El diputado Avoscan confirmó a parlamentario.com que no se irá el bloque oficialista tras la ruptura del gobernador rionegrino con el Gobierno nacional. Adelantó su voto positivo a la ley de pago soberano y a la reforma de la Ley de Abastecimiento.
25 de agosto de 2014
Por Pablo Riveros
La ruptura del gobernador rionegrino Alberto Weretilneck con el kirchnerismo ya era un hecho antes de que el propio mandatario lo confirmara. Cuando trascendían los rumores, parlamentario.com fue el primer medio en alertar que esto podía repercutir en el Congreso, con la partida de dos diputados nacionales del bloque oficialista: Herman Avoscán y Luis María Bardeggia. Es que ambos integran el Frente para la Victoria en el Parlamento pero militan en el Frente Grande rionegrino, que responde al gobernador. El primero tiene mandato hasta 2015 y el segundo hasta 2017.
Pero el kirchnerismo puede seguir respirando tranquilo. Avoscán anticipó a este medio que tanto él como Bardeggia se quedarán en el Frente para la Victoria y que también apoyarán al gobernador pese a su acercamiento a Sergio Massa.
“Con el Frente Renovador no tenemos las mismas propuestas y tenemos diferencias políticas e ideológicas”, sostuvo para desvincularse del referente opositor.
Por otro lado, el secretario general del Frente Grande adelantó que acompañará la ley de pago soberano y la nueva Ley de Abastecimiento, al tiempo que cuestionó la reforma petrolera que impulsa la Casa Rosada.
– ¿Por qué se quedan en el Frente para la Victoria?
Nosotros fuimos electos por el Frente para la Victoria y no queremos repetir lo que algunos sectores del pichettismo hicieron en la provincia, que fue obstaculizar al Gobierno provincial. Llegado el caso, plantearemos nuestras diferencias en los debates que se den en el oficialismo. En virtud del proceso político que se da, tenemos que alertar cierto ninguneo de sectores del oficialismo nacional hacia el Gobierno provincial. El Gobierno nacional escuchó la crisis política que atraviesa Río Negro. Hubo margen para algunas negociaciones que van a generar una situación de cierta calma política; la confrontación no se anticipa y se resuelve electoralmente en 2015.
– ¿Habló con el bloque sobre este tema?
Hablamos con Di Tullio (titular del bloque oficialista) antes y después de que el gobernador comunicara su decisión. Nos pidió que nos quedáramos. Ella interpreta que las cuestiones provinciales y nacionales son distintas. Y yo creo que a la larga voy a terminar entendiéndolo de la misma manera. Hay diálogo y una muy buena predisposición a resolver diferencias dentro del bloque. En eso tengo que agradecerle a la presidenta por la buena voluntad para dirimir algunas cuestiones, aunque a veces no nos gusten algunas cosas.
– ¿Cómo le cayó la decisión de Weretilneck de aliarse a Massa?
No es una decisión tomada, pero es probable. Lo que le puedo asegurar es que al Frente Renovador no vamos a ir.
– ¿Por qué?
Yo soy secretario general del Frente Grande a nivel nacional y tengo que dar una discusión a nivel nacional. Por un lado, con el Frente Renovador no tenemos las mismas propuestas y tenemos diferencias políticas e ideológicas. No coincido con muchas de las apreciaciones de Massa sobre la evaluación del momento nacional. Por otro, nosotros pretendemos que se llame la atención sobre la situación rionegrina y no lo lograríamos yéndonos a otro bloque.
– ¿Le quitarán su apoyo al gobernador si finalmente acuerda con Massa?
Vamos a acompañar la gobernabilidad de la provincia y un proyecto político que acompañamos. Hay cuestiones políticas que se definen a nivel nacional pero en la redistribución del presupuesto tenemos amplias coincidencias entre el Frente Grande provincial y el Gobierno nacional.
– Hablando de presupuesto, ¿qué opina de la reforma petrolera que impulsa la Casa Rosada?
Tengo dos opiniones que me diferencian de otros compañeros. Comparto la necesidad de que haya una política petrolera común y que la tenemos que consensuar entre todos los actores. Pero no comparto que se invada jurisdicciones de las provincias y que se le ponga un techo tan bajo a la posibilidad de cobrar impuestos provinciales. Tampoco comparto que los municipios no puedan cobrar ningún tipo de impuesto porque son los que reciben todo el impacto demográfico; y si bien reciben regalías por coparticipación, sus presupuestos no alcanzan para cubrir la gran demanda de servicios de urbanización y compensar los desequilibrios que se producen. De todos modos tengo entendido que el Gobierno nacional está trabajando en alternativas.
– Por otro lado, en los próximos días le tocará votar el proyecto de ley de pago soberano y la reforma a la Ley de Abastecimiento. ¿Qué les parecen ambas iniciativas?
La ley de pago soberano es un paso más para lograr la independencia frente a los actores judiciales que pueden complicar y embarrar la cancha en lo que hace al pago de la deuda reestructurada. En cuanto al tema de defensa del consumidor, sin hacer un estudio profundo del proyecto, lo único que le interesa a los sectores concentrados es que la Ley de Abastecimiento no se aplique; eso los pone nerviosos. El proyecto del Ejecutivo morigera muchos puntos de la ley vigentes. Desde el punto de vista de los consumidores hace falta una ley mucho más simple y operativa. Adelanto mi voto favorable a ambos proyectos.
– ¿Cómo ve la gestión de la presidenta, teniendo en cuenta los problemas económicos que atraviesa el país?
La veo bien. Recordemos que hay una crisis a nivel internacional que nos repercute. Ciertas ramas de la economía tienen problemas de exportaciones, por la reducción del mercado en Brasil y Europa. Eso afecta el nivel de empleo.
– ¿Y la gestión contra la inflación?
La inflación es un tema recurrente de la Argentina. Es un problema de mentalidad aunque no quiero decir que lo resuelve cada uno por su cuenta. Es un problema de oferta y no de demanda: producimos menos de la demanda y cuando hay crecimiento por mejoras salariales esa diferencia se trata de cubrir con aumentos de precios en lugar de producir más.