DIALOGOS › RAUL SENDIC, CANDIDATO DEL FRENTE AMPLIO A VICEPRESIDENTE DE URUGUAY
Hijo del histórico líder guerrillero y ex diputado, acompaña a Tabaré Vázquez en la búsqueda de un tercer gobierno de la coalición de centroizquierda. En una charla con Página/12, explica por qué se siente confiado en un triunfo, repasa la relación con Argentina, especialmente en el tema de las papeleras, y advierte sobre las consecuencias para otros países del fallo de Griesa sobre los fondos buitre.
Cuando faltan poco más de dos meses de los comicios, la fórmula Tabaré Vázquez-Raúl Sendic desembarcó en Buenos Aires para seducir a los 400 mil uruguayos residentes en Argentina. Un ritual inexorable de los políticos del vecino país, conscientes de la importancia de captar ese importante voto del exterior. Sendic, hijo del histórico líder guerrillero, ex diputado y ex presidente de la petrolera Ancap, acompaña al ex mandatario Tabaré Vázquez en la búsqueda de un tercer gobierno de la coalición de centroizquierda Frente Amplio. Vázquez dejó el sillón presidencial con una popularidad del 80 por ciento y arrancó la campaña como amplio favorito. Sin embargo, ese capital político no se termina de reflejar en los sondeos, que señalan un posible escenario de segunda vuelta. El médico oncólogo cuenta con una intención de voto del 42 por ciento, frente al 29 por ciento que logra Luis Lacalle Pou, candidato del Partido Nacional, y el 14 por ciento que consigue Pedro Bordaberry, del Partido Colorado. Sendic, Vázquez, Lacalle y Bordaberry: apellidos que marcan la historia política de las últimas cinco décadas.
Raúl Sendic cree que el viento sopla a favor de su coalición. “Tenemos un programa de gobierno que está aprobado desde hace tiempo y nuestra fórmula genera una enorme empatía, a diferencia de las demás. A partir del 1º de junio, después de la interna, empezamos a hacer una campaña de cercanía, saliendo a recorrer el país y hablando mano a mano con todos los uruguayos. Estoy convencido de que las elecciones no se ganan en los actos ni en las caravanas, sino en los cumpleaños, en las reuniones familiares y en el trabajo; es ahí donde juega mucho este entusiasmo que provocamos.” Sendic asegura que avanzarán sobre los logros económicos y sociales alcanzados por el Frente Amplio, que el diálogo será prioritario en relación con Argentina, y que apuestan por la integración regional, dejando atrás el coqueteo con un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
–Tabaré Vázquez llegó a imaginar una guerra con Argentina en un diálogo con George W. Bush, según revelaron los cables de WikiLeaks. ¿Cuál será la postura de un nuevo gobierno frentamplista en relación con el diferendo por las papeleras?
–Creemos que el desarrollo económico e industrial debe ser sustentable desde el punto de vista ambiental. Es nuestra preocupación y también del gobierno argentino. Por lo tanto, todo lo que hagamos para fortalecer los controles que permitan darle garantías al control del medio ambiente es positivo. La gran apuesta va a ser al diálogo. No podemos seguir perdiendo oportunidades para la integración. Tenemos una responsabilidad muy fuerte de unirnos, yo creo que el mundo obliga a los países del Mercosur a fortalecer su integración. Sabemos que puede haber dificultades e incomprensión de un lado y del otro, pero la apuesta tiene que ser al diálogo, sentados a alrededor de una mesa.
–¿Cuáles serían los planes para una mayor integración?
–Cualquier integración debe pasar por el fortalecimiento del Mercosur; es nuestra posición bien clara. Se tienen que limar las asimetrías y sostener más diálogo para un mejor entendimiento. Cuanto más socios haya, como ha sido la incorporación de Venezuela, mejor. Es una falsa contradicción la que se señala entre el Atlántico y el Pacífico.
–¿Siente preocupación por la pelea del gobierno argentino con los fondos buitre?
–Sí, por supuesto. Hemos sido solidarios con la posición argentina, porque Uruguay también ha negociado su deuda. Que un juez (Griesa) pueda hacer caer un acuerdo que se logró con los acreedores mayoritarios para proteger a un pequeño grupo genera una incertidumbre muy grande sobre cualquier negociación futura. Lo que hizo Argentina lo hemos hecho todos: negociamos la deuda con los acreedores mayoritarios y los minoritarios se acogen a lo pactado. En este caso, un pequeño grupo hace caer un paquete de negociación enorme. Esto pasa no sólo con la negociación de la deuda. Cuando uno negocia con una empresa cualquiera lo hace con los grupos accionistas mayoritarios, y los más chicos acatan.
–¿Cuáles serían las tres medidas que sin duda son urgentes o prioritarias?
–Una prioridad es hacer un shock muy fuerte en infraestructura. Uruguay tiene una posición geográfica privilegiada en el continente, y debe aprovecharla con un despliegue de infraestructura que le permita convertirse en una puerta de entrada y salida del continente. Me refiero a tres elementos que necesitamos para lograr este objetivo: el puerto de aguas profundas, el tendido ferroviario y el dragado de los ríos. Segundo: una apuesta muy fuerte a la educación. Tenemos concentradas las dificultades en la educación secundaria; avanzamos mucho en la primaria y la universidad –en la descentralización universitaria, hoy la matrícula es cinco veces más grande que hace 14 años–. En la secundaria existen niveles altos de deserción estudiantil que son inadmisibles. Tenemos que asegurar que por lo menos el 75 por ciento de los muchachos culmine el secundario y tenga garantizada una formación básica. En tercer lugar, la apuesta fuerte a la innovación y la tecnología para ir a un proceso mayor de industrialización. Uruguay ha crecido en su economía, casi la cuadruplicó en los últimos nueve años (50 mil millones de dólares de PIB), y nos hemos especializado en la exportación de materias primas. A eso hay que agregarle valor. El próximo gobierno tiene que generar mecanismos de incentivo para una mayor industrialización y un mayor agregado de tecnología e innovación a estas cadenas productivas.
–Hay analistas que afirman que con Danilo Astori como ministro de Economía, el Frente Amplio va a dar un giro más hacia el liberalismo. ¿Usted que responde?
–Astori jugó un papel importante en la actual política económica. La definición del rumbo es de todo el Frente Amplio, la que se acordó en los congresos partidarios. La política económica va a ser de continuidad, no va haber cambios importantes, porque ha sido exitosa, porque permitió que Uruguay tenga certeza, que haya un flujo permanente de inversiones, unas reservas históricas, un nivel de desocupación del seis por ciento; tenemos el índice de igualdad mejor del continente; crecimos con distribución y equidad. Vamos a seguir en la senda de la estabilidad macroeconómica, con el control de la inflación –ahora se ubica en siete puntos, pero esperamos que esté entre los tres y los siete puntos–. Buscaremos mantener los incentivos fiscales para la inversión extranjera; también vamos a estimular la inversión para que traiga más tecnología y empleo calificado. Antes, el objetivo era la generación de mano de obra, ahora es que esa mano de obra sea más calificada.
–En Uruguay suele decirse que las papeleras llegaron para quedarse, ¿es así?
–Sí. Y es muy probable que tengamos más papeleras. Se está previendo la instalación de una o dos más en los próximos años, con inversiones importantísimas. Estamos previendo una inversión de unos tres mil millones en el rubro de las papeleras. En Uruguay, en los próximos años tenemos desafíos muy importantes: la minería, las reservas de hierro y la exploración petrolera. Iniciamos un camino que no tiene marcha atrás que es el de la exploración petrolera costa afuera y en tierra firme. Hace pocos días teníamos estancados en la frontera un grupo de camiones que estaban yendo de Argentina hacia Uruguay para hacer trabajo sísmico en tierra firme. Y hay diez empresas internacionales de primera línea haciendo exploración petrolera. Esta última, así como las papeleras y la minería abren rubros nuevos en la economía que van a generar alrededor de ellas cadenas de tecnología y formación de capacidades humanas.
–En todas esas actividades, el cuestionamiento es que no se contamine el medio ambiente…
–Sí. El programa del Frente establece un compromiso muy fuerte con la sustentabilidad de estos procesos para asegurar la preservación del medio ambiente. Tenemos un compromiso de fortalecer las agencias del estado que se encargan de la protección del medio ambiente que tienen que estar a la altura de la demanda, porque han estado saturadas ante la demanda de nuevos proyectos. Y muchas veces hay una lentitud en la respuesta. Si estamos yendo contra los recursos naturales, tenemos que asegurar que la utilización de los mismos genere utilidades de nuevas cadenas de valor que les dejemos a las futuras generaciones. Que nosotros convirtamos la utilización de los recursos naturales en educación, en políticas sociales; que garanticemos una mayor equidad; que se generen nuevas cadenas tecnológicas como el software.
–Usted no está a favor de la despenalización de la marihuana. ¿Habrá cambios en la legislación?
–No va a haber cambios, porque ya es algo que está aprobado y acordado. Mi única duda sobre el tema es el riesgo de correr la barrera de lo prohibido. Si la marihuana no está prohibida, podría aparecer en los jóvenes la necesidad de consumir lo que no está permitido, entonces se puede correr esa barrera de lo prohibido, que puede llevarlos a situaciones más riesgosas. La posición que tomó el gobierno está fundamentada por técnicos y profesionales que trabajaron en esto mucho tiempo. Además, la ley es visualizada en el mundo como una referencia, por eso no es más que una duda personal y espero no tener razón.
–Hay tres hijos de políticos en esta campaña. Usted, hijo de Raúl Sendic, Luis Lacalle Pou, hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle, y Pedro Bordaberry, hijo del dictador Juan María Bordaberry. ¿A qué lo atribuye?
–La política en el Uruguay se vive intensamente y la familia se compromete muchísimo. Nosotros, queriéndolo o no, terminamos con mi casa allanada, con los milicos llevándose a mi madre, yendo a visitar a mi padre a la cárcel. Mis hermanos y yo no tuvimos elección, estábamos metidos en esa circunstancia. A los demás les pasó lo mismo. Yo tengo una admiración por mi viejo y ellos también la tendrán con los suyos, aunque no los entienda.
–Con mayoría del Frente Amplio el Congreso aprobó en 2011 una ley que dejó sin efecto la Ley de Caducidad o amnistía, que estuvo vigente durante 25 años. Sin embargo, la Corte Suprema consideró inconstitucionales artículos clave. ¿Cómo se acaba con la impunidad?
–En Uruguay no hay impunidad. Un grupo de militares se están muriendo en la cárcel, como Goyo Alvarez. Varios de los desaparecidos fueron encontrados a partir de que se empezó a desarchivar información e investigar en los cuarteles. El artículo cuarto de la ley que buscó eludir la caducidad permitió seguir adelante con la investigación y el conocimiento de la verdad. El equipo de antropólogos vino trabajando en la búsqueda de los desaparecidos, y es ese el camino que vamos a seguir transitando. Lo que pasó con Estela de Carlotto es una demostración de que esa lucha no se puede abandonar nunca. Y que más allá del tiempo, la verdad a veces demora pero llega.
Hijo del histórico líder guerrillero y ex diputado, acompaña a Tabaré Vázquez en la búsqueda de un tercer gobierno de la coalición de centroizquierda. En una charla con Página/12, explica por qué se siente confiado en un triunfo, repasa la relación con Argentina, especialmente en el tema de las papeleras, y advierte sobre las consecuencias para otros países del fallo de Griesa sobre los fondos buitre.
Cuando faltan poco más de dos meses de los comicios, la fórmula Tabaré Vázquez-Raúl Sendic desembarcó en Buenos Aires para seducir a los 400 mil uruguayos residentes en Argentina. Un ritual inexorable de los políticos del vecino país, conscientes de la importancia de captar ese importante voto del exterior. Sendic, hijo del histórico líder guerrillero, ex diputado y ex presidente de la petrolera Ancap, acompaña al ex mandatario Tabaré Vázquez en la búsqueda de un tercer gobierno de la coalición de centroizquierda Frente Amplio. Vázquez dejó el sillón presidencial con una popularidad del 80 por ciento y arrancó la campaña como amplio favorito. Sin embargo, ese capital político no se termina de reflejar en los sondeos, que señalan un posible escenario de segunda vuelta. El médico oncólogo cuenta con una intención de voto del 42 por ciento, frente al 29 por ciento que logra Luis Lacalle Pou, candidato del Partido Nacional, y el 14 por ciento que consigue Pedro Bordaberry, del Partido Colorado. Sendic, Vázquez, Lacalle y Bordaberry: apellidos que marcan la historia política de las últimas cinco décadas.
Raúl Sendic cree que el viento sopla a favor de su coalición. “Tenemos un programa de gobierno que está aprobado desde hace tiempo y nuestra fórmula genera una enorme empatía, a diferencia de las demás. A partir del 1º de junio, después de la interna, empezamos a hacer una campaña de cercanía, saliendo a recorrer el país y hablando mano a mano con todos los uruguayos. Estoy convencido de que las elecciones no se ganan en los actos ni en las caravanas, sino en los cumpleaños, en las reuniones familiares y en el trabajo; es ahí donde juega mucho este entusiasmo que provocamos.” Sendic asegura que avanzarán sobre los logros económicos y sociales alcanzados por el Frente Amplio, que el diálogo será prioritario en relación con Argentina, y que apuestan por la integración regional, dejando atrás el coqueteo con un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
–Tabaré Vázquez llegó a imaginar una guerra con Argentina en un diálogo con George W. Bush, según revelaron los cables de WikiLeaks. ¿Cuál será la postura de un nuevo gobierno frentamplista en relación con el diferendo por las papeleras?
–Creemos que el desarrollo económico e industrial debe ser sustentable desde el punto de vista ambiental. Es nuestra preocupación y también del gobierno argentino. Por lo tanto, todo lo que hagamos para fortalecer los controles que permitan darle garantías al control del medio ambiente es positivo. La gran apuesta va a ser al diálogo. No podemos seguir perdiendo oportunidades para la integración. Tenemos una responsabilidad muy fuerte de unirnos, yo creo que el mundo obliga a los países del Mercosur a fortalecer su integración. Sabemos que puede haber dificultades e incomprensión de un lado y del otro, pero la apuesta tiene que ser al diálogo, sentados a alrededor de una mesa.
–¿Cuáles serían los planes para una mayor integración?
–Cualquier integración debe pasar por el fortalecimiento del Mercosur; es nuestra posición bien clara. Se tienen que limar las asimetrías y sostener más diálogo para un mejor entendimiento. Cuanto más socios haya, como ha sido la incorporación de Venezuela, mejor. Es una falsa contradicción la que se señala entre el Atlántico y el Pacífico.
–¿Siente preocupación por la pelea del gobierno argentino con los fondos buitre?
–Sí, por supuesto. Hemos sido solidarios con la posición argentina, porque Uruguay también ha negociado su deuda. Que un juez (Griesa) pueda hacer caer un acuerdo que se logró con los acreedores mayoritarios para proteger a un pequeño grupo genera una incertidumbre muy grande sobre cualquier negociación futura. Lo que hizo Argentina lo hemos hecho todos: negociamos la deuda con los acreedores mayoritarios y los minoritarios se acogen a lo pactado. En este caso, un pequeño grupo hace caer un paquete de negociación enorme. Esto pasa no sólo con la negociación de la deuda. Cuando uno negocia con una empresa cualquiera lo hace con los grupos accionistas mayoritarios, y los más chicos acatan.
–¿Cuáles serían las tres medidas que sin duda son urgentes o prioritarias?
–Una prioridad es hacer un shock muy fuerte en infraestructura. Uruguay tiene una posición geográfica privilegiada en el continente, y debe aprovecharla con un despliegue de infraestructura que le permita convertirse en una puerta de entrada y salida del continente. Me refiero a tres elementos que necesitamos para lograr este objetivo: el puerto de aguas profundas, el tendido ferroviario y el dragado de los ríos. Segundo: una apuesta muy fuerte a la educación. Tenemos concentradas las dificultades en la educación secundaria; avanzamos mucho en la primaria y la universidad –en la descentralización universitaria, hoy la matrícula es cinco veces más grande que hace 14 años–. En la secundaria existen niveles altos de deserción estudiantil que son inadmisibles. Tenemos que asegurar que por lo menos el 75 por ciento de los muchachos culmine el secundario y tenga garantizada una formación básica. En tercer lugar, la apuesta fuerte a la innovación y la tecnología para ir a un proceso mayor de industrialización. Uruguay ha crecido en su economía, casi la cuadruplicó en los últimos nueve años (50 mil millones de dólares de PIB), y nos hemos especializado en la exportación de materias primas. A eso hay que agregarle valor. El próximo gobierno tiene que generar mecanismos de incentivo para una mayor industrialización y un mayor agregado de tecnología e innovación a estas cadenas productivas.
–Hay analistas que afirman que con Danilo Astori como ministro de Economía, el Frente Amplio va a dar un giro más hacia el liberalismo. ¿Usted que responde?
–Astori jugó un papel importante en la actual política económica. La definición del rumbo es de todo el Frente Amplio, la que se acordó en los congresos partidarios. La política económica va a ser de continuidad, no va haber cambios importantes, porque ha sido exitosa, porque permitió que Uruguay tenga certeza, que haya un flujo permanente de inversiones, unas reservas históricas, un nivel de desocupación del seis por ciento; tenemos el índice de igualdad mejor del continente; crecimos con distribución y equidad. Vamos a seguir en la senda de la estabilidad macroeconómica, con el control de la inflación –ahora se ubica en siete puntos, pero esperamos que esté entre los tres y los siete puntos–. Buscaremos mantener los incentivos fiscales para la inversión extranjera; también vamos a estimular la inversión para que traiga más tecnología y empleo calificado. Antes, el objetivo era la generación de mano de obra, ahora es que esa mano de obra sea más calificada.
–En Uruguay suele decirse que las papeleras llegaron para quedarse, ¿es así?
–Sí. Y es muy probable que tengamos más papeleras. Se está previendo la instalación de una o dos más en los próximos años, con inversiones importantísimas. Estamos previendo una inversión de unos tres mil millones en el rubro de las papeleras. En Uruguay, en los próximos años tenemos desafíos muy importantes: la minería, las reservas de hierro y la exploración petrolera. Iniciamos un camino que no tiene marcha atrás que es el de la exploración petrolera costa afuera y en tierra firme. Hace pocos días teníamos estancados en la frontera un grupo de camiones que estaban yendo de Argentina hacia Uruguay para hacer trabajo sísmico en tierra firme. Y hay diez empresas internacionales de primera línea haciendo exploración petrolera. Esta última, así como las papeleras y la minería abren rubros nuevos en la economía que van a generar alrededor de ellas cadenas de tecnología y formación de capacidades humanas.
–En todas esas actividades, el cuestionamiento es que no se contamine el medio ambiente…
–Sí. El programa del Frente establece un compromiso muy fuerte con la sustentabilidad de estos procesos para asegurar la preservación del medio ambiente. Tenemos un compromiso de fortalecer las agencias del estado que se encargan de la protección del medio ambiente que tienen que estar a la altura de la demanda, porque han estado saturadas ante la demanda de nuevos proyectos. Y muchas veces hay una lentitud en la respuesta. Si estamos yendo contra los recursos naturales, tenemos que asegurar que la utilización de los mismos genere utilidades de nuevas cadenas de valor que les dejemos a las futuras generaciones. Que nosotros convirtamos la utilización de los recursos naturales en educación, en políticas sociales; que garanticemos una mayor equidad; que se generen nuevas cadenas tecnológicas como el software.
–Usted no está a favor de la despenalización de la marihuana. ¿Habrá cambios en la legislación?
–No va a haber cambios, porque ya es algo que está aprobado y acordado. Mi única duda sobre el tema es el riesgo de correr la barrera de lo prohibido. Si la marihuana no está prohibida, podría aparecer en los jóvenes la necesidad de consumir lo que no está permitido, entonces se puede correr esa barrera de lo prohibido, que puede llevarlos a situaciones más riesgosas. La posición que tomó el gobierno está fundamentada por técnicos y profesionales que trabajaron en esto mucho tiempo. Además, la ley es visualizada en el mundo como una referencia, por eso no es más que una duda personal y espero no tener razón.
–Hay tres hijos de políticos en esta campaña. Usted, hijo de Raúl Sendic, Luis Lacalle Pou, hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle, y Pedro Bordaberry, hijo del dictador Juan María Bordaberry. ¿A qué lo atribuye?
–La política en el Uruguay se vive intensamente y la familia se compromete muchísimo. Nosotros, queriéndolo o no, terminamos con mi casa allanada, con los milicos llevándose a mi madre, yendo a visitar a mi padre a la cárcel. Mis hermanos y yo no tuvimos elección, estábamos metidos en esa circunstancia. A los demás les pasó lo mismo. Yo tengo una admiración por mi viejo y ellos también la tendrán con los suyos, aunque no los entienda.
–Con mayoría del Frente Amplio el Congreso aprobó en 2011 una ley que dejó sin efecto la Ley de Caducidad o amnistía, que estuvo vigente durante 25 años. Sin embargo, la Corte Suprema consideró inconstitucionales artículos clave. ¿Cómo se acaba con la impunidad?
–En Uruguay no hay impunidad. Un grupo de militares se están muriendo en la cárcel, como Goyo Alvarez. Varios de los desaparecidos fueron encontrados a partir de que se empezó a desarchivar información e investigar en los cuarteles. El artículo cuarto de la ley que buscó eludir la caducidad permitió seguir adelante con la investigación y el conocimiento de la verdad. El equipo de antropólogos vino trabajando en la búsqueda de los desaparecidos, y es ese el camino que vamos a seguir transitando. Lo que pasó con Estela de Carlotto es una demostración de que esa lucha no se puede abandonar nunca. Y que más allá del tiempo, la verdad a veces demora pero llega.
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