]..
Emilio Pérsico tiene diez hijos. Al último, de un año y medio, lo llamó Néstor. Dirigente montonero y exiliado en los 70, fundador de Quebrachoy referente piquetero en los 90, hoy es secretario de Agricultura Familiar de la Nación y líder del Movimiento Evita. Con ese recorrido sobre las espaldas, hace una fuerte defensa del kirchnerismo, pero sostiene que todavía queda mucho camino por recorrer.
«Hay una década ganada, pero es insuficiente, hace falta mucho más», dice, durante una entrevista con LA NACION, en la que advierte que el desafío principal del próximo gobierno es generar empleo digno para los trabajadores que hoy viven de un subsidio. «Un sector importante de los trabajadores no llegaría a fin de mes si no fuera por la ayuda del Estado», reconoce. En su despacho, las imágenes de Néstor y de Cristina Kirchner se combinan con las del papa Francisco, con quien estuvo en agosto pasado.
A lo largo de casi dos horas de conversación, dice que Daniel Scioli no expresa lo que él quiere para el futuro y cuestiona a Sergio Berni y al Ministerio de Trabajo por su actuación en los últimos conflictos laborales. Evita defender a Amado Boudou y sostiene que «sería bueno que haya políticos en cana».
-¿Cuáles son las deudas que deja el kirchnerismo?
-Néstor decía que necesitábamos 20 años para poner a la Argentina en movimiento. La revolución no es la toma del Palacio de Invierno, es un proceso mucho más lento. Hay una década ganada, pero es insuficiente, hace falta mucho más.
-¿Es una década ganada por poco, por un gol?
-Ganamos por recontragoleada. En 2003 yo iba por Constitución juntando carcasas de pollo para el comedor popular. Teníamos seis turnos y no alcanzaba. Si hoy abrís un comedor en Constitución casi no tenés clientes. Pero hay que avanzar. Los compañeros tienen que tener un trabajo digno.
-¿El Gobierno falló en eso?
-El Gobierno es el único que ve este tema. Es un problema global. El desarrollo capitalista ya no genera trabajo para todos. No estoy en contra del capitalismo, pero quiero construir otra cosa al lado, la economía popular, que tenga como eje la creación de empleo. La oposición dice: «¡Oh, el Gobierno no ve la inflación!». Yo digo: «¡Oh, la oposición discute idioteces!».
-Pero la inflación es de las más altas del mundo.
-Los gobiernos populares siempre llegan a un punto en el que es imposible avanzar sin transformaciones de fondo. La inflación es el síntoma de que se recalienta la puja distributiva. Los economistas de mercado y el capital financiero quieren que nosotros aflojemos y yo quiero que aflojen ellos [se ríe]. Dicen: «El problema es el gasto del Estado». ¿Ah, sí? ¿Me la querés sacar a mí? Bueno, nos vamos a organizar para que no me la saques.
-En los últimos diez años, los salarios en blanco, las jubilaciones y la Asignación Universal le ganaron a la inflación. Pero en el primer semestre de este año la jubilación aumentó un 11,3% y la inflación del Indec es de 14,7%.
-Cuando subió este gobierno la jubilación era de 150 pesos. Si hay una transformación grande que hizo este gobierno fue la universalización de las jubilaciones. ¿Cuál es la masa salarial que va ahora para los jubilados y cuánto era antes? Los trabajadores tienen que seguir dando esta puja distributiva; quizá nos ganen un round, pero vamos a seguir, el Estado es aliado de los trabajadores.
-El trabajador en negro pierde con la inflación.
-No, porque mamá Cristina cuida a los pollitos más débiles. Los trabajadores no registrados tienen dos ingresos. El salario de su trabajo y el del subsidio, y la Asignación Universal aumentó 40% este año. El desafío es cómo hacemos para que esos compañeros discutan paritarias.
-¿Qué piensa de la represión a los trabajadores que cortaron la General Paz y la Panamericana?
-Nunca la represión resuelve un conflicto social.
-El CELS dijo que hay un «preocupante desplazamiento» de la política de no represión, y el diputado Leonardo Grosso, del Movimiento Evita, cuestionó a Sergio Berni.
-Me parece bien que esos compañeros controlen. El hombre es bueno, pero si se lo controla, es mejor.
-¿No tiene ningún reproche que hacerle a Berni?
-Primero hay que aclarar que es un compañero. Discuto con él desde que lo conozco. Me parece que no hay que abusar de las tortugas [efectivos de Infantería], del despliegue policial, porque es funcional a la derecha.
-¿Le incomoda tener un vicepresidente procesado por corrupción?
-La corrupción es una enfermedad de la democracia liberal.
-¿No le da bronca lo de Boudou?
-Me da bronca toda la corrupción. Me da bronca la exhibición de riqueza de la política. Pero yo juzgo el proceso político. De los casos individuales se tiene que encargar la Justicia.
-El año pasado dijo que el Movimiento Evita no iba a apoyar a un candidato prestado. ¿Scioli es un candidato prestado?
-Con Scioli tengo una relación muy buena. ¿Expresa lo que yo quiero hacer en el futuro? Hoy no. Nosotros discutimos lo que queremos hacer y después elegimos el candidato. Por eso vamos con Taiana [Jorge]..
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